Gimnasia (LP) había comenzado bien el torneo. Tras una derrota ante Newell´s en Rosario, hilvanó tres victorias consecutivas ante Lanús, Huracán e Independiente. Sin embargo, hace 9 fechas, todo empezó barranca abajo y nunca más había vuelta a sumar de a tres. El fantasma del descenso comenzaba a acercarse y los hinchas estaban impacientes. En el partido del sábado ante Vélez, la hinchada colgó un trapo en las tribunas: “Jueguen como hinchas” decía la bandera, enfocada recurrentemente por la televisión. Quizás sea por la arenga o quizás no, pero Gimnasia le ganó 3 a 1 a los de Liniers y le quitó el invicto al entonces puntero.
En su libro “Crónicas del aguante”, Pablo Alabarces afirma que en la etapa clásica del fútbol argentino, los ejes fuertes de la identidad de los equipos eran los estadios, los colores y los jugadores símbolos. La crisis de estos tres factores en los últimos años (canchas en mal estado, camisetas con sponsors que cambian constantemente, jugadores que se van a los pocos partidos) hace que los hinchas se perciban sí mismos como garantes de la identidad de los equipos, como aquéllos que mantienen vivo el sentimiento por los colores. Estos simpatizantes muestran habilidad para desplazarse a los estadios y cantar durante todo el partido. Pero la gran mayoría no exhibe la misma destreza en un campo de juego, al menos públicamente. Por suerte hay jugadores profesionales dentro de la cancha con mayores condiciones técnicas, destreza y habilidad, que pueden representar mejor a su equipo. El tercer gol de Juan Cuevas ante Vélez, con una apilada en diagonal y un remate bien colocado es una muestra de ello. Afuera, Gimnasia dispone un técnico como Leonardo Carol Madelón, capaz de diseñar estrategias certeras que hagan sumar al tripero los puntos necesarios para evitar el descenso.
El escritor italiano Humberto Eco sostiene que la experiencia del espectador de fútbol siempre es incompleta e insatisfactoria. Así es como el hincha buscar reemplazar desde la tribuna la experiencia real de jugar al fútbol, participando del partido a su manera.
Los hinchas de Gimnasia pueden desear que los jugadores disputen los partidos con el mismo sentimiento que ellos muestran desde las tribunas. Pero al fútbol no se juega con el corazón, sino con la cabeza y con los pies, con inteligencia y habilidad. Por suerte, la AFA todavía no organiza un campeonato de hinchadas, sino un torneo de 20 equipos de fútbol donde suma puntos el que más goles anota. Con jugadores como Messera, Alonso, Cuevas y Romero, el Lobo tiene la calidad suficiente para juntar los puntos necesarios para quedarse en primera.
En su libro “Crónicas del aguante”, Pablo Alabarces afirma que en la etapa clásica del fútbol argentino, los ejes fuertes de la identidad de los equipos eran los estadios, los colores y los jugadores símbolos. La crisis de estos tres factores en los últimos años (canchas en mal estado, camisetas con sponsors que cambian constantemente, jugadores que se van a los pocos partidos) hace que los hinchas se perciban sí mismos como garantes de la identidad de los equipos, como aquéllos que mantienen vivo el sentimiento por los colores. Estos simpatizantes muestran habilidad para desplazarse a los estadios y cantar durante todo el partido. Pero la gran mayoría no exhibe la misma destreza en un campo de juego, al menos públicamente. Por suerte hay jugadores profesionales dentro de la cancha con mayores condiciones técnicas, destreza y habilidad, que pueden representar mejor a su equipo. El tercer gol de Juan Cuevas ante Vélez, con una apilada en diagonal y un remate bien colocado es una muestra de ello. Afuera, Gimnasia dispone un técnico como Leonardo Carol Madelón, capaz de diseñar estrategias certeras que hagan sumar al tripero los puntos necesarios para evitar el descenso.
El escritor italiano Humberto Eco sostiene que la experiencia del espectador de fútbol siempre es incompleta e insatisfactoria. Así es como el hincha buscar reemplazar desde la tribuna la experiencia real de jugar al fútbol, participando del partido a su manera.
Los hinchas de Gimnasia pueden desear que los jugadores disputen los partidos con el mismo sentimiento que ellos muestran desde las tribunas. Pero al fútbol no se juega con el corazón, sino con la cabeza y con los pies, con inteligencia y habilidad. Por suerte, la AFA todavía no organiza un campeonato de hinchadas, sino un torneo de 20 equipos de fútbol donde suma puntos el que más goles anota. Con jugadores como Messera, Alonso, Cuevas y Romero, el Lobo tiene la calidad suficiente para juntar los puntos necesarios para quedarse en primera.
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