La importancia de celebrar

“Pero, tipito – empezó, como enunciando una verdad ya reiterada hasta el cansancio-, ¿no te dije que los brasileños ven la camiseta del Rojo y se asustan tanto que no pueden ni mover las patas? ¿No te dije que, con el frío, se quieren volver a su casa a comer bananas para entrar en calor? Por eso te dejé dormir. Porque era tan fácil que nos las rebuscamos sin tu aliento.” Así es como el personaje recuerda cómo vivía los partidos del Rojo en “Independiente, mi viejo y yo”, el hermoso cuento de Eduardo Sacheri. En la historia, el pequeño y su padre se predisponían a ver por televisión una final continental, pero el sueño pudo más y el chico terminó por irse a la cama. Independiente igual se llevó la Copa Libertadores, una más, y a la mañana siguiente, ante de ir al colegio, padre e hijo tuvieron su festejo íntimo.

Hoy, con la inauguración de su nuevo estadio Libertadores de América, Independiente da un paso adelante para recuperar esa mística y ese prestigio que alguna vez lo convirtieron en el equipo más ganador de los torneos continentales. Con el triunfo ante Colón el último miércoles, la institución dirigido por Julio Comparada vuelve a tener casa propia, presentando un escenario digno del fútbol europeo.

El camino transitado desde aquel 8 de diciembre de 2006, día del último partido en la Doble Visera ante Gimnasia de Jujuy, hasta la victoria ante Colón por 3 a 2 del último miércoles, no fue fácil. El proyecto original del nuevo estadio sufrió varias modificaciones (el agregado de una tribuna adicional entre ellos), cambió de arquitectos, demoró un año y medio más de lo previsto (antes de las elecciones de fin de 2008 se realizó una inauguración simbólica) y el precio final de cerca de 35 millones de dólares fue casi cuatro veces mayor al calculado inicialmente. La inflación, el aumento del precio de los materiales para la construcción y la crisis económica son algunos de los argumentos que ayudan a explicar el incremento en los gastos de un escenario que aún no está terminado. En el medio, está una institución que sigue en convocatoria de acreedores y que tiene un pasivo que oscila entre 90 y 130 millones de pesos según lo calcule el oficialismo o la oposición.

Pero también es cierto que no es sencillo avanzar en una obra semejante en Argentina. Los principales clubes de este país construyeron sus estadios en las décadas del ´30 y ´40 con ayuda del Estado. En 1936, un decreto del Poder Ejecutivo autorizó préstamos especiales para la construcción de nuevas canchas y así se inauguraron, en 1938, el estadio Monumental y, en 1940, La Bombonera. El gobierno peronista también otorgó a los clubes de fútbol préstamos por 11 millones de pesos, que debían ser devueltos “en un plazo no mayor a 65 años”. Racing, Vélez y Huracán se beneficiaron con la medida y tuvieron su nuevo escenario. El estadio del Rojo, inspirado en el del Manchester United inglés, tiene capacidad para 46 mil espectadores sentados. Las tribunas están bien cerca del campo de juego, permitiendo una buena visión del partido. La posibilidad de presenciar un encuentro en estas condiciones, en un estadio moderno y confortable, constituye casi una novedad para el fútbol argentino. Justo es decirlo, el Estado también ayudó a Independiente. Se pavimentaron algunas calles aledañas y se reabrieron otras para permitir un mejor acceso. Eso se hizo con el aporte de la municipalidad de Avellaneda y de la Secretaría de Obras Públicas de la Nación. Es probable que en este proceso haya tenido una importante participación Hugo Barrueco, vicepresidente del club y Secretario de Servicios y Obras Públicas del municipio.

El miércoles, una multitud llenó el nuevo escenario y celebró el retorno con una hermosa fiesta desde bien temprano, con murgas, papelitos, fuegos artificiales y cánticos al por mayor. El equipo dirigido por Gallego les regaló a los hinchas una victoria por 3 a 2, que pone a los rojos a tres unidades de los punteros Banfield y Estudiantes. La multitud que acompañó al equipo se fue del Libertadores de América sabiendo que Independiente todavía sufre algunas lagunas durante los partidos y que deberá mejorar algunas cosas para llegar al final peleando por el campeonato. Pero los hinchas pudieron celebrar juntos la victoria en un nuevo y lindo estadio y compartir un momento de alegría. Eso en el fútbol argentino de hoy no es poca cosa.

En Honduras lo que une es el fútbol

Hoy en Honduras, el diálogo entre el gobierno de facto encabezado por Roberto Micheletti y el depuesto presidente Manuel Zalaya tendrá un nuevo capítulo. Una delegación de la Organización de Estados Americanos llegará al país para intentar acercar a las partes y así poder celebrar las elecciones del próximo 29 de noviembre. El viernes pasado, Zelaya había prometido que no volvería a discutir ninguna propuesta hasta que los golpistas no aceptaran su restitución inmediata como presidente. Por su parte, Micheletti y su gente proponen que sea la Corte Suprema, el tribunal que apoyó y legitimó el golpe del 28 de junio pasado, la que decida si el mandatario debe ser restituido. Si esto no sucede, el ex presidente, que sigue encerrado en la embajada brasileña en Tegucigalpa, propuso boicotear los próximos comicios para obligar a la comunidad internacional a desconocerlos.

En los últimos tiempos, el deporte trajo más acuerdos y alegrías que la política a la sociedad hondureña. El 14 de octubre pasado, Honduras derrotó 1 a 0 a El Salvador como visitante y se aseguró un lugar en el mundial de Sudáfrica, en lo que será su primera participación en una Copa del Mundo desde 1982. Tras el triunfo conseguido en San Salvador, miles de personas llegaron hasta el aeropuerto internacional Toncontín de Tegucigalpa para recibir a los futbolistas, nuevos héroes nacionales. La policía no pudo impedir que los miles de aficionados llegaran hasta el área de migración, por donde salen los pasajeros en la terminal aérea. "No me esperaba esto. Es impresionante" alcanzó a decir el colombiano Reinaldo Rueda, el entrenador de la selección hondureña. “¡Viva Honduras, bendito sea Dios que nos dio esta oportunidad de celebrar, gracias Reinaldo Rueda por llevarnos al Mundial!”, afirmó el presidente de facto Micheletti desde la Casa Presidencial, en cadena nacional, tras la clasificación. También anunció que, para permitir la celebración, el día siguiente sería feriado nacional. El mandatario, que siguió paso a paso el partido decisivo, sostuvo que es merecido el feriado para festejar, en orden, sin hacer disparos al aire y sin provocar disturbios.

Así fue como miles de hondureños salieron a celebrar la clasificación. Los medios reprodujeron incansablemente la alegría que se vivió en las calles por conseguir el boleto a Sudáfrica. Un policía, Fausto Castillo, comentó que “después de tantas semanas soportando sol y gases lacrimógenos en las manifestaciones callejeras, esta es la recompensa: mi equipo llegó al Mundial".Gerson Mendoza, estudiante de 18 años, dijo: “Aquí en la calle hay de todo: golpistas y de la resistencia, pero todos somos Honduras”. Otro aficionado, Daniel Oquelí, manifestó que “esta es la clave para salir de la crisis política luego del golpe de Estado del 28 de junio”.

De nuevo en su patria tras la clasificación, los jugadores, el técnico y los dirigentes de la Federación fueron llevados desde el aeropuerto directamente hasta la presidencia, donde Micheletti ofreció un acto de recibimiento público y un almuerzo junto a funcionarios de su Gobierno. El mandatario confesó estar “muy contento, muy agradecido” con la selección por haberle dado esta “alegría” a los hondureños. El seleccionador Rueda y varios jugadores agradecieron a Micheletti por el recibimiento y dedicaron la clasificación a los aficionados del país.
Sin embargo, la visión de los futbolistas respecto al gobierno de facto no parece ser uniforme. “Yo siempre he dicho que tengo dos ídolos, mi hijo y el presidente” declaró Flor, la madre de Amado Guevara, capitán y figura del equipo nacional. Su hijo adoptivo es el mandatario depuesto y es por eso que Flor le entregó a la hija de Manuel Zelaya una camiseta autografiada por su hijo futbolista. “Sé quienes son los jugadores que están en la resistencia contra el golpe, conozco a sus familias. Muchos no pudieron manifestarse como lo está haciendo Amado Guevara, que ha demostrado solidaridad con el presidente”, declaró Hortensia Zelaya, la hija del presidente saliente. Pocas horas después, algunos medios que apoyan el golpe difundieron declaraciones de Amado Guevara, quien se despegaba de los dichos de su propia madre. “Lo mío es jugar fútbol y eso me hace feliz, mi madre es lo más grande que tengo, pero no tenemos por qué compartir ideologías. Ella puede apoyar a Zelaya, pero yo no tengo por qué hacerlo”, habría dicho el futbolista.

Mientras los políticos intentan llegar a un acuerdo de cara a las elecciones, el cuerpo técnico de la selección encabezado por Reinaldo Rueda planifica su preparación de cara al Mundial. El cuerpo técnico pretende disputar ocho amistosos. España, Suiza o Alemania podrían ser algunos de sus rivales. Hasta ahora, el saldo es positivo: bajo la dirección técnica de Rueda, la selección hondureña jugó 47 partidos, de los cuales ganó 29, empató 4 y perdió 14. La prueba de fuego llegará dentro de poco menos de un año en Sudáfrica.

En medio de tantos conflictos sociales y políticos entre los partidarios de Zelaya y los seguidores de Micheletti, el deporte fue por unos días un espacio donde los hondureños pudieron llegar a un acuerdo y encolumnarse detrás de un objetivo común. El fútbol es un hecho social tan potente que por sí solo permite un acuerdo entre los que piensan diferente e irradia esperanzas de soluciones a situaciones que le son ajenas. Ya lo dijo alguna vez Beatriz Sarlo: “En el estallido de identidades que algunos llaman posmodernidad, el fútbol opera como aglutinante: es fácil, universal y televisivo. No es la nación, sino su supervivencia pulsátil. O, quizás, la forma en que la nación incluye a quienes, de otro modo, abandona”.

Una película previsible

Las crónicas del 2009 dirán que los dos Boca - River terminaron 1 a 1. Otra vez, el superclásico mostró ayer un nivel de juego que no pasa ni cerca de las expectativas que se vivieron en la semana previa. Intenso, más corrido y luchado que bien jugado, el encuentro dejó a los dos navegando por la mitad de la tabla, River más bien en el fondo, y con poco para rescatar de cara al futuro.

En el saldo final, probablemente sea River quien pueda dar fe de una leve mejoría con respecto a lo que venía haciendo en los partidos anteriores. Sin delanteros en cancha, los de Astrada eligieron desde el comienzo darle el control del balón a Boca, presionar duro en la mitad de la cancha y soltar volantes para que llegaran rápido al área rival. Así pasaron el mano a mano de Domingo que se fue por poco y las dos llegadas claras de Abelairas, una en cada tiempo. El tiro de libre de Gallardo a los 29 minutos de la primera mitad le dio a River una ventaja que no parecía exagerada, aunque sin delanteros de peso a los Millonarios les cuesta demasiado generar peligro en el arco contrario. Sólo el buen nivel de Buenanotte logró ayer inquietar a la defensa rival.

Pese a que en el segundo tiempo River decidió esperar bastante cerca de su área, Boca también mostró dificultades para encontrar llegadas claras. Bajos Palermo y Riquelme, la carta principal de ataque fue Nicolás Gaitan, volcado en el segundo tiempo a la derecha, en el hueco que había dejado el expulsado Villagra. Pero el 9 y el 10 xeneizes mostraron sus mejores cartas a los 18 minutos del segundo tiempo, cuando un toque exquisito de Román habilitó a Palermo, que en la primera y única pelota clara que tuvo dentro del área la mandó al fondo de la red. A partir de allí, el partido se hizo de ida y vuelta, con más situaciones del lado de Boca, que con más puntería podría haberse llevado los tres puntos. Sin embargo, el empate final es buen reflejo de lo que mostró el partido.

Con un bajo nivel en el césped, las novedades del superclásico pasaron más que nada afuera de la cancha. La televisación en directo por un canal abierto después de 33 años (alcanzó puntos los 36 puntos de rating en el 7) y el reconocimiento al recuperado Charly García en la previa son una buena muestra de ello. Después aparecen cosas vistas otras veces: el mal arbitraje (esta vez de Laverni), los expulsados (Cáceres y Villagra), la simulación de Ortega (para hacer expulsar al paraguayo), las protestas, un lindo tiro libre de Gallardo, el gol de Palermo. Las expectativas previas son similares y los hechos se repiten en el campo. El partido del Torneo Clausura pasado es buen espejo donde mirar el encuentro de ayer: coinciden el resultado, los goleadores y hasta la forma en que los tantos fueron anotados.

Como en el campeonato anterior, el clásico también se jugó con los dos equipos lejos de la punta. A eso se le suma en este caso que los dos ya están eliminados de la Copa Sudamericana. Pero pese a ser los clubes más populares del país, el torneo argentino excede largamente a Boca y River. Eso también queda reflejado en la tabla, donde con más de medio campeonato disputado es Colón quien está en la vanguardia, seguido por Estudiantes, Banfield y Newell´s. Después de ver lo que mostraron Boca y River ayer, probablemente el fútbol bien jugado haya que buscarlo en otro lado.

Un león en las elecciones uruguayas

En 1966, en el pueblo italiano de Massa, el equipo de la ciudad que ascendió de la cuarta a la tercera división postuló a varios de sus dirigentes y jugadores como candidatos en las elecciones municipales bajo el slogan “Menos política y más deporte”. Probablemente, el ex futbolista uruguayo Hugo De León haya pensado lo contrario cuando a comienzos de este año dejó de lado sus obligaciones personales y se lanzó a recorrer el país en busca de adhesiones para el Partido Colorado. Su trabajo tuvo se recompensa en julio pasado, cuando el partido decidió nominarlo como candidato a vicepresidente de cara alas elecciones que hoy se celebran en Uruguay. De León integra la fórmula junto a Pedro Bordaberry, hijo del ex dictador Juan María Bordaberry, quien fuera presidente de facto entre 1973 y 1976 y hoy permanece en prisión.

Al momento de la nominación, Bordaberry hijo afirmó que la designación recayó en De León porque se entendió que era la persona "más capacitada y más adecuada" para el cargo. El ex futbolista agradeció el gesto y confesó que la responsabilidad le generó una ansiedad similar a la que sentía antes de jugar con Nacional un clásico del fútbol uruguayo frente a Peñarol “porque no me saco de adentro la presión que me puso Pedro (Bordaberry)”.

Marcador central de larga trayectoria, De León es ídolo de Nacional, donde jugó a lo largo de siete temporadas, consagrándose campeón de América y del mundo. Además fue figura de la selección uruguaya, donde disputó 48 partidos entre 1979 y 1990. También jugó en equipos de Brasil, Argentina, España y Japón. Ya retirado, dirigió a Nacional, donde consiguió tres títulos locales, y también se hizo cargo del Gremio de Brasil y del Monterrey mexicano entre otros equipos. Pero De León también es un empresario y productor agropecuario y desde hace tiempo está vinculado al Partido Colorado que hoy lo tiene como candidato.

Julio María Sanguinetti, ex presidente uruguayo y secretario del partido, dijo que De León "es un colorado a prueba de toda evidencia, porque en el peor momento del partido salió a recorrer el país, reclamándole a los ciudadanos colorados que se habían ido, que había que retornar a la 'familia', como decía él". En los últimos comicios presidenciales de 2004, los colorados se ubicaron como la tercera fuerza política, con un 7% de los votos, detrás del hoy gobernante Frente Amplio y del Partido Nacional. De León es considerado por Bordaberry como una de las caras renovadoras del PC, que posibilite revertir los malos resultados de los últimos comicios nacionales y departamentales.

Sin embargo, las encuestas previas no son alentadoras para De León y compañía de cara a las elecciones que hoy se celebran. Según los sondeos, el Frente Amplio liderado por Pepe Mujica se llevaría el triunfo, aunque probablemente no alcance el 50 % necesario para evitar la segunda vuelta. El segundo puesto correspondería al Partido Nacional y tercero quedaría el Partido Colorado.

Pepe Mujica, el candidato presidencial frentista, no jugó al fútbol profesionalmente, aunque probablemente sienta la misma pasión que De León por política. Ex guerrillero tupamaro, Mujica pasó 14 años en prisión, donde llegaron a ubicarlo dentro de un aljibe. Fue diputado, senador y Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca del actual presidente Tabaré Vázquez. Solía llegar al Senado en motoneta, con un aspecto campechano, ese que acompaña cada uno de sus gestos y palabras. Parafraseando a Maradona, cerró su campaña esta semana al grito de “¡Mascatelá y que viva el Frente Amplio!”.

Aquí ya hemos hablado de algunos ex futbolistas que una vez retirados dan el salto a la arena política. Bastante alejados de los problemas cotidianos que viven la mayoría de sus compatriotas cuando juegan, algunos futbolistas como Hugo De León eligen, luego de dejar su actividad, involucrarse en el espacio político como una forma compromoterse con la sociedad que habitan e intentar resolver algunos de los probremas que allí se sufren. Hoy, Uruguay cuenta con más de 800 mil personas por debajo de la línea de pobreza y más de 200 mil familias que viven en asentamientos. Sea quien sea el ganador, a esos lugares deberían volcarse las mayores pasiones de sus habitantes. En ese mundo, la pelota parece algo insignificante.

El fin del contrato ruso

Con un jugador de primera clase como Lionel Messi en cancha y un técnico convocante como Maradona en el banco, la Selección Argentina podría aspirar a un futuro cercano que lo ubique entre los candidatos a ganar la próxima Copa del Mundo. Pero no son fáciles estos tiempos para el conjunto nacional, ni dentro del campo de juego ni en los despachos de la asociación que la dirige. Clasificada al Mundial de Sudáfrica en la última fecha de las Eliminatorias en medio de un bajo nivel de juego, con un entrenador que se involucra directamente en disputas con los periodistas, la Selección vio ayer como el vínculo que tenía con la empresa que se dedicaba a organizarle partidos amistosos llegó a su fin antes de tiempo.

"Todo el tiempo nos llegan propuestas, así que lo primero que hicimos fue estudiar el origen y poner la lupa en los números. Como vimos que cerraban y la propuesta era viable, avanzamos" declaró el titular de la AFA Julio Grondona el 12 de agosto de 2006, cuando la entidad que preside firmó un acuerdo con la empresa Gulgong, subsidiaria de la multinacional rusa Renova, una corporación con intereses en las industrias del petróleo, el gas y el aluminio. El contrato estipulaba que la AFA recibiría 18 millones de dólares para disputar 24 partidos amistosos en 5 años. A cambio, la Selección Argentina cedía la explotación de los derechos sobre esos encuentros, en los que recibiría 750 mil dólares por cada uno.

Ayer ese convenio fue rescindido de común acuerdo. Restaban dos años de contrato y faltaban disputarse 12 partidos. “Antes de la última doble jornada de eliminatorias sudamericanas contra Perú y Uruguay, los rusos estaban temerosos de que la Argentina se quedara sin Mundial y firmaron una carta de intención de común acuerdo para rescindir el contrato con la AFA", explicó a canchallena.com Guillermo Tofoni, de la agencia World Eleven, empresa que se asoció con Renova para luego sellar el vínculo con la AFA en 2006. Con la salida de los rusos, Tofoni se convirtió en el único agente FIFA autorizado para negociar los partidos internacionales de la Selección Argentina. En el rugby se dio un caso similar de tercerización de derechos seguida de una recesión de contrato. En 2004, la Unión Argentina de Rugby selló un acuerdo con la empresa Sportfive, que no cumplió con lo prometido y todo terminó en la Justicia.

En poco más de 3 años de vínculo con Renova, el equipo nacional recorrió diversos destinos, como Londres, París, Oslo, Basilea, San Diego, Glasgow, El Cairo, Melbourne, Marsella y Minsk. El problema tanto para la AFA como para el socio Tofoni surgió porque a poco de firmar el contrato en Argentina, los rusos sellaron un acuerdo de cooperación con la empresa Kentaro, que posee los derechos de comercialización de la selección de Brasil. Así fue como los rusos buscaron mejores rivales para el equipo brasileño ante cada fecha FIFA y la Selección Argentina quedó en un segundo plano. Un ejemplo de este mecanismo se dio en julio de 2007, cuando la albiceleste iba a disputar un amistoso ante Inglaterra en Londres para celebrar la reapertura del estadio de Wembley. La invitación llegada a la AFA finalmente se canceló y el rival de los ingleses fue Brasil.

Con la clasificación al Mundial en sus manos, el técnico Maradona podrá celebrar el 4 de noviembre de noviembre próximo un año en su cargo. El técnico cobra 1,2 millones de dólares anuales, el doble de lo que percibían sus antecesores Bielsa, Pekerman y Basile. Pero la AFA sólo abona la mitad del sueldo de Maradona. Los 600 mil dólares restantes corren por cuenta de Santa Mónica Argentina, la empresa que maneja el marketing de la AFA y que además organiza los partidos amistosos de la Selección en el interior del país, como el de Ghana en Córdoba. La próxima presentación de la selección nacional será el 14 de noviembre en Madrid ante España.

Mientras Maradona sigue sus cruces con el periodismo y le tira dardos por los medios al manager Carlos Bilardo, la AFA puso fin al vínculo que pesaba sobre sus partidos amistosos. Parece mentira que una selección de primer orden como Argentina no pueda llevar a cabo por sí misma encuentros con otros equipos y deba dejar esa responsabilidad en manos de otros. Los problemas del conjunto nacional no tienen lugar sólo adentro de la cancha.

Algunas de las declaraciones de Maradona al programa 678 de Canal 7:

- “Vila me pega porque no lo apoyé para quedarse con la AFA. Bilardo en ese momento estaba con él, por eso digo que Vila y Bilardo se querían quedar con la AFA. Vila hace tres años me vino a ofrecer ayudarlo para voltear a Grondona y ahora le pide a Grondona que me eche a mí. O está mal de la cabeza o yo no tengo memoria. Y yo, memoria tengo”.

- “Vila y el Negro Avila tenían un negoción, porque se quedaban con todo el fútbol, pero ahora para pegarle a Grondona se la agarran conmigo. A Vila lo conozco mejor que nadie”.

- “Si nos quedábamos afuera del Mundial, yo me tenía que ir a Haití. El primer fusilado en el paredón era Diego Maradona. Después, cuando yo dije lo que dije, están todos ofendidos. Respecto de Reutemann, no sé en qué horario lo habrá dicho. Yo lo dije en horario de protección al menor”.

- “No me tengo que disculpar. Sí, decir que fue un desahogo, pero nada más que eso. Y a los que dijeron un montón de cosas, digo que ellos saben bien que fueron antiargentinos y esto no lo perdono”.

- “Hace cinco años que no tomo droga y que no voy a boliches. Mi vida pasa por la Selección Argentina. Yo di todo por la Selección, lo di como jugador, lo di como técnico o seleccionador”.

- “A Bilardo lo sobrepasa el técnico al manager. El tiene que estar con Grondona, arriba de saco y corbata.”

La larga lucha por los millones

“¿La televisión? Nadie entendía nada, y mucho no importaba, tampoco” recordó alguna vez al diario La Nación Enrique Susini, médico y pionero de la radio y la TV en la Argentina. Ya pasó mucho tiempo desde aquel acto peronista del 17 de octubre de 1951, que sirvió de marco para la primera transmisión televisiva en nuestro país. A casi 60 años, la TV ha pasado de ser algo marginal a una industria que mueve miles de millones de dólares alrededor del mundo. Bien lo saben los dirigentes del fútbol argentino, que a dos meses de rubricar su acuerdo con el Estado Nacional por la transmisión y comercialización de los partidos de Primera División, continúan discutiendo cómo se van a repartir los 600 millones de pesos que recibirán a lo largo de la temporada.

Tras la primera fecha del torneo donde los avisadores privados pudieron colocar sus publicidades (se recaudaron dos millones de pesos), el Gobierno decidió sostener sus inversiones en el fútbol exclusivamente con la pauta oficial. Así es como el Noti Social nos pone al tanto de los múltiples logros del gobierno de Cristina Kirchner. Se calcula que la publicidad gubernamental ya aportó entre 39 y 42 millones de pesos al Fútbol para Todos. En la séptima fecha, las empresas volvieron a pautar en las transmisiones deportivas y así se vieron tres spots (dos de Coca Cola y uno del Banco Galicia). Las inversiones privadas alcanzaron los 160 mil pesos, que se sumaron a los 6 millones que puso el Estado para esa fecha. Según dejaron trascender algunos avisadores, las costos para colocar publicidades en las transmisiones son muy altos, más del 70 por ciento por encima de la media. Por eso se explica que, pese a que los partidos de fútbol generan alto rating, no vemos allí muchos spots distintos a los del Gobierno. Desde el Poder Ejecutivo habían revelado que, hasta que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual no fuera sancionada, no se abrirían las pantallas para los avisadores privados. La norma ya fue aprobada por el Congreso pero los avisos no aparecen en cantidad.

Sin embargo, a los dirigentes del fútbol mucho no parece preocuparles cómo se financia el Fútbol para Todos. Gracias al reciente acuerdo más generoso en dinero, categorías como la C y la D, que antes no recibían un centavo de la televisión, ahora pudieron acceder a una pequeña porción de la torta (3,5 millones de pesos para la división C y 1,5 millones para la D). La posibilidad de contar con dinero fresco fue una promesa que el titular de la AFA, Julio Grondona, les hizo a los directivos de esas categorías para que le dieran su apoyo para romper el anterior contrato con Televisión Satelital Codificada. Pero cuando los dirigentes de esas categorías fueron a cobrar la primera cuota, se encontraron con que la AFA les había descontado los pagos por los operativos de seguridad. Este servicio era abonado antes por la AFA y se sobreentendía que seguiría siendo así. Grondona no pensó lo mismo.

En el caso de la Primera División, Grondona les prometió a los dirigentes de Boca y River mantenerles los porcentajes que recibían anteriormente como una forma de lograr el apoyo de esos dirigentes para el nuevo contrato. Pero los directivos de los clubes no denominados grandes luchan hoy para cambiar las condiciones del reparto del dinero. Hasta 190 millones de pesos, se respetarían los porcentajes anteriores. Pero de 190 a 415 millones, se repartirían en partes iguales entre los 20 equipos de Primera.

Para intentar solucionar esta lucha de intereses, los representantes de los cinco clubes grandes (Boca, River, Racing, San Lorenzo e Independiente), más Vélez, llegaron el lunes a la AFA y le dejaron a Julio Grondona su proyecto para el nuevo reparto del dinero de la televisión. Estas instituciones pretenden incrementar en 85 millones los ingresos para la Primera División, para llegar de 415 a 500 millones, y quedarse esos 6 clubes con el 50 por ciento del total del dinero recibido. Para aumentar los ingresos, buscarían una quita en lo que recibe el ascenso y pagar menos por los operativos de seguridad. Boca y River sostienen por lo bajo que cuentan con ofertas de cadenas extranjeras que les ofrecen comprarle los derechos de sus partidos por mucho más dinero del que reciben actualemente.

El próximo domingo, el clásico entre River y Boca se verá por televisión abierta en una gran parte del país. Es una suerte para los hinchas de los clubes más grandes, ya que el 80 % de ellos pertenece a los estratos sociales más bajos y probablemente muchos de ellos no podrían pagar por el viejo sistema codificado. Pero parece que sus dirigentes están más preocupados por otras cosas.

Todos juntos arriba

La tabla de posiciones los muestra ahí, bien cerquita. Son 8 los quipos separados por apenas 2 puntos: primero San Lorenzo (19 unidades); luego los escoltas Colón, Argentinos y Vélez (18) y más abajo Estudiantes, Independiente, Newell´s y Banfield (17). Quizás era impensado antes del inicio del campeonato ver después de la novena fecha a tantos equipos peleando arriba. Más cuando entre ellos no aparecen Boca ni River. Pero la tabla premia a equipos interesantes, que en su mayoría intentan jugar, pensando en el arco de enfrente.

El San Lorenzo de Simeone expresa bastante bien lo que era su técnico adentro de la cancha en su época de jugador. Mucha lucha en el medio campo y de ahí enfilar rápido hacia el área rival. Una paradoja de este equipo es que tiene menos que la temporada anterior y le va mejor. Antes del inicio del torneo, vio partir a A. González, Ledesma, Solari, Santana y Silvera entre otros. Pero la baja más importante la tuvo luego de la primera fecha, cuando el goleador Bergessio se fue intempestivamente. Era una incógnita cómo el equipo iba a reemplazar los goles que viajaban al Saint Etienne francés. Lo hizo repartiendo la tarea y así es como los 14 tantos que anotó el Ciclón se distribuyen entre 9 jugadores. Los de Simeone llevan 4 victorias al hilo.

Lo de ser más con menos también vale para el escolta Colón, que de un tiempo a esta parte abandonó las compras compulsivas y miró más hacia adentro. El campeonato pasado peleó hasta el final ante Vélez y Huracán y ahora está otra vez arriba. Nieto es un buen acompañante para el goleador fuertes (llevan 4 goles cada uno) y desde el medio Rivarola conduce a un equipo que a la fortaleza santafecina le agregó un buen rendimiento fuera de casa, donde ganó dos partidos y empató otros tantos. Argentinos también es otro que intenta jugar con la pelota al piso. Borghi armó en el ataque un buen tridente con Hauche, Sosa y Raymonda. De la mano del ex Temperley, el Bicho pelea arriba luego de un anterior que lo vio terminar en la última posición. Con 9 fechas disputadas, ya sumó 3 puntos más que en todo el torneo pasado.

Vélez no tuvo su mejor noche en el Sur, pero aún así se llevó un empate de la cancha de Lanús. Los de Gareca alcanzaron tal nivel que se dan el lujo de sumar puntos hasta cuando no lo merecen, como ante Lanús el viernes o ante Argentinos la fecha anterior. Estudiantes no mereció perder en Rosario y quizás sea otro toque de atención para un equipo no ganó en las últimas tres fechas. Pero cuando uno ve tocar a Verón y gambetear a Benítez, más las llegadas encabezadas por Boselli y Salgueiro, parece imposible que ese equipo no llegue al final con chances.

La dirigencia de Newell´s sostuvo al técnico Sensini en el banco de suplentes tras un Torneo Clausura donde terminó 15°, aunque su nivel futbolístico merecía una mejor posición. Ahora Newell´s sostiene su buen juego en la marca de Mateo y Bernardi en el medio, más el buen pie de Sánchez Prette y Formica, que funcionan como buenos asistidotes de los desconocidos delanteros foráneos que siempre llegan a Rosario para hacer goles importantes. En este torneo son el paraguayo Achucarro y el uruguayo Boghossian, que ayer hizo un golazo de cabeza.

Independiente y Banfield tienen los mismos puntos, aunque los del Sur muestran un solidez que el rojo encuentra de a ratos. Los de Falcioni tuvieron un buen primer tiempo ante Arsenal, aunque no pudieron llevarse la victoria. Banfield sigue invicto y tiene a un goleador en nivel superlativo como Silva, bien acompañado por el uruguayo Sebastián Fernández, que ayer anotó el gol. Independiente dejó pasar una buena chance ayer ante el alicaído Chacarita, pero la frase del técnico Gallego es una buena síntesis de lo que hoy es Independiente: “Antes estos partidos los perdíamos” dijo el DT al final. No pudo repetir la buena actuación que había mostrado ante River, pero igual Independiente sigue arriba.

Este torneo muestra equipos que con lo que tienen humildemente piensan en grande y se animan pelear arriba. El River - Boca del próximo domingo no encontrará a ninguno de los dos cerca de la punta. Los de Basile al menos recuperaron a Riquelme, que con su gran nivel llevó al equipo a ganar tres partidos seguidos. Pero más allá del súper clásico, el campeonato tiene competencia asegurada.

Sobre Maradona y el periodismo

Pese a que podía suponerse que eran tiempos de festejo, el técnico argentino Diego Maradona eligió celebrar la clasificación al Mundial de Sudáfrica atacando a los periodistas. Quizás no sorprenda su actitud beligerante. Desde que se inició este proceso hace poco menos de un año, Mardona, Bilardo, Grondona padre, Grondona hijo, Riquelme, los ayudantes del DT, los periodistas, todos han pasado por distintos contrapuntos que hicieron del conflicto una situación casi permanente, donde seguramente es el técnico quien navega mejor en esas aguas tormentosas. Pese a esta situación preexistente, no es una imagen digna de un equipo clasificado al Mundial que su técnico le pida a los periodistas que le practiquen sexo oral. Menos en el exterior y ante cientos de testigos.

Las presiones previas al partido y el desahogo posterior no deben convalidar cualquier discurso. Ni de la prensa ni de los protagonistas. Suponer que alguien que critica a la Selección va en contra de la Argentina, implica reducir la patria a su equipo de fútbol. Por suerte, la argentinidad excede largamente a la pelota. El amor al país abarca valores, ideas, costumbres y afectos que van más allá del nivel de juego de su Selección. Algo parecido vale para la frase que sostiene que aquéllos que criticaban el juego del equipo no querían que la Selección se clasifique al Mundial. En todo caso, la eliminación sería una consecuencia de lo que se cuestiona, como ser el bajo nivel de juego. Al fin y al cabo, no es función del periodismo apoyar a un equipo. Para eso están los hinchas que, justo es decirlo, acompañaron bastante a esta Selección, sobre todo con su aliento bajo la lluvia en el Monumental ante Perú. Los más de 50 puntos de rating que marcó el partido entre Uruguay y Argentina por Canal 13 demuestran que a los argentinos podrá o no gustarles como juega el equipo de Maradona, pero que no les resulta indiferente si la Selección se clasifica al Mundial.

Sería interesante que, afuera de la cancha, el periodismo y el técnico + los jugadores no entren en una disputa futbolística que implique imponerse al otro. El equipo argentino debe ganar en la cancha ante el rival que se le presente. No debe inmiscuirse en una disputa diaria ante aquellos que puedan ser críticos. Eso es poner la energía en el lugar equivocado. Esta Selección es tan particular que un jugador como Verón muestra más equilibrio para declarar que el propio técnico, quien supuestamente debe mostrar más serenidad para conducir al grupo, tanto hacia adentro como hacia afuera.

Del lado del cuerpo técnico, probablemente sea mejor exponerse menos, declarar menos (para evitar algunas contradicciones) y centrarse en el trabajo diario. Tampoco es necesario hacer de la clasificación un hecho extraordinario. “Estos jugadores me consagraron como técnico” dijo Maradona en la famosa conferencia. Consagrarse como entrenador abarca logros mayores. El boleto a Sudáfrica debe valorarse más por lo que evitó (ver un mundial por televisión) que por lo que representa, más para un país con la tradición futbolística de la Argentina. Porque si los periodistas deberían mamar el miembro maradoniano por clasificarse al mundial, qué deberían hacer si se consagra campeón del mundo…

Del lado del periodismo, es necesario manejar las informaciones con mayor rigor, ajustar el análisis y también ejercer algún tipo de autocrítica sobre la propia tarea, algo que muchas veces se reclama a los protagonistas pero que pocas veces se hace con la labor propia. Comentarios sobre arreglos de partidos (como se escucharon en las previas de Argentina - Brasil y de Uruguay - Argentina) o sobre la vida privada de Maradona no contribuyen a aclarar el panorama ya de por sí difícil que vive la Selección Argentina. Más allá de las palabras inapropiadas del DT, son muchos los periodistas que vivieron de él, que luego lo destrozaron y que finalmente admitieron en silencio que Maradona les faltara el respeto en público en la conferencia montevideana. Algo similar se puede aplicar a dirigentes como Grondona, sentado desde hace más de 20 años en la vicepresidencia de la FIFA en gran parte gracias al triunfo en México ´86.

Resulta hasta triste que la Selección Argentina no viva tiempos de tranquilidad ni aún clasificada al próximo Mundial. Pero estos parecen ser tiempos de discusiones permanentes, de contrapuntos públicos y privados, de dardos continuos entre protagonistas. La imagen que uno tiene de un conductor probablemente sea contraria a la que muestra en general Maradona. Uno espera que aquél que dirige se muestre sereno, reflexivo, con una visión más profunda que aquellos que lo rodean, para mirar hacia adelante y darle su impronta al proceso que dirige. Maradona elige en general otras formas, un poco más brutales, más pasionales. Con sus métodos logró el objetivo de llegar a Sudáfrica. Esperemos que alcance para tener un papel protagónico en la máxima cita futbolística.


Aquí "Fuimos Maradona", un interesante artículo de Martín Caparrós aparecido ayer en el diario Crítica, y "La Selección vs Los Invictos", una reseña de Daniel Guiñazú sobre las peleas entre los técnicos argentinos y los periodistas.

Un largo camino a Sudáfrica

El abrazo final entre el técnico Diego Maradona y el manager Carlos Bilardo, las lágrimas, las dedicatorias a los hinchas y los insultos a los periodistas, son buenas postales de lo que le costó a la Selección Argentina conseguir su clasificación a Sudáfrica. El bajo nivel de las individualidades y la falta de un juego asociado hicieron que algo ordinario, y hasta natural, como podría ser la clasificación a un Mundial, se festejara casi como un campeonato del mundo. Pero lo cierto es que Argentina le ganó 1 a 0 a Uruguay en el Estadio Centenario de Montevideo y estará en la máxima cita futbolística.

El juego del equipo argentino no fue muy diferente al que venía mostrando últimamente (de los últimos 4 partidos, los de Maradona habían perdido 3). Argentina se paró desde el comienzo cerca del arquero Romero, intentando contener el vendaval uruguayo amontonando jugadores cerca de su área. Tras un inicio con cierta zozobra (un desborde de Suárez que casi termina en gol, un rechazo de Romero que pegó en el delantero y no entró de milagro), los argentinos pudieron manejar la pelota en el centro del campo y avanzar en el terreno, aunque generando muy pocas llegadas claras. Entre la impotencia uruguaya y la poca voluntad Argentina, que se preocupó más por cuidar el cero en su arco que por llegar al arco contrario, el partido se fue volviendo intrascendente en las áreas. Lo que sobresalieron fueron las luchas en la mitad de la cancha y las continuas faltas cerca del círculo central. El gol de Bolatti a los 39 minutos del segundo tiempo selló el triunfo para los argentinos y mandó a Uruguay a jugar el repechaje ante Costa Rica.

Sin embargo, el equipo de Maradona sigue mostrando algunas facetas para trabajar. Argentina es hoy un equipo que pasa gran parte de los partidos defendiéndose cerca de su arquero (sobre todo de visitante o ante rivales poderosos), que intenta con más o menos éxito hacer correr la pelota en el centro del campo pero que le cuesta horrores generar situaciones de peligro, o al menos poner jugadores propios en el área rival. Así y todo, el triunfo de ayer deja algunas certezas de cara al futuro. Romero puede ser el arquero por un largo tiempo, Demichelis es casi imprescindible en la defensa, Verón puede convertirse en el eje del equipo (ayer fue figura), Di María aporta un cambio de ritmo y un desequilibrio por el sector izquierdo que muy pocos han mostrado hasta el momento y Gonzalo Higuaín es un delantero centro que puede asociarse con sus compañeros y generar situaciones de peligro.

De cara al futuro, sería bueno ver a un conjunto argentino capaz de imponer sus propias reglas en los partidos, que no arme su once inicial sólo en función del rival y que no construya su juego en base de los errores ajenos. De aquí a junio de 2010, el técnico deberá encontrar una base titular e intentar construir un mínimo juego asociado para que las grandes individualidades se transformen en un equipo que puede aspirar a ganar la Copa del Mundo. Los jugadores deberán mostrar mayor voluntad ante las situaciones adversas y colaborar con la causa. Messi, muy bajo ayer, es el primero en la lista.

La clasificación no debe hacer olvidar la mala experiencia de esta Eliminatoria, donde la Argentina consiguió apenas 28 puntos en 18 partidos. La albiceleste perdió 6 encuentros, apenas hizo 23 goles y le marcaron 20. Las palabras de Juan Sebastián Verón al final del partido fueron elocuentes: “Hay que pensar en mejorar desde arriba hasta abajo para hacer una buena Copa del Mundo. No hay que esconder las cosas abajo de la alfombra”. El técnico Maradona podrá enojarse con los periodistas (“sigan mamando, ustedes que me trataron como me trataron…”), que a veces critican con justicia y otras no tanto. Pero no se puede hacer del resultado de ayer un logro supremo, porque el juego del equipo no invita a ilusionarse de cara a lo que viene. Será la hora la hora de declarar menos y trabajar más, de pelear menos y entrenar más, de mirar videos, de estudiar rivales, de encontrar una base de jugadores y, sobre todo, de avanzar sobre una línea de juego propia, que ponga a la Argentina con chances de traerse la Copa del Mundo.

Acá la conferencia de prensa de Maradona, donde intercambia conceptos amables con los periodistas:

Hecha la Ley (de Servicios de Comunicación Audiovisual)

En la madrugada del sábado, el Senado Argentino convirtió en ley el Proyecto de Servicios de Comunicación Audiovisual, que reemplaza a la vieja Ley de Radiodifusión 22.285, sancionada en 1980 por la dictadura militar. Con 44 votos a favor y 24 en contra, el gobierno logró aprobar la nueva norma que regula el mercado de la radio y la televisión en la Argentina. Entre sus principales puntos, la nueva ley será aplicada por un organismo con participación del Poder Ejecutivo y de la oposición parlamentaria, asesorado por un Consejo Federal que integrará a todas las provincias y a todos los actores (públicos, privados, sociales, universitarios y de pueblos originarios); crea la Defensoría del Público; divide al espectro radioeléctrico en tres partes iguales, para ser usados por medios estatales, comerciales y Organizaciones No Gubernamentales; establece topes a la cantidad de licencias para un mismo grupo (10 a nivel nacional y 3 en lo local) y fija cuotas máximas de penetración de mercado (35 %) para los servicios de radio y televisión.

El fútbol actuó como una suerte de avanzada de las intenciones de la presidenta Cristina Kirchner respecto a los medios de comunicación, algo sobre lo ya que se habló en este espacio. El 11 de agosto pasado, la Asociación del Fútbol Argentino rescindió el contrato que la unía con la empresa Televisión Satelital Codificada (conformada por Torneos y Competencias y el grupo Clarín) y pocos días más tarde firmó un convenio para la transmisión de los partidos con el Estado Argentino, a través de la Jefatura de Gabinete de Ministros. Así es como, actualmente, los encuentros del torneo de Primera División se ven gratis a través de Canal 7 y la AFA recibe a cambio 600 millones de pesos al año, más del doble de lo que percibía anteriormente.

En 1989, el presidente argentino Carlos Menem avanzó en la licitación de los canales de aire y de las radios de la Argentina, permitiendo la participación de distintas empresas periodísticas que hasta entonces no podían hacerse de esos medios de comunicación, como por ejemplo los medios gráficos. La llegada posterior del cable y de otras nuevas tecnologías como Internet permitieron que algunos grupos periodísticos fueran conformando grandes conglomerados mediáticos, que incluían, según el caso, diarios, radios, canales de televisión y empresas de cable, entre otras cosas. En la segunda mitad de los años ´90, el proceso se completó con la entrada de grandes empresas extranjeras, que adquirieron muchos medios de comunicación en la Argentina. Así es como el mercado de los medios en la Argentina se concentra en pocas manos. Un ejemplo de ello se da en la televisión por cable, donde el grupo Clarín, a través de Cablevisión y Multicanal, concentra el 70 % de los usuarios. Es por eso que podemos suponer que en la última década del siglo XX, en Argentina no hubo un proceso de desregulación, sino que se trató de un proceso de re - regulación, donde muchas empresas que estaban en manos del Estado o de empresarios argentinos pasaron a manos de grandes multinacionales o de poderosas empresas locales. En este contexto, el poder público se reservaba el papel de controlador del mercado, cosa que en general ejerció con poco empeño.

El fútbol argentino no estuvo ajeno a ese proceso, sino más bien todo lo contrario. TSC se hizo con los derechos de los partidos por 23 años (el contrato finalizaba en 2014) y, de la mano de los derechos de los partidos, Clarín y Torneos y Competencias fueron haciéndose de canales deportivos propios, empresas de cable en todo el país, radios y diarios. Era tanto el dinero que generaban las transmisiones codificadas de fútbol en la Argentina, que el deporte se transformó en una de las herramientas que tuvieron estas empresas para crecer y transformarse en grandes grupos mediáticos.

Pese a tener un papel tan preponderante en el proceso que desembocó en la reciente ley, el mundo del fútbol no tuvo muchas manifestaciones en los medios. En la revista Un Caño de octubre, Ángel Cappa, técnico de Huracán, declaró: “Los medios han dejado el periodismo de lado, se han convertido en agentes difusores de la clase dominante, a la cual pertenecen. Según quien diga algo, uno piensa exactamente lo contrario y acierta”. Por eso es que Cappa también dijo a la página de Internet hablemostodos.gov.ar: “La nueva Ley es más que necesaria, es imprescindible. En primer lugar, porque si uno tiene en cuenta que se trata de una ley dictada por la última dictadura militar, ya con ese dato solamente sería un argumento suficiente para cambiarla de inmediato”.

El periodista Víctor Hugo Morales también se manifestó a favor de la nueva norma: “Si este Gobierno, con todos sus defectos, me quiere regalar, le quiere regalar a la sociedad una ley que haga saltar por el aire esta competencia desleal que han establecido a través de un monopolio como Clarín, yo no voy a salir al cruce. Yo los voy a aplaudir y los voy a alentar“.

Poco antes de que el fútbol pasara a manos estatales, el técnico de la Selección Argentina Diego Maradona dio a conocer una carta donde afirmaba que la iniciativa “permitiría que todos los argentinos por igual vean los grandes eventos deportivos en forma gratuita y no hace más que pluralizar el deporte, sus ejemplos y sus enseñanzas”.

El periodista Juan Pablo Varsky también dijo: “Conozco bien el desarrollo de los cables y sé que necesitamos una ley, un conjunto de reglas que le den un marco a un fenómeno que por acumulación y por falta de regulación en su momento terminó generando hoy un cuadro de mucho monopolio”.

La nueva ley tiene algunos puntos discutibles que podrían haberse debatido con mayor profundidad y que podrían mejorarse en el futuro. Sería más sano que la autoridad de aplicación tenga mayor independencia del Poder Ejecutivo o que las empresas contratistas del Estado no pudieran acceder a licencias de comunicación. Pero con todos sus defectos, la nueva norma avanza en la desconcentración de un mercado que en los últimos años quedó en muy pocas manos, generando discursos similares y pocos espacios para la expresión de otras voces. Pese a que la letra pueda sonar atractiva, la fase de aplicación no es menos importante, para que la ley democrática pueda alcanzar sus objetivos y no se quede en buenas intenciones. Deberá el actual gobierno adjudicar las futuras licencias con transparencia a gente idónea para que la diversidad de voces no se quede sólo en un slogan.

Palermo agónico

"Noventa minutos de esfuerzo sirven para empatar.
Un segundo de talento sirve para ganar"
Jorge Valdano


Las lágrimas de Palermo, el festejo bajo lluvia, los brazos abiertos como Cristo, los abrazos interminables de los jugadores, la zambullida del técnico Mardona en la mitad de la cancha, son imágenes tan potentes y brutales que quedarán en la memoría por mucho más tiempo que la actuación flojísima de una Selección Argentina, que necesita de milagros como el de ayer para seguir con chances de llegar a Sudáfrica 2010. A los 93 minutos, el equipo albiceleste empataba de local con Perú, por lejos el peor equipo de la Eliminatoria, y ni siquiera era merecedor de llevarse los tres puntos. Pero la última bola de la noche era la de la suerte y, luego de centros cruzados, rebotes y carambolas, Palermo selló el 2 a 1 y Argentina llega a la última fecha de las Eliminatorias en zona de Mundial.

Sin ser un equipo vistoso ni mucho menos, el equipo de Maradona encontró en el primer tiempo algunas mínimas certezas que le posibilitaron arrimarse en algunas ocasiones al arco peruano. No es poco para un conjunto que presentó 7 modificaciones con respecto a su último partido oficial ante Paraguay. Porque Argentina no sólo no tiene una línea de juego, ni está en la búsqueda de ella. Ni siquiera cuenta con una base de jugadores sobre el cual construir una manera de encarar los partidos. Los 62 futbolistas utilizados por Maradona en su ciclo de poco menos de un año son una muestra de eso. Pero aún así, el equipo tuvo ayer algunos encuentros interesantes entre Aimar y Messi, varios desbordes de Di María y la movilidad de Higuaín como ciertos indicios de que el gol podría llegar rápidamente. Ellos fueron protagonistas de al menos cuatro jugadas concretas de gol que podrían haber cambiado el partido en el primer tiempo.

Pero el tanto llegó recién a los dos minutos de la segunda mitad de la mano de Higuaín, tras un lindo pase servido por Aimar. Uno podría imaginar que a partir de entonces comenzaría otro partido, con un equipo argentino que, ya liberado de las presiones de romper el cero, tendría más espacios para generar situaciones, ante un rival que apenas si había podido cruzar la mitad de la cancha en los primeros 45 minutos. Pero las pocas certezas que había encontrado el equipo argentino se esfumaron a poco de comenzar la segunda parte. Perú comenzó a generar situaciones de peligro (varias de ellas clarísimas) y el arquero argentino Romero se transformó en figura. El equipo de Maradona no sólo no podía acercarse al arco rival sino que era dominado por un equipo peruano que había perdido los 8 partidos de visitante que había disputado en la Eliminatoria, recibiendo 24 goles y marcando apenas 2. Tanto avanzaron los peruanos, que a los 44 minutos del segundo tiempo Rengifo cabeceó a la red y selló el 1 a 1 parcial. En medio de la lluvia y torrencial y el fuerte viento, Argentina buscó la victoria desesperada y fue Palermo quien puso el pié para alcanzar el triunfo milagroso, que evitó que la albiceleste llegara a la última fecha en zona de repechaje.

Muy bajo Messi, desconocido Mascherano (tiró en su área un taco inexplicable antes del empate de Perú), intermitente Aimar, superado Schiavi, las certezas de Argentina hoy son casi totalmente negativas. El equipo de Maradona no encuentra una formación estable, no tiene una línea de juego definida y ni siquiera da indicios de intentar un concepto de fútbol posible. El equipo uruguayo que enfrentará a Argentina el miércoles mostró ayer en la victoria ante Ecuador en Quito el juego y el carácter que no tienen hoy los de Maradona. "El fútbol es, en realidad, un drama y las decisiones equivocadas son la esencia del argumento" dijo el escritor británico Meter Davies . Los errores de Argentina parten desde la conducción técnica y se extienden al campo de juego. Por eso es que todo cuesta tanto y las alegrías llegan con angustia. Si el equipo argentino sigue jugando así, para ganar en Montevideo y sacar el pasaje al Mundial, será necesario otro milagro.

Acá el gol de Palermo con el relato de Víctor Hugo Morales:

Argentina - Perú, otro duelo decisivo

El sábado a partir de las 19 horas, la Selección Argentina disputará ante Perú un partido crucial para obtener la clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010. El equipo de Maradona llega a la anteúltima fecha en el quinto puesto de la Eliminatoria, mucho mejor que los peruanos, que se ubican últimos, con 10 puntos. Como otras veces, Argentina se encuentra en un momento decisivo con la selección peruana, en medio de una historia que incluye hazañas, fracasos,
angustia, dramatismo y sospechas.

Uno de los encuentros más recordados se dio en 1969, por las Eliminatorias para el Mundial del año siguiente en México. En Lima, Perú ganó 1 a 0. En la revancha, el 31 de agosto de 1969, los argentinos estaban obligados a ganar para llegar a la Copa del Mundo. Fue empate 2 a 2 en La Bombonera y los peruanos se quedaron con el boleto a México. El equipo incaico era dirigido por el brasileño Didí y estaba conformado por jugadores jóvenes que actuaban en la liga local. Tendría un papel destacado en el Mundial del ´70, donde fue eliminado por el Brasil de Pelé en cuartos de final. Aquella eliminación fue un duro golpe para un equipo argentino poblado de grandes jugadores como Alberto Rendo, Rafael Albrecht, Silvio Marzolini, Héctor Yazalde, Roberto Perfumo, Raúl Bernao y Aníbal Tarabini. El técnico era Adolfo Pedernera, que era el cuarto entrenador que se sentaba en el banco argentino en un año. El equipo albiceleste presentaba grandes individualidades que no lograban conformar un verdadero equipo. La similitud con estos tiempos no es pura coincidencia. Aquélla fue la primera y única vez que Argentina se quedó afuera de un Mundial en las Eliminatorias.

Otro partido para la historia se jugó en la Copa del Mundo de 1978. Argentina debía vencer a Perú al menos cuatro goles para llegar a la final del torneo. En el Grupo 1, que integraban Italia, Holanda, Alemania y Austria, los partidos de la última fecha se habían disputado a la misma hora, para que ningún equipo tuviera la ventaja deportiva de conocer de antemano el resultado de sus rivales. No sucedió eso en el grupo de la Argentina, donde brasileños y polacos se enfrentaron dos horas antes que argentinos y peruanos, quienes ya sabían el resultado del otro partido antes de jugar. Los rumores dijeron que algunos jugadores peruanos se repartieron 50 mil dólares por salir derrotados de la cancha ante Argentina. Otros deslizaron que Brasil, el otro equipo del grupo que se disputaba el pase a la final, ofertó 6 mil dólares por cabeza para que los peruanos salieran a ganar.

Sin embargo, el operativo que los argentinos diseñaron para ganar el partido no incluyó sólo dinero. Los guardias militares abandonaron sus puestos y dejaron al hotel peruano sin seguridad la noche previa. Miles de hinchas argentinos pasaron por la zona tocando bocina y molestando a los futbolistas rivales, que intentaban descansar antes del partido. Horas más tarde, el micro que trasladaba a los jugadores tardó dos horas en llegar desde el hotel hasta el estadio. Dio numerosas vueltas simulando que no sabía dónde estaba la entrada correcta y atravesó la zona por donde ingresaban a la popular miles de hinchas argentinos. El micro casi se viene abajo. Ya en el vestuario, el dictador argentino Jorge Rafael Videla ingresó y dijo en voz alta a los peruanos: “Vengo a manifestarles mi deseo de que las cosas se desarrollen bien”. La formación inicial de Perú presentaba algunas curiosidades. El técnico Calderón mandó a la cancha Manzo y Velásquez, que no estaban en su mejor forma física, y dejó en el banco Sotil y La Rosa, jugadores de experiencia. En la cancha, Argentina se impuso por 6 a 0 con dos goles de Kempes, otros dos de Luque, uno de Tarantini y otro de Houseman.

El periodista inglés David Yallop afirma en su libro “Cómo se robaron la copa” que, tras el Mundial, la dictadura militar argentina descongeló créditos por 50 millones de dólares y le donó 4 mil toneladas de trigo a la dictadura del peruano Francisco Morales Bermúdez. Además, la Armada Argentina habría pagado sobornos a funcionarios menores peruanos y tres jugadores habrían recibido 20 mil dólares cada uno.

Los dos equipo volvieron a enfrentarse en la clasificación para México ´86. Del partido de ida, que terminó 1 a 0 a favor de Perú, todavía se recuerda la férrea marca de Luis Reyna a Maradona. En el encuentro de vuelta, disputado el 30 de junio de 1985 en el Monumental, Argentina debía conseguir al menos un punto para llegar al Mundial del año siguiente. A poco del final, Perú ganaba por 2 a 1 y los fantasmas previos al Mundial del ’70 asomaban nuevamente. Pero cuando faltaban 10 minutos, Daniel Passarella bajó la pelota con el pecho, le pegó cruzado de derecha, el balón dio en el palo izquierdo del arquero Acasuzo, recorrió la línea ante la mirada de los defensores Chirinos y Rubén Díaz y fue Ricardo Gareca quien lo empujó a la red. Fue una clasificación dramática para un equipo argentino que un año después sería campeón del mundo.

Argentina juegará el sábado bajo la presión de conseguir un resultado favorable, como en 1969 y 1985. En zona de repechaje, el equipo de Maradona debe ganar y esperar los resultados de Ecuador – Uruguay, Colombia – Chile y Venezuela - Paraguay. Argentina no depende sólo de sí misma para ir al Mundial directamente.

Como en 1978, también sobrevuelan las denuncias de pagos para los jugadores. “Se dice que ‘charrúas’ y colombianos hicieron una ‘chancha’ de 200 mil dólares para que ‘incaicos’ derroten al equipo de Maradona” escribió el diario peruano El Bocón. Agrega que “es un secreto a voces que los argentinos le entregaron 120 mil dólares a la selección peruana por ganarle a los uruguayos”, partido que se disputó en Lima el 5 de septiembre pasado y que terminó con victoria de Perú por 1 a 0. El programa uruguayo Intrusos en el Fútbol deslizó que Carlos Amarilla (árbitro del partido entre Argentina y Uruguay del próximo miércoles) alquilaría un departamento en Buenos Aires con garantías de dirigentes de la Asociación del Fútbol Argentino.

Como visitante en estas Eliminatorias, Perú perdió todos los partidos que jugó. Marcó sólo 2 goles y le anotaron 24. Las grandes individualidades argentinas deberán mostrar su mejor cara para llevarse una victoria e ir a jugar el último partido ante Uruguay en el Estadio Centenario con chances de conseguir el boleto directo hacia Sudáfrica. Ojalá que sean días de festejo y no de angustia y dramatismo.

Gorosito y la eterna crisis de River

Ayer en el Nuevo Gasómetro, Néstor Gorosito dirigió su último partido como técnico de River. El toque final se lo dio el equipo comandado por un ex técnico millonario y su antecesor en el cargo, Diego Simeone, hoy DT de San Lorenzo. Ambos técnicos registran salidas similares del banco de Nuñez. El Cholo dirigió su último encuentro en River el 9 de noviembre de 2008 ante Huracán, pero su suerte había quedado sellada cuatro días antes, cuando River empatató 2 a 2 ante las Chivas de Guadalajara por la Copa Sudamericana luego de ir en ventaja por 2 a 0. Pese a jugar su mejor partido del semestre, los de Nuñez pagaron caro sus errores defensivos y se quedaron afuera del torneo continental en los cuartos de final. Ayer la historia fue similar. River mostró un nivel más que aceptable pero igual Gorosito renunció a su cargo.

River jugó ante San Lorenzo su mejor partido del semestre, mostró un buen nivel de sus hombres de ataque, principalmente de Villalba y Buonanotte, quien había abierto el marcador con un gol de penal en el primer tiempo. Pero este equipo de River ni siquiera es capaz de sostener una ventaja, como le había pasado 7 días atrás ante Gimnasia (LP). Pero un tiro de los 12 pasos convertido por Romagnoli, tras una piña de Cabral a Bottinelli, y luego un cabezazo de Romeo fueron los que cambiaron la historia a favor del San Lorenzo. Entre los dos tantos del ciclón, el ingresado Fabianni quiso tirar un taco en el área rival y desperdició una chance de gol increíble. Las irresponsabilidades de Cabral y Fabianni se suman a un nivel general bastante bajo que, salvo excepciones, pusieron a River en el último puesto del campeonato pasado y lo ubican en la 16° posición de este torneo, con una victoria y cuatro derrotas.

Gorosito se despidió tras 9 meses de trabajo, con un porcentaje del 39 % por ciento de efectividad, el más de la historia del club para un técnico que haya dirigido más de 30 partidos. En los dos torneos continentales que disputó fue eliminado en primera ronda, compitiendo ante rivales menores como Nacional de Paraguay y Universidad de San Martín de Perú. En el Clausura 2009 finalizó 7° y en el presente Apertura está a 9 punto del puntero Estudiantes. El equipo se encuentra a 12 puntos de la clasificación para la Copa Libertadores 2010 y a 16 unidades de los puestos de descenso. Más allá de la frialdad de los números, Gorosito nunca pudo darle al equipo un funcionamiento aceptable que se extienda más allá de ciertos pasajes de ciertos partidos. En su búsqueda por encontrar el mejor nivel, realizó cambios constantes que no dieron resultado (utilizó cuatro arqueros), marginó algunos jugadores que luego tuvo en cuenta y ni aún así pudo encontrarle la vuelta al asunto. Por caso, Andrés Ríos no fue a la pretemporada de mitad de año en Canadá y luego fue titular en la primera fecha ante Banfield.

Hasta aquí algunas de las responsabilidades del técnico, que no son pocas, pero que probablemente no sean las mayores. Los dirigentes encabezados por el presidente José María Aguilar fueron quienes fueron a buscar a Gorosito a fin del año pasado, cuando dirigía a Argentinos Juniors, pero le trajeron muy pocos de los refuerzos que pidió y parecieron librarlo a su suerte con el material existente. En enero llegaron Fabianni y Gallardo. En el receso invernal, se incorporaron los paraguayos Paniagua, Cohene Mereles y Almeyda. A ellos se les sumó Ariel Ortega, que volvía de su paso por Independiente Rivadavia de Mendoza. Es probable que Gorosito haya pedido a otros jugadores y que los dirigentes le hayan prometido un mejor material. Pero si bien el equipo cuenta con ciertas individualidades para jugar un poco mejor de lo que lo hizo últimamente, la tabla del torneo describe bastante bien a lo que puede aspirar este plantel millonario. Quizás pueda pelear un poco más arriba si levanta el nivel, pero parece bastante difícil aspirar a un campeonato en este contexto.

La dirigencia administra un club con un pasivo que supera los 100 millones de pesos, está acusada de ser al menos cómplice de la barra brava (cuyos antiguos líderes están en prisión acusados del asesinato de Gonzalo Acro en 2007), logró que la Selección Argentina abandone el Estadio Monumental para jugar por las Eliminatorias por el mal estado del campo de juego y sus malas políticas futbolísticas ya se cargaron en el banco de suplentes a ídolos de la institución como Ramón Díaz, Leonardo Astrada y Reinaldo Merlo. Entre los múltiples jugadores que llegaron bajo la gestión Aguilar, se encuentran algunos como Jersson González y Máximo Lucas, que no podrían justificar su presencia en un club de primer nivel como River por su talento futbolístico. Las inferiores dejaron de aportar jugadores en cantidad y calidad y los pocos que llegaron a primera tuvieron pocas chances de mostrarse. Desde la asunción de Aguilar en 2001, el club ganó cuatro campeonatos locales.

El panorama riverplatense excede largamente a la salida del técnico. Parte de una conducción dirigencial errática y continúa por algunos futbolistas de bajo nivel, por otros de mejor nivel pero que no lo demuestran hace tiempo y finaliza por unos pocos de mayor jerarquía pero que se pierden en la medianía general. En el fondo está el renunciante Gorosito, que a su manera intentó conducir el barco, que cometió algunos errores pero que tampoco pudo destacarse en medio de una institución que va a la deriva en todos sus ámbitos. Otro ex jugador millonario abandona el banco de suplentes por la puerta de atrás. A los clubes ya no les queda ni el respeto por aquellos que los hicieron grandes.

Adiós a Mercedes Sosa


"Un artista es un mundo de colores y de sonidos. Captamos la tristeza, la belleza, el dolor, las emociones, alegrías y desconsuelos del pueblo. Todo eso se mete en el artista y es lo que sale cuando uno canta. Es la vida entera que pasa a través de tu sensibilidad. Por eso digo que el canto es milagroso."

Mercedes Sosa (1935 - 2009)

A modo de recuerdo, un video donde canta "Una canción posible", de Víctor Heredia:


Los de allá y los de acá

La reciente victoria de la Selección Argentina ante Ghana por 2 a 0, con jugadores que actúan en el torneo local, volvió a poner en debate la cuestión de si es mejor que el combinado nacional se nutra de jugadores que juegan aquí ante la falta de respuestas de las estrellas europeas. Pero un breve repaso histórico de los futbolistas que actuaron en la Selección Argentina en los últimos 15 años quizás ayudaría a entender la dificultad de determinar la formación del equipo argentino por la ubicación geográfica donde se despeñan sus futbolistas.

Desde comienzos de la década del ´90, y principalmente desde 1995, el fútbol argentino ha visto emigrar en masa a sus mejores valores hacia los mercados más poderosos del mundo futbolístico. Esto determinó que el torneo local quedara reservado para aquellos jugadores jóvenes que sueñan con emigrar o para los futbolistas de 30 años o más que ya hicieron su experiencia en el exterior. En el medio, se ubican los futbolistas de alrededor de 25 años, cuyo nivel les permite jugar en la primera división pero no les alcanza para desempeñarse en ligas de primer nivel. Existen excepciones a esta regla, como Maxi Moralez (Vélez), Mario Bolatti (Huracán), Mauro Boselli e Enzo Pérez (Estudiantes), pero el campeonato argentino muestra pocos jugadores de mediana edad con un nivel realmente destacable.

Un ejemplo de este proceso de emigración masiva lo sufrió Daniel Passarella como técnico de la Selección Argentina. Sólo 7 futbolistas que integraron su primera lista de convocados en 1994 disputaron el Mundial de Francia en 1998. Ellos fueron Germán Burgos, Roberto Ayala, Nelson Vivas, Marcelo Gallardo, Javier Zanetti, Ariel Ortega y Hernán Crespo. Al momento de ser llamados por primera vez, todos jugaban en Argentina. Cuatro años más tarde, sólo dos seguían actuando en el país. Eran Burgos y Gallardo, quienes tuvieron una participación más bien secundaria en la Copa del Mundo. Burgos no llegó a actuar y Gallardo sólo fue titular en un partido.

El caso de Marcelo Bielsa, sucesor de Passarella, es bastante similar. A fines de 1998 dio a conocer una lista de 19 futbolistas para iniciar su trabajo al frente de la Selección Argentina. Sólo cinco de esos jugadores viajaron a Japón y Corea para disputar la Copa del Mundo cuatro años más tarde. Fueron Germán Burgos, Walter Samuel, Claudio Husaín, Marcelo Gallardo y Juan Pablo Sorín. Sólo Husaín jugaba en Argentina al momento del Mundial. Junto con Ariel Ortega, fueron los únicos dos jugadores que actuaban en equipos locales de la lista de 23 convocados.

Tras el Mundial de Alemania 2006, Alfio Basile avanzó en un plan de trabajo con jugadores del medio local, con entrenamientos dos veces a la semana en el predio de Ezeiza a comienzos de 2007. Esos futbolistas disputaron en abril de 2007 un amistoso ante Chile en Mendoza, que terminó 0 a 0. De los 15 jugadores argentinos que participaron del encuentro, 12 ya fueron vendidos al exterior. Los que actúan en Argentina son Hugo Ibarra, Eduardo Tuzzio y Jonathan Bottinelli (quien ya fue vendido a Italia y regresó), que por su nivel actual difícilmente vayan a ser llamados hoy en día.

Bajo el mando de Maradona, la Selección ya disputó dos partidos con jugadores que actúan en el medio local. El primer encuentro fue el 20 de mayo pasado ante Panamá, en Santa Fe, donde la Selección se impuso por 3 a 1. Los autores de los goles argentinos ya no juegan más en el país. Gonzalo Bergessio, que ese día marcó dos tantos, partió de San Lorenzo al Saint Etienne de Francia y Matías de Federico, que anotó el primer gol argentino, hoy juega en el Corinthians de Brasil. Son 7 los futbolistas que jugaron ante Panamá hacé sólo 5 meses los que ya no están en Argentina. Además de Bergessio y De Federico, ya no se fueron Hernán Bernardello (al Almería de España), Sebastián Prediger (al Porto de Portugal), Franco Zuculini (al Hoffenheim de Alemania), Daniel Montenegro (al América de México) y José Sand (al Al Ain de Arabia Saudita). Así de rápido se van los jugadores a jugar al exterior.

Tiempo atrás, la Selección le permitía a los futbolistas darse a conocer ante el gran público, era un símbolo del reconocimiento general al buen nivel en su club y podía ser una escala para dar el anhelado salto a al fútbol europeo. Hoy, el bombardeo televisivo de partidos y los canales de deportes las 24 horas hacen que los jugadores tengan reconocimiento, al menos de parte de los medios, casi inmediato, porque es la propia industria la que necesita fabricar héroes en forma permanente. El caso de Cristian Fabbiani en River es un buen ejemplo.

En el mercado futbolístico mundial, como también en la economía, Argentina tiene reservado el papel de proveedor de materias primas, en este caso jugadores, para nutrir a los países centrales como España, Italia e Inglaterra, que cuentan con dinero suficiente para comprar a los mejores valores. Los jóvenes que hoy se destacan en Argentina (como Eduardo Salvio y Nicolás Otamendi) deben ser tenidos en cuenta para jugar en la Selección pero pronto se irán al exterior. Será cuestión de aprovechar el poco tiempo en que esos jugadores que actúan en Europa vienen a la Argentina a jugar en su Selección e intentar hacer de un grupo de grandes y millonarias estrellas un equipo de fútbol con juego asociado. Sería mejor dejar de hablar de los de allá y los de acá y referirse a nombres propios y a su rendimiento para conformar el mejor conjunto posible

El toque cordobés

Finalmente fueron más de 30 mil los hinchas que colmaron ayer el Estadio Olímpico de Córdoba para ver la victoria de la Selección Argentina ante Ghana por 2 a 0. Entradas regaladas por los medios locales, puertas abiertas a la hora del partido y llegada en masa de las barras bravas de los equipos cordobeses completaron la capacidad de un escenario que probablemente hubiera estado al 50 % si no fuese por la generosidad de la organización. Pero todo forma parte de lo que es hoy la Selección Argentina de fútbol: en el quinto puesto en las Eliminatorias, con un cuerpo técnico que genera más dudas que certezas, con disputas internas entre sus miembros, enfrentando con jugadores del fútbol local a un rival menor como Ghana, que vino con jugadores suplentes.

En ese contexto, el equipo de Maradona mostró un nivel interesante, con buen manejo del balón y muchas llegadas al arco rival. Palermo marcó dos goles y se mostró en gran nivel, bien acompañado por Bolatti, Enzo Pérez y Hauche. Ghana dejó jugar a los argentinos y casi no generó situaciones de gol. La mirada del arquero africano en el gol de cabeza del delantero de Boca, casi con admiración, y las fotos que los integrantes del plantel africano le pidieron a Maradona en pleno segundo tiempo son muestras de un partido que no tuvo equivalencias entre los equipos. El técnico argentino pudo observar algunos jugadores para los decisivos choques ante Perú y Uruguay y el pueblo cordobés disfrutó de la jerarquía de muchas de las estrellas del fútbol local, cosa que no sucede a menudo ya que la provincia no cuenta con un equipo en Primera División.

El ciclo de Maradona muestra un claro contraste entre partidos amistosos y oficiales. Por los puntos (esto es, eliminatorias), el DT perdió 4 encuentros y ganó 2. Los amistosos muestran otro panorama, con 4 victorias en igual cantidad de partidos. Con tanta competencia que disputan los jugadores en sus equipos y en sus selecciones, el valor de los amistosos se ha vuelto excesivamente relativo. No hay tiempo para practicar (el equipo que jugó ayer sólo realizó dos entrenamientos), no son cedidos muchos futbolistas por tener compromisos en sus clubes (aquí faltaron los de Vélez por ejemplo) y muchas veces el rival ni siquiera presenta su mejor formación. Probablemente, los que están en la cancha probablemente se tomen las cosas en forma amistosa. Sin embargo, a un equipo que todo le cuesta mucho como el argentino, desde defender correctamente hasta marcar goles, no es menor conseguir una victoria como la de ayer con un buen nivel de juego, aunque se trate de un rival menor.

Esta selección de Maradona no puede luchar contra los calendarios apretados ni contra lo clubes poderosos que se llevan a los mejores jugadores argentinos al exterior. Su misión es más humilde pero no menos importante: ganarle a Perú y Uruguay y conseguir su clasificación al Mundial. Algunos jugadores serán los mismos que ayer jugaron ante Ghana. Otros vendrán desde el viejo continente. Todos, junto al cuerpo técnico, deberán estar a la altura de lo que se está jugando y poner a la Argentina en Sudáfrica.