Paris Saint Germain, Pastore y la conexión qatarí

Las banderas que empujan al PSG
“Ici c´est Paris” dice la bandera colgada de uno de los techos del estadio Parque de los Príncipes. “Ici c´est…” grita el animador desde el costado del campo. “Paris !!!” contestan los fanáticos desde las tribunas. Juega el Paris Saint Germain en la capital francesa y el estadio luce colmado. El equipo marcha primero en la clasificación y sus hinchas se ilusionan con quedarse con el título de la Ligue 1 tras 17 años de sequía.

Hasta hace dos años, el PSG deambulaba por la mitad de la clasificación e incluso llegó a estar cerca de los puestos de descenso. Pero el panorama cambió a comienzos de 2011. El consorcio Qatar Sports Investments se hizo con el 70 % de las acciones del club a cambo de 50 millones de euros, más deudas por 20 millones, y gastó más de 87 millones en fichajes en el último verano europeo. Hoy, el PSG aspira a codearse con los grandes de Europa.

El factor Pastore. Gameiro, Lugano, Ménez, Matuidi, Sissoko, Bisevac, Sirigu y Douchez fueron las estrellas que aterrizaron a comienzos de esta temporada. Pero el salto de calidad lo dio el argentino Javier Pastore, llegado desde el Palermo italiano a cambio de 42 millones, el pase más caro en la historia del fútbol francés. Su llegada a París continúa la tradición de un equipo que supo tener en sus filas a cracks como los brasileños Raí y Ronaldinho.

El joven cordobés es la frescura del equipo, el presente y el futuro. Su comienzo de temporada fue prometedor: 5 goles y 4 asistencias en sus primeros 7 partidos oficiales. Michael Platini lo comparó con Zinedine Zidane. La revista^Planète Foot lo puso en su portada y propuso que juegue para Francia, aunque no pueda por su presencia frecuente en la Selección Argentina. Fue elegido el mejor jugador del mes de septiembre.

Pero en los últimos partidos, Pastore bajó su nivel. Juega como volante, detrás de Gameiro, el único punta del equipo, y hace buenas sociedades con el brasileño Nené. Ante Dijon, en la última fecha, estuvo bien marcado, fue golpeado, y contó con pocos espacios para moverse, aunque en todo momento intentó encontrar espacios libres para tomar contacto con el balón. De actuación discreta, sólo pudo rematar dos veces al arco rival en buena posición. El partido terminó con victoria del PSG por 2 a 0, con dos tantos de Nené. Antoine Kombouaré, el entrenador del equipo, dijo en rueda de prensa tras el partido que los goles del brasileño demostraban que el equipo no depende exclusivamente del juego de Pastore.

Recientemente, la justicia italiana inició una investigación por extorción en la transferencia de Pastore del Palermo al PSG. El presidente del club italiano, Maurizio Zamparini, acusó al representante del jugador de obligarlo a pagar una suma mayor de lo acordado inicialmente. Pastore se presentó hace 10 días ante la justicia y negó cualquier tipo de acusación contra su representante, Marcelo Simonián.

Los gruposde fanáticos se hacen sentir ocasionalemente
La hinchada. El PSG es el segundo equipo con más hinchas de Francia, detrás del Olympique de Marsella. La mayoría de sus seguidores llegan al estadio sobre la hora del partido en metro o en coche, muchos escuchando música, e incluso es frecuente que muchos fanáticos ingresen al campo con el encuentro ya empezado y abandonen su ubicación antes del final. El núcleo de fanáticos ve el partido de pie, con banderas que dicen: “Fiers de nos couleurs”.

Luce en Francia el modelo de fútbol – espectáculo, de confort para los asistentes, con ubicaciones establecidas, comodidad en los traslados y estadios limpios y seguros. En otro contexto se mueve el núcleo de la hinchada, que ve el partido de pié e intenta empujar ocasionalmente con los cantos a su equipo. Los grupos de ultras del PSG cargan en sus espaldas vínculos con grupos de extrema derecha e incluso con algunos sectores de izquierda. Repetidos hechos de violencia registrados hacia 2008 llevaron a la disolución de algunos de los grupos de hinchas que concurrían al estadio y al inicio de campañas contra el racismo, que aun se ven en carteles en las tribunas.

En este contexto, el comportamiento de los hinchas franceses es diferente a lo que se vive en Latinoamérica. Los fanáticos reaccionan según lo que ocurre en el campo y gritan a favor o en contra según las circunstancias. Aflora así un espectador más pasivo, con caracteres diferentes a otro países como Argentina, donde los núcleos de hinchada, seguidos por muchos de sus los fanáticos, juegan su propio partido y desde afuera intentan influir sobre el desarrollo del juego a partir de su aliento.

El club. París reviste la particularidad de ser una capital de país sin un equipo de fútbol históricamente fuerte. De hecho, el PSG fue fundado en 1970, bajo la idea de poner a la ciudad más importante del país en el mapa futbolístico de Francia.

El equipo vivió una buena época a mediados de la década de 1980, cuando ganó una liga, pero recién se hizo realmente fuerte en la década de 1990, cuando Canal + compró parte de las acciones en mayo de 1991. Desde entonces, en esos años, el PSG se llevó una liga local y una Copa UEFA. Pero ya en el siglo XXI; el equipo bajó su nivel y se mostró lejos de los puesto de vanguardia, sobre todo de 2004 en adelante.

Zarkozy entrega la Copa de Francia a los futbolistas del PSG en 2010
Pero la salvación llegó desde oriente. En mayo de 2011, el grupo Qatar Investment Authority compró el 70 % de las acciones. Mucho tuvo que el presidente del país, Nicolás Zarkozy, para la entrada del consorcio qatarí. El presidente, hincha de club, mantuvo diversas reuniones con Tamim bin Hamam al-Thani para atraer inversiones orientales hacia Francia. En 2007 se inició el desembarco de los petrodólares en suelo galo, que hoy alcanza participaciones en diversas empresas como el grupo Lagardère, el Grupo Barrière Hotel, Airbus, Suez, Areva y Vinci. Como contraparte, desde 2009 las empresas qataríes gozan de buenos beneficios impositivos.

Eso explica semejante aluvión de inversiones. En 2016, el Tour de France podría tener una etapa en Qatar. La cadena de televisión Al – Jazeera tendrá a partir de 2012 parte de los derechos de televisión de la Ligue 1 en 2012. El nuevo presidente del consejo de supervisión del PSG, Nasser Al-Khelaifi, es un antiguo miembro de Al-Jazeera.

París es una fiesta. La frase que inmortalizó el escritor Ernest Hemingway le calza bien a la versión 2011 del PSG. De la mano de los petrodólares, París supo darse un equipo para pelear arriba. Lugano empuja desde el fondo, Sissoko distribuye desde el medio y Pastore aporta su frescura y gambeta y Gameiro los goles en ataque. Hoy puntea el campeonato cómodamente. Buenas señales para el fútbol de la capital francesa, empujada por los vientos de medio oriente.

La sede de la FIFA en Zurich


La sede de la FIFA no está en el casco histórico de Zurich. Lejos de las calles angostas, de las edificios pintorescos y los empedrados, aparece la casa madre del fútbol. Frente a un gran campo verde, enfrente del zoológico de la ciudad y lindante a una cancha de fútbol y una pista de atletismo comunitaria, allí Joseph Blatter dirige los destinos del fútbol mundial. Para llegar se puede atravesar las calles tranquilas de Zurich, con algunas casas de época y otras más modernas. Todo el camino es cuesta arriba, en una colina.

El día gris no impide que los turistas lleguen a sacarse sus fotos en la puerta, con el logo y las banderas de fondo. Alrededor del edificio central hay canchas de futbol, como para recordar de qué se trata todo esto que vemos. El césped prolijo rodea a una fortaleza, a un edificio de negocios, administrativo, que abre de lunes a viernes, donde dirigentes longevos deciden buena parte del destino del futbol mundial.

La FIFA es una de las 47 federaciones deportivas que tienen su sede en Suiza. La institución se fundó en 1904, pero llego a Zurich en 1932. Goza de los beneficios del sistema legal del país, hecho a medida de las grandes instituciones o corporaciones del deporte. La FIFA se benefició del flexible sistema legal en la causa por la quiebra de la empresa ISL, cuando quedó comprado que varios dirigentes recibieron dádivas para ceder los derechos de televisión de los mundiales de 2002 y 2006 a la empresa de marketing deportivo. En 2001, cuando sucedió el hecho, ni era un delito para la ley suiza el pago de coimas. Dirigentes que recibieron pagos siguen en funciones.

Tras una reforma legal de la Unión Europea, en 2006, ahora el pago de dádivas es delito en Suiza. Pero si un dirigente de una federación deportiva paga dinero a cambio de un voto a su favor, no es un delito para las leyes del país. Sólo se considera un asunto interno de la federación. Alrededor de 150 millones de dólares se pagaron en coimas en la FIFA, según denunció el periodista Andrew Jennings. Pero en Zurich eso no es una falta legal. Si, como contó el periodista Jens Weinreich en el congreso de Play the Game, para los mundiales de 2018 y 2022 se pagaron hasta 20 millones por un voto, eso no será castigado por la ley.

Bajo ese sistema legal se rigen la FIFA y sus dirigentes. Se reúnen en la fortaleza, en medio del silencio, sobre la colina. Lejos del lago, del pintoresco centro de Zurich, lejos de sus propios países, lejos de los hinchas. Ahí deciden los destinos del futbol mundial y sus millones.

Julio Grondona fue reelecto en la AFA por octava vez

Grondona anoche, al salir de la AFA tras una nueva reelección
Grondona lo hizo de nuevo. Con 46 votos a favor de los 49 posibles, el hombre Sarandí estará al frente de la Asociación del Fútbol Argentino por cuatro años más, en su octavo período. No prosperaron la candidatura de Daniel Vila y su aparato mediático detrás, ni la de Fernando Raffaini, ni los recursos de amparo de los clubes Colón de San Lorenzo y Sportivo Guzmán, de Tucumán, que intentaron impedir la asamblea y modificar el sistema de votación. Habrá Grondona por cuatro años más, como desde hace 32 años.

Bien lo dijo Ezequiel Fernández Moore recientemente, en el congreso de Play The Game. Desde 1979, la Argentina tuvo 14 Presidentes de la Nación, 27 Ministros de Economía, pero un solo presidente de la AFA. Desfilaron 10 entrenadores por la Selección Nacional, cientos de jugadores y un solo presidente. Pasan los militares, los peronistas, los radicales y queda Grondona. 

La diferencia en este reelección fueron las fuerzas opositoras que surgieron desde dentro del fútbol, que impidieron que el tránsito hacia un nuevo mandato fuera en paz. Si en sus 32 años al frente de la AFA, Grondona sólo debió competir ante el ex árbitro Teodoro Nitti, esta vez enfrentó en la previa las intenciones de dos candidatos que intentaron quedarse con su puesto.

La puesta en escena de Daniel Vila en la AFA de ayer, acompañado por 52 clubes que lo apoyaban pero que no contaban con mandato legal para votar, junto a la permanente cobertura de los medios de prensa, fue el final de una avanzada legal, mediática y política del empresario mendocino para llegar al sillón de la calle Viamonte. Acostumbrado Grondona a ligarse a los lugares de poder, tanto político como mediático, la presencia en la escena de un hombre como Vila, que cuenta con su propio aparato político y periodístico, resultó un rasgo novedoso de la elección. 

Para completar el menú de lobbys y avanzadas, la cámara oculta revelada horas antes de los comicios en la AFA, donde Grondona reconocería cuentas en el exterior no declaradas, hablaría de plata negra y amenazaría a ciertos periodistas, no puede dejar de verse como una nueva operación para embarrar el terreno. La jugada se completó con una denuncia por administración fraudulenta, en una causa que está a cargo del juez Jorge López.

Mientras la Justicia jugó su papel en esta película, la AFA resolvió no hacer caso a los amparos contra la reelección y cerrar sus puertas el lunes y el martes. El enjambre de causas judiciales, cámaras ocultas, shows de declaraciones y jugadas políticas, demuestran una vez cómo se resuelven las cosas en el mundo del fútbol y la importancia que el sillón de la AFA reviste en la sociedad argentina.

“En 32 años aquí, hemos cumplido; espero que en el futuro nada cambie", dijo Grondona ayer antes de ingresar a la AFA. En un mundo del deporte que pide más democracia y transparencia, la entidad que preside se rige aún por un estatuto reformado bajo la tutela de José López Rega, entonces Ministro de Bienestar Social, en 1974. Bajo esta normativa, el titular de la AFA es cabeza del Poder Ejecutivo de la entidad, extiende su influencia sobre el Comité Ejecutivo y sobre el Tribunal de Disciplina. Grondona aumentó semejante concentración de poder con el control en sus manos del dinero que ingresa y de las designaciones de los árbitros.

En este nuevo mandato de Grondona, la AFA lanzará AFA TV, su canal oficial, y también buscará la cesión definitiva del predio de Ezeiza por parte del Estado. Grondona habría prometido también un mayor control sobre los gastos de los clubes y ocuparse de la cuestión de la violencia. En su mandato, 257 personas murieron en hechos relacionados con el fútbol argentino. El presidente de la AFA habría aceptado hacerse cargo en forma íntegra de los operativos de seguridad de los partidos. 

Pero las promesas después deberán materializarse. ¿Completará Grondona sus cuatro años de mandato? ¿O solo intentó una nueva demostración de fuerza ante las candidaturas opositoras de Vila y Raffaini? ¿Se irá en 2015 o antes, para demostrar que lo hace cuando él quiere, no cuando los demás se lo imponen? Ayer se lo vio desmejorado, con varios kilos menos, tras someterse a una operación de intestino en el Sanatorio Mitre. Aun así, recibió el apoyo de 46 clubes y los tres votos restantes (Atlético de Rafaela, Vélez e Independiente) no llegaron a dar su apoyo por la presencia de Vila y su grupo en la puerta. Ni en 2007, en su séptima reelección, Grondona había alcanzado tanto apoyo.

Lo cierto es que esta es la dirigencia que supo darse el futbol argentino. Pocas instituciones civiles del país padecen tanto la falta de renovación como la dirigencia deportiva. Un presidente de 80 años, convaleciente, es quien desde hace 32 años dirige el entidad máxima del fútbol. Y va para 36.

Praga, Kafka y el fútbol de los Bohemians

Una postal de Praga
Dice la leyenda que Franz Kakfa aprendió el idioma alemán gracias al fútbol. El autor de la “La Metamorfosis” tenía una mala relación con su padre, quien quería que su hijo hablara con fluidez tanto el checo como el alemán para que le tradujera los partidos del fútbol soviético que llegaban a Praga en el idioma germánico. Kafka tenía que contarle a su padre lo que decía el relato y luego tenía que traducir del checo al alemán las maldiciones y groserías que su padre decía y gritarlas al televisor.

Cierta o no, la leyenda ilustra la influencia de Kakfa sobre Praga y las historias que surgen alrededor de él. Ya en la famosa plaza central de la ciudad, cerca del famoso reloj astronómico del siglo XIV, una antigua casa de época, hoy convertida en galería de arte, nos recuerda donde estudio el gran escritor. En uno de sus cuartos su padre tuvo una mercería. A pocos metros, un café lleva el nombre de Kafka y, al cruzar el río Moldava, podemos acceder a otra de sus antiguas casas, hoy convertida en museo.

Pero más allá de la influencia de Kafka, Praga es una ciudad de museo, antigua, bella, bien conservada, romántica. Sus calles estrechas, sus edificios centenarios, su mezcla de estilo gótico con art nouveau y barroco, sus construcciones imponente, sus miles de estatuas, sus puentes, todo invita a recorrer y perderse allí dentro.

En Praga, la historia también se juega en su fisonomía, con los castillos construidos por los reyes, las construcciones majestuosas de Carlos IV, la grandilocuencia del imperio austrohúngaro y la influencia del comunismo, que estuvo presente aquí desde 1948 hasta 1989.

El boulevard de Wenceslao, hoy convertido en albergue de las principales marcas mundiales, fue testigo silencioso de la Primavera de Praga en 1968, aquel levantamiento contra el régimen comunista, y del fin del régimen impuesto por la Unión Soviética en 1989.

En la antigua Checoslovaquia, que unía bajo una bandera a la República Checa y Eslovaquia, el Dukla de Praga era el equipo del ejército, que ejercía como el conjunto oficial del régimen. En la segunda mitad del siglo XX, el Dukla consiguió ligas y copas locales e incluso tuvo buenas actuaciones en copas europeas. La salida del comunismo lo afectó deportivamente, al punto que llegó a jugar en las divisiones regionales. Hoy, ya de vuelta el primera, navega por la mitad de la tabla.

El caso contrario es el del Viktoria Zizkov. Este euqipo tuvo se época de hora en el período de entre guerras, pero tras la llegada del régimen comunista en 1948 fue prohibido. Luego sería apoyado y reivindicado por los jóvenes anticomunistas, hasta que 1993 volvió a la primera división.

El fútbol checo cuenta con una larga tradición, que se dio a conocer al mundo en la década del `30 con una brillante generación de jugadores del Sparta Praga. Muchos de esos futbolistas formaron parte del equipo que disputó el Mundial de 1934, donde el equipo perdió la final ante Italia y Oldrich Nejedly se consagró como máximo goleador del torneo. La selección volvió a destacarse en el Mundial de Chile en 1962, donde el equipo se ubicó tercero.

En la liga checa, los tradicionales animadores son el Sparta Praga, conocido como el equipo de los trabajadores, y el Slavia Praga, nacido como el club de los intelectuales. En los últimos años, el Slavia ha sufrido graves problemas económicos y hoy se ubica lejos de los primeros planos. Una situación curiosa viven los Bohemians, el tercer equipo de la capital. Este club fue fundado en 1905 y vivió su época dorada en las décadas del `70 y `80. Incluso, logró su único título de liga en 1983.

En 2000, el Bohemians comenzó a tener problemas políticos y económicos. Los continuos cambios de presidente y sus crecientes deudas lo llevaron primero a la segunda división y luego a ser expulsado de la liga, en 2005. Entonces, los hinchas pasaron a la acción. Realizaron colectas y reunieron el dinero necesario para que el equipo pudiera volver a competir en la tercera categoría.

Al año siguiente, lograron subir a segunda, tras ocupar la plaza del SC Xaverov, que había dejado su lugar vacante. En el 2007, el equipo consiguió el ascenso de nuevo a la máxima categoría. Sin embargo, al final de la temporada volvieron a descender.

Sin embargo, en medio de este derrotero, se produjo un hecho curioso. Cuando el Bohemians quebró, en 2005, un equipo llamado FC Střížkov Praha 9 compro los derechos sobre el nombre de Bohemians y pasó a llamarse "FC Bohemians Praga". Esa temporada, la 2005-2006, ambos equipos coincidieron en uno de los dos grupos de la 3º división checa. El Bohemians original, llamado a partir de entonces Bohemians 1905 (por el año de su fundación), terminó en el cuarto lugar y su homónimo en el tercer puesto.

En 2008, mientras el equipo original descendió de primera a segunda, el nuevo equipo fue campeón en el ascenso y llegó a la máxima categoría. Esta vez, los nuevos estaban en primera y los tradicionales en segunda. En este temporada, es el Bohemians tradicional el que disputa la máxima categoría y su homónomos disputa el torneo de ascenso.

Con el paso del tiempo, Franz Kakfa no sólo se convirtió en símbolo de la ciudad de Praga, sino que se constituyó mundialmente como un adjetivo que hace referencia a algo complejo y contradictorio, difícil de entender. Como la historia de los Bohemians o la magia de Praga misma. Misteriosa, compleja, enredada, apasionante.

Alemanias, Berlines y los modelos del deporte

Una postal de la Alemania unifcada
Berlín es una ciudad que alberga muchas ciudades. Sus calles hoy muestran esa mezcla de tradición, de modernidad, de la Alemania potencia previa a la Segunda Guerra Mundial, de la Alemania vanguardista de corrientes artísticas y la Alemania moderna, potencia económica, política y social de Europa.

La ciudad no parece haber sido destruida en gran parte hace 60 años por los bombardeos contra el Tercer Reich. Pero, a cada paso, alguna marca siempre nos recuerda que aquí, entre 1945 y 1989, convivieron dos ciudades, con diferentes modelos económicos, políticos, sociales, arquitectónicos y hasta deportivos.

Dos caras del deporte. El 3 de octubre se celebra en Alemania el Día de la Unidad Alemana, en conmemoración por el tratado firmado por contrato firmado por los gobiernos de la República Federal y la República Democrática, que aseguró la unión de los dos estados. Como en todas las áreas, la Alemania de hoy incluye dos modelos deportivos diferentes, que convivieron durante la Guerra Fría.

En la República Democrática, organizada bajo el régimen comunista, la práctica deportiva estaba profundamente integrada dentro del sistema político y los deportistas se consideraban fieles representantes del país. Así, la práctica deportiva, y sus éxitos al más alto nivel, era una de las principales fuentes de orgullo en la República Oriental. Del otro lado, la Alemania capitalista no contaba con el deporte como prioridad de estado, pese a lo cual no dejó de obtener triunfos deportivos en las grandes citas.

Es común que al recordar el mundo deportivo de la RDA se privilegie el proceso de doping que se implementó en el país. La necesidad de conseguir éxitos deportivos llevó al estado a implementar una política sistemática donde más de 10 mil atletas fueron víctimas del programa del dopaje. Entrenadores y médicos suministraban anabólicos y estimulantes a los jóvenes deportistas, muchas veces asegurándoles que se trababa de simples vitaminas. “No mataban con pistolas, sino con recetas” declaró Michael Lehner, el abogado de los deportistas afectados, al diario español El País, cuando comenzaron las demandas judiciales en la década del `90.

Heidi o Andreas Krieger
Las sustancias suministradas, como por ejemplo el Turinabol, transformaban la estructura muscular y alteraban las hormonas de los atletas, hasta el punto de llegar a modificar los órganos genitales. El ejemplo más conocido es Heidi Krieger, campeona de Europa de lanzamiento de bala en 1986, que años después cambió de sexo y de nombre por Andreas. Enfermedades como esterilidad, impotencia, cirrosis, insuficiencia cardíaca y cáncer fueron comunes en muchos deportistas. En 1998, tras conocerse gran parte del proceso, se realizaron una serie de juicios que culminaron con la condena a entrenadores, médicos y científicos a penas de prisión condicional.

Los atletas nunca supieron que habían sido parte de un experimento científico, donde su salud era secundaria al objetivo político del comunismo. Pero lo cierto es que conjuntamente al proceso de doping, la RDA llevó a cabo un proyecto deportivo centralizado, que comenzaba en las escuelas, con facilidad de acceso a las instalaciones, a los entrenadores, y disponibilidad de tiempo libre. Los niños que demostraban cualidades deportivas recibían un puesto trabajo en el Estado y se dedicaban a practicar la mayor parte del tiempo.

Lo cierto es que los estimulantes no eran exclusividad de los deportas de Alemania oriental, aunque por su brutalidad y por su envergadura, el doping de la RDA sobresalió en la historia. En un medio donde los medicamentos eran moneda corriente, los que obtuvieron los grandes éxitos fueron los alemanes del este. La batalla política entre el capitalismo y el comunismo se ponía en juego en cada competencia deportiva.

En los Juegos Olímpicos de Múnich `72, la RDA quedó tercera en el medallero y superó a la República Federal, que terminó en cuarto lugar, pese a contar con mayor población y mayores recursos. En Montreal `76, la RDA se ubicó segunda, con 40 medallas de oro. 11 de esas medallas fueron conquistadas en disciplinas de atletismo y otras 11 en natación. La gran mayoría de las medallas quedaron en manos de mujeres.

Sin embargo, la unificación de Alemania no fue sencilla en el aspecto deportivo. Como bien analiza Laura Portal Gordillo, en su trabajo “Consecuencia para el deporte de la caída del Muro de Berlín y su utilización en la clase de Educación física”, los resultados deportivos de la Alemania unida no crecieron con la unión de los dos estados surgidos tras la Guerra Fría. Más bien que la RDA y la Alemania Federal conseguían más éxitos por separado que en conjunto.

Una postal de domingo en Prenzlauer Berg
La nueva Alemania deportiva. Berlín es una y muchas a la vez. La Puerta de Brandeburgo muestra la majestuosidad del Imperio Alemán del siglo XIX. El barrio Prenzlauer Berg, en el este, luce bellos edificios de 4 ò 5 pisos restaurados, plenos de colores, rodeados de arboledas. Cerca de allí, el barrio de Kreuzberg está pleno de inmigrantes, especialmente de Turquía, con chicos que juegan al fútbol en las calles los fines de semana. El boulevard Karl Marx nos traslada imaginariamente a Moscú, con sus anchas avenidas y sus edificios cuadradas, anchos, llenos de ventanas, monótonos. En el oeste, la avenida Kurfürstendamm cuenta con los locales de las principales marcas del mundo, con negocios repletos de clientes.

Antes del comienzo del congreso de Play The Game 2011, el profesor Gunter Gebauer dijo en un seminario organizado por la radio nacional Deutschlandfunk: “El deporte dejó de representar la característica alemana, dejó de tener esa marca. Cambió como cambió la sociedad. El deporte alemán es hoy una mezcla compleja entre las dos Alemanias, entre dos modelos diferentes”. Agregó que no podía hablarse de una marca actual del deporte alemán. Quizás tampoco pueda hablarse de un solo Berlín, porque su mixtura es tan profunda como las marcas de su historia.

El fútbol en la Alemania unificada

El Estadio Olímpico de Berlín
El Estadio Olímpico de Berlín es uno de los tres grandes monumentos de Berlín que quedaron en pie luego del bombardeo que sufrió la capital alemana en la Segunda Guerra Mundial. Construido en 1934, recibió a los Juegos Olímpicos de 1936, la final la Copa del Mundo de fútbol de 1974 y la final del Mundial 2006. Allí juegan hoy el Hertha Berlin de la Bundesliga y el Berlin Thunder, un equipo alemán de fútbol americano.

Los otros dos grandes edificios que permanecieron en pie luego de 1945 ya no cumplen sus funciones originales. El antiguo aeropuerto hoy oficia de parque recreativo y el viejo Ministerio de Transporte, donde se organizó el rearme alemán antes de la Segunda Guerra, hoy es el Ministerio de Hacienda de Alemania, la principal potencia económica de Europa. El organismo intenta por estos días dar impulso al capitalismo europeo, pero hasta 1989 estuvo en manos de la República Democrática. En la puerta, una foto recuerda la primera manifestación contra el régimen comunista que sufrió la RDA, en 1953. Más de 500 personas pagaron con su vida aquella protesta. Detrás, un mural sobre mármol resalta las bondades del sistema comunista, donde conviven obreros y patrones, la sociedad política y la sociedad civil, todos bajo el mismo modelo de supuesta igualdad.

Pero el estadio olímpico que vemos hoy no es el mismo que en 1934. A través de los años, ha sufrido varias remodelaciones. La más importante se produjo en 2000 y 2001, cuando se amplió su capacidad a 76,000 espectadores, aunque se conservó su característico estilo arquitectónico de la época del Tercer Reich.

Tras el final de la Segunda Guerra y la separación del territorio alemán en dos estados, se constituyeron dos ligas diferentes. La DDR Oberliga se disputó desde 1949 hasta 1991. Cuando se produjo la unificación entre este y oeste, en 1989, sólo dos equipos de la ex RDA (Hansa Rostock y Dinamo Dresden) pudieron hacer frente a las exigencias económicas y se integraron a la Bundelisga. Occidente se quedó con 18 de las 20 plazas y se llevó a los mejores jugadores, como Mathias Sammer, Ulf Kirsten, Andreas Thom, Thomas Doll y, más tarde, Michael Ballack.

Mientras la primera categoría pasó de 18 a 20 equipos para dar lugar a los nuevos clubes del este, el resto de los conjuntos de la RDA se integró a las divisiones de ascenso. El Magdeburgo fue el único equipo de la Alemania Oriental que conquistó un título europeo. En 1974, fue campeón de la Recopa al vencer 2 a 0 al Milan. Hoy, el Magdeburgo milita en las ligas regionales.

Merkel, con la bufanda de su equipo, el Energie Cottbus
El Energie Cottbus es uno de los pocos equipos del este que pudo integrarse en los últimos años a la primera categoría. Pese a ser el equipo de la canciller Angela Merkel, también nacida en el este, el Cottbus ascendió por primera vez a la máxima categoría en 2000 y bajó a segunda en 2003. Retornó en 2006 y volvió a bajar en 2009. Merkel fue declarada miembro honorario del club.

Sólo 8 futbolistas lograron jugar en la Selección de Alemania Occidental y en la de Alemania unificada. En 1974, las Alemanias se enfrentaron en el Mundial de fútbol, en Hamburgo. La RDA se llevó la victoria, en la propia casad de los occidentales. Aquel triunfo, como los medalleros de los Juegos Olímpicos, sirvió para demostrar el poder comunista por sobre el mundo capitalista, aunque más no sea en el fútbol. 15 años más tarde, ya no había equivalencias.

Jennings vs. FIFA, otro round en Play Ghe Game

Jennings, durante su exposición en Play The Game 2011
“La FIFA es un sindicato organizado del crimen” lanzó Andrew Jennings en su conferencia, que aparecía como el plato fuerte de la última jornada del encuentro de Play The Game 2011. “Hay algún miembro de FIFA en la sala, cuánto te pagan para operar a favor Blatter?”, se preguntó Jennings. "Sé que soy el canalla en esta sala", contestó con el brazo levantado el suizo Walter De Gregorio, nuevo Secretario de Comunicaciones y Relaciones Públicas de la FIFA. “Lo que dijo el señor Jennings, al comparar a la FIFA con la mafia, es una falta de respeto. La mafia mató a miles de personas, esto es fútbol", agregó De Gregorio. Jennings ya había dicho en su exposición que los dirigentes de la FIFA "son un excremento".

Entre tantas disertaciones sobre corrupción, falta de democracia y transparencia en el deporte, en el último día de Play The Game la FIFA ocupó el centro de los debates. Las expectativas pasaban por la presencia de Jennings, periodista inglés que viene denunciando en los últimos años la corrupción en el organismo que dirige los destinos del fútbol mundial. La presencia de miembros de la FIFA y las duras palabras de Jennings tornaron áspero el debate.

Andrew Jennings aclaró de entrada que no cree en las reformas de mayor transparencia que promete Joseph Blatter. "El soborno y la corrupción están en su ADN", dijo. ”Qué es la FIFA hoy?” se preguntó luego. “Un sindicato organizado del crimen” contestó, ante un auditorio colmado y deseoso de escuchar su conferencia. Luego agregó que, según sus cálculos, en los últimos 20 años se pagaron más 100 millones de dólares en sobornos, mientras mostraba la carpeta verde con los nombres de los acusados. "¿Por qué la FIFA gasta millones en costosos abogados para suprimir los documentos sobre ISL", preguntó el veterano periodista escocés, en referencia al caso de corrupción que envuelve a la FIFA y la empresa suiza de marketing deportivo.

Además, Jennings contó que un miembro de la FIFA le confesó que hasta un 40 % de los tickets de los partidos de los mundiales se comercializa en el mercado negro. Finalmente, volvió a cargar contra el organismo por no escuchar sus reclamos.

Luego, fue el turno del periodista alemán Jens Weinreich. “Los dirigentes sólo entienden el lenguaje del dinero” dijo y agregó que en la FIFA trabaja "gente bien pagada para mentirle a los periodistas". Finalmente, se quejó porque “en el fútbol, la corrupción no es corrupción” y reclamó que la FIFA y otras organizaciones deportivas se ubiquen bajo el control de leyes internacionales anticorrupción. Como ejemplo contó que el costo de comprar un voto para obtener las Copas del Mundo de 2018 y 2022 fue de 20 millones de dólares.

Tras el discurso de Weinreich, fue el turno del debate. En su primera intervención allí, Jennings preguntó quiénes eran los miembros de FIFA que estaban en la sala, ya que previamente conocía que llegaría gente desde Zurich para presenciar la conferencia. Allí fue cuando De Gregorio tomó el micrófono y defendió a la organización que dirige los destinos del fútbol mundial. De Gregorio negó las acusaciones que calificaban a la FIFA como una mafia y criticó a Jennings. Luego agregó que el periodista no puede ingresar a la FIFA porque en las conferencias de prensa montaba sus propios shows.

No hubo tiempo para más. De Gregorio, acompañado por Bernd Fisa, de prensa de FIFA, aclaró luego a los periodistas que no había llegado a Play The Game para dar un discruso oficial en nombre del organismo que representa, sino que intentaba escuchar para mejorar la organización en el futuro. El ex editor del diario suizo Blick también contó que, antes de asumir su cargo esta semana, Josep Blatter le prometió nuevas reformas para garantizar mayor transparencia y democracia. "Tuve una larga conversación con el presidente hace un mes, y estoy convencido de que quiere hacer cambios. Hay que juzgarlo por los hechos" finalizó De Gregorio.

Antes de las polémicas, el periodista argentino Ezequiel Fernández Moore pasó revista en su exposición a la actualidad de la dirigencia deportiva en Sudamérica. “Cambian los jugadores, cambian los presidentes de los países, pero no los dirigentes de fútbol” describió. Así, Ezequiel contó al auditorio las relaciones de Ricardo Texeira con la red brasileña O´Globo, de Julio Grondona con el grupo Clarín en Argentina, la lucha de Harold Mayne-Nicholls contra los dirigentes por la distribución de los derechos del fútbol en Chile, los negocios de Rafael Esquivel en Venezuela, las investigaciones contra Manuel Burga en Perú y las disputas de los dirigentes uruguayos contra Paco Casal por los derechos del fútbol.

Luego, Steve Menary, del Reino Unido, explicó algunos de los programas de la FIFA que reparten dinero entre las distintas federaciones para actividades sociales, que muchas veces quedan en el camino. A la tarde, Jerome Champgnee, ex miembro de la FIFA, se explayó sobre la necesidad de un organismo más democrático y transparente en los próximos años.

Cuando todo el mundo del deporte parecía teñirse de sospechas, Harold Mayne-Nicholls habló sobre el trabajo de su fundación “Ganamos Todos”, que desarrolla programas para desarrollar la práctica deportiva en Chile. Allí recordamos los valores positivos del deporte, que puede transformar la vida de muchos.

Y así se fue Play The Game 2011, con polémicas y debates fuertes, con dudas y certezas. Con muchos de sus discursos todavía resonando en la cabeza de los que participamos, como si tanto debate e intercambio de ideas no pudiera apagarse fácilmente.

Aquíel discurso de Jennings y su polémica con Walter De Gregorio en Play The Game 2011:


Play The Game, el doping y los cambios sociales

El caso fue tan resonante que bien valía una explicación en detalle. Ayer, en el tercer día de la conferencia Play The Game, los periodistas alemanes Hajo Seppelt y Robert Kempe contaron los pormenores de su investigación sobre el doping positivo del cilcista Alberto Contador, registrado en septiembre del año pasado. La historia comenzó cuando Seppelt y Kempe recibieron la información de una fuente confidencial y consultaron a Pat McQuaid, titular de la Unión Ciclista Internacional (UCI), sobre la cuestión. McQuaid negó la versión pero horas antes de que los periodistas dieran a conocer públicamente la noticia, la UCI difundió la especie para desactivar la operación.

El doping fue protagonista de la tercera jornada de Play The Game. Se debatieron los avances y retrocesos, las reglas cada vez complejas, la falta de transparencia y los escasos casos positivos que se descubren, con pocos deportes como el rugby y el ciclismo que concentran la mayoría de las trampas encontradas. La WADA (Agencia Mundial Antidoping) fue otra vez el centro de la polémica, con sus millonadas de gastos y su discutible eficiencia.

Quedó claro que el doping en Europa es una cuestión que aparece en las mesas de discusión sobre el deporte mucho más de los sucede en Sudamérica. La poca participación que se les da a los atletas y la falta de prevención aparecieron como cuestiones a ser tomadas en cuenta. Aún así, todavía el doping suena como un tema secundario para el gran parte del mundo deporte, dejado de lado cualquier tipo de debate.

Pero en Play The Game también hubo lugar para aquellos fenómenos surgidos desde el deporte pero que influyen en el resto de la sociedad. La arquitecta brasileña Isabela Ledo analizó los cambios urbanos que están sucediendo en Río de Janeiro por la preparación de los Juegos Olímpicos de 2016. Muchos vecinos son relocalizados para construir la futura villa olímpica, en medio de conflictos sociales y planes trazados sin consultas con la comunidad. Los más beneficiados, como siempre, parecen los grupos privados.

La profesora Kimberley Schimmel demostró cómo los beneficios que se logran con los megaeventos no llegan a toda la comunidad, sino que muchas veces algunos ganan a partir del padecimiento de los otros. Se crea una zona libre, bien custodiada por las fuerzas de seguridad, que conectan las zonas de competencia y con los espacios seguros. Especies de “no – lugares”, como dijera Marc Augé, preparados para recibir a los turistas y servir de marco para el evento.

Finalmente, el periodista Fernando Molica analizó el papel de Ricardo Texeira en la organización del Mundial 2014. El presupuesto subestimado, las obras retrasadas, la inversión que prometió ser privada pero es pública. “En 2014 puedo hacer lo que quiera” dijo Texeira, mientras la presidenta Dilma Russef lo mira con desconfianza y las marchas y protestas que piden su salida se suceden.

Por el lado argentino, la periodista Marcela Mora y Araujo presentó en detalle una suerte de mapa sobre las distintas transferencias de Carlos Tevez y cómo el crack de Fuerte Apache fue cambiando de manos muchas veces sin cambiar de camiseta. Mónica Nizzardo, de Salvemos al Fútbol, presentó su película "Futbol Violencia S.A.", en medio de una mesa que presentó interesantes títulos sobre Ruanda y Corea del Sur. Para hoy, la última jornada de Play The Game.

Play The Game y el infinito mundo del deporte

En el segundo día del congreso de Play the Game, el deporte se presentó bajo sus diferentes caracteres, como una paleta de colores con diferentes variantes, que puede ser abordada bajo sus diferentes matices. Fuente de desarrollo de los países, posible educación para los más necesitados, beneficio económico para las naciones en desarrollo, espacio del crimen organizado, lugar de expresión de la xenofobia y el racismo. Todo eso y más fue la representación del deporte en un solo día.

El fútbol argentino y su violencia tuvieron presencia en el debate sobre fútbol y extremismo, en un debate presentado por el periodista Ezequiel Fernández Moore. Allí, Mónica Nizzardo, de la organización “Salvemos al Fútbol”, denunció el accionar de las barras bravas argentinas, el doble discurso de los dirigentes deportivos y políticos y su complicidad con los hinchas violentos.

Este cronista expuso una breve historia sobre la violencia en el fútbol argentino y su relación con los medios de prensa. Cómo los incidentes se fueron volviendo paulatinamente un elemento estructural del mundo futbolístico local y cómo se fueron representando en la prensa esos cambios. Parece mentira que en un lugar tan lejano de los hechos pueda hablarse de este tipo de cuestiones, aunque el alemán Ronny Blashke con su exposición nos hizo recordar que, aun con sus matices y sus caracteres locales, la violencia deportiva es un fenómeno que se expresa en diferentes lugares del mundo.

Blashke contó cómo, en Alemania, algunos grupos radicales como los NPD reclutan jóvenes a través del fútbol para dar a conocer sus ideas. La violencia estrecha allí sus vínculos con las ideas políticas y el nazismo. Esa conjunción entre hinchas e ideología parece lejana en la Argentina, donde las barras bravas abrazan mayormente la comercialización de su violencia al mejor postor, sin importar susm ideas. Pero en otros lugares, los grupos de hinchas organizados actúan bajo otras lógicas y el deporte oficia de marco para el accionar de estos grupos racistas.

Pero antes de semejante panorama, Raí, ex capitán de la selección de Brasil, habló sobre su participación en “Gol de Letra” y “Atletas por la Ciudadanía”, dos organizaciones de su país que apuestan al impulso del deporte social. Estas instituciones intentan promover la práctica deportiva en las escuelas brasileñas y la integración del deporte al proceso de desarrollo que vive Brasil, un país posicionado como una potencia mundial, que entre los motores de su crecimiento económico y social tiene al Mundial de fútbol de 2014 y a los Juegos Olímpicos de 2020. “Queremos que el deporte pueda cambiar el futuro de la sociedad”, expresó Raí, como para dejarnos con la esperanza de que el juego puede ser parte de las transformaciones.

Henry Brandt, del Instituto Danés para el deporte, analizó los casos de distintos estadios construidos para diferentes competencias deportivas y su utilización posterior, desde aquellos que ven acción diariamente hasta aquellas moles de cemento que duermen vacías mientras los gobiernos pagan millones para mantenerlos. Aquí, el deporte mostró su costado más ambicioso, con construcciones innecesarias con millones gastados debajo de las gradas.

Más tarde, Stefan Szymanski, profesor de management deportivo en la Universidad de Michigan, describió en detalle los cambios que están sucediendo en Londres con las nuevas construcciones que se realizan para los Juegos Olímpicos del año próximo. East London, una de las zonas más postergadas de la ciudad, es un espacio que se está haciendo a nuevo, con las instalaciones deportivas allí dentro. Nos dimos cuenta aquí de que eventos como los Juegos Olímpicos pueden servir para cambiar un espacio por completo y rediseñar una ciudad por dentro, con los cambios sociales que sufren sus habitantes.

Más tarde, Cornelia Rogall - Grothe, Secretaria de Estado de Alemania, recalcó los beneficios económicos que puede tener los mega eventos deportivos para un país. Wilfred Lenke, de Naciones Unidas, volvió a hablar sobre las posibilidades de utilizar el deporte como herramienta para la paz y el desarrollo, contra la violencia. Aquí, el optimismo volvió a ocupar la escena.

Todo parecía parecido y diferente a la vez. El deporte mezclado con la política, la economía, la educación, el desarrollo, el crimen, la violencia. Como una paleta de colores, con sus matices, que forman un conjunto fino, pero posible de extender hasta un lugar inabarcable. Como el mundo del deporte.

Play The Game, lo público y lo privado

El comienzo de Play The Game 2011
“¡Indígnense!” fue el libro que mostró Jens Andersen para darles la bienvenida a los participantes. El libro del francés Stéphane Hessel ofició de manifiesto ocasional para los participantes de la conferencia Play The Game 2011, que se lleva a cabo desde ayer hasta el jueves en Colonia, Alemania. Con record de participantes, de oradores y de voluntarios, el encuentro incluye decenas de mesas redondas, foros, grupos de trabajo y debates sobre aquellos temas oscuros para el deporte, como la corrupción, el doping y los arreglos de partidos.

“En el deporte hay mucha suciedad pero nadie quiere limpiarla” dijo luego Richard Pound, miembro del Comité Olímpico Internacional. Después se explayó sobre la necesidad de un trabajo conjunto entre las federaciones deportivas y el sector público, para combatir la corrupción en el deporte. La FIFA apareció aquí como el ejemplo de lo que no debe hacerse para luchar contra el delito: ponerlo abajo de la mesa.

El límite entre la soberanía del deporte y las posibilidades de los organismos públicos fue una constante en las distintas exposiciones. Los repetidos casos de corrucpción y los arreglos de partidos ponen sobre la mesa la necesidad de pensar hasta dónde un organismo gubernamental puede dejar a su libre albedrío a las federaciones deportivas y a sus dirigentes para el autogobierno.

En este sentido, William Gaillard, miembro de la UEFA, mostró su pesimismo sobre el futuro del fútbol y su modelo actual. Gaillard explicó cómo los cambios políticos, económicos y sociales de los últimos 20 años en Europa influyeron sobre el deporte, con mayor cantidad de federaciones de fútbol en el continente por los nuevos países surgidos y un crecimiento exponencial del negocio futbolístico a partir de los dineros de la TV. Pero la necesidad de influir sobre un modelo deficitario, con mayoría de clubes en problemas económicos, choca contra la autonomía del deporte y sus propias leyes, por lo que el conflicto parece lejos de una solución.

“Todo se puede arreglar en esta era” lanzó seguro Declan Hill, para explicar la cercanía entre el deporte y el crimen organizado, que puede disponer los resultados de muchas competencias deportivas. Nada cambió desde que escribió su libro “The Fix”, en 2008, denunciando allí los arreglos de los partidos de fútbol por distintas organizaciones mafiosas alrededor del mundo. Solo algunas investigaciones, algunos mafiosos tras las rejas y poco más. “Lo que está cambiando es la cultura deportiva. No siempre los jugadores salen a ganar”, describió sobre el final.

Cuando se presentaron los resultados del seguimiento de la prensa deportiva durante 2011, el pensamiento fue aún más pesimista. Más del 40 % de las noticias sobre deportes tienen que ver con el fútbol y el 80 % de los artículos hablan sobre partidos y resultados. El 4 % sobre economía y el 2,7 % sobre política y deporte.

Pero aquellos números resaltaron la importancia de Play The Game: poner en primer plano lo que aparece al final de las crónicas diarias, con el deporte en su contexto político y social. “Resistir para crear y crear para resistir” había dicho Jens Andersen al comienzo. Indignarse pero no para lamentarse, sino para limpiar la suciedad del mundo del deporte. Así continúa Play The Game 2011. 

Comienza Play The Game 2011

Quizás fue para empaparse de su tradición universitaria, expresada en su tradicional casa de estudios, una de las más antiguas de Europa. Semejante apego al conocimiento, al debate y la discusión podrán influir en mayor o menor medida, pero lo cierto es que la sexta edición del congreso Play the Game se iniciará hoy en Colonia, al oeste de Alemania. Deportistas, dirigentes, periodistas, académicos e intelectuales estarán presentes en mesas de trabajo, paneles y foros, con la idea de pensar y discutir los principales problemas que afronta el deporte en estos tiempos.

El encuentro tuvo su primera versión en 1997, Copenaghe, bajo la idea de juntarse y debatir aquellos temas del deporte que la prensa relega a un segundo plano. El doping, la corrupción, el arreglo de partidos y la violencia son aquí cuestiones centrales, que se discuten con la idea de intentar modificarlos en el futuro. Debatir para cambiar, bien podría ser un lema de la organización que se pone en juego en cada congreso.

El encuentro es organizado por Sports Intellelligence Unit (SUI), que reúne a un grupo de periodistas daneses, liderados por Jens Sejer Andersen, con la idea de “fomentar la democracia, la transparencia y la libertad de expresión en el mundo del deporte”. Bajo el lema “Llevando un cambio al corazón del deporte”, más de 150 expositores estarán presentes esta vez. Entre ellos se destacan Andrew Jennings, Declan Hill y Stefan Szymanski.

Mientras uno camina por las calles de Colonia, parece increíble que el 80 % de esta ciudad haya sido destruido en la Segunda Guerra Mundial. Pero allí está todo: la imponente Catedral, el hermoso puente sobre el Río Rin, sus trenes, bares, calles angostas y pintorescas, negocios enormes y la multitudinaria presencia de jóvenes, que dan a este lugar un carácter eminentemente universitario.

En las aulas de la German Sports University de Colonia será el sexto congreso de Play the Game. Será aquí donde lo oscuro del deporte saldrá a la luz. Donde el conocimiento individual devendrá en construcción colectiva y donde el mundo del deporte se pensará en su contexto social y cultural. Será aquí donde, por cuatro días, el deporte se pensará a sí mismo. Pelota Afuera está en Colonia para contarlo.


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