Rojo de alegría

“Feliz cumple vieja, perdoname pero me vine a ver al rojo” decía una de las decenas de banderas colgadas del alambrado de la popular local. Independiente hizo su parte y justificó la ausencia en la fiesta materna. Con gol de Gandín de penal, el rojo le ganó 1 a 0 a Racing, se quedó con el clásico de barrio y se acomodó con 11 unidades a un punto del líder Colón, al menos hasta que juegue Banfield. Por lo hecho en el primer tiempo, los de Gallego justificaron la victoria, aunque en la segunda mitad cedieron campo y pelota lo suficiente como sufrir en el arco propio. Pero Independiente pegó cuando debía y tuvo la suerte necesaria para quedarse con los 3 puntos.

En el primer tiempo se vio lo mejor del repertorio del rojo. Con la pelota al piso, el dominio de la mitad de la cancha y su juego asociado, Independiente basó su juego en el sector izquierdo del ataque. Las proyecciones de Mareque y sobre todo las gambetas de Piatti le permitían al equipo generar peligro desde la banda. El ex Chacarita y Gimnasia (LP) es uno de los pocos jugadores del fútbol argentino capaz de combinar habilidad, exquisito domino del balón (con algunas pisadas propias del fútbol de salón) y gambeta en velocidad hacia el arco rival. Esa receta funcionó bien en los primeros minutos, que tuvieron a Piatti como figura del encuentro. Poco participativo Gandín, errático en el último toque Silvera, Independiente generaba peligro pero no podía concretar. Racing era lo contrario. Con pocos jugadores de buen pie en la mitad del campo, apostó a quebrar a Independiente en ese sector para luego intentar algún avance. No lo logró, pese a que en los primeros minutos generó peligro con un tiro de Jacob y un cabezazo de Ayala que pegó en el travesaño. La diferencia llegó con un penal a los 40 minutos, tras una mano de infantil de Lluy que Gandín cambió por gol. El rojo encontró por un error del rival lo que merecía por virtudes propias.

En el segundo tiempo el partido cambió de manos. Racing se adelantó en el terreno y dispuso de algunas situaciones, como una clara de Hauche, para desnivelar. Cuando el ex Argentinos fue expulsado a los 14 minutos, todo parecía venirse abajo para la Academia, pero con 10 jugadores los de Russo consiguieron lo que no habían podido con 11. Ese parece el papel que mejor le calza a Racing: jugarse la heroica, intentar lo que parece imposible. En ese contexto desfavorable, Racing dominó el campo, la pelota y generó peligro con las entradas de Bieler (tuvo una clara que tapó bien Gabbarini) y de Steinert, que con sus gambetas complicó por la derecha. Un tiro de Avendaño en el travesaño y un cabezazo de Cahais pudieron convertirse en el empate, pero Racing no tuvo precisión ni suerte en la puntada final.

Independiente dispone de buenos jugadores, sobre todo en el mediocampo (Busse, Acevedo, Piatti) a partir de los cuales parece edificar una campaña interesante, con posibilidades de pelear arriba hasta el final del campeonato. Si el equipo consigue mayor consistencia en su juego y mayor precisión en el área rival (sobre todo de Silvera) tendrá serias posibilidades de éxito. Si se parece más al del partido con Vélez o al del segundo tiempo de ayer, será más difícil verlo festejando. Racing la tiene más complicada. Su déficit principal es aquello de lo dispone Independiente: su mediocampo. La Academia no cuenta con volantes de buen pie, capaces de llegar al área rival y de abastecer a los buenos delanteros que tiene. Castroman no parece tener hoy el nivel suficiente para esa función. Así, el equipo sigue en zona de Promoción. Mientras tanto, Busse festejó al final con la careta del diablo y la alegría es toda roja.

Miele Absuelto

La duda no fue un problema sino una solución para Fernando Miele. El ex presidente de San Lorenzo fue absuelto este martes por ese beneficio en el juicio que se le seguía por defraudación por administración fraudulenta como presidente del club y no irá a la cárcel. Pese a que los abogados querellantes confiaban en una condena, los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 25, compuesto por Carlos Binda, Rodolfo Bustos Lambert y Rodolfo Goemer, concluyeron que no había pruebas suficientes y decidieron la absolución. En la lectura del fallo, el Tribunal citó el artículo 3º del Código Procesal Penal, “el in dubio pro reo”, esto es que, en caso de duda, se beneficiará al imputado. Tanto la querella, que había pedido cuatro años de prisión para Miele, como la fiscalía, que había solicitado tres, podrán apelar la medida. "Me quisieron borrar de la historia de San Lorenzo y no pudieron" dijo el ex presidente a la salida del juicio.

La denuncia había sido presentada hace 8 años por la gestión de Alberto Guil, sucesor de Miele en la presidencia. Además, la Asamblea de Representantes de San Lorenzo había decidido su expulsión como socio del club en 2003 con 42 votos sobre 60. La denuncia penal se realizó por 15 hechos fraudulentos, de los cueles en el juicio, comenzado en diciembre pasado, finalmente quedaron firmes 8. Entre las acusaciones a Miele, se destacaban la desaparición de las recaudaciones del tramo final de la Copa Mercosur en 2001, el depósito en una cuenta de su empresa de los cheques por el préstamo del arquero Gustavo Campagnuolo a Racing, los porcentajes cedidos de palabra o por manuscritos a favor de intermediarios en la venta de Sebastián Abreu a España, el cambio de documentos a intereses usurarios en cuevas financieras e irregularidades en la operación del español Artero López. En este caso, se habría dispuesto cederlo al Dundee de Escocia a préstamo sin cargo, pero luego en un documento la transferencia aparecía hecha de forma definitiva. Más allá de lo que dictaminó la justicia, es necesario recordar algunas cuestiones que involucraron al personaje.

En la década del ´80, tras una próspera carrera como despachante de aduana, el empresario Fernando Miele era dueño de Preveza, una importante empresa de fletes marítimos. Por su trabajo, pasaba gran parte del tiempo en Nueva York, desde donde muchos fines de semana viajaba especialmente para ver a San Lorenzo, el club de sus amores. Comenzó a involucrarse en la vida política del club de la mano de su amigo Héctor Veira, quien en ese entonces era el técnico del equipo de primera. El Bambino necesitaba un delantero para reforzar el ataque y fue Miele quien en 1984 puso el dinero necesario para comprarle a Racing de Córdoba el pase de Luis Antonio Amuchástegui, más conocido como “La Araña”. En 1986, Miele decidió presentarse como candidato a presidente y ganó las elecciones por 250 votos. El estado del club era más que preocupante, sin cancha propia y acosado por las deudas.

La construcción de un nuevo estadio en los predios que San Lorenzo tenía en el Bajo Flores fue el caballito de batalla de Miele. En diciembre de 1993, cumplió su palabra al inaugurar el Nuevo Gasómetro, la nueva casa del Ciclón, a un costo de 20 millones de dólares. En 1995, San Lorenzo, dirigido por Veira, conseguiría un nuevo campeonato después de 21 años. Con cancha nueva y un título bajo el brazo, Miele gozaba de una alta popularidad por parte de los hinchas cuervos.

Pero nada es eterno y su reputación comenzó a declinar. Siempre ligado al presidente Carlos Menem (al que nombró socio honorario del club y le permitió jugar un partido en el Nuevo Gasómetro con la camiseta de San Lorenzo), Miele abrazó el discurso neoliberal y comenzó a insistir en la llegada de capitales privados como la salvación para los clubes de fútbol. En 1996, firmó un contrato con la empresa San Lorenzo 2000, subsidiaria de Nuevos Clubes Argentinos (NCA), quien se hizo cargo del manejo de la Ciudad Deportiva del club y del Polideportivo de Avenida La Plata. La quiebra del Banco Patricios en 1999 fue una sentencia de muerte para NCA ya que era su sostén económico, por lo que la gerenciadora se declaró en convocatoria de acreedores. Pero Miele insistió en su receta al firmar un nuevo convenio con la empresa Administración Deportiva (ADSA) para el gerenciamiento de algunas actividades del club.

Sin embargo, el presidente estaba decidido a profundizar sus ideas privatistas. En 2000, intentó avanzar en un acuerdo con la empresa suiza ISL Worldwide para la explotación por 10 años de diferentes derechos comerciales que el club. Tras varias manifestaciones de repudio de los socios y simpatizantes, el 1º de diciembre de 2000 la Asamblea de Representantes se disponía a aprobar el convenio. Afuera, un grupo importante de hinchas intentó ingresar al club pero fue reprimido con balas de goma por la policía. Con un final escandaloso, el contrato con ISL fue aprobado, pero nunca entraría en vigencia. Poco tiempo después, la firma suiza, que también tenía un convenio similar con la FIFA, quebraría, provocando un sismo en la casa madre del fútbol mundial. Al año siguiente, Miele perdería las elecciones y se alejaría para siempre de San Lorenzo. Abandonó su cargo dejando una deuda de al menos 43 millones de pesos.

Además de Miele, dirigentes de Racing, River, Nueva Chicago, Newell´s, Rosario Central y hasta el propio Julio Grondona fueron, o son, investigados por la justicia administración fraudulenta. Sin embargo, hasta ahora ningún dirigente del fútbol argentino recibió una condena de la justicia bajo esa figura legal, y eso que varios han hecho méritos para merecerla. Resulta curioso para un fútbol con directivos estrechamente vinculados con las barras bravas y que manejan clubes que sólo en Primera División tienen deudas por cerca de 250 millones de dólares. Como tantas veces en la Argentina, en el caso de Fernando Miele la justicia no encontró culpables. Pero el ex presidente de San Lorenzo quedará en la historia como el primer ex dirigentes de un club de fútbol que se sentó ante un tribunal de justicia para ser juzgado por su gestión. Fue la primera vez que una administración de un club del fútbol argentino accionó contra su antecesora. Esta vez no fue el caso, pero alguna vez habrá justicia.

La lluvia y el estadio

El viernes pasado Buenos Aires padeció un nuevo aguacero que dejó gran parte de la ciudad bajo el agua. Los casi 70 milímetros caídos en dos horas dejaron calles inundadas, casas y autos con varios centímetros de agua adentro, cortes de luz de varios de días y la decepción de ver una gigante creación humana que sucumbe ante la furia de la naturaleza. En un ambiente caótico de quejas y desesperación, en Buenos Aires se jugaron dos partidos de fútbol. Pasado lo peor de la tormenta, Colón derrotó a Chacarita y Vélez goleó a Independiente. La televisión mostraba el fútbol en directo y las calles anegadas. ELa pelota corrió como si nada hubiera pasado.

Eduardo Galeano escribió: “No hay nada menos vacío que un estadio vacío, no hay nada menos mudo que las gradas sin nadie”. A las 18 horas del viernes, la cancha de Argentinos Juniors donde iba a jugar de local Chacarita presentaba grandes charcos que hacían imposible jugar algo así como un partido. La programación televisiva permitía esperar un poco a que bajara el agua de la cancha y de las adyacencias, para que la pelota pudiera correr en el campo de juego. Una hora más tarde salieron los protagonistas y Colón se llevó una victoria por 2 a 1 sobre el final que lo dejó en la punta del torneo junto con Vélez. Las tribunas estaban despobladas. A continuación debían jugar Vélez e Independiente en Liniers. Calles inundadas, dificultades para llegar al estadio e incluso algunas luces de las torres de iluminación que no encendían fueron el marco del encuentro. Finalmente, los no habituales titulares de Vélez dieron una muestra de fútbol y carácter para ganar el partido por 3 a 0. Con la marea un poco más baja, las tribunas populares presentaron un marco interesante de público, aunque en un día menos tormentoso la cantidad de hinchas hubiera sido mucho mayor. Poca gente vio en vivo el espectáculo y mucha lo miró por TV. La ciudad colapsada y el show futbolístico intacto.

Ezequiel Martínez Estrada escribió que las paredes de los estadios de fútbol se levantaban por encima de toda perspectiva y así parecen no existir la ciudad ni el mundo cuando se juega el partido. Esa es una buena descripción de lo que es un estadio colmado con un público fervoroso. “El círculo de espectadores se encierra como en una isla apartada de la vida, de la historia, del destino, una población que ha roto todo vínculo con la familia y el deber” dijo Martínez Estrada. Pero el espectáculo futbolístico tiene lugar en un espacio social del que no puede volverse ajeno. El estadio en condiciones y el campo de juego óptimo no alcanzan para que se juegue un partido en medio de una ciudad colapsada. Los clubes son sus colores, sus jugadores, sus estadios y sus hinchas, muchos de los cuales el viernes sufrieron el agua en sus propias casas o no pudieron llegar al lugar donde jugaba el equipo de sus amores. Pero las paredes del estadio seguían allí, evitando ver lo que sucedía afuera.

El sociólogo y urbanista norteamericano Lewis Mumford consideraba a los grandes estadios como un ejemplo del desarrollo equivocado de las grandes ciudades pobladas, deshumanizadas. Los estadios que albergaban multitudes, como los altos edificios, se constituían como tumbas de cemento que sepultaban el equilibrio y la armonía de la ciudad. Como la mole de cemento que se impone a la ciudad humana, el estadio de fútbol es la industria que se impune sobre el juego, es el deporte bajo la lógica del espectáculo, lejos de su costado lúdico. El viernes pasado, en La Paternal y en Liniers, las tribunas vacías dejaron al descubierto el cemento, pero el espectáculo estuvo garantizado.

Vancouver 2010

Los Juego Olímpicos de Invierno fueron noticia en estos días más por la muerte del georgiano Nodar Kumaritashvili que por la participación de los casi 2700 atletas, en 15 disciplinas diferentes, y sus resultados. Ese es el modo que tienen los medios masivos no dedicados específicamente al deporte de conectarse con un acontecimiento que en muchos países no resulta especialmente convocante. Kumaritashvili salió disparado de su trineo mientras practicaba luge a 145 km/h y falleció en el acto tras estrellarse contra un pilar de cemento. La imagen televisiva de la tragedia ocupó muchos más minutos televisivos que las competencias propiamente dichas. Una columna del periodista Ezequiel Fernandez Moores en canchallena.com esta semana abordó algunos aspectos tangenciales de los Juegos que se desarrollan en Vancouver y recibió muchos comentarios a favor y en contra a partir de muchos de los datos allí aportados, en especial sobre ciertas persecuciones contra algunos periodistas, personalidades y organizaciones críticas hacia la fiesta deportiva. Además, se cuestionaba el trato que las autoridades le dispensaban a muchos de las personas que noche a noche duermen en las calles de la ciudad de Vancouver, como si quisieran correrlos de los ojos del gran público mientras dura la competencia.

Indefectiblemente, un acontecimiento deportivo de la envergadura de los Juegos Olímpicos, aunque sean de invierno, se convierten en un hecho social que puede ser abordado bajo múltiples miradas. Es correcto que así sea, ya que el espacio deportivo indefectiblemente está relacionado con el espacio social en que se expresa. Poner en primer plano las competencias deportivas, mirar el medallero, es una mirada posible. Allí, Estados Unidos ocupa el primer puesto por encima de Alemania y Noruega. Tomar en cuenta el impacto que tendrá el acontecimiento en el país que lo alberga es otro modo de acercamiento al fenómeno, y eso no es menor. Se calcula que Canadá recibirá 250 mil visitantes durante los Juegos y que unos 3000 millones de personas los verán por televisión. Otra posibilidad es intentar determinar cómo semejante gesta deportiva afecta a los habitantes de la ciudad que recibe los Juegos, lo cual también puede resultar interesante.

Este último punto tampoco es menor en el caso canadiense, que tiene como antecedente la organización de los Juegos Olímpicos de Montreal en 1976. Cuando comenzó aquella competencia, el Estadio Olímpico y dos hoteles destinados a los deportistas no estaban terminados. Una vez finalizados los Juegos, el gobierno creó una lotería e impuso impuestos adicionales sobre el tabaco y las bebidas alcohólicas con el objetivo de enfrentar la deuda que había adquirido la ciudad para recibir a la fiesta deportiva. Los ciudadanos de Montreal terminaron de pagar en 2006 los más de 1000 millones de dólares que costaron aquellos Juegos, que dejaron un déficit de más de 600 millones de dólares. El entonces Ministro de Economía de la Provincia de Québec, Claude Charron, dijo: “Es una herencia monstruosa, nacida de unos gastos desaforados, que no tienen justificaciones sociales ni realidades económicas”.

Pasaron tres décadas ya de aquellos Juegos que consagraron a la gimnasta rumana Nadia Comaneci, quien con tan sólo 14 años consiguió cuatro medallas de oro. Sin embargo, las cuestiones económicas siguen siendo un tema de debate en Vancouver. Desde hace tiempo surgieron voces críticas al presupuesto millonario destinado para organizar los Juegos Olímpicos de 2010, como la Red de Resistencia Olímpica. El costo de la organización fue subiendo paulatinamente y ya hace un año el diario The Vancouver Sun publicó que los gastos finales alcanzarían los 6000 millones de dólares, lo que implicaría un déficit importante que deberían pagar los contribuyentes del estado de British Columbia. Encuestas previas realizadas entre los ciudadanos de Vancouver concluyeron que el 69 % de los habitantes no estaban a favor de semejantes inversiones para la competencia deportiva. El apoyo a la realización de los Juegos fue decayendo hasta alcanzar el 50 % de la población. Llamativamente, mientras se acercaba la ceremonia de apertura, el apoyo de la población decrecía. Una manifestación con cerca de 1000 personas se acercó a las puertas del estadio BC Palace durante la inauguración de los Juegos.

No son llamativos los datos si tiene en cuenta que el gobierno cerró algunas escuelas durante la competencia y despidió a centenares de profesores y funcionarios de la administración pública con el objetivo de achicar gastos. Los Juegos terminarán costando casi 10 veces lo presupuestado inicialmente. En un principio, los beneficios alcanzarían los 10 mil millones pero, crisis económica mediante, se redujeron a 1000 millones de dólares. Algunos gastos millonarios en organización y obras de infraestructura abonan las teorías críticas contra el comité organizador. En la villa olímpica destinada a albergar a los atletas se invirtieron 100 millones más de lo pautado. El presupuesto de seguridad se había establecido en 175 millones de dólares y finalmente se le destinará 900 millones. El resultado de semejante inversión se ve en los miles de policías dispersados por Vancouver y en los helicópteros que la sobrevuelan.

Como un caso de psicoanálisis, la historia de Montreal 1976 (que terminó con las cuentas en cero en 2006) podría repetirse en Vancouver 2010. Otra ciudad, otras disciplinas, otros organizadores, pero igual desequilibrio de cuentas y gastos exorbitantes. En el medio se ubican los deportistas, que como cada cuatro años exponen sus sueños y sacrificios en pos de la gloria hecha medalla. Rodeados de tantos millones invertidos en la fiesta, muchos de ellos ni cuenten con todo el apoyo suficiente para prepararse en buenas condiciones para la competencia. Pero los Juegos Olímpicos no son sólo un acontecimiento deportivo y probablemente en eso radique gran parte de su riqueza y encanto. En la alegría, la tristeza, las ilusiones, las gotas de sudor, la muerte, los presupuestos, los gastos, los críticos, la política y la economía entre otras cosas se esconde la magia de Vancouver 2010.

El fútbol inabarcable

Los 5 días que transcurrieron entre el pasado lunes 8 de febrero y el viernes 12 de febrero fueron intensos futbolísticamente hablando en la Argentina. La televisión abierta y de cable fue un continuo desfile de partidos de fútbol de equipos locales, multiplicando la ya de por sí abundante oferta televisiva del deporte más convocante. El lunes se disputaron dos encuentros de primera que cerraron la tercera fecha del torneo local; el martes, Colón perdió con Universidad Católica y se quedó afuera de la Copa Libertadores; el miércoles, el torneo continental mostró las victorias de Banfield y Vélez, más la derrota de Newell´s, que también lo dejó afuera, a lo que habría que sumarle la victoria de la Selección Argentina ante Jamaica en un amistoso; el jueves, el campeón Estudiantes debutó en la Libertadores con un triunfo por 5 a 1 y el viernes se disputaron otros dos partidos por la cuarta fecha del torneo doméstico. Si ya agota leerlo, peor hubiera sido ver todos los partidos completos. Similar había sido la semana previa, con una fecha del Torneo Clausura disputada entre martes y jueves. Lejos quedaron los tiempos donde le fútbol era una cuestión de sábado y domingo.

La oferta futbolística de TV abierta y cable en la Argentina parece reafirmar la conocida frase de Norbert Elías, quien decía: “El fútbol constituye un hecho social total porque atañe a todos los elementos de la sociedad, pero también porque se deja enfocar desde diferentes puntos de vista. En sí mismo es doble: práctica y espectáculo”. La televisión, desde hace años ya, organiza el esquema futbolístico según la lógica espectacular, de modo que el televidente tenga al alcance de la mano un menú casi infinito de partidos, por momentos inabarcable. Probablemente sea cierto, como sostiene Jorge Valdano, que el negocio, que incluye a la televisión entre otras cosas, no bastardee al deporte, sino que lo haga posible. Pero no está de más reflexionar sobre este esquema de exhibición permanente, en horarios y días extraños, con equipos a veces desconocidos y jugadores ignotos.

Es cierto suponer que las imágenes vía satélite fueron el gran motor que convirtió al fútbol en un deporte universal y a la FIFA en una multinacional, monopólica y centralizada, de primer orden. Las frases del ex presidente de la casa madre del balón, Joao Havelange, lo dejaron en claro: “El fútbol es un producto comercial, que debe venderse lo más sabiamente posible”. Vaya si lo logró. El brasileño, que dirigió los destinos de la FIFA entre 1974 y 1998, puso la facturación de su organismo por encima de colosos como la General Motors, a la vez que la audiencia de las Copas del Mundo fueron creciendo si parar. Desde los 13 mil millones de televidentes del Mundial ´86 hasta los 37 mil de Francia ´98. La relación del fútbol con la macroeconomía y el marketing es un rasgo insoslayable de su gestión, en donde el fútbol ya no volvería a ser el mismo.

El torneo argentino durará poco más de tres meses, donde deberán disputarse 19 fechas. La urgencia del Mundial, que se jugará en junio y julio en Sudáfrica, hace que todo se vuelva vertiginoso. Para principios de mayo, todos los torneos locales deberán estar resueltos. No lo estará la Copa Libertadores, que dejará sus instancias finales para después de la Copa. La urgencia probablemente le venga bien a los gerentes televisivos, que podrán contar con partidos más apretados, en horarios centrales, no sólo ya los fines de semana. Los televidentes podremos elegir cómo darnos nuestra panzada de fútbol, si es que la deseamos. Más allá de seguir al club favorito, habrá que ser selectivo en la programación y tener en cuenta que, como dijo Valdano, el fútbol es la cosa más importante dentro de las menos importantes.

Sobre la salida Vivas

Cuatro partidos del Torneo Clasura aguantó Claudio Vivas en el banco de Racing. La derrota ante Gimnasia (LP) del sábado pasado, la tercera consecutiva, sellaron su suerte y el DT debió dejar el cargo por pedido de los dirigentes. Los cuatro refuerzos importantes que habían llegado (Bieler, Hauche, Ayala y Licht) invitaban a soñar con un equipo que peleara los primeros puestos del campeonato. Pero, tras la victoria de la primera fecha ante Rosario Central, Racing encadenó tres derrotas en fila y el panorama cambió por completo. Hoy, el equipo está en zona de promoción, a dos puntos del descenso directo.

“Un partido de fútbol es más angustioso y dramático que otro juego cualquiera porque, en él, el tiempo corre paralelo al tiempo real de la existencia humana. La pasión que genera el fútbol hunde sus raíces en la oculta presencia de la muerte, que está presidiendo todos los actos humanos, cada vez que estos actos se miden con el paso del tiempo” escribió el filósofo venezolano Juan Nuño. Los hinchas podrán dar rienda suelta a su pasión como una forma de olvidar la muerte, pero los entrenadores argentinos parecen vivir de un tiempo a esta parte en ese marco dramático y angustioso, que los hace poner en juego su trabajo ante dos derrotas consecutivas. El fútbol argentino, tan rico en su historia, es hoy un eterno presente, donde sólo sirve ganar y donde no cuenta lo que se hizo hace un mes, ni siquiera en la semana. Es un examen constante, donde todo queda subsumido al resultado del partido y donde no importa cómo se trabaja a diario o qué nivel de juego mostró el equipo. Si todo se resume en la estadística, si es necesario no perder para tener trabajo y el prestigio debe reactualizarse en cada partido, es lógico que se vean planteos conservadores, volantes de marca y pocos jugadores de buen pie.

Con sus virtudes y sus defectos, Claudio Vivas intentó romper ese esquema tan perverso. Racing pensó siempre en el arco de enfrente, defendió con pocos jugadores y atacó con tres delanteros. Pero la estadística lo condenó: tres derrotas en fila y un total de siete caídas si se cuentan los partidos del torneo anterior. Sin empates en su haber, el ex ayudante de Bielsa se va de Racing con una efectividad el 36,4 %. Similar había sido su primera experiencia como entrenador en Argentinos Juniors, donde ganó dos partidos sobre 15. Es el tercer entrenador que se va de Racing en apenas un año, tras las salidas de Llop y Caruso Lombardi, a lo que podría agregarse la fallida llegada del alemán Lothar Matthäus.

En este marco de urgencias, no resulta extraño la salida de un técnico en la cuarta fecha de un torneo, aunque debería. A fin del año pasado, Pablo Fernández fue echado de Gimnasia (LP) tras nueve días de trabajo, Enzo Trossero fue despedido del banco de Godoy Cruz tras seis partidos y Alfio Basile renunció a la dirección técnica de Boca después de perder un amistoso ante River en la pretemporada. Los resultados inmediatos los condenaron, más allá de su trabajo y sus antecedentes.

Siempre resulta interesante escuchar las entrevistas a Claudio Vivas. Porque habla del juego, de los juveniles, de los proyectos, de sus ideas futbolísticas y cuestiona algunos de los valores imperantes en la sociedad, esos mismos valores de que lo eyectaron de su cargo.
"Esto sirve para entender lo que es el fútbol argentino. Demasiado elitista por momentos, demasiado exorcista en las fases finales” dijo a su salida el ya ex técnico de Racing. Con Vivas se va una persona inteligente, capaz de explicar, enseñar y discutir sobre fútbol. Lamentablemente, no pudo plasmar sus ideas en la cancha. Ahora vendrá otro técnico, pero los valores imperantes no cambiarán y en breve anunciaremos otro DT que se queda sin trabajo. Mientras tanto, sería bueno reflexionar sobre los valores que priman en el fútbol argentino de esta época para que no siga todo igual.

Kirchner, Abbondanzieri, Ibarra y el banco de suplentes

"Kirchner no se fue de la cancha, está en el banco de suplentes" dijo en uno de sus discursos de esta semana la Presidente Argentina Cristina Fernández. Operado por un problema en la carótida derecha, el ex presidente y esposo de la actual titular del Poder Ejecutivo permaneció internado en el sanatorio Los Arcos de Buenos Aires por cuarto días. El miércoles fue dado de alta y retomó su actividad política. Encerrado en un cuarto de un sanatorio, Kirchner apenas si dio algunas instrucciones a sus asesores, pero no pudo continuar su trabajo diario en la arena política. La figura del banco de suplentes hecha por su mujer representa esa imposibilidad de participar, de influir, la sensación de estar quieto por obligación viendo pasar los sucesos.

“En Liverpool hay dos grandes equipos: el Liverpool y los suplentes del Liverpool” dijo alguna vez Bill Shankly, ex técnico de los Reds. Probablemente, Shankly intentaba motivar a sus dirigidos para que todos estén en su mejor nivel. Pero el banco de suplentes de un equipo representa más un castigo que un premio al trabajo. Eso deben sentir por estos días Roberto Abbondanzieri y Hugo Ibarra, históricos del Boca súper campeón entre 1998 y 2008, que este domingo no estarán en el equipo titular ante Atlético Tucumán. Ya pasados largamente los 30 años, emblemas de su equipo, con 29 títulos acumulados entre ambos, su salida es el punto de partida para la retirada del club de algunos jugadores que desde hace varios años vienen formando parte del primer equipo.

En la salida de Abbondanzieri e Ibarra se combinan aspectos futbolísticos e institucionales. El Pato regresó a Boca en 2009 tras su paso por el Getafe español y desde el inicio le costó transmitir la seguridad que daba en su paso anterior por el club. Poco ayudado por su defensa, no cometió gruesos errores, pero si vio entrar en su arco muchas pelotas sobre las que podría haber hecho algún esfuerzo superior, como el gol de Bernardi, de Newell´s, en la última fecha. Similar es el caso de Ibarra, que estuvo a punto de irse en julio pasado y finalmente se quedó por expreso pedido del entonces técnico Alfio Basile. Desde el torneo anterior, su nivel fue en general bajo, dando ventajas por su sector, lo que quedó claro por ejemplo en el gol de Castillejos, de Lanús, en la segunda fecha. El técnico Alves intenta legitimar su poder ante los jugadores con la salida de los históricos y parece estar en sintonía con los planes dirigenciales, que apuntan a un recambio en el plantel para dar mayor lugar a los jóvenes.

Los reemplazantes serán Javier García, en el caos del arquero, y Santiago Villafañe, en el lugar del lateral. Su escaso recorrido en primera revela que Abbondanzieri e Ibarra salieron más por sus propias deficiencias en el campo que por el buen nivel de sus reemplazantes. Esto se potencia aún en el caso del arquero, que cuando tuvo que actuar en la primera, en el tramo final del Apertura 2008, tuvo algunos errores importantes (recordar los partidos del triangular final ante San Lorenzo y Tigre) que a Boca casi le cuestan el título. Desde aquel fin de 2008 nunca más volvió jugar oficialmente. Su actuación de mañana estará especialmente bajo la lupa.

“En algún momento va a haber una reestructuración con respecto a los históricos, pero hay que ver en qué tiempo y cómo” dijo ayer Abbondanzieri por radio tras conocer que estará en el banco de suplentes. El paso del tiempo y el bajo nivel de los más grandes dan lugar a los cambios que se dieron y que vendrán. En Boca, parece ser el tiempo donde los jóvenes (Viatri, Mouche, Erbes, Muñoz, Gaitán, Chávez, Villafañe y García, entre otros) sean mayoría y los que estén adelante en la conformación del equipo. El técnico Alves, ídolo del club y proveniente de la divisiones inferiores, potencia el proceso ya que parece lógico que se recueste sobre aquellos futbolistas que formó tiempo atrás.

“Hay muchos problemas más graves, salen dos jugadores de fútbol, no dos militares que mataron gente” finalizó Abbondanzieri, en sabias palabras para desdramatizar la situación. En la cancha se verá si la decisión de Alves fue la correcta, si los que entraron muestran un mejor nivel que los salieron. Mientras tanto, será necesario comprender que los procesos tienen su tiempo y que los juveniles, y el equipo en general, necesitan el suyo para alcanzar su nivel. Porque probablemente los problemas de Boca, los deportivos y los dirigenciales, excedan largamente a Abbondanzieri e Ibarra.

Seguimos ganando (amistosos)

No resulta sencillo abordar las incidencias de un partido cuando antes podría discutirse si es necesario que se dispute ese partido. Los amistosos que en los últimos tiempos viene disputando la Selección Argentina con jugadores del medio local llegan precedidos por una cantidad interminable de discursos que giran en torno a la conveniencia de esos encuentros, a la debilidad de los rivales y a los posibles jugadores que irán a la Copa del Mundo. En los días anteriores al partido de ayer con Jamaica, al gran debate mediático se le agregaron algunas desprolijidades en la convocatoria de los jugadores. Finalmente, el equipo de Maradona enfrentó ayer a los jamaiquinos en Mar del Plata y se llevó una victoria agónica por 2 a 1. Sin embargo, el pobre nivel de juego argentino, y del partido en general, no lograron tapar las polémicas precedentes.

Los debates comenzaron el pasado 3 de febrero, cuando dentro de la nomina de futbolistas designados para el partido ante Jamaica aparecieron cuatro jugadores de Estudiantes que no podrían formar parte del encuentro, porque su equipo esta semana iniciaba su participación en la Copa Libertadores de América ante Juan Aurich, de Perú. Además, estaba en la lista Juan Pablo Pereyra, futbolista de Atlético Tucumán, que había sido operado 48 horas antes por un golpe en la nariz. Más allá del error, difícil de explicar a este nivel, la situación dejaba al descubierto la dificultad del DT para armar el plantel que afrontaría el encuentro, ya que 6 equipos argentinos debían disputar estos días partidos internacionales. La selección local, ya un equipo de segundo orden por no contar con aquellos que juegan en Europa, se convirtió en uno de tercer orden, porque varios de los futbolistas de los mejores equipos no podrían estar en el partido ante Jamaica.

Justo es decirlo, el público marplatense recibió en masa a la Selección Argentina en su arribo a la ciudad y luego pobló el Estadio José María Minella. El equipo no ofreció un rendimiento acorde. Porque un conjunto argentino que llega a estos partidos con jugadores que apenas se conocen, que practicaron juntos una vez, es difícil que pueda mostrar un rendimiento de alto vuelo, más allá de las debilidades del ocasional contrincante. Ante un equipo argentino sin rodaje, muchas veces los rivales le pierden el respeto y exponen sus debilidades.

Eso sucedió ayer ante Jamaica, que vino con un plantel de mayoría de jugadores de su medio local (17 de 23) y sin sus principales figuras. Pese a todo, en el primer tiempo Argentina no pudo crear situaciones claras de gol. Una corrida de Jara, algunos centros para Palermo, una entrada de Monzón y un tiro libre peligroso de Toranzo fueron las escasas jugadas de riesgo en los primeros 45 minutos. Allí, algunos silbidos despidieron a los jugadores mientras abandonaban el campo. En la segunda parte, Jamaica complicó a la defensa argentina con centros para sus altos delanteros, que dejaron al descubierto las flaquezas de la defensa local. De esta forma los visitantes se pusieron en ventaja, cuando Johnson conectó una pelota de cabeza ante la pasividad del arquero y los centrales argentinos. Con poca claridad, el equipo de Maradona se adelantó en el campo, aunque contó con los centros sobre el área rival casi como único recurso para generar peligro. Tras algunas jugadas ocasiones perdidas, fue Palermo quien marcó el empate con un débil cabezazo, que el arquero Miller no pudo contener. Ya en el descuento, Canuto anotó el segundo tanto ante otra mala respuesta de guardameta.

Fue el final para otra pobre actuación de un equipo argentino, que sigue viendo desfilar jugadores en cantidad (más de 100 en este ciclo) con pocas chances de llegar al mundial. Después del amistoso ante Panamá disputado en Santa Fe en mayo de 2009, nueve futbolistas argentinos que jugaron ese partido fueron vendidos al exterior. Sin embargo, una vez emigrados, esos jugadores tuvieron escasa participación en el equipo nacional. Probablemente, ese sea el mayor valor de estos encuentros, la exposición de los jugadores ante el gran público y un currículum que dirá que alguna vez se pusieron la camiseta nacional. Del resto, habrá poco que pase a la historia.

Racing ya está sufriendo

El gol de Franco Jara esconde varias de las metáforas recurrentes del fútbol argentino. El empate parcial de Arsenal ante Racing es la corrida del joven crack que confirma sus condiciones en un partido importante; es el desaire del jugador consagrado que debuta, y padece, en el fútbol argentino (Ayala); es parte de una película donde el humilde (Arsenal) amarga la fiesta del ahora poderoso (Racing) y al fin al cabo es la muestra del paso del tiempo. En otra época, un central veloz y preciso como el Ratón hubiera podido controlar a un jugador como Jara. En otro tiempo, Ayala habría compartido la zaga con jugadores de mayor nivel, que no lo dejaran tan expuesto en el mano a mano. Porque convengamos que no es lo mismo formar parte de una línea de tres defensores con Samuel y Pochettino que tener que cubrir las espaldas de Matías Martínez y Cahais. Pero el recién llegado Ayala, y todo Racing, sufrieron el buen planteo de Arsenal, que se llevó la victoria de Avellaneda.

Claudio Vivas, el técnico de Racing, es un de los pocos entrenadores argentinos que siempre prioriza el arco de enfrente a la hora de encarar un partido, cualquiera sea el equipo que dirija. Sin embargo, un esquema táctico con tres delanteros y tres defensores puede resultar mejor en una selección, donde se pueden elegir a los jugadores que mejor se adapten al sistema. En un club, donde muchas veces hay que administrar escasos recursos, la situación a veces se vuelve más complicada. Aún así, algo que podría ser común en el fútbol (atacar), no lo es tanto en la Argentina de hoy, donde sobresalen las defensas compactas, los dobles cincos, las pelotas paradas y los delanteros veloces.

Este Racing se reforzó con buenos jugadores (en especial Bieler y Hauche) para potenciar esa idea ofensiva inicial de su DT, aunque en la mitad del campo el equipo no cuente con tantos jugadores de buen pie para acompañar a los de arriba. Arsenal, con la defensa bien armada y los delanteros veloces, expuso las debilidades del planteo de Vivas (calcado al de su maestro Marcelo Bielsa). Además de una aguerrida línea de fondo, Arsenal cuenta con volantes capaces de llegar al área rival (como Galván, autor del segundo gol) y con un proyecto de crack como Jara, que pronto se irá a jugar a Europa. Racing fue un equipo largo en la segunda parte, donde abundaron los espacios para los jugadores rivales, y en ese contexto una defensa de tres centrales resulta insuficiente. Lo aprovechó bien Arsenal, que generó situaciones de peligro al por mayor y ganó el partido por 4 a 2.

Racing expresa bien esa volatilidad cruel de este torneo argentino. En una semana pasó de pensar en el campeonato, tras la victoria ante Rosario Central, a entreverarse nuevamente en la lucha por la promoción, después de las derrotas ante Colón y Arsenal. Porque este torneo veloz, que dura menos de 4 meses, implica jugar más seguido y exponerse continuamente a la victoria o a la derrota. En una semana se han jugado tres fechas y nadie consiguió tres victorias. Lo que es peor aún, sólo cuatro equipos ganaron dos encuentros. Aunque probablemente sea más preocupante que 15 equipos ya hayan perdido al menos un partido. Tanto fútbol tan seguido evidentemente muestra lo parejo que está todo. O el pobre nivel de juego.

Compacto de Racing - Arsenal:

El Super Bowl y la censura

Según las estadísticas, un adulto norteamericano pasa 99 horas al año leyendo libros y 1.460 mirando televisión. Probablemente, ésa sea una de las razones que expliquen los más de 100 millones de televidentes que tendrá hoy la final del fútbol americano, conocida como Super Bowl, entre Indianápolis Colts y New Orleans Saints. El evento deportivo anual más importante de los Estados Unidos, que tendrá lugar en Miami, cuenta en las páginas de Internet con entradas a precios que alcanzan los 1.400 dólares y más aún. La estrella de cine porno Katie Michales ofreció acompañamiento al partido, ubicación privilegiada y entrada para la fiesta previa, a cambio de 10 mil dólares. Por sólo 30 segundos de pantalla, los anunciantes pagarán a la cadena CBS más de 2,5 millones. En la página Sportbowl.com ya se cruzan las apuestas sobre cuál será el mejor spot.

Al ser el acontecimiento de mayor audiencia de los Estados Unidos, las principales marcas aprovechan el alto rating para pautar y, en muchos casos, estrenar nuevos anuncios. Esto sucede principalmente en el entretiempo del partido, donde tiene lugar un show musical en el estadio (esta vez se presentará The Who) y donde la audiencia alcanza su punto más alto, por lo que además sube el valor del segundo televisivo. En 2009, la cadena NBC facturó 261 millones de dólares gracias a los más de 30 anunciantes que pusieron dinero para exhibir sus productos. Aunque siempre es necesario pasar un filtro para alcanzar el aire. Este año, CBS decidió no emitir dos anuncios por su contenido homosexual. En uno de ellos, de la agencia de citas mancrunch.com, aparecen dos amigos que se abrazan y se besan mientras miran un partido y comen papas fritas. En el otro, de la agencia de dominios de Internet GoDaddy.com, se muestra a un jugador profesional que tiene una doble vida, ya que además de jugar al fútbol se dedica a diseñar ropa interior femenina. CBS consideró que los spots tratan temas "delicados" y ha impedido su emisión. Los que tuvieron mejor suerte fueron los cristianos conservadores a cargo de focusonthefamily.com, ya que CBS accedió a emitir su anuncio antiabortista pese a las críticas de algunas asociaciones en defensa de la mujer.

En 2004, Moveon.org, una organización cibernética que estaba en contra de las guerras llevadas a cabo por Estados Unidos, intentó comprar un espacio en la transmisión del Super Bowl. El anuncio criticaba las políticas económicas del entonces presidente George W. Bush, en especial el déficit fiscal, que ese año alcanzó los 500 mil millones de dólares. A CBS la propaganda no le pareció pertinente. Ese mismo año fue muy importante respecto a la censura. Allí, la cantante Janet Jackson dejó un pecho al descubierto al final de la canción que interpretaba junto a Justin Timberlake en el entretiempo del partido. Por el hecho, la Comisión Federal de Comunicación recibió 540.000 cartas de protesta, muchas de ellas de grupos conservadores, e impuso a la CBS, que transmitía el evento, una multa de más de 500 mil dólares por violar las leyes de decencia durante un espectáculo público. Desde entonces, las cadenas norteamericanas decidieron que muchos de los eventos transmitidos en directo sufrirían un retraso de algunos minutos para chequear que todo lo sucedido en el lugar pudiera ser emitido bajo las leyes de la moral y del buen gusto. Lo que no fuera conveniente, sería censurado.

Esto lo sufrieron los Rolling Stones en 2006, cuando acordaron silenciar algunas palabras de sus canciones por sus metáforas sexuales. En “Start me up”, el micrófono se apagó cuando Jagger cantó la palabra "cocks" (que aunque significa pollos también se utiliza para designar el órgano sexual masculino). En “Rough justice” le tocó el silencio al verbo "come", utilizado en una frase en la que el cantante se dirige a una mujer que podría hacer llegar al éxtasis hasta a un muerto. En 1977, los Stones habían aceptado cambiar la letra de una de sus canciones a cambio de aparecer en el programa de Ed Sullivan, de la televisión norteamericana. Casi 20 años después, pocas cosas habían cambiado.

Con millones de televidentes, con cientos de millones en publicidad, el evento deportivo de mayor audiencia del mundo tendrá mañana su 44° edición. Al estilo norteamericano, el deporte se convierte al registro del espectáculo para hacerse más atractivo. Noam Chomsky, lingüista y politólogo norteamericano, señaló alguna vez que para comprobar que el ciudadano estadounidense no era un idiota bastaba con sintonizar algún programa de deportes de radio y escuchar la increíble cantidad de hechos que sus participantes podían recordar. El problema sería que muchas veces la mente no recibiría estímulos suficientemente interesantes. “Nuestro reto es encontrar la manera de convertir a la política en algo tan apasionante y atractivo como los deportes” agregó Chomsky. Mientras la censura siga imponiéndose en las transmisiones televisivas, como una forma de preservar el mundo de sus “impurezas”, el deporte televisado será cada vez más distinto al mundo real. Y quizás por eso tenga tanta audiencia.

Aquí la publicdad de mancrunch.com que fue censurada:

Invictus

No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.

Fragmento del poema “Invictus”, de William Ernest Henley

Probablemente Morgan Freeman sea el mejor Mandela posible para una película hollywoodense, aunque seguramente Matt Damon no de el perfil de un corpulento jugador de rugby. Sin embargo, la historia que se cuenta en la película Invictus, que sucedió realmente en Sudáfrica en 1995, trasciende largamente al film dirigido por Clint Estwood que se estrenó la semana pasada en Buenos Aires. Se trata de una historia de conflictos, disputas y reconciliaciones entre negros y blancos tras décadas de enfrentamientos. Si bien el Mundial de rugby de 1995 disputado en Sudáfrica representa un pequeño mojón en la historia de aquel país, Invictus, basada en el libro “El factor humano” del periodista inglés John Carlin, demuestra como a veces el deporte puede de masas puede ser utilizado para fines nobles.

En 1995, Sudáfrica participaba y organizaba por primera vez una Copa del Mundo de rugby. Abolido en 1991 el sistema de segregación racial conocido como apartheid, el país recibía un evento en donde podrían aflorar nuevamente los conflictos socioculturales existentes. En Sudáfrica, el rugby era el deporte de jugadores y de seguidores blancos. La mayoría negra, cerca del 80 % de la población, tenía al fútbol como su primer deporte favorito y se vinculaba con el deporte de la pelota ovalada para alentar a los rivales de los Springboks, como se conoce a la selección sudafricana. Nelson Mandela, el presidente Sudafricano en aquel tiempo, decidió romper con las distinciones raciales y unificar a sus compatriotas detrás del equipo nacional.

Mandela, con sus más de 90 años, hoy ya retirado de la actividad política, es uno de los pocos hombres de la historia que ha logrado convertirse en leyenda en vida. Pertenece a un club de rebeldes que tras la Segunda Guerra Mundial entabló una lucha sin cuartel contra la desigualdad y la discriminación en distintos lugares del mundo. A diferencia de otros, Mandela creía en la lucha sin armas, en la unión más que en la venganza. Tras 27 años en prisión, fue liberado en 1990 y en 1994 alcanzó la presidencia de su país. La película lo muestra como un líder que dirige y que convence, que sabe ver más allá de las ambiciones personales y pensar lo que es mejor para todos, por encima de los intereses de las minorías. Bajo esa lógica, Mandela utilizó al Mundial de 1995 para un buen fin pese a la desconfianza de los blancos y el enojo de los negros, que no querían sumarse a un acontecimiento que veían como ajeno, dirigido a aquellos que los habían sometido durante años. Ese proceso que muestra Invictus es el mayor valor que reviste el film, más allá de los toques hollywoodenses que pueda tener y de algunas escenas de rugby que a veces resultan demasiado extensas.

Los resultados deportivos acompañaron las ideas de Mandela. Los Springboks llegaban al Mundial en un bajo nivel, pero mejoraron su rendimiento con el correr de los partidos y alcanzaron el partido decisivo. Allí, tras un empate en el tiempo regular, los sudafricanos se impusieron por 15 a 12 en el suplementario y se consagraron campeones por primera vez en la historia. Tras el final del partido, Mandela bajó al campo de juego con la remera verde de su selección y le entregó la copa al capitán François Pienard. Negros y blancos celebraron en las tribunas y en la calles el título. El Presidente había logrado su cometido: unir detrás de un equipo a un país dividido.

El etnólogo G.L. Gomime escribió sobre el origen del fútbol y del rugby: “Estos deportes modernos recogen las reliquias supervivientes de una organización y de unas condiciones de vida rural más primitivas, cuando los diferentes clases se situaban en distintos bandos, siempre evocando sus distinciones tribales...”. El control de esa violencia latente mediante reglas estrictas fue lo que posibilitó que tanto el rugby como el fútbol se convirtieran en deportes masivos alrededor del mundo. En 1995, en Sudáfrica, los Springboks expresaban las diferencias existentes al interior de su país, ya que sólo un jugador negro formaba parte del equipo. Mandela logró que esa violencia controlada que es el rugby dentro de la cancha sirva para contener a la violencia latente que existía fuera del terreno de juego. Y el deporte, tantas veces usado para objetivos siniestros (los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936 son un ejemplo de ello entre muchos otros) pudo contribuir a la pacificación de un país.

Cuando juró como presidente de su país el 10 de mayo de 1994, Mandela dijo en su discurso: "Asumimos un compromiso, de construir una sociedad en la que todos los sudafricanos, blancos y negros, sean capaces de caminar con la frente en alto sin miedo en sus corazones, con la certeza de su derecho inalienable a la dignidad humana: una nación arco iris, en paz consigo misma y con el mundo". Cuando dejó la presidencia seis años después, Mandela había conseguido su objetivo bajo la base del diálogo y la reconciliación. El deporte había formado parte del plan.


Trailer de Invictus:



Síntesis:

Título: Invictus
País: USA
Estreno en USA: 11/12/2009
Productora: Revelations Entertainment
Director: Clint Eastwood
Guión: Antohoy Peckham
Protagonistas: Morgan Freeman, Matt Damon

Togo (o el que la sufre la paga)

Muy caro le salió a Togo el abandono de la Copa de África recientemente finalizada en Angola. El pasado 30 de enero, la Confederación Africana de Fútbol (CAF) decidió suspender “por interferencias políticas” al país africano por las próximas dos ediciones de la copa continental, que se jugarán en 2012 y 2014. "Sólo hemos adoptado las medidas que vienen en el reglamento" explicó Constant Comari, miembro del comité ejecutivo de la CAF. "Togo se retiró y ésta es la sanción, sin entrar en los motivos que provocaron esta medida” agregó Comari. Además de la prohibición de competir, la federación de Togo deberá pagar una multa de 50.000 dólares. El gobierno togolés, quien había ordenado a sus jugadores retirase, respondió con un comunicado donde se indica que "es una decisión sorprendente que se puede interpretar como la expresión de desprecio total a una situación que el pueblo ha vivido como una tragedia".

El 8 de enero pasado, la delegación de Togo que viajaba en micro hacia Angola fue atacada a tiros por un grupo terrorista de la región de Cabinda, conocido como Frente para la Liberación del Enclave de Cabinda. Tres miembros del equipo murieron y otros seis resultaron heridos como resultado del atentado. Mientras los futbolistas querían disputar el torneo de todas formas, fue el gobierno del país quien ordenó a su plantel retirarse por razones de seguridad. “Nosotros sólo analizamos cuestiones deportivas y el Gobierno de Togo impidió a sus jugadores presentarse en el primer partido ante Ghana" finalizó Comari. Como se ve, la CAF sólo toma en cuenta lo que sucede dentro del campo y no se fija en cuestiones ajenas. Por el contrario, el gobierno de Togo pensó un poco más allá del balón y decidió que el show no podía seguir a cualquier precio. Al fin y al cabo, se trata sólo de un capítulo más de la disouta entre los gobiernos nacionales y las federaciones que dirigen los destinos del fútbol.

La FIFA y sus ramificaciones, como la Confederación Africana, no aceptan que los gobiernos locales se inmiscuyan en cuestiones futbolísticas. Mucho menos que pasen por encima a las federaciones respectivas. Sucedió a comienzos de 2008, en España, cuando el Gobierno Nacional quiso que todas las federaciones deportivas del país, incluida la Real Federación Española de Fútbol, inicien un proceso de renovación de autoridades. Mientras Federación se negaba, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, amenazó públicamente con impedir que equipos españoles y la selección disputaran encuentros internacionales. Casos similares habían vivido poco antes las federaciones de Portugal y Grecia, que resolvieron el problema de forma inmediata con una carta de FIFA en el caso luso y con la suspensión de la Federación Griega durante 48 horas. A fin de 2008, en Perú, se vivió una situación similar cuando el Gobierno quiso echar de su cargo a Manuel Burga, presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FDF), quien no quería adecuar el estatuto de la FDF a la Ley del Deporte vigente en el país. Además, Burga estaba inhabilitado por cinco años para ejercer su cargo por su negativa a revisar los reglamentos. La FIFA salió a respaldarlo y amenazó con desafiliar a la Federación, pese a que Burga estaba además siendo investigado por enriquecimiento ilícito y fraude. La historia se repitió en 2009, cuando la FIFA suspendió a la Federación Iraquí de Fútbol (IFA) por la injerencia política del gobierno, ya que el Comité Olímpico local había disuelto la IFA pocos días antes por irregularidades financieras y por reiteradas demoras en las elecciones internas.

La situación se vuelve más curiosa en el caso peruano, ya que la semana pasada el Poder Ejecutivo avanzó nuevamente sobre el fútbol. El Gobierno de Alan García promulgó una ley que habilita a los clubes, si lo desean, a convertirse en sociedades anónimas. Aquellos que lo hagan, además de recibir una inyección de capitales privados, podrán refinanciar sus deudas con el fisco por un plazo de 20 años. Burga, que sigue en su cargo, se manifestó a favor de la nueva norma, aunque consideró que la FPF debería ser quien controle la economía de los clubes y no el Instituto Peruano del Deporte, tal como figura en la nueva ley. La pregunta sería en ese caso quien controlaría a los dirigentes de la Federación peruana. Por ahora no será así. Pero en este caso, la FIFA no se pronunció sobre el avance del gobierno sobre el fútbol. Como tampoco lo hizo cuando la Asociación del Fútbol Argentino decidió dar por concluido el contrato con la televisión y firmar otro acuerdo con el Gobierno Nacional para la transmisión de los partidos. Probablemente, la FIFA no se preocupó en estos últimos casos de injerencia porque no alteran el desarrollo del negocio futbolístico. Y eso es lo más importante para la FIFA.

El gobierno de Togo no recibió las advertencias de Blatter antes de decidir el retiro de su equipo nacional y pagó caro tamaña interferencia en el negocio. Además del brutal ataque, quedará como una mancha histórica una Copa Africana con un equipo ausente. El capitán de la selección de Togo, Emmanuel Adebayor, calificó de "monstruosa" la decisión de la CAF. El seleccionador togolés Hubert Velud fue más allá: "Tengo curiosidad por saber si Blatter y Platini (presidente de la UEFA) apoyan esta decisión. Si lo permiten, veremos un mal funcionamiento del fútbol. Quiero hacer un llamamiento a los organismos internacionales para que reaccionen". Quizás la FIFA reconsidere la sanción contra Togo, aunque parece poco probable que vaya en sentido contrario de una federación que cuenta con 18 votos, que cambiaron de opinión a último momento y permitieron la llegada de Blatter al sillón de la FIFA en 1998. Cuestiones de política. O de negocios.

Se fue la primera

Una rápida vista a la tabla de posiciones tras la primera fecha del Torneo Clausura 2010 muestra cierta continuidad con respecto a lo visto el torneo anterior. Equipos afianzados como Estudiantes, Lanús y Banfield son algunos de los 7 conjuntos que ganaron su primer partido. River y Boca, como en el pasado reciente, aparecen de la mitad de la tabla para abajo. Aunque tan sólo se jugó una fecha del torneo, el receso veraniego no produjo grandes cambios en la actualidad de los equipos, más allá de lo que haya pasado en los amistosos.

Sin cambios radicales a la vista, Racing aparece como una novedad en aplacado fútbol argentino. Recibido por una multitud en su estadio, el equipo de Claudio Vivas apostó a un planteo ofensivo, tomado del que habitualmente utiliza el maestro del DT, Marcelo Bielsa. Bien reforzado con Bieler, Hauche y Licht, Racing es hoy un equipo que, pese a navegar por la zona del descenso, apuesta al ataque con tres delanteros, algo no habitual hoy en día. Si bien por momentos Central le quitó la pelota y le generó peligro en su área, la Academia fue efectivo en ataque y se impuso por 3 a 0. Algo no menor si se tiene en cuenta lo que cuesta a Racing ganar en las primeras fechas de los torneos.

El que mantuvo el nivel del torneo anterior fue el vigente campeón Banfield, que se llevó una victoria del Monumental. Los de Falcioni controlaron bien a River en defensa y desde allí siempre parecieron estar más cerca del gol que los Millonarios. En el complemento, Sebastián Fernández tuvo dos chances clarísimas que desperdició, pero en la tercera no falló. Gran jugada de Erviti por izquierda con pase al uruguayo, que colocó la pelota contra el palo izquierdo del arquero Vega. Fue el 1 a 0, que era más que justo. Apagado Ortega, River apostó a llegar con centros, principalmente desde la izquierda, que fueron bien controlados por la defensa del Taladro. En medio de un partido chato, River no fue el equipo que se vio en el verano ante Boca, más bien fue el del año pasado, y Banfield ganó bien.

Se destacaron además la buena victoria de Estudiantes el viernes ante Arsenal por 3 a 0 (el pincha parece tener el mejor plantel del fútbol argentino), el triunfo de Chacarita de visitante ante Tigre por 2 a 0, la buena victoria de San Lorenzo en Tucumán ante Atlético y los triunfos de Lanús y Godoy Cruz para estar arriba en la tabla. Un Boca con mala suerte no pudo llevarse un triunfo de la cancha de Argentinos, que le empató en el último minuto 2 a 2.

El Clausura será un campeonato corto, de pocas fechas que se disputarán en poco tiempo. A la vez, es un torneo que define muchas cosas (un campeón, descensos, clasificaciones a las copas), con seis equipos que simultáneamente disputan la Copa Libertadores y ninguno de ellos es uno de los grandes, abocados de lleno al torneo local. Habrá fechas entre semana (mañana empieza la segunda), para terminar el campeonato en tiempo y forma antes del Mundial, y partidos casi todos los días. Como dijo el Cholo Simeone, será un torneo cruel, como ninguno o como todos o como el fútbol argentino de siempre.