Sobre la salida Vivas

Cuatro partidos del Torneo Clasura aguantó Claudio Vivas en el banco de Racing. La derrota ante Gimnasia (LP) del sábado pasado, la tercera consecutiva, sellaron su suerte y el DT debió dejar el cargo por pedido de los dirigentes. Los cuatro refuerzos importantes que habían llegado (Bieler, Hauche, Ayala y Licht) invitaban a soñar con un equipo que peleara los primeros puestos del campeonato. Pero, tras la victoria de la primera fecha ante Rosario Central, Racing encadenó tres derrotas en fila y el panorama cambió por completo. Hoy, el equipo está en zona de promoción, a dos puntos del descenso directo.

“Un partido de fútbol es más angustioso y dramático que otro juego cualquiera porque, en él, el tiempo corre paralelo al tiempo real de la existencia humana. La pasión que genera el fútbol hunde sus raíces en la oculta presencia de la muerte, que está presidiendo todos los actos humanos, cada vez que estos actos se miden con el paso del tiempo” escribió el filósofo venezolano Juan Nuño. Los hinchas podrán dar rienda suelta a su pasión como una forma de olvidar la muerte, pero los entrenadores argentinos parecen vivir de un tiempo a esta parte en ese marco dramático y angustioso, que los hace poner en juego su trabajo ante dos derrotas consecutivas. El fútbol argentino, tan rico en su historia, es hoy un eterno presente, donde sólo sirve ganar y donde no cuenta lo que se hizo hace un mes, ni siquiera en la semana. Es un examen constante, donde todo queda subsumido al resultado del partido y donde no importa cómo se trabaja a diario o qué nivel de juego mostró el equipo. Si todo se resume en la estadística, si es necesario no perder para tener trabajo y el prestigio debe reactualizarse en cada partido, es lógico que se vean planteos conservadores, volantes de marca y pocos jugadores de buen pie.

Con sus virtudes y sus defectos, Claudio Vivas intentó romper ese esquema tan perverso. Racing pensó siempre en el arco de enfrente, defendió con pocos jugadores y atacó con tres delanteros. Pero la estadística lo condenó: tres derrotas en fila y un total de siete caídas si se cuentan los partidos del torneo anterior. Sin empates en su haber, el ex ayudante de Bielsa se va de Racing con una efectividad el 36,4 %. Similar había sido su primera experiencia como entrenador en Argentinos Juniors, donde ganó dos partidos sobre 15. Es el tercer entrenador que se va de Racing en apenas un año, tras las salidas de Llop y Caruso Lombardi, a lo que podría agregarse la fallida llegada del alemán Lothar Matthäus.

En este marco de urgencias, no resulta extraño la salida de un técnico en la cuarta fecha de un torneo, aunque debería. A fin del año pasado, Pablo Fernández fue echado de Gimnasia (LP) tras nueve días de trabajo, Enzo Trossero fue despedido del banco de Godoy Cruz tras seis partidos y Alfio Basile renunció a la dirección técnica de Boca después de perder un amistoso ante River en la pretemporada. Los resultados inmediatos los condenaron, más allá de su trabajo y sus antecedentes.

Siempre resulta interesante escuchar las entrevistas a Claudio Vivas. Porque habla del juego, de los juveniles, de los proyectos, de sus ideas futbolísticas y cuestiona algunos de los valores imperantes en la sociedad, esos mismos valores de que lo eyectaron de su cargo.
"Esto sirve para entender lo que es el fútbol argentino. Demasiado elitista por momentos, demasiado exorcista en las fases finales” dijo a su salida el ya ex técnico de Racing. Con Vivas se va una persona inteligente, capaz de explicar, enseñar y discutir sobre fútbol. Lamentablemente, no pudo plasmar sus ideas en la cancha. Ahora vendrá otro técnico, pero los valores imperantes no cambiarán y en breve anunciaremos otro DT que se queda sin trabajo. Mientras tanto, sería bueno reflexionar sobre los valores que priman en el fútbol argentino de esta época para que no siga todo igual.

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