Steve Powell y los hinchas

“El fútbol profesional no puede existir sin los hinchas” lanzó Steve Powell, miembro de la Federación de Hinchas de Inglaterra y Gales, en la conferencia, para recordarnos el poder con que cuentan los fanáticos de fútbol alrededor del mundo. Powell pasó por Buenos Aires y abordó temas como la violencia, el poder de los clubes ingleses y la necesidad de los aficionados de organizarse para poder canalizar muchos de sus reclamos. El encuentro fue organizado por la ONG Salvemos al Fútbol y contó con la presencia del periodista Gustavo Grabia.

"Pasión sí, violencia no", dijo Powell para sintetizar la idea de la Federación de Hinchas nacida en 2002, tras la unión de dos agrupaciones, y que cuenta con 180.000 afiliados. Tiene representación en la Asociación del Fútbol Inglés y trabaja con los organismos estatales y la policía, como símbolo de sus posibilidades para formar parte de los lugares donde se toman las decisiones. La Federación de Hinchas se financia con el aporte de sus afiliados, la subvención de la Asociación de Fútbol, del sindicato de futbolistas y el aporte de sponsors.

"Lo mejor del hincha argentino es la pasión y lo peor es la violencia", también afirmó Powell. También contó que Inglaterra terminó con los incidentes en los estadios, pero lo mismo sucedió con la pasión y el aliento de los hinchas, obligados a ver los partidos sentados tras pagar entradas a precios exorbitantes.

Powell también hizo referencia a las principales medidas tomadas en el Reino Unido para acabar con la violencia en los estadios. Allí, las cámaras de video instaladas en las canchas y la acción severa de la justicia fueron los factores principales que permitieron acabar con los incidentes causados por los hoolingans.

“Los hinchas tienen que unirse para dar a conocer su voz. Somos rivales sólo durante el partido” finalizó Powell, como dejar en claro que existe un camino para lograr mayor protagonismo frente al poder de los dirigentes de los clubes. Porque el fútbol no puede existir sin los hinchas.

Los barras bravas y la violencia en la Copa América 2011


Finalmente debieron ejercer su lucha contra la impunidad fuera de la cancha. El último domingo, en medio del clima festivo antes de la inminente final de la Copa América, Graciela Muñiz, Liliana García y Mónica Nizzardo desplegaron una bandera en recuerdo de Daniel, asesinado en la Copa América de 1995, en las afuera del estadio Monumental de Buenos Aires. “Fue conmovedor ver como los hinchas de Uruguay y Paraguay nos acompañaron y se acercaron para interiorizarse sobre este caso que ya lleva 16 años de impunidad” afirmó Muñiz, defensora Adjunta del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires.

La lucha de Liliana, mamá de Daniel, acompañada por Mónica y Graciela, ya lleva 16 años. Ellas intentaron reafirmarla antes del comienzo de la reciente Copa América, cuando solicitaron permiso para desplegar una bandera en homenaje a Daniel en la previa del partido inaugural de la Copa entre Argentina y Bolivia. La organización no aceptó el pedido.

A cambio, Liliana, Graciela y Mónica debieron ver como, en el mismo partido en que se impidió el homenaje, en las tribunas se desplegó una enorme bandera a favor del candidato a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires Francisco De Narváez. Según dijo el periodista deportivo Gustavo Grabia, el grupo de barras bravas nucleados en “Hinchadas Unidas Argentinas”, que antes apoyaban al gobierno nacional, esta vez recibieron del candidato opositor 100 mil pesos para mostrar el panfleto. Por esto, la ONG Salvemos al Fútbol, con Mónica Nizzardo a la cabeza,radicó una denuncia penal.

En aquel partido inaugural, los barras exhibieron la impunidad con la que se moverían en el resto de la Copa, que como todo gran acontecimiento deportivo se convirtió en otra fuente que alimenta sus negocios. Un hecho curioso ocurrió en la previa del partido entre Argentina y Colombia, disputado el 6 de julio por la primera fase del torneo.

La Policía de Rosario había montado un operativo para controlar el paso de 800 barras que viajaban desde Buenos Aires a Santa Fe para presenciar el partido. Según informó Héctor López , periodista de Radio 2 de Rosario, cuando las fuerzas de seguridad rosarinas inspeccionaron los 12 micros que transportaban a los hinchas en las afueras de Rosario, muchos de los que allí viajaban manifestaron ante los responsables del operativo de seguridad que no tenían entradas para el encuentro que se disputaría esa noche sino que contaban con una “invitación especial”.

Pero no todos tenían el pase para ingresar a la noche al estadio, aunque la situación se resolvió rápidamente. En ese momento de incertidumbre, una persona apareció en el lugar y les dejó algunos tickets para el partido de la selección. "Bajaron y vino alguien y les dio entradas", dijo el titular de la Agrupación Cuerpos al programa La primera de la tarde, de Radio 2 de Rosario. En los micros, había barras de Independiente, Huracán y San Telmo entre otros equipos. A la noche, en el estadio de Colón de Santa Fe, la situación no cambió demasiado. “Vaya por la otra puerta por favor, que están ingresando los barras”, le dijo uno de los policías a un padre que llegaba con sus dos hijos e intentaba ingresar a la cancha.

“Escuchar a los hinchas uruguayos que recordaban lo que le sucedió a mi hijo y las fuerzas que me dieron a cada paso durante este homenaje es una señal para no perder las esperanzas y que de una buena vez las autoridades nos acompañen a esclarecer el absurdo asesinato de Daniel y dejen de mirar para otro lado,” dijo Liliana García, luego de distribuir información y prendedores sobre su hijo en la jornada del domingo. Más tarde, uruguayos y paraguayos demostraron que aun es posible compartir una tribuna con los hinchas rivales mientras se alienta al propio equipo, sin incidentes. Nos recordaron que la violencia entre hinchas contrarios no sucede porque sí, sino que está envuelta en una red mafiosa llena de negocios, que esta vez mostró sus cartas en la Copa América.

Uruguay campeón y el balance de la Copa América 2011

Uruguay no sólo fue un campeón digno, sino un equipo sobresaliente en la competencia. No sólo porque encontró en la recta final su mejor rendimiento, sino porque su triunfo consagra a un grupo de grandes jugadores, honestos, batalladores, que desde 2006 a esta parte han formado parte de un colectivo que primero fue proyecto y luego un equipo exitoso. Un conjunto que había tocado la gloria hace 12 meses con el cuarto puesto en Sudáfrica y que ratificó su buena condición con el merecido título en la Copa América.

Forlán y Suárez son la punta del equipo, que ha logrado formar un bloque compacto con Lugano y Cáceres en la defensa y con Diego Pérez y Arévalo Ríos en el centro del campo, para que los filosos delanteros hagan su trabajo. Uruguay se abroqueló bien atrás para aguantar el empate ante Argentina, golpeó en los momentos justos ante Perú y entendió que en la final tenía enfrente a un Paraguay disminuido, con sus jugadores casi agotados, por lo que debía salir a golpear desde el comienzo. Suárez abrió el marcador a los 11 minutos y luego Forlán anotó sus únicos dos goles en la Copa, precisamente en la final.

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A excepción del campeón Uruguay, los otros dos colosos del continente se fueron tempranamente en cuartos de final, en una salida demasiado poco elegante para sus expectativas previas. Brasil puede excusarse en su plantel joven, signo del recambio generacional que intenta su nuevo técnico Mano Menezes. Aun así, su equipo integrado por figuras como Julio César, Dani Alves, Lucio, Robinho, Pato, Neymar y Maicon podía aspirar a algo más que volverse a casa con tres empates (Venezuela y Paraguay x 2) y una sólo victoria ante el débil Ecuador. Si bien en el partido de cuartos ante los guaraníes merecieron llevarse la victoria, la copa dejará para el Scratch escasos momentos de buen fútbol. Esta vez no lo salvaron sus estrellas.

Algo similar la sucedió a Argentina, que a diferencia de Brasil contó sus figuras más importantes, con Messi a la cabeza. Más que armar un equipo, Argentina dio la sensación de amontonar grandes jugadores que rara vez escaparon de las acciones individuales para dar forma a juego asociado. Al igual que Brasil, el equipo de Batista se fue del torneo con una victoria ante la débil Costa Rica y tres empates ante Bolivia, Colombia y Uruguay. El flojo nivel de juego probablemente le cueste el cargo al técnico Sergio Batista, que no supo hacer de un plantel de grandes futbolistas un conjunto con un nivel de juego que pueda competir realmente por la copa, aun cuando contaba con la localía como ventaja.

Otros equipos como Colombia y Chile tuvieron una buena primera fase, pero fallaron en sus encuentros de cuartos de final y se volvieron a casa. Ambos dejaron la sensación de que estaban para más.

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Detrás de la caída estrepitosa de los más grandes, asoma el crecimiento de equipo como Perú y Venezuela, que en un torneo liviano, de vuelo bajo, supieron hacerse fuertes y aprovechar sus oportunidades para regalarse una buena actuación continental.

Venezuela viene mostrando un crecimiento sostenido en su fútbol en los últimos años, a tal punto que en la última eliminatoria quedó a dos puntos de jugar el repechaje mundialista. Esta vez, la vinotinto se llevó de la Copa América empates ante Brasil y Paraguay y victorias ante Ecuador y Chile. En las dos igualdades ante los guaraníes, el equipo de César Farías fue superior y mereció llevarse una victoria. No fue finalista al perder por penales, pero mereció más en la semifinal ante el equipo de Martino.

Perú no mostró un fútbol como el venezolano pero exhibió una mejoría respecto a lo que venía mostrando en los últimos años, que lo tienen lejos de pelear por una plaza mundialista. El equipo del uruguayo Sergio Markarián liquidó a Colombia en cuartos de final y sólo fue doblegado por Uruguay en la semi. Luego derrotó a Venezuela por 4 a 1 y se llevó un buen tercer puesto, por encima de sus expectativas previas. Pese a no contar con algunos de sus mejores futbolistas como Farfán, los peruanos dispusieron de buenas versiones de Vargas y Guerrero, como para soñar con algo bueno en el futuro.

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La actual edición de la Copa América dejó al descubierto su pobre formato, al punto tal que ya se estarían ensayando variantes para las próximas ediciones. El terremoto en tierras japonesas impidió la participación del equipo nipón, uno de los invitados para sumarse a los 9 equipos de la Conmebol que conforman el torneo. En su reemplazo llegó Costa Rica, que se sumó a México, el otro invitado. Ambos equipos se presentaron con jugadores menores de 22 años, con cuatro mayores como refuerzos, lo que mostró un rendimiento pobre de ambos conjuntos. Poco podía esperarse Costa Rica, pero muy lejos pareció quedar México de anteriores ediciones donde llegaba con sus figuras y aspiraba a ganar el torneo.

El formato de 12 equipos, con la clasificación de 8 para los cuartos de final, permitió que un equipo como Paraguay llegara a la final sin ganar un solo encuentro en los 90 minutos. Una Copa América conjunta entre selecciones de América del Sur y América del Norte y el Caribe resulta a esta altura imprescindible para presentar un torneo más atractivo y competitivo.

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El césped del Estadio Único de La Plata en pésimo estado, los problemas de los hinchas para comprar las escasas entradas disponibles, el accionar siempre presente de las barras bravas y las dificultades de los periodistas para conseguir sus acreditaciones son algunas de las manchas que tuvo la Copa. No quedarán en el gran recuerdo, como tampoco el nivel futbolístico general, que salvo en el caso uruguayo y más atrás el venezolano, fue chato, sin grandes actuaciones de equipos ni de futbolistas. La postal victoriosa del conjunto de Oscar Tabárez quizás sea la mejor imagen de un torneo que dejará a su campeón como el mejor aporte para la historia del fútbol sudamericano.

El (des)ajuste del fútbol español

"El país, España, tiene que pensar si podemos ser tan ricos como algunos creen que somos, que no lo somos. Es hora de que nos ajustemos en todo", lanzó hace poco más de 10 días Ramón Jáuregui, ministro de la Presidencia, en declaraciones a la cadena Cope. Quizás como una advertencia institucional de que la crisis económica que comenzó en 2008 no dejará ningún espacio social sin hacer mella.

El fútbol español, al que aludía Jáuregui en sus palabras, vive momentos de contrastes. Se selección se consagró campeona mundial en Sudáfrica hace poco más de un año. El Barcelona de Pep Giardiola desfila por las competencias europeas acumulando títulos. El presidente Sandro Rossel dijo hace un año en su campaña presidencial que la deuda del club era 489 millones de euros y desde hace un tiempo intenta recortar el presupuesto del club. Pero hoy los diarios anuncian que el club catalán se hizo con los servicios del delantero chileno Alexis Sánchez a cambio de 35 millones de euros. El último balance del Barcelona cerró con un déficit de 21 millones de euros. Ni sus triunfos en la Champions League y la Liga lo salvaron.

En otro mar de abundancia nada el Real Madrid, que aún activa sus ilusiones a golpe de chequera en pleno verano. Recientemente fichó al lateral Fabio Coentrao a cambio de 30 millones de euros. Gastar esa millonada en un lateral izquierdo no muestra situaciones de apremios económicos. En ese sector de la defensa, el Real Madrid ya cuenta con el buen lateral brasileño Marcelo, pero aun así decidió invertir la millonada. En el último año, el equipo blanco generó beneficios por 30 millones.

Sin embargo, existe un costado más humilde del fútbol español que representa más al país en recesión que cuenta con más de 4 millones de desempleados. En estos días, existen en España 12 equipos en concurso de acreedores por sus deudas: Racing, Rayo Vallecano, Zaragoza, Mallorca, Betis y Granada, de Primera División; y Hércules, Cádiz, Albacete, Recre, Xerez y Córdoba, de Segunda. Otros 11 equipos estuvieron intervenidos judicialmente a raíz de sus deudas y han vuelto ya a manos de sus dueños. Según informó el diario español El País, al 30 de junio de 2010, las deudas de los clubes españoles alcanzaban los 3.456 millones de euros en la Primera División y los 556 millones en Segunda.

En este contexto, el 12 de julio pasado, la Asamblea de la Liga de Fútbol Profesional aprobó el Reglamento de Control Económico que se empezará a aplicar de forma progresiva desde la próxima temporada para llegar a su implantación definitiva dentro de tres años, cuando se sancionará a aquellos clubes que tengan déficit presupuestario.

La nueva norma, que se inscribe dentro de la regulación económica implantada por la UEFA en 2010, incluye medidas como la obligación de presentar estados financieros auditados y de acabar con las deudas con jugadores y clubes. Además, contempla castigos deportivos como la supresión de puntos, la expulsión de la competición, el descenso de categoría y la prohibición de realizar fichajes y multas económicas. El objetivo es que la deuda neta de los clubes nunca pueda superar el 100% de sus ingresos totales y que los salarios de los futbolistas y técnicos no superen el 70% de los ingresos del club. Hoy en día, esa máxima solo la cumple el Real Madrid.

“También la sociedad española tendrá que plantearse hasta qué punto puede costear unos clubes, que son los que más dinero del mundo tienen, y luego resulta que el país no tiene esa dimensión económica", agregó Ramón Jáuregui en sus declaraciones. Dimensiones de claroscuros, donde algunos padecen la crisis y sus penurias económicas en forma directa y otros la surfean gastando sus millones. Después, se ven campeonatos como el último, donde el Barcelona y el Real Madrid le sacaron más de 20 puntos de ventaja al tercero de la clasificación.

El fútbol en la independencia de Sudán del Sur

Fue un momento más de unión y sentimientos comunes para los habitantes del nuevo país, el más joven de la tierra. Momento de exponer y compartir los nuevos símbolos patrios, aquéllos que recuerdan el espacio que se comparte. Una bandera, un himno y, por supuesto, una camiseta. "Fue la primera vez que se escuchó “South Sudan Oyee!”, la canción patria” explicó Makuac Teny, Ministro de Deportes del recién formado gobierno de Sudán del Sur. Todo sucedió en un partido de fútbol de la selección nacional del país del centro de África, que alcanzó su independencia el pasado 9 de julio.

Pasaron sólo 24 entre la el nacimiento de la nueva nación y el inicio del primer partido de su equipo representativo, que enfrentó al Tusker, un club de la primera división de Kenia. Más de 15 mil personas se reunieron en el Estadio Nacional de futbol de Juba, la capital del país, para celebrar de la mano del deporte. El capitán sursudanés Khamis Liyano anotó el primer gol de la selección de fútbol de Sudán del Sur en la historia, pero dos autogoles ayudaron a los keniatas a llevarse la victoria por 3 a 1.

"Declaro a Sudán del Sur un estado independiente y con plena personalidad legal internacional, que será conocido a partir de ahora como la República de Sudán del Sur", dijo el pasado 9 de julio el presidente del Parlamento del país, James Wani Igga, al leer la declaración de la independencia del nuevo estado, el número 193 de las Naciones Unidas. Luego, el líder del Movimiento Popular de Liberación de Sudán, Salva Kiir Mayardit, juró como presidente.

La independencia del país, que logró su autonomía de Sudán, llegó tras el resultado de una consulta popular realizada en enero de este año. El referendum fue acordado en un tratado de paz en 2005, que puso fin a seis décadas de guerra civil entre un sector del gobierno dominado por árabes musulmanes en el norte y otro grupo de cristianos negros y animistas del sur. La guerra dejó como resultado cerca de dos millones de muertos.

Como muchos países de África, Sudán del Sur está entre los más pobres del mundo. La mayoría de los habitantes vive sin electricidad ni agua potable. Sin embargo, el país cuenta con importantísimos yacimientos de petróleo. El 75% de los 6.700 millones de barriles que produce Sudán quedaron del lado del sur, pero los oleoductos que permiten exportarlos se ubican en la zona norte. China es quien desde hace años explota esos recursos.

Los chinos vieron en el fútbol una buena forma de acercarse aún más a los sursudaneses. Hasta hace pocos meses, el campo de fútbol de Juba estaba en muy mal estado, pero fue expresamente renovado para la ocasión de la mano de capitales orientales, que sembraron un pasto nuevo y colocaron la iluminación artificial.

Benjamin Oliver, el entrenador de la selección, probó jugadores y logró formar un equipo en menos de tres semanas, desde antes que se declare la independencia. Muchos de los mejores futbolistas de Sudán del Sur, que juegan en clubes del norte, no fueron liberados para el encuentro, ya que no se trataba de un partido oficial. El nuevo país buscará ingresar pronto en la Confederación Africana de Fútbol y luego en la FIFA. En los próximos días, debutará el equipo nacional de básquet en un amistoso ante Uganda.

Y así finalmente Sudán del Sur fue nación y equipo de fútbol, que recreó esos imaginarios populares de pertenencia a la comunidad imaginada, como proponía Benedict Anderson. Una comunidad limitada y soberana, con un poder central sobre un territorio delimitado y reconocida por sus pares. Y sobre todo, con un equipo de fútbol jugando en una cancha.

Aquí un informe sobre el partido entre la selección de Sudán del Sur y el Tusker de Kenia:


Argentina eliminada de la Copa América

Era un una fecha propicia para la epopeya. Un 16 de julio de 1950, Uruguay le había ganado a Brasil en el Maracaná ante 200 mil personas y se había quedado con su segunda Copa del Mundo. Otro 16 de julio, pero de 1987, la Celeste se había llevado una victoria ante el local Argentina por las semifinales de la Copa América de aquél año. El 16 de julio de 2011, en Santa Fe, Uruguay lo hizo de nuevo: eliminó por penales a la Selección Argentina tras empatar 1 a 1 y se clasificó para los cuartos de final de la Copa América.

Uruguay mostró sus fichas desde el inicio del partido. Las faltas argentinas en tres cuartos de cancha fueron el arma que encontró la Celeste para llegar al arco rival. A los 5 minutos, Burdisso le cometió un foul innecesario a Forlán (como en todo el partido), el del Atlético Madrid la metió en el área, Cáceres la bajó de cabeza, Romero no pudo contener y Diego Pérez anotó el gol. La ventaja legitimó aún más la estrategia uruguaya de esperar abroquelado atrás, muchas veces con sus once jugadores en su propio campo. Desde el gol hasta los 45 minutos, Uruguay tuvo cuatro tiros libres y un córner a favor, todos determinantes, con aroma a gol. Despejes extremos, pelotas al travesaño, goles anulados, todas las acciones de peligro de los visitantes llegaron desde los pies de Forlán y desde la cabeza de sus compañeros. La expulsión de Diego Pérez a los 38 minutos acentuó el planteo cauteloso.

Pero en ataque Argentina mostró una cara más fresca, al menos en la primera mitad. Desde el inicio, el equipo supo acorralar a Uruguay, aun con las ventajas de campo que otorgaron los visitantes, parados cerca de su arco. Agüero pareció prendido en el juego, con un slalom a los 14 minutos que tapó bien Muslera, y colaborando en defensa cuando fue necesario. Sin embargo, los honores en la primera parte se los llevó Messi, comprometido con el partido, volviendo locos a Cáceres, Scotti y todo aquel que osara recostarse sobre la derecha para marcarlo. A los 17 minutos, el rosarino aprovechó espacios en la defensa uruguaya, puso un pase brillante para Higuaín, quien de cabeza anotó el empate. Si bien Argentina bajó su nivel en los últimos minutos de la primera mitad, todo hacía presagiar que llegaría la victoria en segunda parte.

Pero el fútbol tiene esos vaivenes inesperados. En el segundo tiempo, el equipo de Batista no pudo aprovechar su hombre de más, careció de carácter para ir a ganar el partido y sus jugadores muchas veces mostraron un toque intrascendente y un andar hasta cansino, lejos del juego asociado, en velocidad y por los laterales que exigía el partido. Pese a todo, la Argentina dispuso de chances claras para marcar y convirtió al arquero uruguayo Muslera en figura, pero siempre todo pareció depender de la inspiración de Messi, de algún toque de Pastore y de algún espacio que supiera ganarse Higuaín.

Cuando ya se acercaba el final, salió a la cancha el buen carácter uruguayo, que conforme pasa la historia sigue cosechando jugadores capaces de estar a tono con este tipo de citas. Dos delanteros enormes como Forlán y Suárez, defensores aguerridos como Lugano y un equipo que supo bancarse a un rival repleto de estrellas como Argentina. Forlán tuvo un mano a mano cerca del final ante romero, que tapó bien, y luego el del Atlético Madrid falló un cabezazo en el minuto 90.

En el tiempo suplementario, el equipo de Tabárez se plantó un poco más adelante y dispuso de algunas chances. Argentina también tuvo las suyas, en un partido que ya parecía desbordado de las dos partes, donde el que tuviera más puntería en el toque final se iba a llevar la victoria. Uruguay aguantó bien, contó con Muslera en gran nivel cuando fue necesario y tuvo la cuota de suerte que siempre hace falta. Argentina estuvo más cerca, pero la victoria por penales por 5 a 4 bien premia la entrega charrúa.

Seguramente, todos los argentinos (jugadores, el técnico, los hinchas) soñaron otro final para el torneo. A la vez, el equipo albiceleste hace honor a uno de los grandes mitos de su país. Tiene jugadores de primer nivel mundial, incluso al mejor del mundo, como estar en la elite, pero siempre algo lo impide. El proyecto de Batista, que nació con la idea de replicar el juego del Barcelona, terminó el partido amontonando cracks en ataque, que estuvieron muy lejos de mostrar algún tipo de intensión colectiva, más allá de la inspiración individual. Como en los últimos años, el equipo suma una nueva decepción.

Chile y la Copa de la educación

No fueron muchos, pero se hicieron sentir. Llegaron a Mendoza para ver a Chile en la Copa América, pero su gesta más fuerte tenía que ver con la difusión de su lucha. Un grupo de estudiantes chilenos cruzó la cordillera y en los últimos días aprovechó para realizar encuentro en plazas y cantar sus consignas durante los partidos de su selección de fútbol, que jugó en la provincia cuyana ante Uruguay y México, por la primera fase del torneo sudamericano.

En la última victoria ante Perú fue cuando más se hicieron sentir los chilenos, ya que desde la tribuna popular partieron cánticos a favor de la lucha estudiantil, que desde hace unos meses reclama por una mayor democratización del sistema educativo de su país, hoy altamente privatizado.

Las continuas protestas de estudiantes secundarios y universitarios, con el apoyo de profesores, busca romper las desigualdades que hoy consagra el sistema educativo. Lejos de ser un derecho, hoy estudiar en Chile es derecho para aquellos que pueden pagar. En las últimas semanas, las marchas se multiplicaron por todo el país y alcanzaron a más de 400 establecimientos. En Chile, el estado sólo financia el 14 por ciento de la educación pública, aunque a la vez aporta millones a las exclusivas universidades privadas. El 80% del millón de estudiantes universitarios chilenos estudia en instituciones privadas creadas durante la dictadura de Augusto Pinochet mientras abona altas cuotas mensuales.

El 30 junio, “Los de abajo”, la barra que sigue a la Universidad de Chile, se plegó a los 400 mil chilenos que marcharon por todo el país para exigir el fin de la educación de mercado y el derecho a estudiar en aulas públicas y gratuitas. Un relamo similar al que se registra en el ámbito educativo viene surgiendo en distintas instituciones deportivas chilenas, hoy privatizadas y manejadas por poderosos empresarios.

Este proceso comenzó en 2005 con la sanción de la Ley 20.019, que obligaba a todos los equipos a convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas. Fue el entonces senador y presidente Sebastián Piñera uno de los impulsores de aquel proyecto. Piñera y otros de de los que avanzaron fuerte con la ley que abría las puertas a los capitales privados fueron los que se quedaron con algunos de los clubes de fútbol. Hasta fin de 2010, el presidente tuvo participación en el consorcio que manejó el Colo Colo.

Un reciente informe del diario La Hora daba cuenta de distintos movimientos de hinchas y socios que buscan involucrarse en la política de sus clubes. Precisamente en el club blanco surgió hace un tiempo “Colo Colo de Todos”, un grupo de socios liderado por Marcelo Barticciotto, ex jugador del club. El movimiento intentó hace un tiempo que los socios del club tuvieran el control de la Corporación del Club Social y Deportivo de Colo Colo, que dirige los destinos de la institución. La avanzada no tuvo buenos resultados pero el movimiento sigue reuniéndose y convocando a actividades para "democratizar el club, legitimando la elección de sus representantes, no dentro de una elite sino del universo de sus asociados a las personas que los representen", tal como dice Rodrigo Contreras, vocero del movimiento.

En la Universidad de Chile, surgió el movimiento de Socios de Corfuch. Allí la situación es aún más difícil, porque el club fue declarado en quiebra en 2006 y al año siguiente pasó a ser administrado por la sociedad anónima Azul Azul S.A. , siempre contra la voluntad de los socios, que aun luchan para recuperar su club.

El martes pasado, la Selección de fútbol de Chile encontró la victoria ante Perú con un gol en contra de André Carrillo en el último minuto de partido. El equipo de Claudio Borghi se quedó así con el primer lugar del grupo C de la Copa América y en cuartos de final enfrentará a Venezuela. Pero lejos de la Copa América, Chile se juega un partido mucho más importante: el de la educación pública y gratuita para todos sus estudiantes.

Argentina encuentra su primer triunfo en la Copa América

Si la Selección Argentina decidiera encarar un entrenamiento exigente antes de un partido, seguramente recurriría a un equipo juvenil de sparrings como el que ayer puso en cancha Costa Rica. Los centroamericanos expusieron a un grupo de jóvenes voluntariosos ante un equipo plagado de estrellas, que pese a su flojo nivel en los dos primeros partidos de la Copa América siempre conserva la calidad de sus futbolistas de elite, que quedó en clara desde el primer minuto de partido. Argentina en todo momento fue más que su rival y siempre tuvo el control del partido, que se desenvolvió mayoritariamente en campo visitante. Fue 3 a 0 para el equipo de Batista, que culminó segundo en el grupo A de la Copa América y cerró la primera fase con su primer triunfo en el torneo.

Las jugadas se ensayan, los estilos se practican y las sociedades se buscan constantemente, pero al final la fortuna siempre parece prevalecer. Argentina en el primer tiempo había hecho mucho para ponerse en ventaja, pero terminó encontrando el gol a falta de un minuto para el final de la primera parte tras un remate de Gago y un rebote, que Agüero recogió y mandó al fondo de la red.

El 1 a 0 era merecido. A los 10, el nuevo titular Gonzalo Higuaín ya había contado con tres chances claras para marcar, en lo que fue una constante en el primer tiempo. Si el delantero del Real Madrid hubiera estado más preciso en alguna de las muchas ocasiones claras de las que dispuso, la goleada hubiera sido mayor.

En la segunda parte, Argentina encontró el segundo gol a los 7 minutos, nuevamente de la mano de Agüero, que definió con precisión tras un buen pase de Messi. A los 18, Di María puso el 3 a 0 final, nuevamente tras una habilitación del rosarino. Messi fue nuevamente el eje de las miradas y los deseos. Esta vez pudo cumplir las expectativas.

Más efectivo como pasador que como gambeteador, ayer Messi tuvo metros libres para moverse, más allá de que muchas veces padeció el juego brusco de los costarricenses, que recurrieron a la fricción para detenerlo. Messi habilitó para el segundo y el tercer gol, exhibió algunas buenas gambetas de su repertorio y, quizás lo más relevante para él, recibió el cariño y la ovación de los hinchas, necesitados como él de ver al héroe en buen nivel y contento de jugar para la Selección Argentina. Messi, y todo el equipo, recibieron cantos de aliento y aprobación del público, lejos de los silbidos y reclamos del partido anterior en Santa Fe.

En el segundo tiempo, el partido resultó más abierto, Costa Rica se desordenó y dejó espacios para que los cracks argentinos pudieran jugar con mayor libertad. Allí llegaron los goles, las gambetas, los lujos y las llegadas francas al arco rival. Sobre el final, Argentina recurrió al toque ante una Costa Rica apática que no parecía sufrir mucho la goleada. Sólo allí el equipo de Batista se apreció un poco al Barcelona, el modelo que intenta reproducir en la cancha. Ayer, con nueva formación y nuevo esquema, llegó el primer triunfo y la ansiada clasificación a cuartos de final.

Aquí el compacto del partido:

Pyeongchang, Sochi y los Juegos Olímpico de Invierno

La tercera fue la vencida para la ciudad surcoreana de Pyeongchang, quien el miércoles pasado fue oficializada como sede de los Juego Olímpicos de Invierno de 2018. Con la presencia del presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, el Comité Olímpico se reunió en Durban, Sudáfrica, donde la ciudad asiática se impuso a Múnich (Alemania) y Annecy (Francia), confirmando los pronósticos que la daban como favorita.

Pyeongchang obtuvo el derecho a organizar los juegos tras perder frente a Vancouver 2010 por tres votos y ante Sochi 2014 por cuatro sufragios. Con esta elección, el COI confirma su deseo de extender los Juegos Olímpicos de Invierno a territorios inéditos para este tipo de competencias. El desarrollo de importantes infraestructuras en los últimos años y el apoyo de un sector de la población y del gobierno nacional fueron factores determinantes para elegir al ganador.

Munich aspiraba a ser la primera ciudad en organizar los Juegos Olímpicos de invierno y de verano, que albergó en 1972, donde tuvo lugar la recordada masacre sobre los atletas israelíes. Sin embargo, grupos ecologistas alemanes se pronunciaron en contra del acontecimiento deportivo por las posibilidades de daño al medio ambiente y ese factor le jugó en contra a su candidatura. Corea sorteó recientes escándalos de corrupción en la provincia de Gangwon, que albergará a los juegos, y en la liga de fútbol profesional, donde ya fueron sancionados diez jugadores por arreglos de partidos. Incluso en mayo pasado un futbolista se suicidó en su habitación de hotel y el cadáver fue encontrado junto a una nota que hacía referencia al arreglo de partidos.

El COI parece seguir los pasos de la FIFA, al elegir nuevos espacios para albergar a las grandes competencias deportivas. Así como la casa madre del fútbol mundial eligió a Rusia para la Copa del Mundo de 2018 y a Qatar para 2022, el organismo que rige el movimiento olímpico asignó las próximas competencias a Sochi en 2014, Brasilia en 2016 y Pyeongchang en 2018. Sólo Londres en 2012 parece conservar la vieja tradición olímpica.

Es curioso especialmente el caso de Sochi, ciudad ubicada a 1360 kilómetros de Moscú sobre el Mar Negro. La ciudad es una suerte lugar popular de vacaciones, que además durante el verano, sustituye como capital política a Moscú. El ex presidente Vladimir Putin tiene allí su residencia y desde hace unos años decidió convertir a la ciudad en un centro deportivo de elite, trasladando allí múltiples eventos.

En invierno, montañas cercanas a Sochi se convierten en importantes centros de esquí. Algunos tenistas como María Sharápova y Yevgueni Káfelnikov realizaron en algunos de sus clubes sus primeros pasos en el deporte. En 2014, la ciudad recibirá por primera vez un Gran Premio de Fórmula 1.

En julio de 2007 fue el anunció que consagró a Sochi para los Juegos Olímpicos de invierno de 2014. Frente a una pantalla gigante, miles de personas celebraron el resultado anunciado por el COI, reunido entonces en Guatemala. Cuando se conoció la votación, Putin, que había viajado a Centroamérica para apoyar la candidatura rusa, viajaba en avión de regreso a su país, seguro de un resultado positivo. En Guatemala, el Kremlin había dispuesto campaña inédita hasta entonces, que incluyó una pista de patinaje sobre hielo montada para promocionar la candidatura de Sochi.

"Quiero recordarles que cualquier retraso en los preparativos de los Juegos Olímpicos es inadmisible. El tiempo es oro" dijo Putin en 2008, en una reunión con autoridades gubernamentales y deportivas en Sochi. La ciudad cuenta con algunos problemas de infraestructura, como una sola ruta que bordea la costa en la que se forman grandes embotellamientos en verano. La cercanía de zonas conflictiva como Dagestán y Chechenia, con actividad de grupos terroristas, no ayuda a mejorar el panorama. Una serie de denuncias de corrupción hicieron que a comienzos de 2011 fuera renovada la cúpula de la empresa estatal responsable de la construcción de las instalaciones deportivas.

Pese a la crisis económica mundial, se estima que el costo total de los juegos será de 24.000 millones de euros, diez veces más que Turín 2006. El 85 % de las instalaciones serán construidas a nuevo. Para ello, unas 1000 familias deberán mudarse forzosamente, ya que donde viven se planea construir nuevas instalaciones. Muchos de ellos denuncian por escasas las cifras de indemnización que se les ofrecen. Además, son necesarios nuevos hoteles y aeropuertos.

Los Juegos Olímpicos de Invierno pasarán por Sochi y luego por Pyeongchang. El deporte parece seguir expandiendo sus fronteras y esta clase de acontecimientos parecen instalarse cada vez más como asuntos de estado, necesarios para atraer inversiones y visitantes en forma masiva a los países organizadores. En 2018 será el turno de Corea del Sur.

Argentina empató con Colombia y no levanta su nivel

Será una simplificación reducir lo vivido a noche a una imagen, un gesto o una jugada. Pero la cara de Messi que mostró la televisión cerca del final del partido entre Argentina y Colombia describía bastante fielmente lo ocurrido en la noche santafecina. Un triunfo esperado y necesario del equipo de Batista se transformó en un empate trabado y luchado, casi injusto por lo bueno hecho por Colombia durante los 90 minutos, donde dispuso de las mejores chances claras para marcar y llevarse la victoria.

La previa del partido se presentaba como lo anterior a la fiesta que se avecinaba. Color en las tribunas, banderas, cantos de aliento y todo preparado para ver a las estrellas argentinas conseguir su primer triunfo en la Copa América, tras el pálido empate 1 a 1 con Bolivia en el debut. Pero lo que se vio del equipo argentino fue una continuidad de lo anterior, lejos del esperado relanzamiento del juego del equipo.

Argentina salió a jugar el partido en campo rival en los primeros minutos y dispuso de algunas aproximaciones en ataque para marcar. Pero enseguida el partido se jugó al modelo colombiano, bien abroquelado atrás y aprovechando los huecos que dejaba la defensa argentina, que cuando no quedó descompensada entregó balones a sus rivales en zonas peligrosas que casi terminan en gol. Dyron Moreno y Falcao fueron algunos de los colombianos que tuvieron ocasiones claras para anotar, en especial una jugada a los 25 minutos del primer tiempo, donde tras un claro penal no cobrado Moreno erró un gol increíble.

El segundo tiempo profundizó el esquema que presentó el partido. Lejos de su modelo de toque y circulación anclado en Barcelona, Argentina fue un equipo que chocó, peleó, cometió infracciones y sus jugadores apostaron más a concretar la jugada individual que termine con su gol que a intentar asociarse para marcar. Argentina fue un equipo largo, descompensado, que no pudo conseguir el balón por tiempos prolongados y terminó hundido en la buena defensa colombiana. Su arquero Romero se convirtió en figura.

A los 35 minutos de la segunda mitad, Messi pateó un tiro libre cerca del área que se fue a la tribuna. Fue una muestra impropia para un jugador de su clase. Luego la imagen lo mostró frustrado, casi sin entender cómo había llegado a formar parte de un equipo que tan lejos estaba de lo que acostumbra a ver cuando juega en España. De la fiesta a la frustración, esa fue la parábola de Messi y del equipo argentino, cuyas estrellas se fueron envueltas en insultos y cantos agresivos, lejos de lo que seguramente soñaron hace tres semanas cuando comenzaron a preparar la Copa América.

Aquí el compacto del partido:

Batista y Villas Boas

No habrá imaginado Sergio Batista que el pobre empate en el debut de la Copa América el pasado viernes ante Bolivia traería semejantes consecuencias. Cuando grande es la expectativa, mayor es la decepción, y los cracks que conforman la Selección Argentina, con Messi a la vanguardia, lejos están de mostrar un fútbol a la altura de su nivel.

Resulta ser que Batista ni siquiera firmó su contrato como entrenador del combinado nacional argentino y que aún percibe el salario de su cargo anterior, esto es, del equipo Sub-20. Parece ser que esta Copa América será su prueba de fuego, necesaria para firmar los papeles definitivos y tener mayores motivos para pensar que estará en su cargo hasta 2014.

Es casi sorprendente como las selecciones nacionales se contagiaron de la fiebre de éxito de los equipos, que despiden entrenadores cotidianamente ante unas pocas derrotas encajadas. Hoy, los procesos de selecciones no abarcan cuatro años sino que van casi de partido en partido, mientras los técnicos deben validar su cargo sobre la base de triunfos casi permanentes.

Los últimos años mostraron también como los entrenadores se integraron al mercado de fichajes casi como los futbolistas - estrella. Ante la necesidad de triunfos, los millones son necesarios para hacerse con los triunfadores. El mes pasado, el portugués André Villas-Boas dejó su puesto de entrenador del Porto para pasar al Chelsea inglés, que pagó los 15 millones de euros de cláusula de rescisión. Los tres títulos que Villas-Boas y el Porto consiguieron esta temporada (Liga y Copa de Portugal, además de la Europa League) encandilaron a Roman Abramovich, que dio salida al italiano Carlo Ancelotti tras terminar segundo en la Premier League.

André Villas-Boas nunca jugó al fútbol profesionalmente y comenzó su carrera de entrenador a los 16 años. De familia acomodada, bisnieto del primer vizconde de Guilhomil, el portugués vivía en el mismo edificio que el inglés Bobby Robson, entrenador del Porto entre 1994 y 1996. Allí comenzaron a intercambiar pareceres hasta que Robson decidió ficharlo. Empezó con la preparación de informes sobre los rivales del equipo y allí conoció a José Mourinho, quien también formaba parte del cuerpo técnico. Cuando Robson y Mourinho se marcharon al Barcelona, Villas Boas se convirtió asistente del entrenador de la selección de las Islas Vírgenes Británicas, con sólo 21 años. Allí disputó la clasificación para el Mundial de 2002.

Se reencontró con Mourinho en Chelsea. Allí, volvió a escribir informes sobre los equipos rivales. Junto a su compatriota, pasó luego por el Inter, hasta que decidió emprender su propio camino y se hizo cargo del humilde Académica de Coimbra, con sólo 31 años. Luego pasó por el Porto y ahora va camino al Chelsea. Los mismos clubes que su colega Mourinho, quien en 2010 también arregló con el Real Madrid pagar 8 millones de euros para poder abandonar el Inter italiano y llegar a la Casa Blanca. Dos técnicos jóvenes que consiguieron el éxito pronto. Ese éxito con el que debe soñar Batista en esta Copa América, para sentirse un poco más cerca del 2014.

Aquí un video con la historia de André Villas-Boas:

Argentina no pudo con Bolivia en el debut de la Copa América

La noche de apertura presentaba el menú cotidiano de esta clase de competencias: el fuerte equipo local se enfrentaba ante un rival menor en los papeles, para que un resultado favorable, abultado, pudiera encender el fervor de los hinchas y dar mayor arraigo popular al naciente torneo. La Copa América 2011, que se inició ayer en la Argentina, necesitaba una buena actuación de la selección local para salir de la sombra que lo escondía atrás del descenso de River y encender la pasión entre los fanáticos. También necesitaba un resultado favorable y una actuación convincente el equipo de Messi y Batista, para ganar en confianza y aspirar llevarse el torneo con fundamentos. Nada de eso sucedió: fue 1 a 1 ante Bolivia.

La Copa América cuenta entre sus mayores virtudes con su propia historia, que lo convierte en el torneo de selecciones más antiguo del mundo. Su primera edición se disputó en 1916 y hasta hoy se llevan disputados 1399 partidos. La versión 2011 ganó en importancia por ciertos aspectos coyunturales de los distintos equipos.

Argentina necesita de una buena actuación para revertir su imagen luego de la salida del Mundial de Sudáfrica por goleada ante Alemania, ratificar al nuevo ciclo de Batista y por la necesidad del equipo de ganar un torneo oficial tras 18 años. Por eso trajo lo mejor que tiene. Brasil se armó para la competencia con una nueva camada de jóvenes jugadores seleccionados y, ante su ausencia en las eliminatorias mundialistas, este torneo podría marcar el rumbo del equipo de aquí al 2014. Uruguay, Paraguay y Chile, tras sus buenas actuaciones en Sudáfrica, también traen a sus mejores jugadores. Así, se configuró un torneo con buenas figuras del fútbol mundial.

En su partido de ayer ante Bolivia, la Argentina aparecía como claro favorito, tan sólo por los nombres que puso en cancha. El ciclo de Batista, que nació tras el Mundial de Sudáfrica, encontró su modelo futbolístico fuera de su país, en el Barcelona multicampeón de Guardiola. La Argentina de Batista hace un culto de la tenencia del balón y del toque corto. Circulación y dinámica, toque y rotación, así aspira a construir su fútbol el equipo.

Ayer no supo mostrar nada de ese plan. Bolivia se paró firme más delante de lo esperado, presionó bien a Messi, Tévez y Lavezzi y el equipo de Batista terminó atado a las inspiraciones individuales de sus cracks, que no alcanzaron para romper la férrea defensa boliviana. Messi mostró algunas corridas inspiradas en el primer tiempo, pero, con el correr del tiempo, en lugar de darle el salto de calidad al equipo, terminó confundido en el barullo general, como si la fuerza negativa del conjunto terminara consumiéndolo.

En el segundo tiempo, el gol tempranero de taco de Rojas profundizó el panorama sombrío de Argentina, que sólo encontró el gol de la mano del ingresado Agüero (de lo mejor el tiempo que estuvo en cancha) a 15 minutos del final. A partir de allí dispuso de algunas chances para llevarse la victoria, pero toda construcción llegó más de la mano de arrestos individuales de Agüero, Di María y Messi que de cualquier intento de juego asociado.

Así, los cracks argentinos, ya estrellas del fútbol mundial, no pudieron quebrar a la defensa integrada por Lorgio Álvarez y Ronald Rivero, del Bolívar; Ronald Raldes, de Colón; y Luis Gutiérrez, de Oriente Petrolero. El fútbol una vez más no premió al más poderoso. Hoy los diarios bolivianos hablan de hazaña. Argentina deberá mejorar para cumplir las expectativas.

Aquí el compacto del partido entre Argentina y Bolivia: