La feria y la barra

El fútbol ya estuvo presente en la Feria del Libro de Buenos Aires que comenzó el 22 de abril. Ayer, 500 personas asistieron a la presentación de "Huracán en el Bicentenario de la Patria", de Susana Aradas. Participaron, además de la autora, el poeta, escritor y compositor Horacio Ferrer, el ex vicepresidente Néstor Vicente, los jugadores Paolo Goltz y Kevin Cura y los ex futbolistas Rene Houseman, Jorge Carrascosa y Daniel Buglion, campeones con el club en 1973. En un emocionante acto, todos ellos rindieron homenaje a la institución de Parque Patricios, que además es la única que cuenta con un stand en la Feria.

La pelota volverá a tener una presencia importante el próximo 10 de mayo, el último día del evento, cuando un panel compuesto por los futbolistas Sebastián Battaglia, de Boca, y Sebastián Blanco, de Lanús, más los periodistas Gustavo Grabia, Juan Sasturain y Ariel Scher, participen de la charla titulada “Fútbol y libros: pasiones universales”. Además, el Alejandro Fabbri presentará “El nacimiento de una pasión”, Juan Sasturain hablará de su última obra “La patria transpirada” y Gustavo Javier Levine dará una charla su libro “El picado de fútbol. Una historia de vida”. Actividades no faltan en la Feria para salir por un rato de la cancha y sumergirse en el mundo de las letras.

Pero el fin de semana pasado, el fútbol ya había estado presente en la Feria del Libro. El último domingo, parte de la barra brava del club Nueva Chicago irrumpió en la presentación del libro “Indek, historia íntima de una estafa”, del periodista Gustavo Noriega. Allí, además del autor, la escritora Beatriz Sarlo y el diputado Claudio Lozano, entre otros, disertaban sobre la forma en que el gobierno nacional avanzó en los últimos años sobre el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) y así comenzó a manipular los números del país, por ejemplo los que marcan la inflación. Los barras, que según sus palabras venían a defender al Gobierno Nacional, comenzaron con insultos, luego volaron sillas y hubo empujones. “Hay tácticas que se están convirtiendo en algo acostumbrado. Estos matones todos los días actúan así dentro del INDEC. Y la reacción inmediata del personal del INDEC, que estaban ahí para escuchar el acto y que después de los incidentes sí lo hicieron, era de gente que está muy acostumbrada a ver esto” dijo luego Sarlo. Como consecuencia de los hechos, dos personas quedaron detenidas por atentado y resistencia a la autoridad y lesiones. Tres vigiladores privados sufrieron heridas.

El grupo de hinchas devenidos militantes forma parte de Los Perales, una de las dos fracciones en la que está dividida la hinchada de Nueva Chicago. Este grupo fue el que atacó a los hinchas de Tigre en 2006, hecho que causó la muerte de Marcelo Cejas. Leonardo González, uno de los líderes del grupo, murió en 2009 tras un intenso tiroteo con custodios de un supermercado chino, en un intento de robo en Mataderos. Al día siguiente, integrantes de la barra causaron incidentes durante un partido entre Chicago y Estudiantes de Buenos Aires para lograr la suspensión. No lo consiguieron. El resto de los hinchas repudió a los barras al grito de "que se vayan todos".

El año pasado, el actual presidente de Nueva Chicago, Gustavo Lacanna, denunció ante la justicia a su predecesor, Antonio Filomeno, por administración fraudulenta. Lo acusó de defraudar al club por cuatro millones de pesos. Según informó el diario Olé, en la causa consta que el club financiaba a la barra brava con 10.000 pesos por mes que salían de vales supuestamente destinados al fútbol amateur.

Lo sucedido el domingo en la Feria es una muestra más de la privatización del llamado aguante y de su transformación en mercancía. Esta violenta encarnada por las barras bravas, de todos los clubes, se vende al mejor postor y esta disponible para ser puesta en juego en cualquier ámbito. Si tuviera algún tipo de ideología, sería igualmente repudiable, pero al menos tendría algún sentido. Un ámbito cultural, de reflexión y pensamiento, como la Feria del Libro de Buenos Aires, no pudo escapar de la violencia futbolística. Por suerte, quedan los libros y las cientos de actividades para disfrutar hasta el 10 de mayo.

Aquí algunas próximas actividades vinculadas al fútbol que tendrán lugar próximamente en la Feria del Libro de Buenos Aires:

01/05/2010
17:00 Presentación de libro: “Fútbol, pasión y mundial. El nacimiento de una pasión”, de Alejandro Fabbri.

07/05/2010
21:00 Presentación de libro: “La patria transpirada”, de Juan Sasturain. Participan: Juan Sasturain y Juan Pablo Varsky.

09/05/2010
20:30 Presentación de libro: “El picado de fútbol. Una historia de vida”, de Gustavo Javier Levine. Participan: Osvaldo Dallera y Gerardo Salorio.

10/05/2010
20:00 Encuentro de los Departamentos de Cultura de los Clubes de Fútbol Afiliados a la AFA. Panel: “Fútbol y libros: pasiones universales”. Participan: Sebastián Battaglia, Sebastián Blanco, Gustavo Grabia, Juan Sasturain y Ariel Scher.

Más información en http://www.el-libro.org.ar/

Elogio de Estudiantes

Es tentador comenzar por la pelea entre Desábato y Ortega. En un partido chato, con individualidades en bajo nivel, los pechazos, las patadas, la frase hiriente, son las cosas que sobresalen. Para la prensa y para los hinchas. La dimensión del conflicto es lo que se perpetúa en el fútbol. Entre los equipos cuando se enfrentan en la cancha y entre los futbolistas cuando una disputa entre dos clubes se vuelve personal, entre dos rivales. Pero Estudiantes parece encaminarse a un nuevo título local, el quinto de su historia. Y eso es más importante que el golpe bajo de Desábato y las patadas de Ortega.

La victoria ante River fue la cuarta consecutiva del Pincha y la séptima en los últimos ocho partidos. Ante los Millonarios, Estudiantes estuvo lejos de su mejor versión. Con un bajo nivel de sus figuras, sufrió en el comienzo ante el River de Cappa, pero a partir del gol en contra de Quiroga a los 20 minutos, el equipo platense dispuso de las mejores chances y ganó con justicia. Rápidamente, el plantel de Sabella, sin sus principales figuras, emprendió viaje a México para enfrentar mañana a San Luis de Potosí por los octavos de final de la Copa Libertadores. El plantel largo le permite a Estudiantes estar en carrera y ser candidato a ganar las dos competencias que disputa este semestre. Resulta sorprendente la calidad y cantidad de jugadores de categoría que el equipo tiene sólo en el centro del campo. Detrás del líder Verón se encolumnan: Leandro Benítez, Braña, Carrusca, Enzo Pérez, Matías Sánchez, Leandro González y José Sosa. Demasiadas variantes para pocos puestos. En la delantera, Boselli y Gastón Fernández (dos descartes de Boca y River) han conformado una dupla letal, garantía de goles en cantidad, sobre todo en el caos de Boselli, goleador del Torneo Clausura con 9 tantos junto a Luna y Palermo.

Pero más allá de los nombres propios y de la categoría de su plantel, la principal de virtud de Estudiantes ha sido la de transformarse en un equipo que trasciende a su líder, Juan Sebastián Verón. La influencia de la Bruja es tan clara como su categoría a la hora de jugar al fútbol. Desde su vuelta a la Argentina, Estudiantes no sólo ha ganado el Torneo Apertura 2006 y la Copa Libertadores 2009, sino que siempre se ha clasificado del sexto puesto en adelante, salvo en el Torneo Apertura 2009, donde terminó octavo. Pero hoy el Pincha dispone de un plantel de jerarquía, capaz de jugar el mejor fútbol de la Argentina cuando sus individualidades se lo proponen. Un técnico inteligente como Alejandro Sabella completan el panorama alentador de un gran equipo.

El fixture invita a los hinchas a ilusionarse. En la próxima jornada, Estudiantes enfrentará a Chacarita (ya descendido), luego jugará ante Rosario Central (destinado casi a jugar la Promoción) y cerrará ante Colón (de floja campaña). Por eso, en lugar de hacer foco en las disputas entre Desábato y Ortega, mejor deleitarse con los lujos de Verón, las apiladas de José Sosa y los goles de Boselli, y así pensar que el fútbol argentino no es sólo contragolpe y pelotas paradas.

A 95 años del genocidio armenio

El genocidio armenio que hoy se conmemora está lejos cicatrizar, por más que ya hayan pasado 95 años desde su inicio. No sólo porque en aquella matanza ocurrida entre 1915 y 1917 a manos del gobierno turco hayan sido asesinados un millón y medio de armenios, sino porque, a casi un siglo de los hechos, las relaciones entre los dos países aun no se han normalizado. Sin embargo, dos partidos de fútbol disputados en los últimos dos años fueron la llave para iniciar un acercamiento entre los gobiernos, para así intentar poner fin a las disputas históricas.

El ejército turco inició las persecuciones hacia los armenios bajo la excusa de consolidar la unidad de la nación turca moderna. Las matanzas fueron tan brutales que los hechos darían lugar en 1930 al nacimiento de la palabra "genocidio", que fue acuñada por el experto en Derecho Internacional Rafael Lemkin para describir los asesinatos masivos que hoy se recuerdan. Pero como Turquía jamás reconoció los horrores cometidos, los armenios, tras décadas de denuncias que caían en saco roto, acuñaron la palabra “negacionismo” como un término utilizado por muchos estados e individuos para eludir su responsabilidad en ciertos hechos. Tras la Segunda Guerra Mundial, Turquía abrazó el modelo capitalista y Armenia, en ese entonces bajo el ala de la Unión Soviética, el comunista. Las fronteras entre ambos países se cerraron por completo. Las disputas históricas entre los estados se completaron a comienzos de la década del ´90, a raíz de la guerra emprendida por Armenia contra su vecino Azerbaiján. Los enfrentamientos tuvieron como eje las disputas por Nagorno-Karabaj, un antiguo enclave soviético poblado en su mayoría por ciudadanos armenios. Turquía apoyó a Azerbaiján en la lucha y ha condicionado públicamente su acercamiento a Armenia a las concesiones que se le otorguen a aquél país.

En medio de estos enfrentamientos históricos entre los pueblos, los caprichos de la pelota hicieron que en septiembre de 2008, Armenia y Turquía se enfrentaran por la clasificación para el Mundial de Sudáfrica. El presidente armenio Serge Sargsyan invitó a su par turco, Abdullah Gul, a la ciudad de Ereván, para presenciar el partido juntos.

Pese al gran operativo de seguridad y a algunas protestas, todo se desarrolló en paz. En medio de un encuentro aburrido, la selección de Turquía ganó dos a cero y le permitió festejar a los menos de 100 turcos que habían viajado durante 12 horas, vía Georgia, para presenciar el partido. Pese a la decepción de los armenios por la derrota, el deporte y la voluntad política fueron el punto de partida para cambiar la historia e iniciar un acercamiento entre los gobiernos.

En octubre de 2009, el presidente Gul devolvió el gesto e invitó a Sargsyan para compartir la revancha en la ciudad de Bursa. "Di un paso muy valiente cuando fui a Ereván en 2008, y ahora el presidente Sarkisian mostró una talla de gran dirigente. Estas visitas abren el camino a nuestros dos pueblos", afirmó Gul. Cinco días antes, los dos presidentes ya habían firmado un histórico acuerdo que permitiría, luego de la aprobación de los respectivos parlamentos, reestablecer las relaciones diplomáticas y la apertura del paso fronterizo de Margara.

Pese a las señales dadas por las autoridades, antes del partido se produjeron protestas en las afueras del estadio. Adentro, algunos seguidores turcos mostraron banderas de Azerbaiján y otros abuchearon el himno rival. Turquía volvió a ganar por dos a cero, aunque ya ninguno de los equipos contaba con chances de acceder a la Copa del Mundo. Sin embargo, la mayor victoria se la habían llevado los presidentes, que habían logrado estrechar los lazos cortados desde hace casi un siglo.

Sin embargo, el camino iniciado hace dos años por la diplomacia está bastante lejos de llegar a su fin. A seis meses del acuerdo sellado en octubre de 2009 en Suiza, el parlamento turco no ha ratificado los protocolos y eso no parece ser posible en lo inmediato debido a los problemas políticos que enfrenta el gobierno. El primer ministro turco, Recep Tayyip, afirmó recientemente en Washington que si los documentos llegan a ser votados ahora, su rechazo sería inmediato. Las objeciones del Parlamento turco están relacionadas con el reciente reconocimiento del genocidio armenio por el Comité de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense y por el Parlamento de Suecia. El Congreso armenio ya anunció que no se pronunciará hasta que lo haga su par turco. Los acuerdos permitirían crear una comisión mixta de expertos para estudiar el genocidio.

A 95 años de la barbarie, memoria y justicia son dos buenos términos a la hora de recordar el genocidio armenio. Parece mentira que el deporte haya sido el punto de inicio para el acercamiento entre los pueblos. Si el fútbol es la continuación de la guerra por otros medios, en este caso sirvió para marcar el camino hacia la paz. No es poca cosa.

La (no) huelga del fútbol español

La reciente jornada 33 de la Liga española podría no haberse disputado el pasado fin de semana. La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) había convocado hace poco más de dos semanas a una huelga que iba a desarrollarse del 16 al 19 de abril, en reclamo de los salarios adeudados. Finalmente, tras arduas negociaciones, los directivos se comprometieron a pagar parte de las deudas y la medida de fuerza fue levantada. Así, el empate sin goles entre Barcelona y el Espanyol permitió al Real Madrid acercarse un punto de los catalanes tras la victoria merengue ante el Valencia. Sin embargo, la crisis financiera que padece el fútbol español está lejos de la solución definitiva.

El paro propuesto por la gremial de futbolistas presentaba como eje el reclamo por el dinero que se les debía a los jugadores. Según el gremio, sólo un 15% de los clubes estaban al día en los pagos y una buena cantidad de ellos se encuentra al borde de la Ley Concursal. Entre los equipos de Primera, el Xerez ya se ha acogido la norma y el Mallorca y el Valladolid van en camino.

Lejos de los refuerzos galácticos del Real Madrid, en julio pasado 42 de los 80 clubes de la Segunda B (la tercera categoría) fueron denunciados por sus acreedores por falta de pago. Sólo el dinero reclamado por el sindicato ascendía a 4,1 millones de euros para unos 200 jugadores de la Segunda B, y además se solicitaba la creación un fondo de garantía para los futbolistas que se desempeñaran en clubes concursados, por un total de 8 millones. Pachi Izco, presidente de Osasuna, ha recomendado a algunos agentes “que lleven a sus jugadores no al club que más comisión les pague, sino al que tenga más garantías de cobro”.

La situación económica actual de la llamada Liga de las Estrellas encuentra varias razones. Como la crisis financiera mundial de 2008 que nació de hipotecas que no pudieron pagarse, muchos clubes españoles ofrecieron a sus futbolistas salarios desorbitados que no se correspondían con sus ingresos. Esta situación se enmarca dentro de un proceso más amplio que ya hemos tratado aquí, en donde muchos clubes de fútbol practican el endeudamiento sistemático como forma de gestión. Así, pueden fichar mejores jugadores y presentar un equipo de mejor nivel. Pero si los resultados no acompañan, y a veces ni aún así, el presupuesto no se cumple y aparecen las deudas.

La crisis económica mundial de las hipotecas afectó especialmente a muchos clubes españoles, cuyos dueños provienen del mundo de la construcción. En el mundo del ascenso, equipos como Portuense, Granada, Ejido, Lorqui, Fuerteventura, San Fernando, Lorca Deportiva, que anteriormente habían inyectado dinero fresco proveniente del boom de los ladrillos, comenzaron a presentar un déficit creciente.

El papel de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) también tomó otro color en último tiempo. El sindicato reúne unos 6000 profesionales, lo que lo convierte en aquel que cuenta con la mayor cantidad de jugadores profesionales en el mundo. La AFE se normalizó el 22 de marzo pasado, luego de que se alejara el presidente Gerardo González Movilla tras 21 años. El sucesor fue Luis Rubiales, un futbolista recientemente retirado, de 32 años, quien enseguida se puso al frente de los reclamos de sus afiliados y propuso una medida de fuerza. El problema fue abordado por el gobierno español a través del Consejo Superior de Deportes (CSD), quien convocó a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y a la Liga Nacional Fútbol Profesional (LNFP), con la idea de firmar un Gran Pacto por el Fútbol Español

El fantasma de la huelga, que hubiera sida la primera desde1984 y la quinta en la historia, se esfumó a los pocos días, luego de que el sindicato lograra el compromiso de la Federación de afrontar los problemas de los futbolistas más humildes. La FEF se haría cargo de tres millones de euros y la cantidad restante saldría de la modificación del Real Decreto de las Quinielas, que en adelante destinará un 1% de su recaudación a las categorías menores.

Inglaterra y España son muestras de cómo la crisis económica mundial esta haciendo mella en muchos clubes de fútbol, que adhirieron de un tiempo a esta parte a sostener un presupuesto con un déficit importante como fórmula para alcanzar el éxito. Más allá del acuerdo, la LNFP estaría trabajando para fijar un tope equivalente al 70 por ciento de los ingresos de cada club para gastar en salarios, traspasos y honorarios a los agentes. Parece que no alcanza con la responsabilidad de de los directivos para administrar correctamente los clubes, sino que hay que fijar límites por escrito para no pasar por el calvario económico.

Barracas, el ascenso y el camión

La imagen televisiva los mostraba en ronda, a los gritos, bajo el sol del mediodía porteño. Así festejaron ayer los jugadores de Barracas Central su ascenso a la Primera B (la tercera categoría del fútbol argentino) tras vencer a Excursionistas por 1 a 0. Los equipos llegaron a la gran final por el ascenso luego de conseguir 73 puntos en 38 fechas y quedar empatados. Pero al gran duelo le falto un condimento fundamental para tamaño acontecimiento: se jugó a puertas cerradas, sin hinchas en las tribunas.

En la Argentina, los hinchas de los clubes del ascenso no pueden ver a su equipo cuando juega fuera de casa desde mediados de 2007, cuando un partido entre Nueva Chicago y Tigre, por la Promoción, terminó con enfrentamientos entre hinchas de ambos equipos. La muerte por una pedrada de Marcelo Cejas, hincha de Tigre, fue el resultado de los incidentes. La medida se mantiene hasta hoy sólo en las categorías menores, aunque es existen chances de que se levante en la próxima temporada. En el caso de la final entre Barracas y Excursionistas, al jugarse en un estadio neutral, se consideró que ninguno de los dos equipos era local, por lo que no se permitió el ingreso de ninguno de sus seguidores. Quizás se consideraba un partido de alto riesgo o, ante la duda, mejor no dejar entrar a nadie y castigar a todos. Sólo 30 allegados de cada club, más los periodistas y algunos privilegiados, tuvieron la posibilidad de ingresar al estadio.

Las casualidades del fixture hicieron que los dos equipos se encontraran en la última fecha cuatro días antes. El miércoles pasado, en la cancha de Barracas, fue empate 0 a 0. Ayer, el primer tiempo mostró más lucha que fútbol y pocas llegadas. Pero en la segunda etapa, Barracas salió más decidido y así aparecieron las mejores situaciones. El gol llegó en la última jugada del partido. Avalo tiró el centro, Salom conectó de cabeza y le dio la victoria a Barracas. El conjunto camionero se consagró campeón de la C y logró el pase a la Primera B luego de 54 años.

El ascenso encuentra entre los principales responsables al presidente del club, Claudio “Chiqui” Tapia, yerno de Hugo Moyano, Secretario General de la Confederación General del Trabajo (CGT). Casado con María Isabel Paola Moyano, Tapia fue elegido por el sindicalista más poderoso de la argentina hace unos años para hacerse cargo de Barracas Central. El club sedujo a Moyano por estar ubicado en el barrio con más empresas transportistas de la Capital Federal.

El Sindicato de Camioneros, de donde proviene el clan Moyano, invirtió dinero fresco en la institución a cambio de publicidad en las camisetas y en el estadio, que fue remodelado. Así, cuadruplicó el presupuesto del fútbol hasta convertirse en el más alto de la Primera C y pagó salarios a los futbolistas muy superiores a los que se abonan en el resto de los clubes de la categoría. Hoy, Barracas cuenta un plantel de lujo para la C y con un técnico codiciado en otras divisiones de ascenso como Juan Carlos Kopriva. En las tribunas, los viejos hinchas comenzaron a mezclarse con los nuevos, más fieles al Sindicato de los Camioneros. Pero los viejos y los nuevos no pudieron estar en el estadio de Atlanta para presenciar la consagración. Ayer, no había lugar para nadie. En poco tiempo, todos se reencontrarán en la B.

Bielsa y el plasma

Algunas frases de Marcelo Bielsa, técnico de la Selección de fútbol de Chile, en una charla sobre liderazgo que ofreció a universitarios la tarde del jueves pasado en Viña del Mar:

- “Cuando el actual Presidente (Sebastián Piñera) ganó las elecciones, aquel día dijo que Chile era el mejor país del mundo… semejante mentira. Mentira para el 95% de los países del mundo, porque habrá cinco países que pueden disputarse ser el mejor. Seguro que Chile no es y seguro que Argentina tampoco, para que no me acusen”

- “Si hubiera podido, (tras el terremoto) me robaba un plasma. ¿Saben por qué yo me lo robaba? Porque yo estaba en Pinto Durán (el complejo deportivo de la Selección chilena) y había un televisor Sony, que no lo había pagado. Era de la federación, un regalo, y yo estaba preocupado por si se caía. Y no era ni mío. ¿Qué quiere decir eso? Que, haciendo la proyección, hubiera robado porque con todo lo que tengo materialmente, estaba preocupado por un televisor que no pagué. ¿Cómo un tipo medio, de a pie, como se dice aquí, no hubiera robado?”

- “Te dicen que sos un tarado por no tener un plasma y más cuando se va a jugar un Mundial. Cuando el televisor te lo venden en cien cuotas, no saben tampoco si lo vas a poder pagar. Cuando alguien dice ‘mirá, en vez de pagarlo en 100 cuotas, que es un robo, róbalo. Porque otro hizo el trabajo sucio, quebró la vidriera y sacó el candado’, la gente entra y lo saca, no porque sean malos, sino porque han sido empujados a esa cuestión. No podemos situarnos en una posición en que yo soy el bueno y todos los demás son los malos, sin que la crítica y el resentimiento nos ganen, porque yo soy el único que batalla, porque soy el único perfecto”.

Nervios y apretadas

Sería más fácil hacer una encendida defensa de uno de los dos y tomar partido. Es tentador. La situación se presenta como el inminente final de una película: no hay lugar para los dos. Palermo y Riquelme, las estrellas de Boca, comenzaron el último capítulo de su novela pública en el mismo momento que el goleador marcaba el tanto 219 de su carrera en Boca y se convertía en el máximo goleador de la historia del club. Valioso récord para un fútbol como el argentino, que no cuenta con muchos jugadores que registren trayectorias extensas en un mismo club y menos aun que entren en su historia grande. Pero el gol récord cedió paso al desplante público de Riquelme en el festejo, a las declaraciones de Palermo (demasiadas) reconociendo la mala relación entre ambos, a los ex jugadores en decadencia devenidos opinólogos y a los infinitos debates mediáticos sobre el tema.

Riquelme, hábil dentro y fuera de la cancha, dejó bajar las aguas y habló hoy en conferencia de prensa. Tras la gran cantidad de entrevistas que concedió Palermo en los últimos días, el tono monocorde y pausado del Diez mostró que la guerra de nervios la maneja tan bien como el balón sobre el verde césped.

Pero no es intención de este espacio tomar partido por uno de los dos, porque la verdadera relación y cómo eso incide en el rendimiento del equipo sólo lo saben los protagonistas. “Ahora digo que está recontra armado, el que no lo quiere ver es ciego" dijo hoy Riquelme a los periodistas sobre la polémica. Dirigentes del riñón del ex presidente Maurcio Macri, como el vicepresidente José Beraldi, el tesorero Daniel Angelici y el secretario Rómulo Zemborain, son algunos de los impulsan desde hace un tiempo la marcha del Diez y no se niegan mucho a anunciarlo públicamente. El propio Macri se encarga cuando puede de criticar a Riquelme, como si no tuviera temas sobre los que hablar respecto a la Ciudad de Buenos Aires.

“Hay cosas que puedo aguantar y cosas que no. Creo que fui muy claro” también dijo hoy Riquelme para explicar por qué corrió hacia la platea tras el gol de Palermo y dejó plantado al goleador récord. Ya en la salida del equipo ante Arsenal Riquelme no había saludado hacia la tribuna donde se ubica La 12. El día anterior, la hinchada había concurrido al entrenamiento y les había dicho a los jugadores: "Hay que terminar con las divisiones, correr y pasarle la pelota a Palermo para ganar". Los 20 barras, que ya habían apretado al plantel antes del partido con River, se enojaron con algunos de los futbolistas y hasta los invitaron a pelear. Riquelme fue especialmente apuntado y le reclamaron falta de actitud.

El Diez tenía una buena relación con la barra y hasta fue alguna vez a una peña con los hinchas, pero la relación se quebró cuando La 12 se encolumnó detrás de la Selección Argentina y, en la diputa entre Maradona y Riquelme, tomó partido por el DT del equipo nacional. Palermo históricamente ha tenido buena relación con la barra, al punto que supo visitar al antiguo líder Rafael Di Zeo en la cárcel de Ezeiza, compartir asados con los hinchas y participar de encuentros en las peñas. Probablemente, por eso el goleador les haya dedicado el gol 219 al núcleo duro de la hinchada.

Como se ve, las internas xeneizes no se dan sólo dentro del plantel profesional. Y llegan a tal nivel, que uno de los ídolos de la historia del club como es Riquelme no celebra los goles de cara a la tribuna donde se ubica el núcleo duro de la hinchada porque está cansado de soportar la violencia de esos grupos, que invaden el club como si fuera propio y dan órdenes a los jugadores como si fueran los técnicos. Al menos, alguien alguna vez dijo no.

Quizás sea repetido hablar de violencia y aprietes y sea más rendidor entrar en la polémica entre las dos estrellas futbolísticas para tomar partido. El final de la historia entre Palermo y Riquelme está cerca. El final de los violentos del fútbol argentino parece que no.

Minucias

La 14° fecha del Torneo Clausura finalizó con novedades importantes en el campeonato. Godoy Cruz y Argentinos ganaron y llegaron a la punta, Independiente perdió y bajó al cuarto puesto, Estudiantes goleó a Racing, Boca volvió al triunfo con su nuevo entrenador y River despidió al suyo tras otro partido sin victoria. Seguramente, la presencia en la punta del torneo de dos equipos que en la previa no figuraban en las lista de candidatos sea la principal novedad de un campeonato que, salvo el Rojo de Gallego, ve deambular a los equipos grandes del puesto 14 para abajo.

La goleada de Godoy Cruz por 6 a 2 ante Tigre reafirmó lo que ya mostraba en los partidos anteriores el equipo del técnico debutante Omar Asad. Los mendocinos son un conjunto que piensa primero en el arco de enfrente, contrariamente a la mayoría de los equipos que lucha por evitar el descenso, y eso se refleja en los 21 goles que lleva anotados en el torneo. La mano del entrenador se nota en el rendimiento de los que ingresan desde el banco, como fue el caso el lunes de Rodrigo Salinas, que nunca había jugado como titular y marcó tres goles. Un juego similar mostró el lunes Boca, que con un Riquelme superlativo e individualidades en buen nivel goleó a Arsenal por 4 a 0. Siempre es reconfortante hablar de equipos que apuestan por el buen fútbol, aunque muchas veces esas noticias no aparecen entre los titulares.

El profesor Carlos Mangone incluyó dentro de las minucias del mundo del fútbol la pseudoprofundización de aspectos referidos al deporte y el seguimiento pormenorizado de la cotidianeidad lúdica y profesional de los protagonistas. A esto agregó: “La minucia cotidiana del espacio deportivo sería un aspecto sin importancia si tuviera un lugar social y cultural acotado. Sin embargo, el periodismo deportivo formaliza un discurso que no se aleja bastante de una retórica congelada que está directamente relacionada con lo cotidiano, como el seguimiento de entrenamientos”. El problema del periodismo deportivo argentino para Mangone es aquello que da titulo a su texto: “La minucia cotidiana como determinación del campo”. Se habla y escribe mucho sobre detalles accesorios, que se han vuelto un elemento central de las noticias deportivas.

Los casos de Boca y Godoy Cruz en los partidos del lunes fueron buenos ejemplos de como las minucias se expanden sobre el campo y ocupan la mayor parte del espacio. Se repitió más por televisión la famosa pelea entre los técnicos Asad y Caruso Lombardi que los goles de los mendocinos. Se vio muchas más veces el festejo distante entre Palermo y Riquelme que la hermosa pared que rompió la defensa de Arsenal y se transformó en el primer gol de Boca. Porque poco hay para debatir sobre el buen juego de Godoy Cruz en el torneo y el dominio arrollador de Boca el lunes. Entonces se recurre a hechos menores para desatar la polémica y el debate.

Umberto Eco escribió: “El deporte cumple su papel de alta conciencia al permitir que los ciudadanos participen del espacio público sin verse obligados a comprometerse con los demás mediante el diálogo o la acción en la esfera de lo social”. Más que repetir hasta el hartazgo los gritos de Asad y Caruso, valdría la pena al menos reflexionar porque estar excedido en peso y ser adicto a las drogas son frases agravantes en el mundo en que vivimos y no adicciones que muchas veces no se pueden controlar. O porque el fútbol y sus discursos nos sitúan permanentemente en situaciones de conflicto que se abordan desde lugares superficiales.

Calamaro & Messi

Guardiola & Alves

“Estamos contentos, satisfechos, pero restan veintiún puntos por jugar, un mundo" dijo Josep Guardiola, el entrenador del Barcelona, tras la victoria de su equipo ayer ante el Real Madrid. Guardiola tenía motivos para celebrar: se llevó el cuarto triunfo consecutivo ante el clásico rival y su equipo se encamina a ganar la Liga. Pero pensante como es, prefirió la cautela.

En distintas épocas y en diferentes lugares, el catalán Guardiola y el argentino Abel Alves tienen algunos puntos en común. Como futbolistas, ambos se desempeñaban en el centro del campo. Probablemente, Alves tuviera más llegada al gol, aunque Guardiola entregaba el balón con una precisión distintiva. Aún con matices, ambos se convirtieron en jugadores – símbolo de Boca y Barcelona. Tal era el vínculo que tenían con los clubes que los habían formado como futbolistas, que ambos llevaron a dirigirlos sin ninguna experiencia previa en el máximo nivel.

La historia es conocida. Guardiola llegó al banquillo culé en 2008, luego de pasar por el Barcelona B, al que logró un ascenso a la tercera categoría del fútbol español. En su primera temporada, se llevó los 6 títulos que disputó (Liga, Champions League y Mundial de Clubes entre otros) y puso a su equipo en la cima del mundo con un juego de altísimo nivel. Alves pasó unos años en las divisiones inferiores de Boca hasta que, en 2005, dirigió a la primera en tres partidos tras la marcha del “Chino” Benítez. En 2009, realizó otro breve interinato luego de la salida de Carlos Ischia. Cuando renunció Alfio Basile, a comienzos de 2010, fue ratificado como DT para el Torneo Clausura. Sin embargo, a la hora de conducir a sus equipos, hacia adentro y hacia afuera, Guardiola y Alves mostraron estilos diferentes. Y seguramente eso influyó en los resultados que consiguieron.

"Estos que me aplauden hoy me echarán mañana" decía Guardiola cuando era futbolista. Si lo tenía claro cuando entraba a la cancha, más convencido estaría una vez que estuviera afuera. El periodista Juan Cruz lo definió esta semana en El País: “Como es un tipo muy serio, ha disfrazado su sentido común con la ironía o con el silencio. Él sabe que por la boca muere el pez, y se ha acostumbrado a tenerla en su sitio. Es parco, pero no es de pocas palabras. Se ha acostumbrado tanto al acoso periodístico que ya da titulares de tres palabras, algunas de ellas tacos. Una palabra define su modo de hacer el equipo: armonía, a base de autoridad”. El 16 de junio de 2008, cuando fue presentado como entrenador del Barcelona, Guardiola declaró: “No estoy aquí para pedir tiempo ni cien días de gracia. Creo mucho en el talento y el esfuerzo”.

La relación de Alves con la prensa fue un capítulo importante desde su llegada a la primera de Boca. En 2009, cuando transitaba su segundo interinato, dijo: “Al que le haga falta y no tenga ganas de jugar, o necesite descanso, que se tome vacaciones. Hay un lema que me enseñaron en este club: cuando no se puede más, hay que meter la patita y jugar con eso, con lo que tenés ahí abajo”. La idea de llegarle a sus dirigidos a partir del orgullo fue una constante en sus discursos mediáticos, aunque no el único ingrediente.

Las conductas de ambos técnico tras los triunfos importantes también mostraron las diferencias entre ambos. “Me gustaría felicitar al Madrid. Hace un mes y medio teníamos que haber sido campeones tal y como estábamos jugando, pero el Madrid nos ha plantado cara… Hoy hemos dado un paso grandioso, inmenso, pero hemos tenido que venir a ganar aquí para sentenciar” afirmó el catalán tras la histórica victoria ante el Real Madrid por 6 a 2, que definió la Liga pasada a favor del Barcelona. Luego de la victoria en el clásico ante River por 2 a 0, Alves disparó ante los medios: “Me sobran son huevos y no me va a parar nadie. De acá me van a sacar con los pies para adelante. Me voy a ir de Boca ganador, pero eso les aseguro que nunca pensé en renunciar”. 15 días más tarde, abandonó el equipo, que marcha anteúltimo con 11 puntos en 13 fechas.

Los mensajes que Alves les lanzó a sus dirigidos a través de los medios también fueron parte de su sentencia puertas adentro. “Hoy con nombre no se puede ganar. Yo respeto a todos, pero no me va temblar la mano y va a jugar el que mejor esté. Si tengo que hacer cambios y darles descanso a esos jugadores que le dieron mucho al club, lo haré” dijo tras la derrota con Newell´s en la tercera fecha. Primero salieron dos jugadores históricos, como Abbondanzieri e Ibarra, y luego se sucedieron cambios constantes, con futbolistas que desfilaban por el primer equipo y luego desaparecían de toda convocatoria. La salida del joven arquero Javier García en el último partido ante Colón, con escándalo incluido, fue el punto final para semejante caos.

Antes de la final del Mundial de Clubes ante Estudiantes, Guardiola les dijo a los jugadores una frase que ya es leyenda: “Señores, si hoy pierden, seguirán siendo los mejores del mundo. Pero si hoy ganan, serán eternos”. En la cancha, sus dirigidos le respondieron con un triunfo, que ubicó al Barcelona como el mejor equipo del mundo. Mientras el equipo no le respondía, Alves les escupió a comienzos de marzo a sus jugadores: "De acá me van a tener que sacar muerto". No encontró respuestas adentro de la cancha.

Un entrenador pueda hablarles a sus jugadores puede hablar con los libros o con el corazón, pero si no existe una línea de juego no se logran resultados. Guardiola es amante de la poesía y la música. Sus declaraciones reflexivas expresan ese futbolista fino que era dentro del campo. Pero ante todo, el Barcelona más que un equipo es una escuela, nacida hace más de 20 años con la llegada al banquillo del holandés Johan Cruyff. Esa escuela es la que formó a Guardiola como jugador, a Messi y muchos de los que hoy forman el primer equipo. Esa propuesta de juego definida que muestra este histórico Barcelona expresa lo que propone la conducción. Porque se podrá apelar al orgullo, pero al fútbol se juega con los pies y con la cabeza a partir de una idea madre. Eso es lo muestran día a día los catalanes. Y últimamente en Boca, se ven pocas ideas y muchas contradicciones.

40 años sin Beatles

Los Beatles fueron tan pioneros en el mundo de la música que hasta inventaron la separación de los grandes grupos. El adiós también fue parte de la vanguardia. De esa despedida oficial anunciada por el diario Daily Mirror se cumplen mañana 40 años, aunque los miembros de la banda ya estaban distanciados hace un tiempo. Con los Beatles se iba un grupo que desde el rock fue símbolo de toda una época y que fue la punta de lanza de un cambio político, social y cultural que se expandió alrededor del mundo. Una banda que desde las letras y la música que emanaba de sus miembros hizo mucho para que los jóvenes se constituyeran en un actor social importante, opuesto a las ideas conservadoras de los mayores. Desde esa trinchera se construyó la rebeldía juvenil de la década del ´60, que tuvo en los Beatles a su mayor exponente cultural.

No hay grandes testimonios sobre la relación de John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr con el mundo del deporte. Algunos indican a su agente Brian Epstein como el responsable de esta estrategia, ya que el manager les habría prohibido a los cuatro pronunciarse públicamente sobre sus gustos futbolísticos, para no ganarse el odio de algunos fans.

Pero en una sociedad futbolera como la inglesa y en una ciudad con equipos tan importantes como el Liverpool y el Everton, es poco probable que ninguno de los cuatro miembros de la banda tuviera cierto gusto por el deporte, más allá de que ninguno haya sido un gran fanático. "No éramos especialmente hábiles, aunque John era, indudablemente, el mejor con el balón en los pies. Un día me confesó que siempre había soñado con jugar en el Liverpool” recordó alguna vez Pete Best, el primer baterista del grupo, que en 1962 fue reemplazado por Ringo Starr. Existe una leyenda contada alguna vez por el periodista Bobby Flores, quien comentó que vio en Inglaterra una vieja entrevista a Lennon, quien ante la pregunta sobre quién deseaba que ganase la final Intercontinental entre Celtic de Escocia y Racing en 1967, se inclinaba por La Academia. Probablemente se haya tratado de un gesto para alimentar la tradicional disputa entre tradicional disputa entre escoceses e ingleses.

Como una de las tantas diferencias que tenían, McCartney también estaba en la otra vereda futbolística de Lennon. Un primo de Paul fue quien lo hizo seguidor del Everton, a tal punto que en 1968 viajaron hasta Londres a ver una final de Copa en Wembley entre Everton y West Bronwich. Sin embargo, McCartney no pudo festejar aquella vez, ya que su equipo se marcharía derrotado. Harrison no mostró nunca interés en el fútbol. Incluso alguna vez llegó a decir: "En Liverpool hay tres equipos. Yo soy seguidor del otro". Hasta su muerte en 2001, George era concurría asiduamente a las carreras de Fórmula 1. Sobre Ringo, los libros indicaban que era hincha del Liverpool, aunque en una entrevista reciente comentó que, cuando era pequeño, su padrastro, nacido en Londres, ocasionalmente lo llevaba a la cancha a ver al Arsenal.

Pero más allá de la pasión que mostraban por algún equipo, la obra de los Beatles está llena de referencias al fútbol. En la película “Help!” aparece un estadio lleno y un pseudo Ringo dominando la pelota. En “Magical Mystery Tour” se ve a tres Beatles jugando con un balón de pentágonos. En el video de “Pipes Of Peace” se ven dos equipos de soldados franceses jugando a la pelota. En el video de “Eleanor Rugby”, hecho con dibujos animados, aparecen dos equipos de fútbol (uno azul y otro rojo), que refieren a Everton y Liverpool.

En la famosa tapa de Sgt. Pepper's, entre las 63 personalidades aparece el futbolista Albert Stubbins, una leyenda del Liverpool. Neil Aspinall, road manager de grupo, reveló que el impulsor de la idea fue Lennon. "Estábamos en el estudio. Hubo sugerencias curiosas, pero John no paraba de hablar sobre Stubbins y nadie sabía quien era". Stubbins era un futbolista que había sido ídolo del padre de John. El ex Liverpool le ganó la pulseada a Dixie Dean, leyenda del Everton, propuesto por McCartney.

En las letras de los Beatles no hay grandes referencias futbolísticas. Matt Busby, histórico jugador del Liverpool y del Manchester United, aparece citado en la canción “Dig It”, del disco “Let it be”, junto a otras celebridades como BB King y la actriz Doris Day. En “Come together” se alude a una camiseta de fútbol (“He wear no shoeshine he got toe-jam football”). En una de las grabaciones de “Glass Onion”, John Lennon incluyó la voz de un relator deportivo gritando "it's a goal". El productor George Martin se encargó de quitar el audio de la mezcla final.

Sin quererlo, canciones de los Betales se trasladaron a los estadios británicos en forma de cantos de tribuna. “Yellow Submarine” y “All together now” son himnos que aun hoy se escuchan en las tribunas. Pero el desarrollo de la juventud y toda su energía en la década del ´60 tuvieron como consecuencia la formación de grupos de clase media que concurrían a los estadios y que en aquellos tiempos comenzaron a generar enfrentamientos. Es en el Mundial ´66, disputado en Inglaterra, cuando la violencia del fútbol hace su irrupción ante el gran público. Aquello estaba muy lejos del arte de los Beatles, pero hasta allí llegó su influencia.


Aquí un video de "Dig it":

Messi y los adjetivos

"El Dios Messi bajó de los cielos para protagonizar una exhibición con un 'poker' de goles, que sirvió para romper a un notable Arsenal que obligó al campeón a sacar lo mejor de su fútbol" dice el diario Mundo Deportivo. Hoy se dio otra actuación antológica de Lionel Messi, que en los últimas semanas engrosa sus páginas de grandes momentos cada vez que pisa el césped. Con los goles del rosarino, Barcelona le ganó 4 a 1 al Arsenal inglés y se clasificó a las semifinales de la Champions League. Messi anotó cuatro goles en un partido por primera vez en su carrera. Este año, ya había marcado tres hat tricks en la Liga, ante Tenerife, Valencia y Zaragoza.

En la temporada, Messi acumula 39 goles en 42 partidos, con un promedio de 0,93 por encuentro. Es el goleador de la Liga con 26 tantos y también de la Champions, con 8. El brillante nivel de juego se refleja en números sorprendentes.

Mundo Deportivo agrega que con Messi se agotan los calificativos. Sobre esta cuestión, aportamos una hermosa columna del director español David Trueba.

Antofagia

Messi es tan bueno que adjetivos no faltan. Por ejemplo, nadie ha dicho todavía que Messi es antófago o isótropo. Antófago es aquel que se alimenta de flores. Da la sensación de que Messi encuentra su energía en la floritura. Siempre intenta hacerlo bello, no se conforma con hacerlo práctico. Esto es lo que separa al artista del bracero. Cuando Messi se hace con la pelota suele entender la dificultad como el camino más sencillo porque es la senda oculta, la que nadie puede predecir. Lo que le hace imposible de marcar es que resulta insólito. No hay un defensa enfrente que pueda imaginar lo que él imagina. Enfrentarse a él es como encontrarse a oscuras en una casa desconocida.

Isótropo es aquel que tiene iguales propiedades en todas direcciones. Los locutores no suelen usar este adjetivo por si acaso se trabucan. Pero un día le pregunté a un jugador que se acababa de enfrentar a Messi en un partido y fue muy gráfico: "Mira, hay un momento en que te llega a confundir sobre cuál es la dirección en la que atacas y cuál en la que defiendes". Y es que a veces avanza retrocediendo o se abre cerrándose o se perfila de cara. El caso es que cuando redescubres tu portería tiene el balón adentro.

Ha calcado jugadas del repertorio clásico de los mitos con tal exactitud que algunos han dicho que jugaba con ouija. Esta especie de Houidini sin trampa ha mandado a muchos defensas a la revisión de la vista. Pero más bien deberían volver a clase de geometría porque la virtud de Messi está en pasar por donde no había espacio. Este es un asunto fundamental en el fútbol porque el juego consiste en crear un lugar donde desarrollar el juego fuera de las coordenadas del enemigo. Los grandes pasadores, hoy tan preciados, tienen esa virtud. Alargan el campo hasta hacerlo infinito. Messi lo hace con la pelota en los pies, entre patadas y empujones, ayudado por su escasa estatura y su resistencia.

Messi, además, no tiene cara de anuncio cosmético, por lo que la cámara no busca el primer plano como con otros futbolistas. Cuando la pelota le llega, el realizador abre el plano para mirarlo de cuerpo entero. Como hacían los buenos directores de musicales cuando bailaba Fred Astaire: lo enseñaban sin cortes ni detalles, se limitaban a perseguir su cadencia perfecta. Lo malo para los futbolistas rivales es que lo tienen encima y sólo lo disfrutan al llegar a casa y verlo por la tele.

Aquí la columna completa.

Higuaín

Esta columna podría haberse escrito ya hace varias semanas. Porque la cosecha goleadora de Gonzalo Higuaín en la presente temporada del Real Madrid crece día a día. Con el gol que le anotó ayer al Racing de Santander, el ex River suma 26 tantos en la temporada 2009/10 (24 en la Liga y 2 en la Champions League) y conforma junto a Cristiano Ronaldo la pareja goleadora del equipo que está en la punta de la Liga Española junto al Barcelona.

Los 250 millones de euros que el presidente merengue Florentino Pérez gastó a comienzos de temporada le permitieron conformar un plantel cargado de estrellas, que mostró en la cancha un juego más eficiente que vistoso. En ese conglomerado de figuras, la presencia de Higuaín en el once titular podía sonar a utopía a comienzos de temporada. Los puestos del ataque madridista se los diputan jugadores de la talla de Cristiano Ronaldo, Raúl, Van der Vaart, Kaká y Benzemá. Pero gran parte de los goles ya estaban en casa. Postergado Raúl, discontinuo el holandés, suplente el francés y en bajo nivel el brasileño, el Pipita logró hacerse su lugar entre las estrellas. Ya convirtió 24 goles de un equipo que anotó 83 en 30 partidos de Liga. Ayer, volvió a marcar por quinta jornada consecutiva y lleva 12 goles en los últimos ocho encuentros del torneo. El ex River anota cada 70 minutos y sus pies le han dado al Madrid 15 puntos. En la victoria ante Racing, su equipo no anotó tres goles o más después de 9 partidos.

Eliminado en primera ronda en la Copa del Rey ante el débil Alcorcón, despedido por el Lyon en los octavos de final de la Champions League, el Real sobrevive en el campeonato doméstico, donde marcha en la punta junto al Barcelona con 77 puntos. El domingo, en el Santiago Bernabeu, el gran derby español frente al Barcelona puede empezar a definir la Liga. Higuaín y Cristiano Ronaldo son las cartas ganadoras del equipo de Pellegrini para asegurarse el triunfo. Entre ambos suman 51 goles, más de la mitad de los anotados por su equipo. Del otro lado, Messi (hoy al tope de la tabla de goleadores con 26 tantos) e Ibrahimovic intentarán quedarse con la gloria.

Se decía del juego del gran Alfredo Di Stéfano que no se sacaba un diez en nada, pero calificaba con ocho en todo. Manejaba todos los aspectos del juego y por eso fue uno de los más grandes de la historia del fútbol. Sin compararlo con el nivel de la Saeta Rubia, Higuaín es también un futbolista que no presenta un aspecto brillante de su juego, pero que maneja con prolijidad y buena técnica todos los fundamentos de un buen delantero. Remata bien desde la puerta del área, sabe definir en el mano a mano ante los arqueros, puede asociarse lejos del arco rival con sus compañeros, tiene buen desmarque, puede desbordar y asistir. Y sobre todo es un goleador con mayúsculas, que a su aporte en la red suma una buena cuota de participación en el circuito colectivo. Entre sus falencias pueden citarse el juego aéreo, aunque ya ha marcado de cabeza. El tiro en el palo en la revancha ante el Lyon muestra que tendrá que ajustarse al nivel de las grandes citas. Con sus 23 años, tiene cosas que pulir, pero su piso de juego es bien alto.

Pero probablemente, la mayor virtud de Higuaín no se vea dentro de la cancha. La voluntad y el sacrificio que puso para vencer las dificultades que se le presentaron desde que llegó a España es uno de sus mayores valores. Su presencia en el equipo titular y su nivel cada partido muestran a un futbolista que evoluciona constantemente y que aprovecha las chances que se le presentan. “Higuaín es imprescindible en este Madrid y en el futuro Madrid” escribió recientemente el periodista Santiago Segurola en el diario Marca. En la Selección Argentina, el Pipita ha mostrado algunas pinceladas de su buen nivel, como el gol ante Alemania que le dio la victoria al equipo de Maradona en el último amistoso. En sus pies y en los de Messi residen buena parte de las chances del equipo argentino en el próximo mundial. Al ver la tabla de goleadores de la Liga española y el nivel de juego de ambos, hay motivos para ilusionarse.

2 de abril

El 19 de febrero de 1982, el presidente de facto Leopoldo Fortunato Galtieri visitó a los jugadores de la Selección Argentina de fútbol, que en esos momentos se preparaban para el Mundial de España. Un periodista le preguntó:
- “¡Irá usted al Mundial de España?
- Imposible – respondió Galtieri-. Aquí tengo demasiadas tareas… Imposible".

El 13 de junio de 1982, Argentina perdió 1 a 0 ante Bélgica en el primer partido de la Copa del Mundo. Dos días más tarde, el general Luciano Benjamín Menéndez se rendía ante su par inglés Jeremy Moore y ponía fin a la Guerra de Malvinas. Efectivamente, Galtieri tenía demasiadas tareas que atender. 48 horas más tarde, dejaría la presidencia.

Un 2 de abril como hoy, pero hace 28 años, efectivos de las Fuerzas Armadas desembarcaron en las Islas Malvinas. Se iniciaba así una guerra entre Argentina e Inglaterra, que duraría 74 días y dejaría como herencia 649 argentinos muertos en la lucha contra los ingleses, que perdieron 256 vidas. Ese viernes 2 de abril de 1982, Central Norte y Mariano Moreno abrían la 9° fecha del Torneo Nacional argentino. Central Norte se impuso 1 a 0. El fin de semana se jugó con normalidad la Primera y el Ascenso. Y así sucedió durante todo el conflicto armado. La portada del diario Crónica del lunes 5 de abril informaba que la flota inglesa zarpaba con destino a Malvinas. Más abajo, se leía: “En fútbol, muchos empates; júbilo, ¡Triunfo popular! Más allá de resultados, una voz resonó en las canchas ¡Argentina!”. La guerra estaba presente en todos los estamentos de la sociedad argentina.

Pero más allá del fervor popular, hubo futbolistas que tuvieron que poner el cuerpo en la lucha. Luis Escobedo (un defensor que jugaría luego en Los Andes, Colón, Belgrano y Vélez), Gustavo De Luca (entonces entrenaba en la reserva de River y luego pasaría por el fútbol chileno) y Osvaldo de Felippe (ex Huracán, Villa Mitre y Olimpo, entre otros equipos) debieron viajar a las islas para pelear. “Pasé de las prácticas en Huracán a estar en un pozo de zorro en Malvinas, con 30 grados bajo cero, durmiendo a la intemperie y sin comer; cuando volví, a las pocas semanas me concentraba en el Hotel Bauen y comía en un restaurant de primer nivel" recordaría luego De Felippe.

El mismo 2 de abril, más de 100 personas se congregaron en la Plaza de Mayo para escuchar las palabras del presidente Galtieri y dar su apoyo a los soldados argentinos. En medio de tanta efervescencia social, el fútbol no se podía quedar al margen. Pocos días después, el Comité Ejecutivo de la AFA resolvió llamar al Campeonato Metropolitano ´82 como “Malvinas Argentinas”. Como la nueva denominación no parecía suficiente, se modificó nuevamente una semana después por el de "Soberanía Argentina en las Islas Malvinas”. El 21 de abril, la AFA decidió donar 100 millones de pesos para el Fondo Patriótico Nacional destinado a los soldados y los clubes aportaron otros 300 millones producto del superávit que arrojó el año ´81. El 26 de abril, un partido a beneficio organizado por la mutual de futbolistas, al que asistieron los mejores jugadores de la época, recaudó 190 millones de pesos para el Fondo. Hoy, de aquella guerra sólo queda el Estadio Malvinas Argentinas, de Mendoza, donde hace las veces de local Godoy Cruz.

El fútbol también estaba presente en las islas, en medio de los enfrentamientos. El 14 de abril, la Selección Argentina enfrentó a la Unión Soviética y el partido se escuchó en Malvinas por Radio Argentina. El partido organizado por el sindicato de futbolistas fue transmitido por televisión en directo a las Islas. El comienzo del Mundial de España también llegó al archipiélago: “Recuerdo perfectamente que a un kilómetro de nuestra trinchera había combates cuerpo a cuerpo, y entre tiro y tiro llegamos a escuchar por la radio el gol de Bélgica. ¡Puteábamos por ir perdiendo!”, escribió Marcelo Rosasco, ex combatiente y periodista. El partido inaugural de la Copa del Mundo de 1982 terminaría en derrota argentina ante los belgas. Dos días más tarde, se anunció la rendición argentina. “Los ingleses nos trajeron a la Argentina en el transatlántico Canberra. Nos sirvieron comida caliente. Nos extrañó la gentileza. Y al lado del menú, nos dieron los resultados del Mundial. Argentina le había ganado 4 a 1 a Hungría” relató De Felippe. El equipo de Menotti sería eliminado tras perder ante Italia y Brasil.

En un artículo titulado “Historia Abierta”, Beatriz Sarlo escribió: “El nacionalismo territorial produce guerras y, por supuesto, miles de víctimas, comenzando por los veteranos de Malvinas, esos hombres incómodos que durante más de dos décadas quedaron a la deriva, no porque la guerra fue una aventura loca de los militares, sino porque fue una guerra perdida. El nacionalismo, cuando es dirigido por una dictadura, saca lo peor de todos los protagonistas en juego: el olvido, la ausencia de solidaridad, la destrucción de principios que indican que el fútbol viene después de las vidas sacrificadas por el régimen (…). Y entre los medios que empleó estuvo la opinión y el deseo de la población argentina”. El 30 de marzo de 1982, una masiva manifestación contra la dictadura militar en Plazo de Mayo, bajo el lema “Paz, pan y trabajo”, había sido violentamente reprimida por la policía. Esa misma noche, el dictador Leopoldo Fortunato Galtieri ordenó la invasión de las Malvinas. Dos días después, 100 personas llegaron a las puertas de la Casa de Gobierno para apoyar la guerra desatada por el gobierno de facto.

El campeonato local siguió su curso normal. En junio, Ferro derrotó a Quilmes 2 a 0, con goles de Miguel Ángel Juarez y Juan Domingo Rocchia, y se consagró campeón del torneo nacional. Olvidados, por aquellos días los soldados argentinos regresaban a sus hogares. En ese entonces, el argentino Osvaldo Ardiles jugaba en el Tottenham Hospur de Inglaterra. En la guerra, el campeón mundial de 1978 perdió a su primo, el aviador militar José Leónidas Ardiles. Como una suerte de profecía, en febrero de 1982, Ardiles había declarado al diario Clarín: “En la Argentina no se respetan las leyes. La moral está trastocada. Si esto no se soluciona, nada se podrá arreglar. No se puede pedir nada en un país corrupto, en un país donde la moral no existe”.