Barracas, el ascenso y el camión

La imagen televisiva los mostraba en ronda, a los gritos, bajo el sol del mediodía porteño. Así festejaron ayer los jugadores de Barracas Central su ascenso a la Primera B (la tercera categoría del fútbol argentino) tras vencer a Excursionistas por 1 a 0. Los equipos llegaron a la gran final por el ascenso luego de conseguir 73 puntos en 38 fechas y quedar empatados. Pero al gran duelo le falto un condimento fundamental para tamaño acontecimiento: se jugó a puertas cerradas, sin hinchas en las tribunas.

En la Argentina, los hinchas de los clubes del ascenso no pueden ver a su equipo cuando juega fuera de casa desde mediados de 2007, cuando un partido entre Nueva Chicago y Tigre, por la Promoción, terminó con enfrentamientos entre hinchas de ambos equipos. La muerte por una pedrada de Marcelo Cejas, hincha de Tigre, fue el resultado de los incidentes. La medida se mantiene hasta hoy sólo en las categorías menores, aunque es existen chances de que se levante en la próxima temporada. En el caso de la final entre Barracas y Excursionistas, al jugarse en un estadio neutral, se consideró que ninguno de los dos equipos era local, por lo que no se permitió el ingreso de ninguno de sus seguidores. Quizás se consideraba un partido de alto riesgo o, ante la duda, mejor no dejar entrar a nadie y castigar a todos. Sólo 30 allegados de cada club, más los periodistas y algunos privilegiados, tuvieron la posibilidad de ingresar al estadio.

Las casualidades del fixture hicieron que los dos equipos se encontraran en la última fecha cuatro días antes. El miércoles pasado, en la cancha de Barracas, fue empate 0 a 0. Ayer, el primer tiempo mostró más lucha que fútbol y pocas llegadas. Pero en la segunda etapa, Barracas salió más decidido y así aparecieron las mejores situaciones. El gol llegó en la última jugada del partido. Avalo tiró el centro, Salom conectó de cabeza y le dio la victoria a Barracas. El conjunto camionero se consagró campeón de la C y logró el pase a la Primera B luego de 54 años.

El ascenso encuentra entre los principales responsables al presidente del club, Claudio “Chiqui” Tapia, yerno de Hugo Moyano, Secretario General de la Confederación General del Trabajo (CGT). Casado con María Isabel Paola Moyano, Tapia fue elegido por el sindicalista más poderoso de la argentina hace unos años para hacerse cargo de Barracas Central. El club sedujo a Moyano por estar ubicado en el barrio con más empresas transportistas de la Capital Federal.

El Sindicato de Camioneros, de donde proviene el clan Moyano, invirtió dinero fresco en la institución a cambio de publicidad en las camisetas y en el estadio, que fue remodelado. Así, cuadruplicó el presupuesto del fútbol hasta convertirse en el más alto de la Primera C y pagó salarios a los futbolistas muy superiores a los que se abonan en el resto de los clubes de la categoría. Hoy, Barracas cuenta un plantel de lujo para la C y con un técnico codiciado en otras divisiones de ascenso como Juan Carlos Kopriva. En las tribunas, los viejos hinchas comenzaron a mezclarse con los nuevos, más fieles al Sindicato de los Camioneros. Pero los viejos y los nuevos no pudieron estar en el estadio de Atlanta para presenciar la consagración. Ayer, no había lugar para nadie. En poco tiempo, todos se reencontrarán en la B.

1 comentario:

  1. que grande barracas, y vos por hablar del querido ascenso, nada de publicidades y ai se juega por la camiseta hermano, importantisimo lo del camionero, espero que tengo suerte en la b metro y pueda mantenerse por el esfuerzo y las ganas que le pusieron con muy pocos recursos, gran reseña de lo que fue la campañla y el partido de los mejores de la c, un saludo

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