Swansea campeón o la victoria contracultural


Los futbolistas del Swansea con la Copa de la Liga
La goleada por 5 a 0 del Swansea en la final de la Copa de la Liga ante el Bradford no sólo es la victoria de un equipo humilde, que hace 10 años estuvo a punto de desaparecer mientras navegaba por la cuarta categoría del fútbol británico. Es el triunfo de un equipo contracultural en el Reino Unido, no sólo porque es galés y compite en la Premier League, sino porque se trata de un club con una activa participación de los hinchas, que no sabe de magnates rusos ni millonarios norteamericanos, sino que en base a una planificación institucional y un buen juego consiguió el primer campeonato de su historia.

Con deudas por más de 800 mil libras, en 2001 la empresa propietaria del equipo decidió vender el club por una libra a Mike Lewis, entonces gerente general. El Swansea navegaba en las últimas categorías del ascenso británico. Lewis tampoco pudo sostener al equipo y vendió sus acciones por una libra a un consorcio de empresarios australianos. Allí fue despedido un grupo de jugadores y los hinchas entraron en conflicto abierto con la directiva. Los empresarios finalmente vendieron su participación en 2002 a un grupo reducido de fanáticos por 25 mil libras.

Empujado por los hinchas, el Swansea se vio en la cornisa deportiva antes de su gran resurrección. En 2003, estuvo cerca de caer a las divisiones amateurs del fútbol británico. Pero luego, el equipo repetiría los éxitos de la década del ´80, cuando consiguió tres ascensos consecutivos.

El Swansea, entonces en la cuarta división, declaró impagable su deuda y comenzó a levantar cabeza. Los hinchas se organizaron y formaron un fideicomiso para conseguir fondos para el club. Hasta juntaron dinero en las calles para pagar el salario de Leon Britton, un futbolista llegado del West Ham. Desde 2010, los fanáticos pueden comprar un abono para ingresar en el fideicomiso, que cuenta con el 20 % del paquete accionario del club y es el tercer mayor socio. Los 15 mil miembros de la organización votan cada dos años a sus representantes en la junta directiva.

El festejo tras la victoria ante el Bradford
El único equipo galés de la Premier, hoy dirigido por el danés Michael Laudrup, no cuenta con un centro de entrenamiento, por lo que entrena en el campo de la universidad, que comparte con los estudiantes. Inició su carrera ascendente en 2005 y en 2011, tras tres ascensos, llegó a la Premier League. El primer año finalizó 11º y hoy marcha en la novena posición. Al final de su primera temporada en la máxima categoría, el Swansea logró un beneficio de 14,6 millones de libras. Vendió a Joe Allen al Liverpool en 15 millones y a Scott Sinclair por más de 6 millones al Manchester City. Ya venció de visitante al Liverpool, al Arsenal y al Chelsea. 

El estilo de juego del equipo, hoy identificado con el pase corto y el buen trato de balón, parece haber visto la luz en 2007, cuando el español Roberto Martínez, ex jugador del club, se convirtió en el entrenador del equipo. Hoy, con Laudrup al frente, el equipo conserva un estilo de juego más español que británico. Ayer, en la final de la Copa, futbolistas españoles como Michu y Pablo fueron decisivos para llegar a la victoria.

Ayer, el Swansea dibujó una escala más de su sorprendente carrera en ascenso. En fases previas del torneo, había vencido al Liverpool y al Chelsea. La goleada por 5 a 0 le dio el campeonato y le permite participar de la próxima edición de la Europa League. Un capítulo más de el sorprendente Swansea, que ahora dará el salto a Europa.

Los juegos de los negocios o la muerte de la lucha




¡Da vida y vivacidad a esos nobles juegos! 
Lanzá coronas de laureles inmarchitables.
¡A los vencedores en la carrera y en la lucha!
¡Creá en nuestros pechos, corazones de acero! 


Himno Olímpico



"Los líderes del COI tienen tan poco que ver con el espíritu olímpico, que incluso no saben que la lucha es mencionada en el segundo verso de su propio himno", dijo Kostas Thanos, presidente de la Federación Griega de Lucha. Fue después de conocer la decisión del COI del pasado martes, donde se propone la eliminación de la disciplina del programa olímpico a partir de 2020. "Los hombres del COI decidieron matar el espíritu olímpico", agregó Thanos.

La prepuesta, que deberá ser refrendada en el congreso de septiembre en Buenos Aires, le costó el cargo al suizo Raphaël Martinetti, presidente de la Federación Internacional de Lucha (FILA), que anunció su renuncia cuatro días más tarde. Algunos de los miembros de la Federación lo acusaron de ser el responsable de la posible salida del deporte de los Juegos Olímpicos. La lucha es una de las disciplinas fundantes del programa olímpico, que hoy se ve despedida bajo el análisis de variables tales como los seguidores jóvenes, la venta de entradas y el número de participantes.

Como indica el himno olímpico, junto al atletismo, la lucha es uno de los primeros deportes que se conocen. Estaba incluida en los Juegos Olímpicos antiguos, ya en el año 700 antes de Cristo, aunque existen registros de su práctica en el año 2000 a.C. En Grecia, existieron referencias a este deporte en pinturas, esculturas, en las leyendas y en la literatura, en obras como en la Ilíada y la Odisea. En la Edad Media,el deporte estaba ampliamente difundido entre los sectores populares de Europa y formaba parte de muchas de las fiestas de los pueblos, con variantes en cada país. En la primera edición de los Juegos Olímpicos modernos, en 1896 en Atenas, la lucha fue incluida por su importancia histórica y se volvió uno de los elementos centrales de los Juegos.

Con más de 4000 años de historia, con sus diferentes variantes, la lucha es una de las disciplinas nacidas en la Antigüedad que lograron traspasar el tiempo y adaptar sus prácticas bajo ciertas reglas que contengan la violencia propia del juego. A la vez, es una buena metáfora de las tensiones que atraviesa al movimiento olímpico actual, que se mueve entre la tradición que le dio nacimiento en la Grecia Antigua y el deporte moderno, planetario y súper profesional. Esa lógica que permitió a los Juegos Olímpicos reciclarse en la década del ´80 y convertirse en estos eventos gigantes, multitudinarios y multimillonarios, es la que pone en jaque a la tradición que la llevó a ese sitio.

El pentatlón moderno, el bádminton, el taekwondo y el tenis de mesa aparecían como las disciplinas con más posibilidades de quedarse fuera del programa olímpico de 2020. Pero otra fue la historia. Lejos de su lugar central, ahora la lucha deberá competir contra el squash, la escalada, el karate, el wushu (un arte marcial), el béisbol, el wakeboard y el patín sobre ruedas por la única plaza que queda por decidir. Los Juegos modernos pueden tener un máximo de 28 deportes, de modo que para cada edición se estudian cuáles son los tres que se suman a los 25 fijos. El golf y el rugby ingresarán en Río 2016, por lo que no podrán ser eliminados en 2020.

"Si la lucha es abolida, deberían eliminar también los aros olímpicos e incluso el nombre de Juegos Olímpicos, y renombrarlos como 'Business Games' (Juegos de los Negocios)", dijo también Kostas Thanos. Maider Unda, luchadora española ganadora de la medalla de bronce en los Juegos de Londres 2012, fue más contundente: “Sin los Juegos Olímpicos, un deporte tan minoritario como este y que se practica tan poco, está condenado a morir”.

Torneo Final 2013: el pasado glorioso y el presente de ilusiones

Los jugadores de River celebran en su partido ante Belgrano
Maltrecho, con los bolsillos vacíos y en éxodo de jugadores permanente, el campeonato argentino conserva aún las virtudes de la supervivencia, el reciclaje y la ilusión permanente. Aún en épocas de deudas estructurales, incidentes cotidianos, impunidad dirigencial para hacer y deshacer, de presencia de cracks a cuentagotas y de un mediocre nivel de juego para mostrar, los clubes argentinos son capaces de renovar la ilusión eterna de sus hinchas antes de cada campeonato. Lo mismo sucede en el comienzo del Torneo Final 2013, que comenzó este fin de semana.

Una reciente crónica del periodista Gustavo Veiga ilustró el panorama económico que se vive en el ámbito del fútbol en la Argentina. La Asociación del Fútbol Argentino cerró su último balance el pasado 30 de junio con un superávit de 28.533.123,62 pesos. Pero esta realidad contrasta con la situación de muchos clubes. Boca, por ejemplo, cerró su balance 2011-2012 con pérdidas de 36.852.901 pesos. River incluyó en su último ejercicio la por ahora frustrada transferencia de Rogelio Funes Mori y aun así duplicó su pasivo de 127.026.313 a 297.842.795 pesos. Hace un año, la situación no era muy diferente. Dentro de un año, poco cambiará.

La violencia no ha cesado. Los barras comparten cartel en las crónicas con las estrellas deportivas. Las internas de muchas hinchadas se siguen día a día como las minucias que suceden en los entrenamientos de los equipos. Dos valiosas mujeres que luchaban por un futbol mejor, sin incidentes, se alejaron del ámbito del futbol este verano: Florencia Arietto (jefa de seguridad de Independiente) y Mónica Nizzardo (presidenta de la ONG Salvemos al Fútbol) renunciaron a sus cargos.

Los cracks se van tan rápido como pueden y donde pueden. Ya no sueñan con ligas de primer orden como España, Inglaterra o Italia. Se conforman con Turquía, Rusia o Ucrania, siempre que el contrato sea extenso y generoso. Los mercados emergentes del fútbol se ubican como el destino donde el fútbol argentino de estas épocas puede colocar a sus jugadores. La última joya local es Ricardo Centurión, un joven de 17 años con poco más de 20 partidos en primera, que aun lesionado, puede convertirse en nuevo jugador del Anzhi, un equipo que cuenta desde hace poco tiempo con los millones de Suleiman Kerimov, un multimillonario con negocios en bancos, petróleo, hoteles, telecomunicaciones y la industria minera, que decidió invertir una porción de su fortuna en este equipo de sur de Rusia.

Algunas de los nuevas figuras de ´Torneo Final
En este contexto, resulta curioso que jugadores consagrados que actúan en el extranjero, en ligas más poderosas, quieran retornar a jugar en la Argentina. Resulta curioso pero sucede. Algunos, se van rápido y a esa velocidad retornan. Fernando Gago, Ribair Rodríguez, Mauro Cetto, Ismael Blanco, Juan Manuel Martínez, Juan Manuel Iturbe, Mauricio Romero, Mario Bolatti y Rodolfo Montenegro, son buenos futbolistas que jerarquizan el torneo y que nos recuerdan que, al fin y al cabo, si ellos eligen jugar aquí, quizás no todo sea tan malo como parece.

Carlos Bianchi y Ramón Díaz volvieron a la dirección técnica de Boca y River, respectivamente. Se trata del retorno de los dos técnicos más ganadores de los dos equipos más importantes del país. Los dos están de vuelta, y comenzaron con sendas victorias, como para encender todavía más la esperanza. En el pasado glorioso y en las ansias de triunfos se sostienen la ilusión de muchos hinchas. Lo mejor del fútbol argentino está en un tiempo que no es este. Pero qué importa eso, si hoy es tiempo del comienzo del Torneo Final 2013.

Aquí los goles de la primera fecha del Torneo final 2013:

Egipto, el fútbol, la política y la violencia previsible


El llanto de los familiares tras la sentencia
El Al Ahly fue el protagonista del primer partido de la nueva temporada de fútbol de Egipto. Antes de comenzar el encuentro ante Ghazl al Mahal, se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la tragedia de Port Said, donde murieron 74 personas. El gesto que se repitió en cada uno de los encuentros de la primera jornada. Al Masry, el otro equipo protagonista del partido donde sucedió la masacre, renunció a tomar parte de esta temporada por respeto a los familiares de los fallecidos. Luego de tres intentos fallidos de reanudación, el torneo egipcio volvió a disputarse, sólo seis días después de conocida la sentencia por los hechos de Port Said. Los hinchas del Ahly no pudieron presenciar la victoria de su equipo por 1 a 0, ya que el encuentro se jugó a puertas cerradas en el estadio de la Fuerza Aérea, en el este de El Cairo, por motivos de seguridad. Todos los partidos de la primera rueda se jugarán sin público.

El 27 de enero pasado se conoció la sentencia que condenó a 21 personas involucradas en la tragedia de Port Said. Inmediatamente, estallaron nuevos enfrentamientos en las calles. Era previsible. Ocurrirían cualquier fuese el fallo, ya que alguna de las partes expresaría su disconformidad. Tras conocerse las condenas a muerte de todos los acusados, la policía reprimió violentamente las protestas de los fanáticos del Al Masry.

Pocos días antes, el presidente de Egipto, Mohamed Morsi, había reconocido públicamente como mártires a los hinchas muertos el 1° de febrero de 2012. Sus palabras fueron la institucionalización de aquello que ya habían establecido los propios hinchas, jugadores y dirigentes del Ahly, quienes dieron ese status a los fanáticos caídos en la tragedia a manos de sus pares del Masry. Incluso los recordaron cuando se consagraron campeones de la Champions League de África, en noviembre pasado.

Desde febrero de 2012, los hinchas del Al Ahly se movilizaron permanentemente en reclamo de justicia. Lograron la suspensión permanente de la liga local y un rápido proceso judicial, que en menos de un año ya dictó sentencia. Entre los 21 condenados se cuentan 9 funcionarios de seguridad e hinchas del Al Masry.

El veredicto del tribunal fue transmitido en vivo por la televisión estatal. Los fanáticos siguieron los acontecimientos en vivo. Aquellos que no estuvieran conformes con el fallo desencadenarían los incidentes posteriores.

Las protestas fremte a la cárcel de Port Said
La violencia predecible sucedió. En El Cairo, los familiares de las víctimas y los hinchas del Al Ahly mostraron su satisfacción. En Port Said, ciudad ubicada al noreste del país, una multitud se manifestó en las calles, frente los tribunales de justicia y los edificios policiales. Incluso intentó ingresar a la cárcel para liberar a los detenidos. Los incidentes dejaron más de 40 muertos y otros 300 heridos.

Entre las víctimas se cuentan el futbolista Mohamed al Dadui, que jugaba para el Al Marrij, de la Segunda División, y al antiguo arquero del Al Masry, Tamer al Fahla. En El Cairo, también se produjeron manifestaciones y enfrentamientos en la plaza Tahrir. Hoy, Port Said, es un centro de resistencia contra el presidente Morsi, quien infructuosamente declaró el toque de queda en la ciudad.

En marzo se conocerá la sentencia definitiva contra los condenados y también otras sentencias pendientes contra otros 52 acusados. Sin embargo, como bien sostiene el periodista James Dorsey en su blog The Turbulent World of Middle East Soccer, “la sentencia satisface las emociones inmediatas de los fanáticos del Al Ahly y, hasta cierto grado las demandas de justicia, pero deja sin resolver el reclamo de que los verdaderos responsables también tengan que rendir cuentas”.

Los hinchas del Al Masry y los del Al Ahly son rivales en muchos planos, pero ambos grupos coinciden en que el tribunal aún no ha abordado la cuestión de quién estaba detrás de los incidentes de Port Said “Ambos grupos creen que la mayoría de los sentenciados y los que todavía esperan sentencia fueron en el mejor de los casos peones en una batalla más grande”, agrega Dorsey. Ambos ven al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas como el responsable de las muertes.

Los sucesos de Port Said se parecieron más a una especie de castigo a los hinchas del Al Ahly, quienes participaron activamente de las manifestaciones para derrocar al presidente Hosni Mubarak, en 2011. Mientras tanto, los partidos se juegan a puertas cerradas y se transmiten por televisión.