La crisis avanza sobre el fútbol


Un reciente informe de la consultora norteamericana AT Keaney encendió la alarma con su título catástrofe: la Liga Española, la Premier League inglesa y la Serie A italiana podrían estar arruinadas en dos años. El primer mundo futbolístico, que llena estadios, vende derechos de televisión por millones y transfiere jugadores por otro tanto, no es rentable hoy en día. Si tantas líneas dedicamos a contar las montañas de dinero que circulan en torno al fútbol, AT Keaney nos recuerda que algún aspecto del sistema está fallando.

El informe analiza las transferencias de futbolistas en la temporada 2009/2010 en cinco países europeos, donde se observa un rojo de 566 millones de euros. España se sitúa al tope del ranking, con un déficit de 257 millones; en segundo lugar se ubica la Bundesliga alemana, con un rojo de 118 millones; luego aparecen la Premier con -91 millones, la liga francesa con -62 millones y finalmente la Serie A italiana con -38. AT Keaney concluye que, globalmente, el fútbol inglés presenta un déficit en el período mencionado del 5 %, el español de un 7 % y el italiano de un 12 %. Sólo Alemania, con el 2 %, y Francia, con el 1 %, han terminado la temporada pasada con beneficios, aunque muy inferiores con respecto a empresas de otros rubros. Paradojas de la globalización, los fichajes de jugadores, que en países periféricos sirven para paliar los presupuestos deficitarios de los clubes, en Europa se constituyeron como uno de los factores que puede llevar a los clubes a la ruina.

Estos números no hacen más que confirmar ciertas alarmas que suenan desde hace tiempo en el mundo futbolístico. España, que cuenta en sus vitrinas con la Copa del Mundo ganada recientemente en Sudáfrica, tenía a sus clubes con un rojo de 3.526 millones de euros tras finalizar la temporada 2008/09. El fútbol campeón del mundo no se lleva la copa a la hora de presentar balances. En Argentina, 15 de los 20 clubes de Primera División cerraron sus balances de la temporada 08/09 con deudas pendientes. En total, las deudas sumaban en ese entonces 977.401.562 millones de pesos (casi 250 millones de dólares. Distinto es el caso de la FIFA, que anunció ganancias en 2009, año de plena crisis económica mundial, por 196 millones de dólares. En el juego de la economía globalizada, algunos ganan y otros pierden.

En el caso de los clubes, casi todos alrededor del planeta tienen en común vivir bajo un modelo que tiene al déficit como moneda corriente. Pero al fin y al cabo, las instituciones deportivas, ya sean asociaciones civiles o sociedades anónimas, replican lo que hacen los países que los cobijan. Según informa el economista Carlos Rivas en el último número de la revista Le Monde Diplomatique, Alemania y Grecia contemplan un déficit fiscal en su presupuesto anual del 6 %, mientras que en España e Inglaterra ese rubro alcanza el 11 %. Pese a los ajustes económicos que sufrieron recientemente muchos países europeos (Grecia, Portugal, España, Italia, Francia, Reino Unido, Rumanía, Hungría), Rivas concluye que, con las gigantescas deudas de los países ya acumuladas y que continúan creciendo, “se marcha inexorablemente hacia un moratoria generalizada”. No sabemos aún que podría suceder en el mundo del fútbol.

El informe de AT Keaney concluye que no es descabellado pensar que algunos clubes desaparezcan a medio plazo, que los sueldos de los jugadores deben descender, que el fútbol europeo necesita actuar como una sola identidad antes que como clubes o ligas individuales y que deben imponerse regulaciones en el mercado de las transferencias de jugadores. Algo así como ajustar los números hacia abajo, prescindir de las entidades deficientes y fusionar equipos y asociaciones en pos de la eficiencia, como si se tratara de simples sociedades anónimas y no de clubes con historia, tradición y miles de hinchas fanáticos detrás.

Escribió el periodista Ignacio Ramonet en Le Monde: “Sin el mínimo reparo, los mercados y la especulación financiera, apoyados por las agencias de calificación (totalmente desacreditadas hace apenas unos meses), atacan directamente, en el seno de la UE, a los Estados endeudados, acusados ahora de vivir por encima de sus posibilidades (…) Los mercados quieren su revancha. Y reclaman, con más vigor que nunca, en nombre de la "indispensable austeridad", el desmantelamiento de la protección social y la drástica reducción de los servicios públicos. Los Gobiernos más neoliberales aprovechan para exigir mayor "integración europea" en cuyo nombre tratan de forzar la adopción de dos instrumentos que no existen: un gobierno económico de la Unión y una política fiscal común”.

La historia demuestra que los ajustes económicos drásticos no solucionan los problemas de los países que los padecen. Parece acertado suponer que los costos de algunas transferencias recientes, como los 100 millones de Cristiano Ronaldo, se han vuelto disparatados. Muchos presidentes gestionan sus clubes de forma muy diferente a como lo hacen con sus empresas particulares y, en nombre de la pasión por los colores, asumen riesgos que luego no pueden cumplir. Pero con responsabilidad, respeto por la tradición y férreo control de las asociaciones y los estados nacionales, a través de los organismos pertinentes, resulta inconcebible que un negocio tan grande como el fútbol presente números rojos en sus balances. Aunque viendo qué sucede por fuera del mundo futbolístico, no resulta sencillo pensar que la situación pueda cambiar en el corto plazo, a no ser por una extendida moratoria.

Fútbol, poder y discriminación social

“Corresponde señalar que el equipo argentino expuso en Inglaterra un juego discreto y estuvo lejos de alcanzar los objetivos previstos. Sin embargo, sobre la base de una campaña manipuladora fomentada en gran medida por los medios de comunicación, y determinadas circunstancias que desbordaron el hecho deportivo en sí, los jugadores fueron recibidos como héroes” señala el sociólogo Roberto Di Giano en su nuevo libro “Fútbol, poder y discriminación social” sobre el papel de la Selección Argentina en el Mundial de Inglaterra ´66. Este apartado sintetiza bien uno de los objetos de la obra: romper, o al menos revisar, ciertas creencias populares en torno al fútbol argentino y ciertos discursos instalados desde hace tiempo. Tras la Copa del Mundo de 1966, a aquellos futbolistas argentinos se les otorgó el título de “campeones morales” y hasta fueron recibidos por el dictador Juan Carlos Onganía. Sin embargo, lejos habían estado de mostrar un fútbol vistoso.

Di Giano nos muestra que estas acusaciones cruzadas entre jugadores, entrenadores, dirigentes y la influencia de los medios de comunicación y el poder político en el mundo futbolístico que tanto aparecen en estos días en torno a Maradona y la Selección Argentina se han repetido en distintas ocasiones a lo largo de la historia. Por eso es necesario revisar, analizar y reflexionar, como bien lo hace el autor, sobre ciertos acontecimientos en torno al fútbol argentino porque allí se revela una comprensión del país donde tiene lugar.

Así, desfilan las críticas del diario La Nación a comienzos del siglo XX a los nuevos cracks surgidos de los sectores más bajos, los festejos de las clases populares argentinas y uruguayas en las décadas de 1920 y 1930 tras los éxitos deportivos, los dirigentes políticos de los años ´30 vinculándose a los clubes de fútbol para ganar popularidad, el apoyo del estado argentino para el desarrollo de la actividad en esos tiempos, el papel de la revista El Gráfico en la divulgación de la llamada “modernización” del fútbol argentino luego de la derrota en el Mundial de Suecia en 1958, el abandono del estilo argentino y la llegada del modelo europeo, el papel del técnico César Luis Menotti en la década del ´70, la influencia de la dictadura militar, el recibimiento popular masivo tras el Mundial ´90 y la adicción tan argentina a crear mitos populares para adorarlos, analizarlos e intentar destruirlos.

En estos días, el fútbol argentino presenta en los primeros planos declaraciones públicas cruzadas entre el técnico de la Selección, los dirigentes, el secretario de selecciones, la Presidenta de la Nación y un sector importante del periodismo. La Asociación del Fútbol Argentino mantiene un contrato televisivo con el Estado Nacional, vuelto hoy el principal sostén de la economía de los clubes. Los medios de comunicación ligados al deporte han alcanzado un grado de desarrollo nunca antes visto, con infinitas horas que se reparten entre reportajes a los protagonistas y polémicas entre panelistas. En este contexto, es fundamental la tarea de Di Giano, que consiste en parar la pelota, revisar la historia y discutir eso que llamamos fútbol argentino. Quizás, algún día, podamos sentirnos orgulloso de tener un fútbol mejor.

La salida de Maradona

“El Comité Ejecutivo resolvió, por unanimidad, no renovar el contrato de Diego Armando Maradona” anunció a mediatarde el vocero de la AFA. No hizo más que poner en palabras lo que ya todos sabían. Tras 21 meses, la era Maradona al frente de la Selección Argentina llegó a su fin. Para estadística quedarán el 5° puesto en el Mundial y las 18 victorias y las 7 derrotas a lo largo de todo el ciclo.

Los medios de comunicación, que llevaron la figura de Maradona a lo largo de todo el planeta, difundieron en cadena el anuncio. Como pocas veces a lo largo de la historia, el nombre del ídolo se mencionó públicamente para anunciar que no era querido en el lugar donde estaba y donde deseaba seguir. El lunes, en privado, Julio Grondona quiso imponerle sus propias reglas de juego (estos es, a sus ayudantes), que el entrenador todavía en funciones desechó. Demasiado destrato para alguien acostumbrado a lo largo de su vida a acomodar las cosas según sus deseos y posibilidades, tanto dentro como fuera de la cancha.

Maradona cargó a la Argentina sobre sus hombros” escribió el periodista inglés Simon Kuper sobre el papel del 10 dentro de la cancha en los Mundiales que lo tuvieron como protagonista. Identificado con la patria toda, en su papel de director técnico no pudo ponerla en lo más alto. Los cuatro triunfos en fila, y el nivel aceptable de juego, que mostró el equipo en Sudáfrica no impidieron que en los cuartos de final Alemania encajara cuatro goles y dejara el sueño trunco. Maradona abrazado a su hija entre lágrimas será una imagen conmovedora para siempre.

Pero lejos de la imagen del ídolo supremo, con Maradona se termina un ciclo corto, pero por demás intenso, que más allá del nivel futbolístico tuvo tantos contrapuntos internos como protagonistas había en la historia de la Selección, además de desorganizaciones mayúsculas que sería necesario revisar. Las continuas discusiones públicas entre el entrenador, ayudantes de campo, asesores, coordinares, técnicos juveniles, dirigentes y opinadores varios es un signo de esta era que no podía continuar sin cambios. Entre tantos dardos cruzados, alguno iba a salir malherido.

Más allá de nombres propios, sería interesante ensayar por parte de los dirigentes alguna reflexión un poco más profunda que simples cambios de protagonistas. Dejar de discutir minucias y proponer planes de trabajo a 4 años o más, con elección de un cuerpo colegiado de especialistas para la Selección mayor, que trabaje en forma coordinada con los juveniles y que apueste a generar y darles recorrido a jugadores en puestos que hoy escasean, como defensores y mediocampistas laterales. Terminar con las elecciones hechas sólo desde la cabeza de cabeza de Julio Grondona y sus hijos, para dar lugar algún tipo de intercambio de ideas que aspiren a mejorar las últimas performances del equipo argentino, que hace 17 años que consigue una competencia oficial. Los 25 minutos que duró la reunión del Comité Ejecutivo de la AFA para decidir el cese del entrenador es una muestra de que poco se discutió hasta ahora. Lamentablemente, no hay fuertes indicios de que esta situación vaya a cambiar en el corto plazo.

Probablemente, Mardona aparezca públicamente para criticar a Grondona, como lo hacía antes de asumir como técnico. Así, para Diez, Grondona pasará a formar parte de esa clan de poderosos deleznables, como la FIFA y los Estados Unidos. Por del lado del ahora ex técnico, también sería interesante una autocrítica y no sólo discursos acusatorios hacia los demás y reivindicatorios del gran juego que mostró su equipo. Más allá de discursos, el Diez expuso su corona, pero esta vez no pudo coronarse. Deberá reinventarse una vez más, como tantas otras. En la AFA, la Selección se reinventará, pero todo va a seguir igual.

Maradona y Chávez

La semana pasada, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunció que su país rompía relaciones con su vecino Colombia. Diego Maradona, todavía entrenador de la Selección Argentina, estaba a su lado. Política y fútbol juntos, como tantas veces. Al respecto, una columna de opinión de Jorge Fontevecchia, aparecida ayer en el diario Perfil.

"El problema es de quienes se tomen en serio la política: amargos sin sensibilidad popular. Y no de quienes la practican como un show incesante. No es el caso de Maradona, un profesional que cobra un cachet para actuar de él mismo, sino de quienes realmente dirigen el teatro, ya sean Menem en los noventa (para quien también actuó Maradona) o Kirchner y Chávez hoy. Ellos sí entienden cómo funciona la política; por eso Menem le es hoy funcional a Kirchner en el Congreso y Kirchner le es hoy funcional a Menem en la Justicia.

El presidente de Venezuela rompe relaciones con Colombia y ordena el “apresto operacional” de las fuerzas armadas, especialmente de los 200 mil solados destinados a la frontera. El jefe del ejército de Venezuela, general Carlos Mata, revela estar preparado para repeler cualquier agresión colombiana. En la grave solemnidad del anuncio aparece Maradona como escolta ideológica del presidente de Venezuela y como un símbolo de rebeldía frente al poder permanente del presidente de Colombia por ser aliado de los Estados Unidos.

Maradona no sólo se representa a sí mismo en esa escena sino también a Kirchner, quien promueve su continuidad al frente de la Selección y construirle una estatua. La investidura de Kirchner tampoco es exclusivamente suya porque representa a la Unasur, una OEA sin Estados Unidos, organismo que todos los países latinoamericanos conformaron para poder dirimir sus conflictos y alinear sus intereses sin intervención de Washington, y es el encargado de mediar entre Colombia y Venezuela en el conflicto.

Colombia se preguntaría: “¿Cómo puede mediar quien es claramente favorable al gobierno de Venezuela?”. Pero el gobierno de Colombia tampoco es serio, no espera ninguna mediación ni ninguna guerra. Su presidente actual –Alvaro Uribe– está a poco más de una semana de dejar el poder y no parece lógico crear un conflicto con su principal vecino a tan pocas horas de traspasar el mando denunciando, además, situaciones que se conocen desde hace años (...).

Si Chávez y Uribe no son más serios que Maradona o Kirchner, el problema es de los que se toman en serio la política y se escandalizan al ver al emblemático director de la selección del deporte más popular de la Argentina siendo utilizado por el presidente de un país que anuncia el rompimiento de relaciones con otro. No entienden la política. Tampoco entienden a Tinelli porque no comprenden el gusto de las grandes masas.

Salvajes civilizados. Así se refería Lévi-Strauss en su libro Tristes trópicos a los habitantes del Amazonas moderno, a quienes dedicó sus últimas palabras en su discurso al asumir la cátedra de Antropología Social del Collège de France. Lévi-Strauss se declaró “discípulo y testigo” de estos “salvajes civilizados” del norte sudamericano. Quizás el periodismo, con la misma humildad de la antropología estructural, deba declararse discípulo y testigo de estos cálidos guerreros orales. Su teatralidad puede ser sustituto de las guerras de verdad".

Fracasados

Siempre resulta doloroso no alcanzar el objetivo en la competencia deportiva. Cuando tanta preparación no se trasluce en el éxito al final del camino, la tristeza y el desencanto invaden primero a los protagonistas y luego a los hinchas y a la prensa.

Esto fue un fracaso, un excelente fracaso. Me siento pésimo, nunca me había tocado vivir una situación así", reconoció ayer el entrenador de la Selección Argentina de Voley, Javier Weber, tras la derrota por 3-0 ante Serbia y la eliminación del equipo de la fase final de la Liga Mundial que se disputa en Córdoba. El equipo argentino viene de perder 14 partidos en fila. "Argentina tiene mucho más de lo que demostró. El gran desafío que me planteo es poner al equipo entre los seis mejores del mundo, pero durante todo el tiempo, no para un torneo nada más", agregó Weber. Lo cierto que el entrenador y sus jugadores esperaban llegar a las semifinales, pero ese boleto fue para los serbios. Ahora empezarán la preparación para el Mundial que se desarrollará en Italia en septiembre.

Lo sucedido con el voley continúa la senda iniciada por el fútbol, en el marco de un año par que, como todos, encuentra en su calendario los campeonatos mundiales de los deportes más convocantes del mundo. El desempeño del equipo de Maradona en Sudáfrica, y su posterior eliminación en cuartos de final, dieron lugar una inflación discursiva plagada de comentarios, editoriales, debates y ensayos sobre si la derrota ante Alemania había configurado un nuevo fracaso deportivo. En el Mundial, Argentina esperaba volverse con la copa, aunque nuevamente no pudo ser. Entonces, llegaron las descalificaciones y el término “fracaso” surgió como una opción para aquéllos que hacen del éxito la única cara posible de la competencia.

“La sociedad cree que ir por más es ganar títulos, dinero, y eso es cáscara. Yo aprendí que lo profundo está en el ser y que el fracaso es una cara de la vida. Que se puede ganar y perder. Porque cuando se suceden los triunfos numéricos, te podés confundir sobre la verdadera dimensión de las cosas” declaró al diario Olé Sergio Vigil, ex entrenador de Las Leonas, la Selección Argentina de Hockey Femenino. En su ciclo al frente de la Selección, Vigil consiguió dos medallas olímpicas y un campeonato mundial, entre otros títulos. Pero lo que es más importante, hizo del hockey argentino, un deporte de segundo orden en estas tierras, una potencia mundial, que hoy ante cada competencia ve en el podio el piso de sus posibilidades. Tras dejar a Las Leonas, Vigil se puso al frente de la Selección de Jockey masculino. Su breve ciclo allí concluyó luego de no conseguir la clasificación a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. “Me encantó ese fracaso porque me centró como persona. Tenemos tanto miedo a caer en el fango y para mí fue tan constructivo... Ahí entendí el juego de la vida” dijo Vigil.

Por estos días, Las Leonas celebran la obtención del tercer Champions Trophy consecutivo, el torneo que reúne a los 6 mejores equipos del mundo. Desde 1996, cuando se ideó un plan nacional, Argentina consiguió tres medallas olímpicas y es líder indiscutido en el continente. Un grupo de jugadoras amateurs se constituyó como un equipo de primer orden mundial y hasta logró trascender a los nombres propios, con jóvenes valores que mantuvieron al equipo en lo más alto. Completa Vigil, cerebro de todo el proceso: “Equipo ganador no es el que más gana, sino el que tiene más ganas. Volví a tener el orden de prioridades que había perdido: primero el ser, después el hacer, y por último el tener”. En Vigil y en el jockey femenino, los deportes argentinos tienen un espejo donde mirarse. No sólo por los resultados deportivos, sino por los valores que transmiten sus jugadoras. Valores que están más allá de éxito o el fracaso, esas dos caras de la vida.

“La relación entre éxito y fracaso ha sido fundamental en mi vida, pero el éxito y la felicidad no funcionan como sinónimos. Soy un especialista en fracasos y sé perfectamente que las adhesiones se pierden cuando se acaba el éxito. Hay gente exitosa que no es feliz, y gente feliz que no necesita del éxito. El éxito es una excepción y no un continuo'' reflexión alguna vez Marcelo Bielsa, hoy entrenador de la Selección Chilena de fútbol. Mientras los discursos masivos nos presenten al éxito como la única opción posible y no se hable de proyectos y procesos, tan necesarios, pocos podrán considerarse verdaderamente exitosos.

Del Bosque y Pellegrini

Cuando iniciaba su primer ciclo al frente del Real Madrid, Florentino Pérez mantuvo una conversación con José Martínez, Pirri, uno de sus asesores futbolísticos. Allí, el ex futbolista le habría recomendado fichar a Claude Makelele y Flavio Conceiçao para reforzar el equipo. Con ellos, para Pirri, el Real Madrid tendría el mejor medio campo del mundo. Pérez finalmente acordó los fichajes, no sin ciertas dudas, sobre todo en el caso de Conceiçao, por el que la Casa Blanca pagó 24 millones de euros. Makelele dio sus frutos al equipo, pero a los dos meses de su llegada, Conceiçao ya no disponía de un lugar en el once titular. Vicente Del Bosque, el entonces técnico madridista, le explicó al presidente que no veía al mediocampista en un buen nivel, pese al dineral que se había pagado. Tras ser consultado, Pirri le explicó a Pérez la regla futbolística: “En el juego de los fichajes, tres de cada cinco no funcionan”. A partir de entonces, el presidente entendió que sólo debía fichar a los galácticos, esas superestrellas que llegarían al Madrid a cambio de millones para hacer engranar el negocio futbolístico.

La anécdota que cuenta el periodista John Carlin en su libro “Los Ángeles Blancos”, refleja la situación por la que pasaron los entrenadores del Real Madrid desde que Pérez llegó a la presidencia por primera vez, en 2000. La historia se reactualiza en estos días, a partir de una interesante entrevista concedida por Manuel Pellegrini, el saliente entrenador merengue, al diario chileno el Mercurio. “Hicimos la mejor Liga en la historia del Real Madrid. No la ganamos porque hay un gran club que es el Barcelona; no ganamos la Champions League porque no había un plantel estructurado para ganarla y ahí estuvo mi principal discrepancia; y no ganamos la Copa del Rey porque lo hicimos muy mal, fue una vergüenza de la que me siento totalmente responsable” dice allí el ex técnico de San Lorenzo y River. Más allá de su autocrítica, poco común a la hora de los discursos nacidos al calor del banco de suplentes, Pellegrini abandonó el banquillo madridista luego de una temporada, tras conseguir el 81 % de los puntos. “Para mi gusto, el área técnica del club, debió haber tenido una mayor influencia en el plantel, como ocurre en todos los clubes, menos en éste. Es cierto que, por contrato, el entrenador no tiene voto en la conformación del plantel” amplía el chileno, que por ejemplo se opuso a la salida de los holandeses Robben y Sneijder a comienzos de temporada.

Como bien cuenta técnico chileno, los grandes fichajes madridistas parecen decidirse entre los tesoreros y los asesores de marketing, que ven en los futbolistas más famosos la llave para dar rienda suelta al negocio deportivo al comienzo de cada temporada. “Creo que al proyecto de Florentino le falta la voz deportiva para configurar un todo que tenga la cantidad de éxitos deportivos que debería tener con esos grandes jugadores” cierra Pellegrini, para intentar explicar cómo un equipo que en el verano de 2009 gastó 250 millones de euros en fichajes como Kaká, Cristino Ronaldo y Benzema, cerró el año sin festejar título alguno.

Pero Pellegrini no fue la primera víctima del modelo Florentino. El primer entrenador que tuvo dejar el banquillo fue Vicente del Bosque, cesanteado en 2003 luego de cuatro años en la dirección técnica. En aquel tiempo, ganó dos títulos de Liga y dos Champions Leagues, además de la Copa Intercontinental. En el medio llegó Pérez, que fue comprando estrellas a granel al calor de su proyecto global. Del Bosque, un hombre sencillo, parco, de poco carisma y llano discurso, no encajaba en el modelo. Fue despedido en medio de un pasillo horas después de ganar la Liga.

Del Bosque es hoy quien desde la dirección técnica guió a la Selección Española a ganar su primera Copa del Mundo. Una reportaje de Luis Gómez aparecido en el diario El País retrata bien la vida de este hombre que vivió desde los 16 hasta los 52 años ligado al Real Madrid, primero como futbolista, luego como entrenador de las categorías menores y finalmente al mando del primer equipo. Mientras trabajaba con los chicos, pasaba 10 horas por día en el club haciendo gala de su vocación docente y paternalista. Hoy, en la vieja ciudad deportiva del Madrid florecen altos edificios, símbolo de los nuevos vientos que cruzan la Casa Blanca. Cuando Del Bosque fue despedido del banquillo, el modelo del marketing y los negocios había triunfado para siempre en el Real Madrid.

Hace dos días, Del Bosque fue recibido con honores en su Salamanca natal. Desde el balcón del ayuntamiento, saludó a miles de personas que se habían reunido para verlo. En Chile, Pellegrini descansa luego de 6 años consecutivos trabajando en España, primero en el Villarreal y luego en la Casa Blanca. En Madrid, José Mourinho asumió como nuevo entrenador merengue, a cambio de diez millones de euros al año. Antes de disputar la final de la Champions League con el Inter hace poco más de un mes, el portugués negoció su traspaso con Florentino Pérez, mientras Pellegrini todavía estaba en funciones. “Así como se portaron pésimamente para decirme que me despedían, se portaron de bien para liquidarme el contrato, sin poner ninguna traba” dijo el chileno a El Mercurio. En el mundo de los negocios, todo se arregla con millones, aunque eso no siempre garantiza títulos.

Messi y Haití

Finalizado el Mundial, la noticia que llega en estos días en relación a la Copa del Mundo indica que más de 5.000 personas fueron arrestadas durante el campeonato por apuestas ilegales por Interpol. En todo el operativo realizado en unas 800 casas clandestinas de China, Malasia, Tailandia y Singapur se confiscaron unos 10 millones de dólares, además de automóviles, computadoras y teléfonos celulares. Según cálculos oficiales, durante el Mundial estas casas de juego ilegales manejaron apuestas por un valor de más de 155 millones.

Luego de transpirar la camiseta, los futbolistas que jugaron en Sudáfrica ya están en su mayoría de vacaciones. Cristiano Ronaldo mostró sus músculos bronceados en Nueva York junto a su novia, la modelo rusa Irina Shayk. Previamente, había anunciado la llegada de su primer hijo. En España, David Villa, Pepe Reina y Charles Puyol van camino a Ibiza a disfrutar de las playas. Tras el beso apasionado delante de las cámaras, Iker Casillas y su novia periodista, Sara Carbonero, partirán a algún lugar de Sudamérica.

Lionel Messi se mostró primero en una playa de Brasil junto a su novia. Luego, viajó a Panamá para disputar un amistoso a beneficio junto a estrellas del fútbol como Lucio, Marco Materazzi, Edgar Davids, Fernando Morientes y Cristian Vieri. Finalmente, se puso el traje de embajador de UNICEF y partió hacia Haití.

En la misma tierra que sufrió un terrible terremoto el pasado 12 de enero, el rosarino y su padre Jorge visitaron una escuela y el campamento Carrefour Aviation, donde viven 50.000 haitianos que perdieron sus casas en la tragedia. Luego pasaron por Hospital Reubicable que la Fuerza Aérea Argentina tiene en Puerto Príncipe, como parte del contingente de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH). La Argentina en la actualidad dispone de 710 efectivos ubicados entre las ciudades de Gonaives y Puerto Príncipe, donde está instalado el Hospital. Finalmente, Jorge y Lionel Messi visitaron las oficinas de UNICEF.

Antes del terremoto, el 65 % de los haitianos vivía por debajo de la línea de la pobreza y la esperanza de vida no superaba los 50 años. Casi el 50 % de los habitantes sufría de desnutrición crónica y más de la mitad de los niños no iba al colegio. El terremoto de enero dejó cerca de 200.000 muertos y puso los ojos de la comunidad internacional en la isla. Pese a las donaciones masivas, la situación de los haitianos hoy no difiere mucho de los días siguientes al terremoto. Solo 28.000 personas del millón y medio de desplazados por la tragedia han sido realojadas en nuevas casas. Los escombros son recogidos por desocupados haitianos a cambio de 5 dólares por día. Según un reciente informe del Congreso de los Estados Unidos, hasta hoy sólo pudo limpiarse el 5 % de los escombros y se calcula que a este ritmo la remoción de las ruinas podría durar más de siete años.

Hace pocos días, el gobierno canadiense anunció el relevo del jefe del Estado Mayor de las tropas de la Misión de Estabilización de la ONU en Haití, Bernard Ouellette, porque ya no confiaba en él. Bill Clinton, presidente de la Comisión Internacional para la Reconstrucción de Haití, manifestó recientemente su frustración por la lentitud en la entrega de los más de 5 mil millones de dólares prometidos por la comunidad internacional para la isla. Hasta el momento, sólo el 2% de estos fondos han sido entregados.

"El fútbol me ha dado muchas alegrías y oportunidades y me siento agradecido a UNICEF por esta oportunidad para apoyar a la infancia. En mi papel como Embajador de Buena Voluntad de UNICEF, espero ser capaz de apoyar a los niños que necesitan nuestra ayuda", dijo Messi en Haití. Además de buenas intenciones, hará falta dinero y gestión política para mejorar la situación de los haitianos.

La alegría es española

Sólo el fútbol podía lograrlo. Tras coronarse campeones del mundo en Sudáfrica, los jugadores españoles se pasearon el lunes por las calles de Madrid mientras eran saludados por miles de personas, en un marea humana de afecto que parecía interminable. Primero pasaron por el Palacio Real para visitar al rey Juan Carlos, luego por la Moncloa para ver al presidente Zapatero y finalmente, transitaron las calles de la capital en el bus descapotable. Un país que hasta hace poco era noticia por su crisis económica interna se dio a conocer al mundo por su triunfo futbolístico y su fiesta popular posterior. Sólo el más popular de los deportes podía lograr semejante celebración.

Desde la noche del domingo, los festejos se habían extendido por toda España. Como sucede en estos casos, hubo espacio para la tragedia. En Algeciras, un hombre murió al caer de un balcón en pleno partido. En Herguijuela, otro hombre se ahogó en la pileta municipal durante los festejos. Además, se registraron más de 100 heridos.

El lunes, en medio de la caravana multitudinaria que acompañó al plantel, se destacó la presencia de Álvaro, el hijo del entrenador español Vicente del Bosque, quien saludó a los campeones y alzó la copa. Del Bosque le había prometido a su hijo con síndrome de down que, si el equipo se consagraba campeón, festejaría con ellos. “Es un fenómeno. Es la alegría de la casa”, dijo en una reciente entrevista el técnico sobre su hijo de 21 años. “Al principio lloramos mucho” declaró Del Bosque hace un tiempo sobre la enfermedad de Álvaro, pero “ahora cuando miro atrás pienso ‘qué gilipollas fuimos’”. Hoy, Álvaro es quien más le discute las alineaciones. Cuando Del Bosque era entrenador del Real Madrid, le recriminó que dejara a Casillas en el banquillo, luego lo increpó por no convocar a la Selección a Raúl y más tarde se enfadó por la salida del delantero Dani Güiza.

Luego de la victoria ante Holanda, varias personas resultaron heridas en el País Vasco, tras haber sido agredidas por un grupo de independentistas cuando celebraban el triunfo español. Como un capricho del almanaque, cerca de un millón de personas se habían reunido el sábado en Barcelona, bajo lemas como “somos una nación” y “nosotros decidimos”, para protestar contra la sentencia del Tribunal Constitucional que confirmó un fallo anterior para eliminar puntos importantes del nuevo estatuto de autonomía de Cataluña, adoptado en 2006. El alto tribunal consideró en su sentencia que el término “nación” para definir a Cataluña en el estatuto no tenía valor jurídico porque la Constitución no reconoce más nación que España. La sentencia rechazó además el carácter “preferencial” de la lengua catalana sobre el español y descartó la necesidad de una autoridad regional para la justicia.

Pero el Barcelona, el equipo más importante de Cataluña, le aportó a la Selección Española de fútbol 5 futbolistas titulares formados en sus filas, que diseñaron el estilo de juego del campeón mundial. Piqué, Puyol, Busquets, Xavi, Iniesta y Pedro se formaron en La Masía, la cantera del Barca ubicada frente al Camp Nou, donde aprendieron el toque permanente, el desmarque, el despliegue y el juego de ataque y control de balón que su equipo viene mostrando hace más de dos décadas. Ese modelo que ya había llevado al Barcelona a lo más alto, hoy le dio a toda España el primer título mundial de su historia. Para dejar en claro sus orígenes, Puyol y Xavi desplegaron la bandera catalana en medio de los festejos. Siete futbolistas de La Masía fueron convocados recientemente a la Selección Sub- 19 para el próximo campeonato europeo.

España se llevó un mundial que hasta cuartos de final parecía tener color sudamericano (con 4 representantes en esa instancia sobre 8), pero que finalmente vio en el podio a tres equipos del Viejo Continente, que con distintos modos de jugar llegaron merecidamente al podio. Alemania logró, a partir de su pluralismo étnico (signo de los tiempos modernos), un fútbol más dinámico y fresco, menos automatizado, y Holanda eligió una estrategia más vertical para llegar al arco contrario, con excepción de la final. Pero los tres primeros pensaron más en el arco contrario que en el propio y llegaron merecidamente a su lugar.

Lejos del podio, se va un Mundial con un promedio de gol de 2,08, de los menores de la historia. Muchos de los cracks que aparecían en la previa (Cristiano Ronaldo, Messi, Rooney, Kaká) no cumplieron con las expectativas y sucumbieron bajo las grandes publicidades. El afán mercantilista de la FIFA es el que permite que equipos de muy bajo nivel participen de la cita mundialista, por lo que en la primera fase se vieron pobres partidos. A partir de octavos, duelos más parejos, vibrantes, con equipos con mejores intenciones, dieron al campeonato momentos de interesante nivel. Aunque fueron sólo eso, algunos momentos.

Poco la habrá importado eso a los españoles el lunes en medio de los festejos. Los conflictos territoriales quedaron por un momento de lado. Los análisis futbolísticos también. Quizás hasta algunos se tomen mejor la crisis, aunque hoy ya hubo un paro de subtes. Alvarito Del Bosque puede seguir festejando.

España Campeón del Mundo


El derechazo de Iniesta que dio el título mundial a España poco había tenido que ver con su participación en el partido. El Cerebro estuvo impreciso en los pases cortos y no se lo vio fino en el último toque, cuando estuvo cerca del arco de Stekelenburg. Pero el crack del Barcelona está llamado a los momentos decisivos. A falta de 5 minutos para el final del tiempo extra, recibió el centro de Fábregas y con un remate cruzado de derecha marcó el único gol del partido. España por primera vez es campeón del mundo.

El partido final no tuvo el brillo esperado. Se vieron pocas llegadas a los arcos, mucha fricción y sobre todo muchas faltas (47 en total). Desde el comienzo, Holanda intentó contener el toque español con mucha presión en la mitad de la cancha. A veces lo consiguió cortando el juego con infracciones, contando siempre con la permisividad del árbitro inglés Howard Webb, quien en la primera mitad al menos debió expulsar a De Jong y Van Bommel. En ese marco, el partido se volvió incómodo para los españoles y más accesible para los holandeses, dispuestos a inquietar a Casillas con la velocidad de Robben en el contraataque. Pero poca fantasía pudo verse, sobre todo porque los jugadores españoles de buen pié, como Iniesta, Xavi, Pedro, Xabi Alonso y Villa no estuvieron precisos.

El gol agónico de Iniesta dio a España un título mundial que merece por sus actuaciones precedentes más que por el fútbol mostrado en Sudáfrica. La Furia jugó su mejor fútbol de los últimos tiempos en la Euro 2008, que ganó con toda justicia. Luego encadenó una brillante eliminatoria hacia Sudáfrica, donde ganó todos sus partidos ante rivales menores. En el Mundial, perdió el primer encuentro ante Suiza y luego encadenó 6 victorias en fila para llevarse el campeonato. De octavos de final en adelante, ganó todos sus partidos por 1 a 0 y sólo en uno (ante Alemania) mostró un fútbol de alto nivel. En total, marcó tan sólo 8 goles en 7 partidos, constituyéndose como el campeón menos goleador de la historia.

Aún así, la Copa del mundo premió a un equipo que, pese a estar lejos de su mejor versión, siempre apostó a un fútbol ofensivo, con eje en la tenencia del balón y la llegada al arco rival con muchos jugadores. Y sobre todo, premió a La Masía, esa cantera del Barcelona Fútbol Club capaz de formar a 6 jugadores del campeón, que dieron el ADN futbolístico al equipo. Luego de un opaco campeón como Italia en el Mundial de 2006, resulta un buena noticia que el ganador de la copa sea España.

“Con la crisis que sufre España y lo mal que la está pasando mucha gente, poder darles aunque sea una alegría superficial es muy lindo para nosotros” declaró el arquero Iker Casillas antes del encuentro final. El trofeo viaja a un país que vive una profunda crisis económica, con bajas de salarios, recortes presupuestarios y desocupación al por mayor. Probablemente, el triunfo represente una alegría para muchos españoles caídos en desgracia, aunque más no sea pasajera. El fútbol no podrá remendar los males diarios, pero al menos dará un poco de felicidad a muchos desanimados.

En 2008, la victoria española en la Euro multiplicó por cinco los ingresos publicitarios del equipo nacional. El Mundial seguramente desatará una pequeña fiebre de consumo de camisetas, merchandising, libros, revistas, películas y demás productos que darán un leve impulso a la economía ibérica. Algunos aventuran que el PBI podría crecer hasta 0,7 % con la victoria. Contento por ello debe estar el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, ya que además de verse favorecido por la victoria, puede presumir de ser el responsable directo, ya que hace poco más de un año estableció que el Consejo Superior de Deportes dependería exclusivamente de él. Pocos meses antes, había anunciado la creación de un Ministerio de Deportes, que nunca oficializó. Más felices estarán los futbolistas campeones, que se llevarán 600 mil euros cada uno por el título.

Pero poco importan hoy las crisis y los merecimientos. España siempre intentó jugar un buen fútbol y siempre pensó primero en el arco de enfrente. Grandes jugadores como Xavi e Iniesta merecían este título, pese a no haber desparramado su mejor fútbol en Sudáfrica. En un Mundial sin mucho brillo, con escasos partidos bien jugados y pocas estrellas en su mejor nivel, España no necesitó jugar al 100 % para llevarse la copa.

Llegadas y desvíos

Tras pisar Asunción ayer, el plantel paraguayo participante del Mundial 2010 fue condecorado por el presidente Fernando Lugo. Pocos días antes, lo mismo había hecho el primer mandatario Sebatián Piñera con el equipo chileno, eliminado en octavos de final. Cuando pise Montevideo, los uruguayos desfilarán por la avenida 18 de Julio, cualquiera sea el resultado final en la Copa. Distinto fue el caso de Brasil, donde los jugadores fueron hostigados al pisar Río de Janeiro, en especial Felipe Melo, de gol en contra y expulsión en el partido decisivo ante Holanda. “Perdedores” y “fracasados” les gritaron algunos tifosis italianos a los futbolistas que aterrizaron en el aeropuerto de Fiumicino tras ser eliminados en la primera fase.

Argentina, como tantas veces, dio la nota. Pese a quedar afuera en cuartos de final tras perder por 4 a 0 frente a Alemania, cerca de 10 mil personas recibieron al plantel de Maradona en el aeropuerto de Ezeiza, para celebrar el regreso de los jugadores al país. Una visión crítica podría suponer que se trata de visiones conformistas de un público no especialmente futbolero, dispuesto a disfrutar de una salida de un domingo a la tarde cálido cerca de sus ídolos. Otros, nos permitimos celebrar cierto reconocimiento popular a un grupo de futbolistas que dejó el alma en el campo de juego para defender los colores de la camiseta argentina. Pero seguramente, lo más importante del suceso sea su poder simbólico, capaz de subvertir cierto discurso mediático que supone que sólo el éxito es lo que sirve, que el segundo es el primero de los perdedores, que sólo el que está arriba de todos es quien puede celebrar. Estos discursos se potenciaron especialmente desde el sábado, cuando una lluvia de críticas cayeron sobre el equipo argentino. A veces, el mensaje masivo encuentra un desvío en el camino y la realidad nos sorprende. El mismo Maradona y también Oscar Ruggeri, hasta el sábado asesor externo del cuerpo técnico, criticaron a los cerca de 3.000 hinchas que también fueron hasta Ezeiza a recibir el equipo de José Pekerman, eliminado del Mundial de Alemania 2006 también en cuartos de final. El domingo, a ellos les tocó disfrutar del reconocimiento de la gente.

Como en todo acontecimiento que lo involucra, Maradona tiñó con su ángel este Mundial. También su nombre es el que más pesa en los discursos posteriores, con polémicas sobre la elección de los jugadores, los planteos tácticos y su continuidad. Seguramente, por él muchos fueron el domingo hasta Ezeiza. Por el motivo que sea, no está de más reconocer y celebrar, aunque el equipo no haya terminado en lo más alto. Después llegará el momento de pensar por qué.

Color europeo

Al final, las semifinales del Mundial tendrán el color europeo. El sueño sudamericano de tener a los cuatro mejores no será realidad. Europa tenía sólo tres representantes entre los ocho, que vencieron en fila a los tres equipos del sur. Desde este lado, queda en primer plano la dura derrota de Argentina, vapuleada por Alemania con un claro 4 a 0. Cuestiones de fútbol: el partido que en la previa aparecía como el más equilibrado de los cuatro de esta instancia, terminó con una aplastante victoria.

El gol de Müller a los dos minutos del primer tiempo, tras un preciso cabezazo, desequilibró el partido desde el inicio. Sin embargo, luego Alemania siguió teniendo más presencia en el medio campo, con Schweinsteiger, Khedira, Özil, Podolski y el autor del gol. Los teutones estuvieron finos con la pelota y así controlaron el encuentro desde el comienzo. Argentina siguió apostando a la formación inicial con tres delanteros, con Higuaín y Tevéz más adelante y Messi cerca de los volantes. La estrategia del técnico Maradona en Sudáfrica 2010 dio vuelta la máxima futbolística de que los partidos se ganan cuando un equipo se impone en la mitad de la cancha. Argentina armó su once en base a los delanteros y luego completó el resto. Hasta aquí, la estrategia le había dado bueno resultados. Hoy no funcionó. Alemania hizo eje en el centro del campo, con un equipo ancho y con superioridad numérica allí, por lo que desde el comienzo dio la sensación de peligro inminente sobre el área rival. Tras una pelota clara que Klose mandó a la tribuna desde el punto del penal, Argentina emparejó un poco las cosas, aunque sólo tuvo algunas llegadas con remates de Messi, Di María e Higuaín.

En la segunda mitad, los de Maradona se pararon en campo rival y dispusieron de la pelota. Otra vez Messi, Di María, Tévez e Higuaín dispusieron de algunas ocasiones no muy claras para marcar, pero el gol del empate parecía posible. Cuando a los 22 minutos Müller habilitó desde el piso a Podolsky, quien mandó el centro para que Klose empujara la pelota al gol, cualquier esperanza argentina se derrumbó para siempre. Lo siguiente fue un panorama con poca claridad, muchos espacios y un desbande general, que le permitieron a Alemania marcar nuevamente a través de Friedrich y Klose para llevarse la victoria.

Ayer, Brasil había dado la primera gran sorpresa de la Copa al perder ante Holanda por 2 a 1. Tras ponerse en ventaja con un gol de Robinho en la primer parte, Felipe Melo en contra y Sneijder de cabeza marcaron para los holandeses. Aún con pasajes de buen fútbol, en el Mundial Brasil entró en el espíritu nervioso de su entrenador Dunga e hizo del toque un elemento residual de su juego. Apostó por la defensa más que por el ataque, por el choque por encima de la gambeta, por la lucha más que por el pase. El equipo se mostró siempre con dos bloques casi autónomos: una defensa cerrada en candado y un ataque veloz y preciso. La excepción fue el segundo tiempo de ayer, donde todo se fue al diablo. Dunga alejó de cualquier posibilidad de fantasía y buen juego justo al equipo que más posibilidades tenía de llevarlos a cabo.

Ayer también, Uruguay hizo el milagro y metió la cola entre los gigantes. “Parece que algo nos está empujando” dijo el técnico Tabárez al final del juego con Ghana. Algo de eso tuvo Uruguay. Fue superado en gran parte del partido por los africanos, encontró el gol en un tiro libre de Forlán y la salvación en los pies y las manos de Luis Suárez al final sobre la línea. Gyan tiró el penal al travesaño y, en los penales, Abreu la picó otra vez y le dio la victoria a los Celestes.

Hoy a último turno, Paraguay contuvo bien los aluviones españoles y hasta tuvo chances para marcar el gol. La Furia mantuvo su toque pero le costó llegar claro al arco de Villar. Cardozo falló un penal para los paraguayos, Xabi Alonso otro para los españoles y todo parecía ir a suplementario. Pero sólo Xavi e Iniesta podían filtrar el muro paraguayo. Tras una pared, el Gran Andrés dejó Fábregas mano a mano con el arquero, la pelota fue el palo y Villa en el rebote mandó el balón al fondo de la red.

En cuartos, España y Alemania reeditarán la final de la Euro 2008 y Uruguay buscará el milagro ante Holanda. El Mundial ya no le pertenece a Argentina, que se quedó otra vez en cuartos. Las estrellas de la ofensiva no estuvieron encendidas y el carácter alemán para disputar los encuentros decisivos pesó más que las individualidades de Maradona. Poco para reprochar, o mucho, quién sabe. Pero el sueño, por estos lados, terminó.

El Grupo de los Ocho

“Recuperación y Nuevos Comienzos” fue el título de la última cumbre mundial del Grupo de los Ocho, donde los líderes de los países más importantes del mundo discutieron sobre seguridad, economía y desarrollo internacional. El 25 y 26 de junio en Huntsville, Canadá, el primer ministro británico David Cameron, el canadiense Stephen Harper, el presidente francés Nicolas Sarkozy, la canciller federal alemana Angela Merkel, el primer ministro italiano Silvio Berlusconi, el japonés Naoto Kan, el presidente ruso Dmitry Medvedev y el estadounidense Barack Obama acordaron sobre planes de ayuda para la maternidad en África, condenaron los planes nucleares de Irán y Corea del Norte, se comprometieron a lucha juntos contra el terrorismo y repudiaron en forma tenue las muertes producidas por el ataque israelí contra la Flota de la Libertad en Gaza el pasado 31 de mayo.

Pero en medio de debates y acuerdos internacionales, el fútbol metió la cola. A la cumbre del G8 le siguió inmediatamente la del G20, todo en medio de la Copa del Mundo de Sudáfrica. Así es como Cameron y Merkel compartieron por televisión el segundo tiempo del partido por octavos de final entre Inglaterra y Alemania, donde los teutones se llevaron la victoria por 4 a 1. Pese a la buena demostración de fútbol de los germanos, que ganaron merecidamente, lo que más sobresalió del encuentro fue el gol no cobrado al inglés Frank Lampard sobre el final del primer tiempo, que hubiera significado el empate transitorio 2 a 2. Más amante del tenis y el cricket que del fútbol, Cameron señaló tras el final del partido: "Creo que el uso de la tecnología en el deporte puede ser una buena ayuda, como ya ocurre en el torneo de Wimbledon”. Hasta no hace mucho tiempo, Cameron iba asiduamente a practicar tenis al Centro Deportivo Westway, en el oeste de Londres, e incluso en sus épocas de estudiante fue jugador y capitán del equipo universitario. Aún así, dijo sentirse “muy decepcionado” por el resultado del partido. Más tarde, Cameron y Merkel volvieron a la cumbre, aunque a esta altura el G8 parece no tener mucho sentido. Según un estudio de una organización no gubernamental canadiense, desde que fue creado hace 35 años (primero llamado G6 y luego G7), el Grupo de los 8 países más importantes del mundo selló más de tres mil acuerdos a los cuales después no dio seguimiento.

En pocas horas, habrá otro Grupo de los Ocho que tomará la escena. Son los 8 equipos clasificados para los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica, que comenzarán a medirse para ver quién se queda y quién se va del campeonato. Entre el G8 futbolístico, sólo hay una selección del G8 político y económico: Alemania. Del resto, dos equipos no clasificaron al Mundial (Canadá y Rusia), dos se fueron en primera ronda (Italia y Francia) y los tres restantes fueron eliminados en octavos de final (Japón, Estados Unidos e Inglaterra).

Continuación de la política por otros medios, deporte democratizante que puede poner en lo más alto a países postergados en la esfera política y económica, el fútbol puso por ahora arriba a más naciones del llamado Tercer Mundo (Argentina, Paraguay, Uruguay y Ghana) que ha potencias globales (Holanda, España y Alemania), aunque, casualmente, dos de los tres gigantes que siguen con vida en el Mundial no participan del G8. Arbitrariamente, dejamos a medio camino entre los dos grupos a Brasil, gigante del Tercer Mundo en vías de ser del primero.

"En la geopolítica del fútbol, el Estados Unidos de las canchas es Brasil", escribió una vez el politólogo francés Pascal Boniface. Aunque sigamos derrochando tinta sobre la importancia de la política, poco importará eso cuando empiece a rodar la pelota. Sudamérica tiene apenas el seis por ciento de la población de la Tierra y representa menos del cinco por ciento del comercio global. Pero el cincuenta por ciento de las ocho selecciones clasificadas a cuartos de final de Sudáfrica 2010 son de allí.

España cuenta con un PBI per cápita 24 veces mayor que Paraguay. Uruguay tiene 1.220 clubes de fútbol, contra 280 de Ghana. La población de Brasil es 12 veces superior a la de Holanda. El PBI per cápita de Alemania es más de 5 veces superior al de Argentina y los europeos cuentan con 8 veces más clubes que los sudamericanos. Estados Unidos, con un PBI de 35.145 euros por habitantes (el más alto del mundo), ya se marchó a su casa. Los ghaneses, con ese coeficiente alcanzando sólo los 741 euros, siguen vivos en Sudáfrica.

En la cumbre del G8 en Canadá pareció quedar claro que aún resulta dificultoso saber cuándo comenzará la recuperación de la economía mundial, lo que para muchos pone en peligro el avance hacia la obtención de los objetivos fijados por las Naciones Unidas de reducir la pobreza a la mitad en el mundo en 2015. Pero eso poco importa para el G8 futbolístico. Cuando la pelota empieza a rodar, por suerte no siempre gana el más poderoso.