El fútbol español, al que aludía Jáuregui en sus palabras, vive momentos de contrastes. Se selección se consagró campeona mundial en Sudáfrica hace poco más de un año. El Barcelona de Pep Giardiola desfila por las competencias europeas acumulando títulos. El presidente Sandro Rossel dijo hace un año en su campaña presidencial que la deuda del club era 489 millones de euros y desde hace un tiempo intenta recortar el presupuesto del club. Pero hoy los diarios anuncian que el club catalán se hizo con los servicios del delantero chileno Alexis Sánchez a cambio de 35 millones de euros. El último balance del Barcelona cerró con un déficit de 21 millones de euros. Ni sus triunfos en la Champions League y la Liga lo salvaron.
En otro mar de abundancia nada el Real Madrid, que aún activa sus ilusiones a golpe de chequera en pleno verano. Recientemente fichó al lateral Fabio Coentrao a cambio de 30 millones de euros. Gastar esa millonada en un lateral izquierdo no muestra situaciones de apremios económicos. En ese sector de la defensa, el Real Madrid ya cuenta con el buen lateral brasileño Marcelo, pero aun así decidió invertir la millonada. En el último año, el equipo blanco generó beneficios por 30 millones.
Sin embargo, existe un costado más humilde del fútbol español que representa más al país en recesión que cuenta con más de 4 millones de desempleados. En estos días, existen en España 12 equipos en concurso de acreedores por sus deudas: Racing, Rayo Vallecano, Zaragoza, Mallorca, Betis y Granada, de Primera División; y Hércules, Cádiz, Albacete, Recre, Xerez y Córdoba, de Segunda. Otros 11 equipos estuvieron intervenidos judicialmente a raíz de sus deudas y han vuelto ya a manos de sus dueños. Según informó el diario español El País, al 30 de junio de 2010, las deudas de los clubes españoles alcanzaban los 3.456 millones de euros en la Primera División y los 556 millones en Segunda.
En este contexto, el 12 de julio pasado, la Asamblea de la Liga de Fútbol Profesional aprobó el Reglamento de Control Económico que se empezará a aplicar de forma progresiva desde la próxima temporada para llegar a su implantación definitiva dentro de tres años, cuando se sancionará a aquellos clubes que tengan déficit presupuestario.
La nueva norma, que se inscribe dentro de la regulación económica implantada por la UEFA en 2010, incluye medidas como la obligación de presentar estados financieros auditados y de acabar con las deudas con jugadores y clubes. Además, contempla castigos deportivos como la supresión de puntos, la expulsión de la competición, el descenso de categoría y la prohibición de realizar fichajes y multas económicas. El objetivo es que la deuda neta de los clubes nunca pueda superar el 100% de sus ingresos totales y que los salarios de los futbolistas y técnicos no superen el 70% de los ingresos del club. Hoy en día, esa máxima solo la cumple el Real Madrid.
“También la sociedad española tendrá que plantearse hasta qué punto puede costear unos clubes, que son los que más dinero del mundo tienen, y luego resulta que el país no tiene esa dimensión económica", agregó Ramón Jáuregui en sus declaraciones. Dimensiones de claroscuros, donde algunos padecen la crisis y sus penurias económicas en forma directa y otros la surfean gastando sus millones. Después, se ven campeonatos como el último, donde el Barcelona y el Real Madrid le sacaron más de 20 puntos de ventaja al tercero de la clasificación.
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