Gorosito y la eterna crisis de River

Ayer en el Nuevo Gasómetro, Néstor Gorosito dirigió su último partido como técnico de River. El toque final se lo dio el equipo comandado por un ex técnico millonario y su antecesor en el cargo, Diego Simeone, hoy DT de San Lorenzo. Ambos técnicos registran salidas similares del banco de Nuñez. El Cholo dirigió su último encuentro en River el 9 de noviembre de 2008 ante Huracán, pero su suerte había quedado sellada cuatro días antes, cuando River empatató 2 a 2 ante las Chivas de Guadalajara por la Copa Sudamericana luego de ir en ventaja por 2 a 0. Pese a jugar su mejor partido del semestre, los de Nuñez pagaron caro sus errores defensivos y se quedaron afuera del torneo continental en los cuartos de final. Ayer la historia fue similar. River mostró un nivel más que aceptable pero igual Gorosito renunció a su cargo.

River jugó ante San Lorenzo su mejor partido del semestre, mostró un buen nivel de sus hombres de ataque, principalmente de Villalba y Buonanotte, quien había abierto el marcador con un gol de penal en el primer tiempo. Pero este equipo de River ni siquiera es capaz de sostener una ventaja, como le había pasado 7 días atrás ante Gimnasia (LP). Pero un tiro de los 12 pasos convertido por Romagnoli, tras una piña de Cabral a Bottinelli, y luego un cabezazo de Romeo fueron los que cambiaron la historia a favor del San Lorenzo. Entre los dos tantos del ciclón, el ingresado Fabianni quiso tirar un taco en el área rival y desperdició una chance de gol increíble. Las irresponsabilidades de Cabral y Fabianni se suman a un nivel general bastante bajo que, salvo excepciones, pusieron a River en el último puesto del campeonato pasado y lo ubican en la 16° posición de este torneo, con una victoria y cuatro derrotas.

Gorosito se despidió tras 9 meses de trabajo, con un porcentaje del 39 % por ciento de efectividad, el más de la historia del club para un técnico que haya dirigido más de 30 partidos. En los dos torneos continentales que disputó fue eliminado en primera ronda, compitiendo ante rivales menores como Nacional de Paraguay y Universidad de San Martín de Perú. En el Clausura 2009 finalizó 7° y en el presente Apertura está a 9 punto del puntero Estudiantes. El equipo se encuentra a 12 puntos de la clasificación para la Copa Libertadores 2010 y a 16 unidades de los puestos de descenso. Más allá de la frialdad de los números, Gorosito nunca pudo darle al equipo un funcionamiento aceptable que se extienda más allá de ciertos pasajes de ciertos partidos. En su búsqueda por encontrar el mejor nivel, realizó cambios constantes que no dieron resultado (utilizó cuatro arqueros), marginó algunos jugadores que luego tuvo en cuenta y ni aún así pudo encontrarle la vuelta al asunto. Por caso, Andrés Ríos no fue a la pretemporada de mitad de año en Canadá y luego fue titular en la primera fecha ante Banfield.

Hasta aquí algunas de las responsabilidades del técnico, que no son pocas, pero que probablemente no sean las mayores. Los dirigentes encabezados por el presidente José María Aguilar fueron quienes fueron a buscar a Gorosito a fin del año pasado, cuando dirigía a Argentinos Juniors, pero le trajeron muy pocos de los refuerzos que pidió y parecieron librarlo a su suerte con el material existente. En enero llegaron Fabianni y Gallardo. En el receso invernal, se incorporaron los paraguayos Paniagua, Cohene Mereles y Almeyda. A ellos se les sumó Ariel Ortega, que volvía de su paso por Independiente Rivadavia de Mendoza. Es probable que Gorosito haya pedido a otros jugadores y que los dirigentes le hayan prometido un mejor material. Pero si bien el equipo cuenta con ciertas individualidades para jugar un poco mejor de lo que lo hizo últimamente, la tabla del torneo describe bastante bien a lo que puede aspirar este plantel millonario. Quizás pueda pelear un poco más arriba si levanta el nivel, pero parece bastante difícil aspirar a un campeonato en este contexto.

La dirigencia administra un club con un pasivo que supera los 100 millones de pesos, está acusada de ser al menos cómplice de la barra brava (cuyos antiguos líderes están en prisión acusados del asesinato de Gonzalo Acro en 2007), logró que la Selección Argentina abandone el Estadio Monumental para jugar por las Eliminatorias por el mal estado del campo de juego y sus malas políticas futbolísticas ya se cargaron en el banco de suplentes a ídolos de la institución como Ramón Díaz, Leonardo Astrada y Reinaldo Merlo. Entre los múltiples jugadores que llegaron bajo la gestión Aguilar, se encuentran algunos como Jersson González y Máximo Lucas, que no podrían justificar su presencia en un club de primer nivel como River por su talento futbolístico. Las inferiores dejaron de aportar jugadores en cantidad y calidad y los pocos que llegaron a primera tuvieron pocas chances de mostrarse. Desde la asunción de Aguilar en 2001, el club ganó cuatro campeonatos locales.

El panorama riverplatense excede largamente a la salida del técnico. Parte de una conducción dirigencial errática y continúa por algunos futbolistas de bajo nivel, por otros de mejor nivel pero que no lo demuestran hace tiempo y finaliza por unos pocos de mayor jerarquía pero que se pierden en la medianía general. En el fondo está el renunciante Gorosito, que a su manera intentó conducir el barco, que cometió algunos errores pero que tampoco pudo destacarse en medio de una institución que va a la deriva en todos sus ámbitos. Otro ex jugador millonario abandona el banco de suplentes por la puerta de atrás. A los clubes ya no les queda ni el respeto por aquellos que los hicieron grandes.

2 comentarios:

  1. Lo de River viene de años y el principal culpable es Aguilar

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  2. Efectivamente , eterna crisis de River , que ya ni me acuerdo cuando fue su último título .

    Un saludo

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