Finalmente, la película tuvo el peor final. La confederación Sudamericana de fútbol (CSF) no pudo tomar el mando del conflicto surgido por la gripe porcina en México y dejó a criterio de los clubes sudamericanos, Nacional y San Pablo, la decisión de viajar a México para jugar los partidos de octavos de final de la Copa Libertadores. Un fútbol súperprofesional y una confederación que se presume al segunda en importancia en el fútbol mundial verá cómo dos equipos abandonan su competencia madre. Cosas que suceden en el deporte del tercer mundo.
Los equipos mexicanos comenzaron participar en las competencias sudamericanas allá por 1998, siempre como invitados. Esto implica entre otras cosas que en caso de llegar a las finales siempre deben jugar el partido decisivo de visitantes (el último encuentro debe disputarse en suelo sudamericano) y que si ganan la Copa Libertadores no podrán acceder a jugar el Mundial de Clubes, ya que allí debe ir un equipo que represente a la CSF. En México hay consenso sobre el valor importante que tuvo para su fútbol el involucrarse en estas competencias, ya que el roce con equipos de esta parte del continente, de mayor nivel que los del Caribe y Norteamérica, contribuyó a un crecimiento del fútbol azteca.
Tras un comienzo errático en las competencias sudamericanas, el primer golpe lo dio Cruz Azul, quien perdió la final por penales con Boca de la Libertadores 2001. En 2002, 2005 y 2006 los mexicanos tuvieron semifinalistas en la Copa Libertadores. En 2006, Pachuca fue campeón de la Sudamericana. En 2007, América perdió la final de ese torneo ante Arsenal, tras un arbitraje del comlombiano Oscar Ruiz calificado de escandaloso por la prensa mexicana. Luego de aquel encuentro, los aztecas pidieron dejar de ser considerados como invitados en los torneos de CSF. El amigo convocado a participar empezaba a tornarse molesto.
Para resolver el problema surgido con la gripe porcina, inicialmente la Confederación Sudamericana propuso sedes alternativas como Colombia y Chile. Desde esos países se rechazó la propuesta. Así es como se dejó a criterio de las clubes visitantes la decisión de viajar o no a tierra azteca. El Nacional uruguayo anunció su negativa a trasladarse a México y San Pablo acompañó la decisión. Paladines de la justicia, desde la CSF propusieron jugar un solo partido para definir el pase a los cuartos de final, en lugar de los dos reglamentarios. San Luis de Potosí y Chivas, los mexicanos en competencia, debían jugar directamente de visitantes, en Uruguay y Brasil respectivamente.
Desde la Federación Mexicana suponen que los equipos sudamericanos no quieren ir a México para tener así ventaja deportiva. Dicen que el país está volviendo a su ritmo de vida normal. De hecho, la mayoría de los partidos del torneo local se jugarán con público esta fin de semana. Por eso Chivas y San Luis de Potosí anunciaron que se retiran de la Copa Libertadores. San Pablo y Nacional pasarán directo a cuartos de final
La película tiene un final triste, aunque no por eso imprevisible. Quizás si la gripe hubiera sucedido en un país miembro de la Confederación Sudamericana el trato hubiese sido mejor. Aunque claro, los invitados a veces molestan demasiado.
Los equipos mexicanos comenzaron participar en las competencias sudamericanas allá por 1998, siempre como invitados. Esto implica entre otras cosas que en caso de llegar a las finales siempre deben jugar el partido decisivo de visitantes (el último encuentro debe disputarse en suelo sudamericano) y que si ganan la Copa Libertadores no podrán acceder a jugar el Mundial de Clubes, ya que allí debe ir un equipo que represente a la CSF. En México hay consenso sobre el valor importante que tuvo para su fútbol el involucrarse en estas competencias, ya que el roce con equipos de esta parte del continente, de mayor nivel que los del Caribe y Norteamérica, contribuyó a un crecimiento del fútbol azteca.
Tras un comienzo errático en las competencias sudamericanas, el primer golpe lo dio Cruz Azul, quien perdió la final por penales con Boca de la Libertadores 2001. En 2002, 2005 y 2006 los mexicanos tuvieron semifinalistas en la Copa Libertadores. En 2006, Pachuca fue campeón de la Sudamericana. En 2007, América perdió la final de ese torneo ante Arsenal, tras un arbitraje del comlombiano Oscar Ruiz calificado de escandaloso por la prensa mexicana. Luego de aquel encuentro, los aztecas pidieron dejar de ser considerados como invitados en los torneos de CSF. El amigo convocado a participar empezaba a tornarse molesto.
Para resolver el problema surgido con la gripe porcina, inicialmente la Confederación Sudamericana propuso sedes alternativas como Colombia y Chile. Desde esos países se rechazó la propuesta. Así es como se dejó a criterio de las clubes visitantes la decisión de viajar o no a tierra azteca. El Nacional uruguayo anunció su negativa a trasladarse a México y San Pablo acompañó la decisión. Paladines de la justicia, desde la CSF propusieron jugar un solo partido para definir el pase a los cuartos de final, en lugar de los dos reglamentarios. San Luis de Potosí y Chivas, los mexicanos en competencia, debían jugar directamente de visitantes, en Uruguay y Brasil respectivamente.
Desde la Federación Mexicana suponen que los equipos sudamericanos no quieren ir a México para tener así ventaja deportiva. Dicen que el país está volviendo a su ritmo de vida normal. De hecho, la mayoría de los partidos del torneo local se jugarán con público esta fin de semana. Por eso Chivas y San Luis de Potosí anunciaron que se retiran de la Copa Libertadores. San Pablo y Nacional pasarán directo a cuartos de final
La película tiene un final triste, aunque no por eso imprevisible. Quizás si la gripe hubiera sucedido en un país miembro de la Confederación Sudamericana el trato hubiese sido mejor. Aunque claro, los invitados a veces molestan demasiado.
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