Independiente campeón de la Copa Sudamericana

El 9 de mayo, hace justo 7 meses, comenzó a escribirse el calvario de Independiente. Ese día, el Rojo vencía 3 a 1 a Argentinos y seguía en carrera por el título del Clausura 2010. Pero el técnico Américo Gallego reemplazó a la figura del encuentro, Leonel Nuñez, y luego Argentinos remontó un partido histórico, para llevarse la victoria por 4 a 3. Independiente terminó lejos de la punta y ese encuentro le costó la cabeza al entrenador, que terminó su contrato y se despidió al final del campeonato.

El manager César Luis Menotti apostó por Daniel Garnero, joven técnico, con escasa experiencia, acaso más permeable a recibir sus consejos y a promover a los juveniles del club. El proyecto duró apenas 7 fechas. Tras 3 empates y 4 derrotas, Garnero fue echado por la dirigencia y Menotti lo siguió en la salida. Tras un interinato de Ricardo Pavoni, la goleada por 4 a 1 ante Godoy Cruz aceleró los tiempos y Antonio Mohamed se sentó en el banco de suplentes. Cuando llegó al club, Independiente tenía 6 puntos sobre 27 posibles. En su debut hizo el milagro: ganó el clásico ante Racing con un gol de cabeza de Báez. Pero sin chances en el torneo local, la Copa Sudamericana adquirió mayor importancia a medida que fue salteando rondas.

Libre en la primera fase, en la segunda Independiente venció a Argentinos y empezó a cerrar la herida del 9 de mayo. En tercera, consiguió dar vuelta el 0-1 de la ida ante Defensor Sporting de Uruguay y en Avellaneda venció por 4 a 2. Después se cargó al difícil Deportes Tolima, que venía de vapulear a Banfield por 3 a 0. Consiguió un valioso empate 2 a 2 en Colombia e hizo valer los goles de visitante tras el 0 a 0 en la vuelta. En la ida de las semifinales pasó su momento más difícil, cuando era superado en el juego y en el marcador por la Liga Deportivo Universitaria de Ecuador. Independiente perdía por 3 a 0, pero en la altura de Quito sacó sus mayores fuerzas y convirtió 2 goles para sellar la derrota por 3 a 2. En la vuelta, consiguió una trabajosa victoria por 2 a 1 ante los ecuatorianos, animadores en los últimos años de los torneos sudamericanos. En la final mantuvo la tónica. O -2 en Brasil ante el Goiás y 3 a 1 en la vuelta, con sufrimiento, ante un rival que en los últimos minutos parecía más entero para llevarse la victoria. En los penales, el Rojo fue más preciso y se llevó la victoria por 5 a 3.

Pocos hubieran imaginado el 9 de mayo que 7 meses después Independiente levantaría su 16º trofeo internacional. Menos lo habrán pensado el 20 de septiembre, cuando Garnero dejó de ser el entrenador y el equipo navegaba por el fondo de la tabla del torneo local y apenas había podido superar a Argentinos en la Sudamericana. Pero así de volátil es el fútbol. Días o semanas separan la gloria del fracaso.

Este Independiente no pasará a la historia como un gran equipo. Los números de la copa son testigos: de 10 partidos, ganó 4, empató 3 y perdió 3. Pero quien puede quitarle al Rojo la alegría por el nuevo título. Independiente, rey de copas, se puso a la altura de su historia. Como un guiño a su pasado, mientras anda por el fondo de la tabla en el torneo local, puede golpearse el pecho por estar en la cima de América. Pocos lo hubieran pensado hace 7 meses.

Aquí el penal de Eduardo Tuzzio que definió la historia para Independiente: