Estudiantes se florea en el Monumental

En el Estadio Monumental, Estudiantes de La Plata expuso buena parte de su repertorio que lo puso a las puertas de un nuevo campeonato. El equipo de Sabella no es un conjunto que muestre un juego vistoso, no se preocupa para agradar a los ojos ni por la estética de su juego. Quizás su mayor virtud sea hacer jugar mal a sus rivales, como bien lo sufrió River hoy.

Estudiantes pegó de entrada con el gol de cabeza de Desábato a los 3 minutos del partido y volvió a castigar sobre el final del primer tiempo, cuando Matías Sánchez empujó al gol un centro de Nuñez. La expulsión de Maidana al primer minuto del segundo tiempo dejó a River al borde del abismo y dio el paso al frente un minuto después cuando Rojo trasformó en gol otra pelota parada. Más tarde Mercado cabeceó al gol un nuevo centro, dejando el marcador final en un claro 4 a 0.

Lo que sería un partido parejo que pondría en riesgo el camino al título de Estudiantes terminó siendo una disputa sin equivalencias, con un claro dominador dentro del campo, que dejó en claro por qué el domingo puede consagrarse campeón y por qué su rival continúa penando para salir de la zona del descenso. Entre el primero de la tabla y el quinto, tal como llegaban Estudiantes y River al inicio de la fecha, hubo un mar diferencias. Sólo la victoria de Vélez ante Huracán le impidió al Pincha festejar hoy.

Estudiantes es un equipo que hace de su solidez defensiva un culto, con centrales altos y fuertes, laterales que hacen toda la banda y que en el centro del campo tiene a un batallador como Braña como bandera. Sin Verón ni Enzo Pérez, convirtió cuatro goles en el Monumental y si el domingo le gana a Arsenal conseguirá un nuevo título. River evidenció los viejos vicios que lo pusieron en la zona de promoción. Con dudas en defensa, sobrepasado en el mediocampo, sin ideas en ataque, no logró en todo el partido generar una situación de gol clara con juego asociado. Esa es la mayor virtud de Estudiantes: recordarle sus defectos a sus rivales y así ser mejor dentro de todas las cancha.