Para crecer hay que endeudarse

“Para crecer hay que endeudase” fue la frase que lanzó Julio Comparada, presidente de Independiente, el 28 de septiembre pasado para justificar el déficit creciente y la presentación de un nuevo balance en rojo del equipo que conduce. En medio de un clima caliente, con la plana mayor de la barra brava presente, la dirigencia de Independiente aprobó un balance con un pasivo de 144 millones de pesos (11.449.269 millones de pesos de más que el año anterior). El déficit como moneda corriente de los clubes argentinos no es algo resulte novedoso ni siquiera en Avellaneda. De hecho, Independiente es un club en pleno concurso de acreedores, con riesgo de quiebra en caso de no poder afrontar los pagos acordados, que ya alcanzaban los 45 millones de pesos cuando se presentó en convocatoria, en julio de 2005. “Somos un club deficitario por 2,5 millones de dólares por año” agregó Comparada, sintetizando una práctica corriente en su institución y en todas las que compiten en la Primera División del fútbol argentino.

Esta semana las luces de alarma le tocaron a River. El club conducido por Daniel Passarella aprobó su balance 2009/10, que arrojó un déficit de 79.828.156 pesos. Con ese saldo negativo, el pasivo total del club alcanzó los $ 216.827.799. La deuda total duplica a los números rojos que ya se mostraban en el ejercicio anterior, bajo la gestión de José María Aguilar. El balance, entre otras cosas, también mostró que River tiene deudas vencidas por 57 millones de pesos y que en los próximos seis meses deberá afrontar pagos por un monto similar. Ante este panorama, los millonarios deberían refinanciar su deuda, vender jugadores o encontrar dinero fresco del esperado fideicomiso, que hasta ahora ha tenido más presencia en declaraciones públicas que en la vida real. Evidentemente, el nuevo presidente Passarella no pudo achicar el déficit operativo.

Boca vivió una situación similar a la de Independiente y River en 2009, cuando el balance 2008/09 dejó un rojo de $ 11,34 millones. "El balance va a ser excelente" había augurado el presidente Jorge Amor Ameal sobre los números del último ejercicio. Las cifras finales hicieron honor a la promesa: el club ganó casi cuatro millones de pesos y bajó en más de $ 39 millones el pasivo. Sin embargo, como en todos los equipos, los números se sustentan en la venta de jugadores al exterior. Sin esos ingresos, el saldo hubiera dado un rojo de $ 32 millones.

Independiente y River son algunos de los exponentes más brutales de la deuda como modelo de gestión que tiene el fútbol en estos tiempos. En las últimas cinco temporadas, Boca contrató 45 jugadores, Racing 76, Independiente 69, River 66 y San Lorenzo 65. Números que asustan no sólo por los escasos resultados deportivos de los equipos más importantes de la Argentina sino por los flojos balances de gestión que luego se muestran en los escritorios. Al menos la Comisión Directiva de River aprobó denunciar penalmente al ex presidente José María Aguilar y al ex secretario Mario Israel por un faltante de 3.000.000 de dólares, producto de la venta de Fernando Belluschi al Porto. Quizás sea una buena forma de que algo empiece a cambiar.

Aquí un video de la asamblea de Independiente en septiembre pasado, una buena muestra de cómo se resuelven algunas cosas en el fútbol argentino:

2 comentarios:

  1. todos los clubes tienen deficit y es dificil levantarse en argentina, generalmente todos cierran en negativo, al momento no pasa nada pero a la larga te puede llevar a la quiebra, un saludo

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  2. Pues sí, pero hay que saber dónde está el límite.
    Saludos desde La Escuadra de Mago

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