“Todos queremos sacarlo adelante y ponerlo en el lugar donde se merece estar, que es arriba, porque es un club grande”, dijo Néstor Ferraresi en su primer entrenamiento al frente de Los Andes a fin de septiembre. A menos de 60 días de aquella bienvenida, ya no está al frente del Mil Rayitas. Dos apretadas de la barra brava sellaron su salida del club.
Luego de perder como local 1-2 frente a Flandria el 11 de octubre, un grupo de 15 barras entró en el vestuario del plantel de Los Andes y amenazó verbalmente a dos referentes del equipo. Dos fechas más tarde, luego de perder ante Acassuso, la barra brava volvió a encontrarse con los jugadores, esta vez en el campo de entrenamiento. Los violentos volvieron a quejarse por la mala campaña del equipo, que está anteúltimo en la tabla con 11 puntos en 15 partidos, e insistieron para que un grupo de futbolistas sean desafectados del plantel. Los Andes cuenta con el presupuesto más alto de la Primera B y a comienzos de temporada soñaba con pelear el ascenso. “Me voy porque no me pueden dar garantías” dijo Ferraresi al anunciar su renuncia luego del encuentro con la barra. “Dejamos el cargo porque nunca me había pasado algo parecido. Dirijo desde el 97 y no puede ser que me quieran manejar mis decisiones”, agregó Ferraresi, quien sólo dirigió 5 fechas al equipo. Ricardo Rodríguez ya asumió como nuevo entrenador.
En Los Andes, el dominio de la barra brava en el club mediante el uso de la violencia no es algo que pueda considerarse novedoso. En 1998, el entonces técnico Pedro Marchetta debió soportar continuas presiones de los barras. El entonces preparador físico, Gabriel Raffo, fue atacado a balazos el 5 de mayo de aquel año. El 10 de octubre de 1998 quien sufrió la violencia de los hinchas fue el técnico Víctor Damiano, a quien le dieron una feroz paliza. En 2010, fue el entrenador Oscar “Cachín” Blanco quien abandonó su cargo en Los Andes por las presiones constantes de la barra, que en lo que va del año ya visitó al plantel en cuatro oportunidades.
"Cuando uno de estos impresentables se mezcla entre los normales la batalla está perdida y no va a tardar mucho para que aparezca un muerto en el fútbol si seguimos así" dijo el presidente de Quilmes, José Luis Meiszner, al referirse a la agresión que sufrieron los futbolistas de su equipo por parte de la barra el pasado sábado
Mientras volvían en micro desde La Plata luego de perder ante Gimnasia (LP), los jugadores recibieron piedrazos de sus propios hinchas. Al llegar de vuelta a su estadio, los jugadores encontraron varios de sus automóviles rayados y vidrios rotos. Por tal motivo, el plantel se trasladó hasta la comisaría más cercana para realizar la denuncia. En el camino, en la esquina de 12 de Octubre y Gran Canaria, varios hinchas los insultaron por la mala campaña del equipo. Por este último motivo, hubo un detenido. El 7 de septiembre pasado, la barra brava había visitado al plantel en busca de explicaciones por el mal momento que ya atravesaba Quilmes. Hoy, muchos jugadores ya manifestaron su voluntad de marcharse del club, que se ubica último en el Torneo Apertura con 6 puntos en 13 partidos. No es poco para un equipo gobernado por el Secretario General de la Asociación del Fútbol Argentino (Meiszner) y por el Jefe de Gabinete de La Nación (Aníbal Fernández).
Una situación parecida vive Tristán Suárez, donde un grupo de 15 barras llegó al entrenamiento del equipo hace pocos días y amenazó a punta de pistola a los integrantes del plantel efectuando disparos. Como consecuencia del hecho, ya se desvinculó del equipo el zaguero central Gonzalo Peralta, que continuará su carrera en Aldosivi de Mar del Plata, y también lo hará próximamente el arquero Albano Anconetani.
Distintos clubes, similares situaciones. Sin embargo, Meiszner, representante del poder futbolístico y virtual mano derecha de Julio Grondona, titular de la AFA, reconoció que es probable que dentro de poco tiempo aparezca una nueva víctima. En ese sentido, puede considerarse un buen alumno de su jefe, quien en 1984 dijo públicamente sin ponerse colorado: "En este país, si no hay un muerto no pasa nada".
Anconetani es un histórico de Tristán Suarez que viene soportando la tensa relación con la barra brava del cuadro de Ezeiza hace un tiempo largo.
ResponderEliminarLa lacra que suponen las barras bravas es un fiel reflejo de la sociedad en la cual estamos inmersos. Lamentablemente estamos muy lejos de erradicarlas, tal como hicieron otros paises.
Saludos!
Una vez vino un especialista inglés q ayudo a erradicar a los hooligans y dijo q en argentina era imposible implementar el mismo sistema pq habia demasiada corrupcion. asi somos...Saludos!
ResponderEliminarlomas de zamora l mas grande q hay dejen de inventar barra bravas sa palabra no existe en ningun lados solo los medios la crearon ii hacen ver a gente fanatica de un club como mala persona !!!los andes un sentimiento q se lleva adentro....q no qden dudas la banda del sur¡¡¡
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