Deportivo Español, San Miguel, El Porvenir, Nueva Chicago, Los Andes, Sacachispas, Laferrere, Huracán, San Lorenzo, Tristán Suárez, Racing y Vélez son equipos que sufrieron durante los últimos 60 días en carne propia el poder que las barras bravas detentan hoy en la Argentina. En estos casos, la historia no terminó con víctimas fatales, como le tocó al militante del partido Obrero Mariano Ferreyra, que lejos de las canchas encontró la muerte a manos de los violentos del fútbol el pasado 20 de octubre. Pero en la Argentina, el poder de los grupos violentos organizados nacidos en los estadios no se mide ya sólo por la posibilidad de provocar la muerte, sino que por la chance de imponer su voluntad en los clubes, y fuera de ellos, a partir de la violencia.
Tras la derrota con Almagro, el 31 de julio pasado, un grupo de barras de Deportivo Español, de la tercera categoría del fútbol argentino, apretaron a los jugadores pidiéndole camisetas, dinero y buenos resultados. A cambio recibieron plata fruto de una pequeña colecta y prendas de la utilería. Tras el encuentro con San Telmo, tres emanas después, la barra ingresó a la confitería a exigirles plata a los dirigentes y socios presentes. Dos de ellos se negaron y fueron golpeados.
El 12 de septiembre, 12 barras de San Miguel, de la cuarta categoría del fútbol argentino, pasaron por los vestuarios del club y amenazaron al plantel. “Si no le ganan, cobran todos”, dijeron en referencia al siguiente partido que disputaría el verde. El domingo 19 de septiembre, San Miguel perdió ante Argentino de Merlo y los barras fueron a pedir la cabeza del entrenador, Armando Gonzalez, quien no aceptó la sugerencia. “Acá mandamos nosotros, o todavía no te diste cuenta. Si para el martes no te fuiste, te lastimamos. Sabemos dónde vivís y cómo se mueve tu familia” le respondieron los hinchas. “Les hice frente hasta que pude, pero vivo en el barrio, veo cómo se manejan y no soy un mártir. Tengo impotencia, pero primero está mi familia. Lograron meterme el miedo adentro”, le dijo González al diario Olé luego de confirmar su salida s los pocos días. Con él también se fueron dos vicepresidentes y el secretario del club.
Días después, en el mediodía del pasado 16 de septiembre, el plantel de El Porvenir, que milita en Primera C, estaba por terminar la práctica en su estadio cuando apareció un cortejo fúnebre que trasladaba el cuerpo de Javier Suldini, un hincha cuyos compañeros querían que antes de ser sepultado fuera despedido por el plantel. El grupo de 60 violentos irrumpió y tres de ellos empezaron a dialogar con el entrenador Mariano Valentini. Todo parecía tranquilo, pero de repente otros comenzaron a reprocharles a los jugadores la mala campaña del equipo. De los insultos pasaron a las agresiones a los integrantes del cuerpo técnico y también a los jugadores. Además le rompieron la cabeza a Nicolás Marquievich, un juvenil de 15 años. Otro hincha entró con una moto a la cancha para correr a los jugadores. Cuando terminó el bochornoso espectáculo, los hinchas siguieron camino al cementerio.
Durante el mes de septiembre, la fracción Los Perales de la barra de Nueva Chicago apareció en dos ocasiones en la práctica del equipo, para exigirles resultados al plantel y llevarse ropa deportiva. El 11 de octubre, Los Andes perdió como local 1-2 frente a Flandria. Luego del partido, un grupo de 15 barras entró en el vestuario local y amenazaron a los jugadores y al cuerpo técnico.
El 30 del mismo mes, el plantel de Sacachispas esperaba en su estadio para comenzar el tercer entrenamiento a cargo de Germán Corengia, quien pocos días antes había asumido el cargo como entrenador. De pronto, llegaron varios autos y motos con miembros de la barra. Como si fueran los dueños de casa, entraron a la cancha y primero hablaron con el flamante DT. Luego fueron por el plantel, al que le reprocharon la mala campaña con armas de guerra en la mano. “Hoy no gatillamos, pero si siguen así y nos mandan a la D...” fue alguna de las frases que se escucharon.
Al día siguiente, San Miguel, con Gustavo Di Giuli en el banco en reemplazo del saliente Armando González, le ganó a Laferrere por 1 a 0. Tras ese juego, la barra visitó al plantel de Lafe para exigirle más entrega en los partidos. En partido ante Liniers, que terminó 1 a 1, la hinchada repartió insultos para los jugadores y luego 50 barras ingresaron al vestuario y obligaron a los futbolistas a salir al campo. Allí, les pidieron que “saquen el equipo de la C” y lanzaron un “si no tienen ganas no vengan más”.
El 23 de octubre, luego de la derrota de su equipo ante Temperley por 3 a 1, un grupo de barras de Tristán Suárez amenazaron a Luciano Goux y atacaron el auto de Marcos Giménez. Dos días más tarde, un grupo de 15 barras llegaron al entrenamiento del equipo y amenazaron a punta de pistola a los integrantes del plantel que hacían trabajos regenerativos. Los violentos habrían tenido un intercambio de palabras con el arquero Albano Anconetani, que fue subiendo de tono hasta que uno de ellos sacó un revólver y efectuó tres disparos al piso. Luego los barras ingresaron a los vestuarios, de los que se llevaron varios pares de botines y zapatillas de algunos juveniles. Todo ante la atenta mirada del el vicepresidente Oscar Vergara y de un grupo de dirigentes que estaban en el lugar.
En Primera División, el panorama no es muy diferente al del ascenso. El 2 de octubre, Huracán perdió de visitante ante Racing por 3 a 0. Cuando el micro con los jugadores y el cuerpo técnico estaba llegando al estadio del Globo para que los futbolistas retiraran sus pertenencias de la concentración, notaron que unos 100 hinchas los esperaban. Por pedido del plantel, el personal de seguridad que viajaba con ellos le ordenó al conductor del ómnibus que siguiera de largo. Pero los hinchas no se quedaron de brazos cruzados y empezaron a seguir al bus en distintos autos. Finalmente, la delegación paró a la altura de la Comisaría 32. Mientras se escuchaban gritos amenazantes, la policía custodió al micro en su camino de vuelta al estadio. Allí, varios jugadores y el cuerpo técnico decidieron bajar para hablar con los hinchas. “No queremos plata ni ropa, sólo que no nos manden a la B”, repetían los violentos, como si sus palabras pudieran modificar los resultados de los partidos. Pero Huracán pudo levantar cabeza y el domingo 24 de octubre goleó a San Lorenzo, su clásico rival, por 3 a 0. Entonces fue el plantel del Ciclón el que sufrió el poder de la barra. Varios hinchas aparecieron por la concentración del equipo para "pedir explicaciones" a los referentes, en medio de un clima tenso.
Luego de la derrota ante Independiente, un grupo de hinchas apreció por el entrenamiento de Racing, donde increparon a algunos jugadores como Claudio Bieler, y le rayaron el auto a Bryan Luy. En agosto, un cumpleaños en la confitería de Vélez había terminado a los tiros entre miembros de la barra. Para el partido contra Defensor por la Copa Sudamericana, dirigentes de Independiente contrataron a un grupo de barras para controlar los ingresos con chalecos identificatorios.
La enumeración tediosa, dolorosa y hasta difícil de soportar, sirve como muestra de que el poder de las barras bravas argentinas es absoluto en muchos de los clubes argentinos, no sólo cuando juega su equipo sino todos los días. La imposición de la voluntad mediante la violencia es la norma en muchas instituciones, a la luz del sol, ante los ojos de dirigentes y policías y con su posterior repercusión en los medios masivos. Pese a todo, la situación se permite y tolera. Ojalá algún día cambie.
Ojalá cambie, aunque lo veo complicado. Es más, un experto inglés en la materia, que logró disminuir radicalmente la violencia en las canchas de allá aseguró que implementar el mismo modelo en Argentina era imposible producto de la gran corrupción que había en las altas esferas. Un cuento de nunca acabar. Ya te agregué a mi lista de enlaces de:
ResponderEliminarhttp://dpuntin.blogspot.com/
Saludos y nos seguimos comentando!!
What's Going down i am new to this, I stumbled upon this I have found It absolutely helpful and it has helped me out loads. I'm hoping to give a
ResponderEliminarcontribution & assist other users like its aided
me. Good job.
Visit my web blog :: cellulite treatment reviews
pain reliever for tennis elbow
ResponderEliminarFeel free to surf to my web blog: ayurvedic treatment for tennis elbow
Westfir rosacea treatment
ResponderEliminarHere is my webpage :: Westbrookville rosacea treatment