El retiro de Ronaldo

"Este anuncio es mi primera muerte", dijo Ronaldo ayer entre lágrimas. De esa forma confirmó su retiro del fútbol profesional, en el centro de entrenamiento de su club, el Corinthians. Su despedida estuvo lejos de las estrategias de marketing y los sponsors grandilocuentes que lo acompañaron en toda su carrera. No leyó un discurso, no pasó videos con sus goles, no vendió camisetas con su dorsal. Sólo agradeció entre lágrimas.

"Mi retiro tiene que ver con mi historia de lesiones. En los últimos dos años tuve una secuencia de lesiones que iban de un lado para otro, de una pierna para otra, de un músculo para el otro y esos dolores me hicieron anticipar el fin de mi carrera", agregó en la conferencia de prensa. Su historia es la épica del joven crack que llega a la cima del fútbol mundial y desde allí padece la tragedia deportiva, expresada en continuos dolores. En 1999, con 22 años, ya se había consagrado campeón de América y del Mundo con Brasil, ya había sido elegido como el mejor jugador del planeta y ya había ganado títulos en Europa con PSV, Barcelona e Inter. A comienzos de la temporada 1999/2000, sufrió su primera lesión de gravedad en la rodilla derecha, lo se que repetiría un año después en el partido de su retorno a las canchas. Luego, luchó contra su rodilla derecha y su sobrepeso, hasta que en 2008, en un partido del Milan, su club de entonces, contra el Livorno se lesionó la rodilla izquierda y nunca pudo terminar de recuperarse.

"Fue algo lindo, maravilloso, emocionante, muchas derrotas, infinitas victorias, grandes amigos. No hice ningún enemigo", recordó el goleador luego de decir adiós. Ronaldo fue un héroe prematuro. En su niñez, era sonámbulo y se hacía pis en la cama hasta los 13 años. Tenía problemas de aprendizaje. Pero desde muy chico se destacó en el fútbol. A los 16 debutó en la primera división del Cruzeiro. A los 17, en 1993, se fue a jugar a Europa. Al año siguiente integró el plantel de Brasil campeón del mundo en Estados Unidos, aunque no jugó ni un minuto. Desde 1995 hasta 2005, aún con sus vaivenes, fue considerado el mejor jugador del mundo. Su gambeta en velocidad y su capacidad de resolución dentro del área, además de sus más de 400 goles anotados, lo dejarán como uno de los crack del fútbol mundial.

"Esto no es saludable. El fútbol profesional exprime al máximo al deportista. Eso con el tiempo crea muchos problemas" afirmó ayer Ronaldo. Su llanto contenido lo humanizó como pocas veces en su carrera. A sus espaldas, la pipa de Nike y los remedios genéricos de Neo Química nos recordaban que desde sus comienzos fue una figura del fútbol global con su marketing a cuestas, el abanderado de la incursión masiva en el mundo del fútbol de la marca fundada por Phil Knight. Nike vio en Ronaldo al nuevo ídolo del deporte mundial tras el retiro de Michael Jordan, por eso firmó un multimillonario contrato con él y con la selección de Brasil, que incluía el auspicio en la camiseta y una serie de amistosos por el mundo. Dos informes del congreso brasileño señalaron a Nike como la responsable de que Ronaldo jugara la final del Mundial de Francia `98, cuando la noche anterior al partido había estado tirado en el piso de su habitación sufriendo convulsiones.

En la conferencia de ayer, Ronaldo reveló que desde hace cuatro años descubrió que sufría hipotiroidismo, un disturbio que desacelera el metabolismo, con lo cual debía tomar hormonas, algo no permitido en el fútbol. "Sería un doping y muchos aquí deben estar arrepentidos de haber hecho chistes con mi peso, comentarios. No guardo rencor. Quería explicar eso", agregó. Tras sus lesiones en el Inter, renació en el Mundial 2002, donde marcó dos goles en la final y llevó a Brasil a un nuevo campeonato del mundo. Siguió su trayectoria triunfal en el Real Madrid, donde fue campeón del mundo. En el Mundial 2006 no se destacó, aunque llegó a convertirse en el máximo goleador en la historia de las Copas del Mundo, al anotar 15 goles en sus cuatro participaciones. Es el segundo goleador histórico de la Selección Brasileña después de Pelé.

En Alemania empezó su declive final. Luego jugó poco en el Madrid, se marchó al Milan y se lesionó nuevamente. Eligió volver a Brasil, al Corinthinas, pero el físico terminó por marcarle los límites de su juego. Pese jugar poco, en Brasil todavía se lo consideraba una estrella capaz de generar múltiples negocios por 20 millones de euros anuales. La reciente eliminación en la primera fase de la Copa Libertadores ante el Tolima, de Colombia, echó por tierra el ambicioso proyecto corinthiano. Primero el lateral Roberto Carlos anunció su salida y ahora Ronaldo confirma su retiro.

“Me dedicaré a mi empresa de marketing deportivo”, dijo ayer para anunciar sus próximos pasos. Lejos las publicidades prediseñadas, sus palabras convivieron con las lágrimas de un chico, el mismo que jugaba en Bento Ribeiro, la ciudad que lo vio nacer, a 40 kilómetros de Río de Janeiro. Con su llanto, Ronaldo nos recordó que al fin y al cabo era eso: un niño que soñaba con jugar y hacer goles.

Aquí un fragmento de la conferneica de Ronaldo de ayer:



Aquí un video con goles de Ronaldo:

1 comentario:

  1. todo se resume para mi en una simple oracion: el mejor numero nueve que vi en mi vida. siento que me dolio tanto como a el esta decision, me dieron ganas de llorar con el en la conferencia de prensa, un saludo

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