La AFA inicia la renovación del arbitraje

Gabriel Brezenas no pensó jamás que aquel choque entre el delantero Larrivey y el arquero Monzón, y el posterior gol de Maxi Moralez, marcarían el final de su carrera. Aquella final del 5 de julio de 2009, que dio el campeonato a Vélez, se convirtió oficialmente en su último partido como árbitro de fútbol. Esta semana, Francisco Lamolina, vicedirector del Colegio de Árbitros, anunció que no se les renovará el contrato a cerca de 30 árbitros y asistentes del fútbol argentino. Además del mencionado Brazenas, se destacan Javier Collado, Cristian Faraoni, Mauro Giannini, Ariel González, Guilermo Rietti, Alejandro Castro, Gabriel Guillaume, Alejandro Derevnin, Julio Barraza y Mario Prieto.

En la tarde lluviosa de julio de 2009, Brazenas le anuló por error un gol a Eduardo Domínguez, no vio la supuesta falta de Larrivey a Monzón en el gol de Moralez, no cobró un penal de Arano a Cubero y no castigó con severidad las múltiples faltas, empujones y peleas a lo largo del partido. Enojados con la derrota, casi mil hinchas de Huracán marcharían luego a las puertas de la Asociación del Fútbol Argentino, generando allí incidentes con la policía. Brazenas entró luego en una seguidilla de supuestas lesiones y nunca más pisó a una cancha. Su retiro oficial anunciado en estos días no contribuye a despejar las sospechas sobre su pobre arbitraje que quedaron luego de aquella tarde lluviosa. Se repite así la historia de Daniel Giménez, quien en 2007 dirigió la final entre San Martín de San Juan y Huracán por el ascenso a Primera División. Allí adicionó 8 minutos y cobró una falta discutible que derivó en el gol que le dio el ascenso a los sanjuaninos. Nunca más volvió a dirigir. A los pocos días declaró: “Los dirigentes ponen y sacan árbitros e incluso hasta asistentes, que es un trabajo más fino todavía".

Los casos más llamativos entre los jueces dejados de lado esta semana son los de Javier Collado, Cristian Faraoni y Mauro Giannini. Los tres tienen en común haber hecho declaraciones inconvenientes a la prensa en los últimos meses. Los tres dejarán de ser árbitros a fin de año.

En septiembre del año pasado, Collado declaró a la revista cordobesa Deporte Total que algunos jugadores de Colón no habían hecho su mayor esfuerzo en un partido ante Nueva Chicago, para provocar la salida de su entrenador de entonces, Julio César Falcioni. También acusó a los futbolistas de Independiente, quienes en un encuentro ante Gimnasia de Jujuy habrían buscado la salida de su propio técnico, Miguel Santoro. Por su parte, Faraoni denunció que Aníbal Hay, veedor de la CONMEBOL y encargado de las relaciones públicas en los torneos internacionales de la AFA, le habría pedido que favorecería a San Lorenzo en un partido ante Atlético Tucumán por la primera fecha del Torneo Apertura 2009. Tras la acusación, Hay fue despedido.

Finalmente, Mauro Giannini, reveló ante el diario Crónica de Bahía Blanca en septiembre pasado que árbitros como Patricio Loustau “tiene preferencias a la hora de las designaciones” y acusó a Saúl Laverni de querer “figurar”. En aquel entonces, Lamolina arremetió públicamente contra Giannini: “Es un desubicado. Habla sin ningún desparpajo y revela cosas que deben quedar ahí. Se fue de mambo”. Giannini, de tan sólo 33 años, había debutado como árbitro en la primera división este año y era señalado como una de las promesas del arbitraje argentino. Como Faraoni y Collado, pagó el precio de decir. La AFA jamás investigó ninguna de todas las acusaciones lanzadas, sino que, en un profundo ejercicio de gestión, dio salida a los que se sinceraron públicamente.

A fines de la década del ´60, los árbitros Guillermo Nimo, Camilo Brusca y Roberto Cruces se retiraron repentinamente. Otra salida precipitada fuel la del fallecido Fabián Madorrán, quien abandonó la actividad en 2003. A comienzos de 2009, la AFA no les renovó el contrato a Diego Muñoz, Claudio Benítez, Ariel Llapur y Leandro Métola, todos árbitros de Primera D. Estos alejamientos habrían tenido que ver con fallos favorables a Berazategui, equipo que ascendió de la D a la C en 2007.

“¿Sabés quiénes deciden si se renuevan los contratos de los referís? Los dirigentes. ¿Qué independencia se puede tener entonces?”, se preguntó el ex árbitro Jorge Ferro el año pasado, luego del polémico arbitraje de Brazenas. Ferro fue secretario general de la Asociación Argentina de Árbitros, uno de los dos gremios que nuclea a los jueces. Dejó su cargo luego de denunciar la falta de transparencia en las elecciones de los árbitros para cada partido.

Es evidente que el arbitraje argentino no atraviesa un buen momento, con fallos erróneos que son moneda corriente los fines de semana y protestas al por mayor tras los partidos. El Colegio de Arbitros, presidido por el titular de la AFA, Julio Grondona, y gestionado por Lamolina, cuenta con la facultad de decidir quién puede dirigir en la fútbol argentino y quién no, pero sería saludable que alguna vez no todo sea una cuestión de nombres propios, sino que las estructuras institucionales se vuelvan transparentes en sus decisiones, como una fuente de justicia para lo que luego se ve en la cancha.

Aquí un compacto de aquel Vélez - Huracán del 5 de julio de 2009:

3 comentarios:

  1. Ni el argentino ni se ningún país. Algunas veces se le achacan errores que no son de su competencia, pero es que en la mayoría es porque son muy malos...
    Saludos desde La Escuadra de Mago

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  2. los arbitrajes estan siendo muy controvertidos en este ultimo tiempo, un cambio va a ser radical y vendria muy bien, por otra parte escuche que ahora los controles fisicos estan siendo cada vez mas fuertes e incluso baldassi estaria excedido en peso, increible la panza que le vi en el sueprclasico con su simpatico color rosa jajaja un saludo

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  3. CHILENO PELOTUDO.. REALMENTE DEDICATE A TU PAIS Q DEL NUESTRO NOS PREOCUPAMOS NOSOTROS..CHUPALA GIL DE GOMA..

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