El fin del comunismo mundialista

Corea del Norte se despidió ayer del Mundial 2010 con una derrota por 3 a 0 ante Costa de Marfil. Paradójicamente, el equipo asiático jugó su mejor partido en la Copa ante Brasil, su rival más difícil, y marcó en ese encuentro su único gol. Sin embargo, fue derrota por 2 a 1. Luego recibiría los 7 goles de Portugal y los 3 de los marfileños. El único país comunista del Mundial se marchó del campeonato último en el Grupo G con 12 goles en contra luego de 3 partidos.

Antes del primer encuentro, la advertencia del portavoz de la FIFA fue clara: los periodistas no podrían hacer preguntas referidas al ámbito político de Corea del Norte. Sin embargo, el enviado de Corea del Sur no hizo caso a los consejos: “¿Quién hará la alineación contra Brasil? ¿Usted o el presidente Kim Jong-il?”. El entrenador Kim Jong-Hun sólo se limitó a decir que si su equipo conseguía una victoria en su primer partido de la Copa del Mundo “nuestro gran líder estará muy contento”. Finalmente, fue 2 a 1 para los brasileños.

Corea del Norte llegó al Mundial en el puesto 105 del ranking de la FIFA y fue la selección con peor ubicación allí de todas las que participaron del torneo. Por las dificultades para salir del país y los problemas económicos, no hubo en Sudáfrica enviados especiales siguiendo al equipo, muy pocos entrenamientos pudieron verse y las ruedas de prensa fueron extremadamente breves. En la lista de jugadores, un delantero fue anotado como arquero y hasta corrió un rumor de que cuatro futbolistas se habían fugado de la concentración para escapar del régimen comunista.

Para llegar a Sudáfrica, el técnico Kim Jong-Hun recurrió a planteos defensivos, con métodos de trabajo basados en la disciplina férrea y el trabajo colectivo. Sin embargo, son muchos los que coinciden con el periodista surcoreano que en la conferencia preguntó quién era el verdadero entrenador del equipo. Muchos ven detrás de Kim Jong-Hun la mano del presidente del país, Kim Jong-il, encargado del armado del equipo y de sus estrategias en el campo.

El actual presidente norcoreano forma parte del clan Kim, el único que ha gobernado el país desde su fundación en 1948. Desde entonces, Corea del Norte abrazó el régimen comunista y Corea del Sur la economía de mercado. Llegado al poder en 1994 tras la muerte de su padre, el presidente Kim Jong-il es un personaje enigmático para occidente, que se muestra poco en público, en general en algún desfile militar, y que es dueño de un carácter impredecible e inestable. Es amante del cine (tiene una colección de más de 20 mil películas), del vino y es conocido por sus fiestas.

Kim Jong-il ha establecido un elevado gasto militar, por considerarlo la única manera de garantizar la independencia del país y la ausencia de ataques extranjeros. Corea del Norte tiene hoy un ejército de 1,1 millones de hombres, el quinto más numeroso del mundo, y ha desarrollado un importante programa nuclear que para muchos va en contra de la legislación internacional. Los medios occidentales insisten en la existencia de campos de concentración, como el de Hoeryong, donde estarían presos hasta 50.000 hombres, mujeres y niños acusados de crímenes políticos.

En 2008, en medio de rumores sobre su delicado estado de salud, el presidente se mostró en una cancha de fútbol, siguiendo un partido entre dos equipos del ejército. El año pasado, la prensa informó que el líder padece cáncer de páncreas, por lo que ya prepara a uno de sus hijos, Kim Jong-chul, como su sucesor en la jefatura del Estado. El joven estuvo en contacto con el equipo de fútbol en los meses previos al Munidal y, según los jugadores, les “elevó la moral” para afrontar el campeonato de la mejor manera.

En sus breves declaraciones, el entrenador Kim Jong-Hun afirmó que fue la actuación de su selección en el Mundial de 1966 la que lo inspiró a dedicarse al fútbol. Aquélla había sido la única participación del país en una Copa del Mundo. En aquel entonces, el anfitrión Inglaterra intentó boicotear la participación norcoreana, ya que no tenía relaciones diplomáticas con aquel país con quien había combatido en la Guerra de Corea entre 1950 y 1953. Por eso, los británicos inicialmente les negaron las visas a los norcoreanos para evitar que los comunistas participaran de la Copa. La FIFA amenazó con cambiar la sede del torneo y el conflicto se solucionó. En Middlesbrough, la sede asignada a Corea, la población obrera abrazó a los asiáticos y simpatizó con el equipo. Antes de aquel torneo, “El gran líder” le había solicitado a los futbolistas que al menos consiguieran una victoria para dejar bien alto el prestigio de su país. Sus muchachos le dieron el gusto en el último encuentro de la primera fase, cuando sopresivamente derrotaron 1 a 0 a Italia y se clasificaron a los cuartos de final. Allí, los norcoreanos perdieron ante la Portugal de Eusebio por 5 a 3, tras llevar una ventaja de 3 a 0 en el primer tiempo. Cuatro años más tarde, Corea del Norte fue expulsada de las eliminatorias para el Mundial de México por negarse a jugar contra Israel.

Pak, el autor del famoso gol ante Italia en el Mundial del ´66, era dentista en Pyonyang y tenía al fútbol como un hobbie que practicaba en sus ratos libres. Muchos de sus compañeros estaban alistados en el ejército y también eran aficionados al fútbol. En Sudáfrica, 44 años después, el capitán del equipo, Hong Young-jo, también es oficial del ejército y juega en el Rostov de Rusia. Dona su sueldo al Partido oficial y asegura que, como la gran mayoría de sus compatriotas, no cuenta con televisión ni heladera. En las tribunas, 1000 chinos contratados alentaron a los norcoreanos. Pero esta vez no hubo milagro como en el ´66. En un grupo difícil, ni el “Gran líder” pudo guiarlos a la clasificación.

2 comentarios:

  1. Que buen artículo, realmente brillante. Son temas eternos con análisis por todos lados, que sólo nos dejan preguntas, al menos a mí. Creo que los valores del comunismo son mucho más nobles que los de mercado, donde se premia el individualismo y egoísmo. Las formas de llegar son diversas, pero bueno, en los casos de Comunismo que presenciamos, no se dieron ni se dan de la mejor manera. Tampoco creo que las "democracias de mercado" sean mucho mejores. Me parece bien que vivan sin televisión, no lo veo nada de malo, pero no creo que sean buenas el resto de las restricciones. En fin, un gran tema para tocar en la coyuntura del Mundial

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  2. que gran articulo, muy buena informacion y mejor enfoque del analisis de la seleccionde corea, cuando jugaron contra brasil, pense que podian dar mas, pero como decis paradojicamente fue el mejor partido, contra portugal dieron lastima, un saludo

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