Debe ser una combinación del azar y del conocimiento para que el rebote del arquero Tzorvas vaya justo hasta su pie. Pero como tantas otras veces, Palermo estaba ahí, en el lugar justo en el momento preciso, para impactar el balón con la diestra y cerrar el partido ante Grecia. Milito había estado 79 minutos en cancha y no había tenido una chance tan clara para marcar. Palermo, debutante en un Mundial a los 36 años pero viejo conocedor de los rincones del área, marcó el gol que tantas veces supo hacer. Pasan los años, cambian las camisetas, pero la situación se repite. Rebote corto y el pelota al fondo de la red. El Titán lo hizo de nuevo. Argentina ganó 2 a 0 y está en los octavos de final.
Una jugada a los 12 minutos mostró lo que sería una constante en el encuentro. Poco había pasado hasta entonces, cuando un desborde de Agüero terminó en un centro despejado por la defensa griega. Tras el primer intento serio de Argentina, vino el primer avance de los griegos, cuando Samaras quedó mano a mano con Demichelis, quien rechazó justo. Ése fue el trámite del partido: Argentina controlando la pelota en campo rival y Grecia defendiendo cerca de su arco a la espera de aprovechar los espacios dejados por su rival. El partido adquirió así una única dirección, donde sólo uno intenta atacar y el otro sólo busca defenderse. En eso se fue un encuentro chato, con poca dinámica, donde Argentina no tuvo la velocidad ni la precisión de sus partidos previos y Grecia sólo apostó a embocar algún contraataque o una pelota detenida. Los griegos son de esos tantos equipos que vinieron al Mundial pensando principalmente en defenderse, con mucho miedo a arriesgar. No son los únicos, más bien son mayoría, y así es el fútbol que se ha visto hasta ahora.
Argentina jugó como sabiendo de su casi segura clasificación, controlando el partido casi por inercia, aunque con pocos espacios en los metros finales para crear peligro. Grecia entregó el dominio del encuentro, dejando que otro decida su suerte en la Copa del Mundo. Sólo la falta de puntería de su rival o algún error de su defensa podrían permitirle llevarse algo. Aún sin rendimientos brillantes, Agüero, Verón, Messi y Maxi Rodríguez tuvieron sus chances en el primer tiempo, que terminó sin goles. En el comienzo del segundo, Demichelis falló nuevamente como ante Corea del Sur y dejó sólo a Samaras, quien remató al lado del palo, en la aproximación más clara de los griegos. Pero el partido volvió a presentarse como en la primera parte, con Argentina dominante de la pelota y los espacios. Clemente, Messi y Bolatti pudieron anotar, pero el arquero Tzovras comenzó a lucirse. A los 32 minutos, Demichelis cabeceó en el área, el balón rebotó en Milito, el defensor capturó el rebote y marcó el 1 a 0. Con un poco más de espacios, Messi se volvió desequilibrante en los últimos metros. Primero estrelló un tiro en el palo tras una apilada. Luego un slalom terminó en las manos del arquero, que habilitó a Palermo, quien marcó el 2 a 0 final.
Argentina cierra la primera fase del Mundial con 9 puntos, 7 goles a favor y sólo uno en contra, que además fue producto de un error propio. No muchos hubieran aventurado hace 10 días que éste sería el panorama del equipo de Maradona. Probablemente, sus jugadores mostraron hasta ahora el mejor rendimiento individual y colectivo del campeonato. Pero nada servirá si el nivel no se mantiene en la fase que comienza a partir de ahora. En los octavos de final, ante México, es cuando comienza el verdadero campeonato, cuando quedan los mejores. Ya no habrá revancha ante una mala jornada, sólo queda ir en busca de la copa.
ah , ese gol de palermo... creo que nunca en mi vida había celebrado tanto un gol del equipo nacional argentino . a pesar de que soy anti-boca , creo que si alguien se merecia anotar en una copa del mundo era el.
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