Y un día, la cuenta regresiva llegó al final y la pelota se echó a rodar. Sudáfrica 2010 ya está aquí y es momento de hablar un poco del juego, que de eso al fin se trata todo esto.
El Mundial atrae por congregar a las máximas estrellas del fútbol en un sólo torneo, con camisetas distintas a las habituales. Todo es brutal en la Copa Del Mundo: las repercusiones, las toneladas de fútbol que devuelve la televisión, el sinfín de programas periodísticos que informan y analizan lo que sucede. Cada cuatro años, se ven de a tres partidos por día de los mejores futbolistas del Mundo.
Esa ola futbolística que todo lo envuelve es lo que se extraña para los amantes del deporte cuando todo termina. Al ver la repercusión mediática de estos días, uno llega a la conclusión que semejante despliegue técnico y discursivo sólo puede tener lugar durante poco más de un mes cada cuatro años, porque más sería insoportable. Pero así y todo, es lo que nos gusta y esperamos ansiosos. Al ver los encuentros del primer día, parece que tanto despliegue y preocupación por el afuera no se correspondió con lo que sucedió en el campo. Quizás no sea una sorpresa, pero luego de tanta expectativa el fútbol nos devolvió una imagen pálida.
Sudáfrica y México fueron los encargados de dar el puntapié inicial. Los mexicanos fueron más al comienzo, pero los sudafricanos luego emparejaron las cosas y se pusieron en ventaja con un golazo de Tshabalala. Cuando parecía que el local se llevaría la victoria, Rafa Márquez empató a falta de 12 minutos para el final. Luego llegó el turno de Uruguay y Francia, para completar la primera jornada del Grupo A. Uruguay es un equipo que históricamente genera simpatía, porque es el país pequeño del sur que llegó a ser grande en el pasado (ganó los mundiales del ´30 y el ´50) y que siempre lleva consigo un garra que le permite suplir muchas veces la falta de técnica individual, más allá de que históricamente a dado grandes jugadores. Ante Francia, sólo Forlán generó peligro ante el arco francés y tuvo así las dos jugadas más claras del equipo, una en cada tiempo. Al final fue empate 0 a 0, en partido con mucho juego en la mitad de la cancha y poco peligro en las áreas.
En suma, poco juego virtuoso apareció sobre el campo de juego en la primera jornada del Mundial. Algo del sudafricano Lawrence Tshabalala, otro poco del mexicano Giovanni Dos Santos, algo del uruguayo Forlán. Poco pudo mostrar Henry en Francia, que arrancó desde el banco y entró al final del juego. En el grupo más parejo prevaleció el cuidado del arco propio. Ojalá la cosa cambie.
Esperemos que cambie, porque el partido ha sido bastante malo.
ResponderEliminarSaludos desde La Escuadra de Mago