Argentina se presenta como candidato por el buen momento futbolístico de muchos de sus jugadores más que por el nivel colectivo del equipo. Distinto es el caso de España, que mediante la estructura del Barcelona se constituyó como un equipo temible, que se puso desde hace tiempo el traje de candidato al título. Los 34 goles de Messi en la última temporada de la Liga Española, los 27 de Higuaín (fueron los máximos anotadores del campeonato), los 22 de Diego Milito en Italia (más los dos tantos en la final de la Champions League), además del buen nivel de Tévez y Agüero, junto con su tradición futbolística y de títulos, ponen para muchos al equipo de Maradona como uno de las serios aspirantes al título mundial. Argentina tiene cracks en el sector de la cancha donde no abundan.
Sin embargo, el ciclo Maradona, nacido a fines de 2008, se caracterizó por su irregularidad. Argentina fue cuarto en la zona americana de clasificación con 28 puntos, detrás de Brasil, Chile y Paraguay. En todo el proceso Maradona, el equipo jugó 20 partidos, de los cuales ganó 14 y perdió 6. Sin embargo, por Eliminatorias, las estadísticas son más estrechas, con 4 victorias e igual cantidad de derrotas. Los triunfos de la era del Diez aumentan cuando se tienen en cuenta partidos ante rivales menores como Panamá, Ghana, Jamaica, Haití y Canadá.
El poder de las individualidades sobresale ante la imagen del técnico, héroe como futbolista pero que comenzó a hacerse como entrenador mientras se descubría en el cargo. Esto se observa principalmente en la multitud de jugadores convocados (más de 100 en menos de dos años) y en los distintos esquemas tácticos utilizados. Las derrotas en fila ante Brasil y Paraguay por Eliminatorias en septiembre pasado, que comprometieron seriamente la clasificación al Mundial, actúan como quiebre en esta corta historia, con estradas y salidas de jugadores. En el once titular ante los guaraníes aparecieron Zanetti, Domínguez, Papa, Gago y Dátolo. Ninguno de ellos jugará la Copa del Mundo. En el partido ante Perú, del 10 de octubre, comenzaron en la cancha Schiavi, Emiliano Insúa, Enzo Pérez y Pablo Aimar, éste último como enganche. Tampoco ellos estarán en Sudáfrica. Cuatro días después, ante Uruguay, ya aparecieron las dos líneas de cuatro que Maradona abrazó en los siguientes partidos. La victoria en el Centenario y la clasificación al Mundial sellaron el destino de esos jugadores y de esa idea.
El esquema con cuatro centrales en la defensa y otra línea de cuatro volantes, con salida por afuera con Jonás Gutiérrez y Di María, asomó en el partido ante Uruguay y se fortaleció principalmente en la victoria ante Alemania en Munich por 1 a 0 en marzo pasado. Aquel amistoso fue tomado por Maradona como un partido de Mundial y el nivel aceptable del equipo reafirmó las ideas precedentes del técnico, aunque ahora parece que se inclinará por jugar el primer partido del Mundial con tres delanteros. Más allá de todo, lo mejor del equipo se vio en partidos amistosos, que en general no permiten sacar conclusiones definitivas. Argentina deberá mostrar su mejor nivel, que ya exhibió en algunos pasajes de distintos partidos, para acrecentar sus aspiraciones de título. Dispone del jugador más desequilibrante del mundo (Messi) y de un grupo de buenos futbolistas, sobre todo en ataque, capaces de acompañarlo en el camino a lo más alto. Su grupo de primera fase, que comparte con Nigeria, Corea del Sur y Grecia, le permite soñar a lo grande. Habrá que ver si las grandes individualidades hacen un gran equipo
Habrá que ver.
ResponderEliminarA mí no me entusiasma esa idea de dos líneas de cuatro, más con tres centrales entre los defensores, y con Mascherano y Verón casi como un doble cinco por delante de esos cuatro, pero sí me entusiasman los nombres. Creo que nos vamos a dar cuenta un poco más en el primer partido. Seria una pena que Argentina no aproveche tener la mejor delantera del mundo, al menos en nombres y goles. por más que se pongan e o 4 delanteros si las otras lineas no abastecen a los de arriba la cosa va a ser a lo sumo como el partido que se ganó a Alemania.
Como decía, una pena.
Saludos