Los dos minutos finales del primer tiempo muestran la particularidad del fútbol como deporte, donde los merecimientos muchas veces no cuentan y los resultados desmienten lo acontecido en el campo. A los 43 minutos, Messi gambeteó entre cuatro rivales, enganchó para la zurda y colocó la pelota junto al palo derecho del arquero Jung Sung-Ryong. El balón se fue muy cerca y Argentina estuvo a muy poco de ponerse 3 a 0 y liquidar virtualmente el partido ante Corea del Sur. A la jugada siguiente, un saque de arco coreano fue controlado por Demichelis, que confiado no vio venir a Lee Chung-Yong, quien le robó el balón y marcó el descuento tras definir sobre el arquero Romero. En la segunda parte, Argentina mantuvo su superioridad y con dos goles más de Gonzalo Higuaín se llevó la victoria por 4 a 1.
Argentina fue superior desde el comienzo, controlando el balón y jugando el partido en campo contrario. A contramano del encuentro ante Nigeria, en el inicio Messi fue menos gravitante en el área rival y crecieron las figuras de Tévez y de Di María, que conformaron una buena sociedad por la izquierda del ataque. Argentina creó situaciones de riesgo y, cuando a los 16 minutos Park Chu-Young metió la pelota en su propio arco tras un centro de Messi, el resultado era justo. La diferencia se amplió a los 32 minutos, nuevamente con un tiro libre que peinó Burdisso e Higuaín de cabeza mandó al fondo de la red. Pese a la superioridad argentina, Corea, sin crear peligro, encontró el descuento a los 45 minutos y la primera mitad terminó con un 2 a 1 que lucía injusto.
En la segunda parte los coreanos se pararon más adelante y el partido se hizo de ida y vuelta, con llegadas de los equipos. Yeom Ki-Hun dispuso de un mano a mano que por muy poco no se transformó en el empate. Pero los espacios permitieron la aparición de Messi, que con gambetas y pases precisos hacía pensar que cada ataque argentino podía terminar en gol. Tévez mantuvo su buen nivel y continuó generando peligro e Higuaín mostró sus mejores cartas, esas que le permiten asociarse al circuito de juego pero también estar presente en el área para dar el último toque. Eso sucedió en el tercer gol, donde tras una gran corrida de Messi y el rebote en el arquero Jung Sung-Ryong y luego en el palo, el del Real Madrid empujó la pelota al gol. En el cuarto, nuevamente Higuaín se asoció con Messi y el ingresado Agüero, de buen nivel, para colocar un preciso cabezazo sobre el palo derecho tras una gran jugada colectiva.
Argentina jugó mejor que en su debut ante Nigeria, nuevamente generó situaciones pero esta vez fue más contundente, lo que se refleja en el resultado. El equipo de Maradona sale siempre a buscar los partidos, lo que no es poco por lo que se ha visto en este Mundial, y dispone del medio hacia delante de jugadores de primer nivel, capaces de generar peligro en cualquier momento. En este partido, aparecieron rendimientos interesantes de algunos jugadores que no se habían mostrado en el encuentro inicial, como Tévez, Di María, Higuaín y hasta del ingresado Agüero. Queda consolidar el rendimiento defensivo, especialmente en el sector derecho, con un Demichelis que aún no ha mostrado un rendimiento convincente en ninguno de los dos partidos. Esta vez fue menos exigido Jonás Gutiérrez y fue bueno el nivel de Burdisso (que ingresó al comienzo por el lesionado Samuel) y de Heinze. De menor a mayor, Argentina está en las puertas de la segunda ronda con motivos concretos para pensar en grande. No muchos hasta ahora pueden darse ese lujo en esta Copa del Mundo.
gigante argentina pero tampoco nos vayamos de mambo recordemos el 2006, en el 6 a 0 a serbia tambien eramos campeones ya, despacio es mejor, aunque yo le tengo una fe a este equipo, un saludo
ResponderEliminarLo mejor es ir poco a poco, que si no uno luego se puede llevar un chasco. Eso sí, las cosas no pintan nada mal.
ResponderEliminarSaludos desde La Escuadra de Mago