En la final, el Real Madrid pareció aceptar inicialmente su papel secundario y comenzó decidido a cortar los circuitos futbolísticos del Barcelona, para luego pensar en el ataque. El plan dio resultado en el primer tiempo, porque fue allí cuando el Madrid contó con más llegadas al área rival a partir de sus ataques veloces. Dos remates de Cristiano Ronaldo y un cabezazo de Pepe al palo fueron las ocasiones más claras.
En la segunda mitad, Barcelona impuso su estilo de juego y dominó pelota y terreno. Messi e Iniesta dispusieron de chances claras pero, como su rival en la primera parte, el predominio no se reflejó en el marcador. En el suplementario parecía el Madrid quien estaba más cerca y la diferencia llegó a los 12 minutos, tras esa doble pared entre Marcelo y Di María, el centro perfecto del mediocampista argentino y el salto basquetbolísitco de Cristiano, quien cabeceó como mandan los libros, al lugar desde donde proviene el balón.
La final mostró algunas paradojas de la historia, que a la vez actúan como signos de los tiempos que corren. Hoy, el Real Madrid, el histórico equipo poderoso, sabe que no cuenta con el volumen de juego que tiene el Barcelona y así sale a jugar sus partidos. A neutralizar al rival y luego a intentar aprovechar los espacios vacíos. La idea ayer dio resultado. El equipo catalán, multicampeón en los últimos años, esta vez no pudo consagrarse y mostró en los rostros de sus cracks la imagen de la derrota, esa situación que no acostumbra a vivir en tiempos recientes.
A la vez, la final tuvo el sabor de los momentos definitorios, donde todo suena a épica y a historia que se escribe en presente. Dos grandes equipos, con excelentes jugadores y entrenadores, cada uno con sus medios y estrategias, jugaron un gran partido. El resultado final nos muestra que, en el fútbol, la victoria es un destino al que se puede arribar de múltiples maneras, con diferentes formas, y que nadie tiene la verdad suprema. Podrá llenar más los ojos muchas veces el juego de toque del Barcelona, pero por lo hecho en el primer tiempo y en la prórroga, la victoria del Madrid no sonó injusta.
Aquí las tapas de los diarios españoles:
Aquí el momento donde Sergio Ramos deja caer el trofeo en Cibeles:
FC Barcelona vs Real Madrid FC --- Este es el juego más clásico;
ResponderEliminarLos aficionados es el juego más esperado;