“Se terminó el proceso de Madelón en Quilmes. No hay marcha atrás”, dijo el hasta ayer técnico del cervecero en la puerta del vestuario tras la derrota como local por 2 a 1 ante Tigre. Con un jugador más durante 85 minutos por la expulsión de Martín Gómez, Quilmes no pudo mantener la ventaja que había conseguido en el primer tiempo con el gol de Caneo y sumó su cuarta derrota consecutiva. Se mantiene así último en la tabla de promedios, con escasas posibilidades de mantener la categoría. Además, ayer se quedó sin técnico.
Con ocho ascensos a lo largo de su historia, Quilmes es el club que más veces subió a Primera División, aunque también se despidió de ella la misma cantidad de veces. El último ascenso conseguido el año pasado tuvo algunas particularidades. José María Bianco, el técnico que inició la campaña, fue despedido tras el final de la primera rueda. Lo reemplazó Jorge Ghiso, quien pese a no ganar ninguno de los últimos 6 partidos del campeonato llevó al equipo a Primera División.
Pero lejos de premiar al plantel y cuerpo técnico que habían conseguido devolver al equipo a la máxima categoría, la dirigencia decidió hacer borrón y cuenta nueva. Ghiso no continuó en su cargo y Hugo Tocalli se hizo cargo del equipo. Llegaron nada menos que 22 jugadores, dos equipos nuevos. En la nómina se destacaban dos arqueros (Hernán Galíndez y Diego Morales), 9 mediocampistas y, la fritulla del postre, Juan Manuel Itubre, el argentino – paraguayo que venía con rendimientos destacados en Cerro Porteño pero que nunca llegaría a jugar en su estadía en el sur. Además, retornaron varios históricos del equipo como Danilo Gerlo, Miguel Caneo, Santiago Raymonda y Juan José Morales.
Una semana antes del inicio del torneo Apertura 2010, las elecciones en el club consagraron como presidente a José Luis Meiszner y como vice a Aníbal Fernández. El primero oficia como Secretario General de la Asociación del Fútbol Argentino y el segundo como Jefe de Gabinete de la Nación. Ellos dos sellaron el acuerdo conocido como “Fútbol para Todos”, que permitió a la AFA vender los derechos de televisación de los partidos de Primera División al Estado Nacional a cambio de 600 millones de pesos. Tras la exitosa negociación sellada 2009, juntaron fuerzas para aterrizar en el club de sus amores y dejar a Quilmes en la máxima categoría del fútbol argentino.
El nuevo conformado después del ascenso estuvo 11 fechas sin ganar en el campeonato de Primera, por lo que Hugo Tocalli dejó su cargo. Llegó Madelón, quien se presentó con dos derrotas. Tras la segunda, ante Gimnasia (LP), la barra brava apedreó el micro que traía a los jugadores luego del partido y rayó sus autos. Como para darle la razón a los violentos, en la fecha siguiente Quilmes consiguió su primera victoria en el torneo, al vencer a Godoy Cruz por 2 a 1. A partir de entonces el equipo encontró su forma e hilvanó 4 victorias en 6 partidos.
Pero el Clausura 2011 arrancó con 4 derrotas en fila. Tras la caída de ayer ante Tigre, el técnico Madelón se convirtió en el segundo que deja su cargo en cuatro fechas de torneo. Quilmes sigue última en la tabla de promedios y el equipo debería conseguir no menos de 25 de los 45 puntos en disputa para tener alguna chance de mantener la categoría.
En la derrota ante Tigre que selló la suerte de Madelón, el once inicial mezcló a históricos del club como Gerlo, Caneo, Diego Torres y Garnier, con jugadores de inferiores (Kalinski y Cerro), más otros que llegaron hace pocos días como Hernán Grana y Martín Cauteruccio. Jugadores como Gioda, Roselli y Hirsig ya no están más después de 6 meses. En esta historia de jugadores y técnicos que van y vienen, de amenazas, de compras compulsivas y de proyectos que ni siquiera duran 12 meses, era poco probable que la historia tuviera un final feliz. Madelón anunció ayer que su proceso llegó a su fin. Quizás nunca hubo un verdadero proceso.
Buena reseña de lo que supone un nuevo fracaso de la institución quilmeña en su afan de liderar un proyecto serio y de garantías en la primera división argentina.
ResponderEliminarEs preocupante la situación de Quilmes porque no logra asentarse de una forma definitiva. Esta temporada tal vez, por el nivel en general del fútbol local, era una buena oportunidad.
Increíble lo de Iturbe. Ahora es fácil hablar con el diario del lunes pero hay un error de planificación deportiva muy grande.