Con 150 incorporaciones entre los 20 equipos de Primera, era probable que el inicio del campeonato argentino mostrara equipos desparejos, con escasos momentos de buen fútbol. Aquel que mejor pudiera incorporar, no en cantidad sino en calidad, y que mejor pudiera amalgamar a los nuevos con los viejos futbolistas probablemente sería quien más rápido levantara vuelo. Ayer se enfrentaron Vélez y River, dos de los equipos que marchaban arriba en la tabla. Los de Liniers cuentan con 2 jugadores recién llegados y los Millonarios con 10 futbolistas nuevos. De un lado se vio a un equipo integrado, con jugadores de experiencia, capaz de plasmar dentro de la cancha un plan concreto, que lleva mucho tiempo de trabajo. Del otro, apareció un conjunto de individualidades que no pudieron más que soportar el partido en lugar de jugarlo y siempre corrieron desde atrás. Los goles y el gran nivel del “Burrito” Martínez y el uruguayo Silva marcaron la diferencia.
En el primer tiempo, Vélez mostró en la cancha el oficio y el nivel que le sobra para afrontar los partidos importantes. Dispuso del terreno y la pelota y estuvo más cerca del gol en todo momento. Así se puso en ventaja con un gol de Martínez. Sobre el final de la primera mitad, River encontró el empate en una llegada aislada tras un derechazo de Buonanotte. En el segundo tiempo, Vélez sacó ventaja con un gol de penal de Silva y pudo aumentar la diferencia en varias ocasiones, pero ni siquiera cuando sufrió la expulsión de Somoza fue superado por River, que nunca pudo generar real peligro sobre el arco contrario. La victoria de Vélez fue justa, sobre todo por el nivel de sus delanteros.
El otro que está en la punta con 12 puntos es el Arsenal de Gustavo Alfaro. Los de Sarandi lograron su cuarto triunfo consecutivo, esta vez por un 1 a 0 ante Argentinos, con un gol, otra vez, de Obolo. La victoria le permitió a Arsenal sumar su cuarta victoria consecutiva y, junto a Vélez, son los únicos que consiguieron esa cantidad de triunfos.
El escolta inmediato es el San Lorenzo de Ramón Días, que el sábado se llevó una buena victoria de La Bombonera por 2 a 1 ante Boca. El riojano, acostumbrado a nadar en la abundancia de jugadores, administra hoy un equipo más pequeño, conformado por jugadores que no venían en su mejor nivel pero que se potenciaron de la mano de Ramón. Tula, Bottinelli, Rivero, Torres y Menseguez son ejemplo de ello. El ojo del técnico para acertar con los refuerzos (Pereyra y Balsas) completa un San Lorenzo que no luce pero que es capaz de golpear cuando es necesario. Así ya ganó 3 partidos consecutivos (Racing, All Boys y Boca) y está prendido arriba.
Más atrás en la tabla aparece Estudiantes, que conserva una buena parte del equipo campeón de América en 2009 (Desábato, Ré. Enzo Pérez, Braña, Verón), pero que ha sido capaz de añadirle algunos buenos valores como Mercado, Roncaglia y Leandro González, más otros que aún jugaron poco como Juan Pablo Pereyra, Peñalba y Hernán Rodrigo López, para cubrir los huecos de los que fueron partiendo. El Pincha perdió hombres valiosos como Angeleri, Celay, Clemente Rodríguez, Sosa y Boselli, pero conserva una buena base de jugadores que saben jugar juntos, con grandes batallas encima y muchos triunfos detrás. El viernes se llevó tres puntos valiosos de Mendoza frente a Godoy Cruz. Ya ganó 3 partidos y si se impone en el que debe frente a Gimnasia (LP) será el único puntero.
Quilmes, con 21 incorporaciones, se ubica en la cola de la tabla de posiciones, con tan solo dos puntos. Es la muestra más clara de cómo al final de cada temporada, muchos equipos dan vuelta su plantel por completo y empiezan de cero, jugando su destino a armarse rápidamente y encontrar buenos resultados en el corto plazo. Por suerte existen otros como Vélez y Estudiantes, que con otra receta marcan el camino.
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