Habilidoso tanto dentro como fuera de la cancha, Diego Maradona decidió jugar sus últimas cartas para volver a la Selección Argentina en dos espacios de alta influencia: la política y los medios de comunicación. Hace una semana, visitó al ex presidente Néstor Kirchner, que le dio su apoyo para volver al banco de suplentes del combinado nacional. Hoy, reapareció en una entrevista exclusiva para televisión, donde contó sus deseos de volver a dirigir a Messi y compañía.
“Daría mi vida por ser el técnico de la Selección. Espero el llamado. Estoy con muchas ganas de volver a ponerme el buzo. Estoy desesperado. Daría un brazo por volver” confesó el Diez. Pero bien sabe que su mayor adversario es Julio Grondona, titular de la Asociación del Fútbol Argentino y quien decide todo lo importante que cocina allí. El mismo que luego del Mundial 2010 (hace poco más de 60 días) lo había ratificado en su cargo con total libertad para hacer y deshacer y unos días después lo invitó a retirarse.
"Acá hay un patrón y se llama Julio Grondona. Me dijo que mi cuerpo técnico no estaba a la altura de la selección. Una semana me votaron por plena mayoría hasta 2014 y a la semana anunciaron que por plena mayoría no me querían más" lanzó Maradona. Luego de su salida, el Diez había apuntado contra los dirigentes argentinos: “Quiero decirles que agarre quien agarre la selección, que sepa que la traición está a la vuelta de la esquina y que hay personajes que no quieren bien al fútbol argentino. Sólo cuidan sus intereses personales y sus cuentas bancarias”. A ese lugar quiere volver hoy Maradona y trabaja para lograrlo.
Pero en esta historia de intereses cruzados, el gobierno Nacional que quiere a Maradona como técnico argentino tiene como socio Julio Grondona en el programa “Fútbol para todos”, que permite que los partidos de fútbol se vean gratis por televisión a cambio de más de 600 millones de pesos. Para reforzar el vínculo, la próxima semana la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunciará la entrega a la AFA por 30 años más del predio de Ezeiza donde se entrenan las selecciones argentinas. Además, en el presupuesto nacional para el próximo año enviado al Congreso recientemente se anuncia el destino de 690 millones de pesos para el fútbol pero además se duplica el dinero destinado a servicios técnicos y profesionales de las transmisiones deportivas, de 44 a 86 millones.
Mientras se mantiene cerca de Grondona, el Gobierno ve en Maradona a una figura fiel a su proyecto y por eso lo apoya en su vuelta a la Selección. Sin embargo, cuestión de pragmatismos, también acepta vincularse con Julio Grondona, que llegó a su cargo desde hace más de 30 años, bajo plena dictadura militar. Tan celosos de los derechos humanos, los Kirchner en este caso prefieren mirar hacia otro lado.
“Ahora que estoy detrás de la línea de cal, apoyo a mi equipo de trabajo. Esto no se cambia ni se negocia por nada del mundo” había dicho Maradona el 28 de julio pasado, al contar los motivos de salida. Grondona le había exigido cambiar a todos sus colaboradores para seguir, cosa que el Diez no estaba dispuesto a aceptar. Hoy, se mostró más componedor y aceptó dialogar. Cuestión de política, el arte de lo imposible.
Aquí un fragmento de la entrevista con Maradona:
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