La férrea defensa del Inter logró contener los continuos avances del Barcelona en el Camp Nou el miércoles pasado y, pese a la derrota por 1 a 0, el equipo italiano accedió a la final de la Champions League después de 38 años. Los dirigidos por José Mourinho hicieron valer la victoria por 3 a 1 conseguida en el partido de ida y podrán jugar el encuentro decisivo. Pero en el primer partido entre italianos y españoles disputado en San Ciro, hubo un futbolista del Inter que no se fue feliz pese a la victoria de su equipo.
Aquel día, el italiano Mario Balotelli, de raza negra, saltó a la cancha a falta de 15 minutos para el final en reemplazo de Diego Milito, quien había marcado un tanto y había dado dos asistencias. Al poco tiempo de ingresar, Balotelli perdió la pelota y enseguida algunos aficionados lanzaron silbidos sin contemplaciones. Cansado del hostigamiento, el siciliano de origen ghanés respondió con más insultos y al final del encuentro se quitó su camiseta y la pisoteó con desprecio. En el túnel, camino a los vestuarios, fue golpeado por su compañero Marco Materazzi y posteriormente tuvo que abandonar el estadio escoltado por el presidente del Inter, Massimo Moratti, ante las amenazas de los hinchas.
Ante el Barcelona, Balotelli volvía al primer equipo luego de ser sancionado por el técnico José Mourinho. El portugués lo había mandado a las gradas luego de que el futbolista se mostrara en un programa humorístico con una camiseta del Milan, el archirival de su equipo. En un restaurante, Mario fue abordado por un periodista que le propuso probarse la camiseta rossonera. Inicialmente, se mostró reticente, pero cuando creía que no lo grababan, se colocó la casaca sin problemas. Las imágenes tuvieron una gran repercusión y provocaron el rechazo del técnico y, sobre todo, de los tifosi, que no le perdonaron semejante traición.
Mario nació en Sicilia hace 19 años. Hijo de padres ghaneses, fue abandonado y creció desde los dos años en el hogar del matrimonio Balotelli, en la ciudad de Brescia. Durante su infancia, padeció una grave enfermedad estomacal. Aun así comenzó jugando al fútbol en un equipo local, luego pasó por el Lumezzane de la Serie C (donde debutó con tan sólo 15 años) y al año siguiente fue fichado por el Inter.
Desde que debutó en Primera División sufrió los constantes insultos racistas de los hinchas y mostró su fuerte carácter. “Si saltas arriba y abajo, Balotelli morirá. Un negro no puede ser italiano”, fue uno de los cantos que la hinchada del Juventus le dedicó en diciembre pasado. En enero, Balotelli marcó el gol que le dio la victoria a su equipo en su visita al Chievo Verona. Parte del público se pasó el partido silbándolo cada vez que tocaba la pelota. Al ser reemplazo a falta de dos minutos, Balotelli aplaudió irónicamente a los hinchas y luego declaro ante los periodistas: "El público de Verona me da cada vez más asco". Luego fue sancionado con una multa de 7.000 euros por su gesto provocador. El presidente del Chievo, Luca Campedelli, no se mostró muy comprensivo ante la situación: "El problema no es el color de su piel, sino la actitud provocadora que tiene y que incita a que le insulten". El alcalde de Verona, Flavio Tosi, se pronunció en forma aparecida: "Balotelli es un niñato y un provocador. Nunca será un campeón. Un profesional tiene que aguantar pitos e insultos" afirmó. Es frecuente que aficionados rivales arrojen bananas al campo cuando allí se encuentra Balotelli.
Quizás una ayuda para el jugador interista sería leer “Mis estrellas negras”, el reciente libro de Lilian Thuram. Allí, el ex futbolista de la Selección Francesa, Juventus y Barcelona entre otros equipos, recorre la vida de 45 personalidades negras de la historia para reivindicar “que no todas las grandes figuras de la historia son blancas”. En la presentación del libro, Thuram, devinod militante contra el racismo, se manifestó sobre el caso Balotelli: “Lo que es dramático es que se inviertan los papeles y que en lugar de comprender el enorme sufrimiento de ese joven, se le obligue a pedir perdón por su comportamiento”.
Pero la persecución contra Balotelli llegó más allá de los insultos. Ayer, su agente Mino Raiola denunció que hace unos días Mario encontró sueltos los cuatro tornillos de una rueda de su coche y, si no se hubiese dado cuenta, es muy probable que se hubiera matado en la carretera. “El jugador tiene miedo y no se siente protegido", agregó Raiola, quien reconoció que a fin de temporada el jugador probablemente se marche del equipo.
Thuram también afirmó: “He comprendido que el racismo es un problema de educación. Cuando voy a las escuelas, los niños creen que hay razas y que cada una tiene unas cualidades. Los negros, por ejemplo, estamos dotados para el deporte y para la música, pero nadie es capaz de citar a científicos o poetas negros”. Lo más preocupante es que estas ideas arraigadas socialmente se manifiestan en prácticas concretas. Un reciente informe de la Red Europea contra el Racismo sostiene que, en Italia, las enfermeras extranjeras reciben salarios de hasta un 40% menos que sus pares italianas. A la hora de buscar vivienda, en varios países los agentes inmobiliarios discriminan a los inmigrantes no europeos. En España, según un estudio de SOS Racismo, el 80% de las compañías de bienes raíces de Bilbao sistemáticamente se rehúsa alquilar departamentos a ciudadanos negros. En Alemania, un estudio reveló que candidatos de origen turco tenían dos veces más posibilidades de ser rechazados que los alemanes blancos al solicitar la adjudicación de su casa.
Resuena aquí la frase del ex campeón de boxeo Mohamed Alí: “Dentro de 100 años dirán que fui blanco. Como le pasó a Jesús”. Pero Thuram aporta una luz de esperanza para cambiar las cosas: “Si queremos una sociedad más fraternal, tenemos que comprender que no hay una historia negra ni blanca, hay una historia de la humanidad”. Mario Balotelli ha viajado a Brasil para visitar las favelas más pobres de aquel país. Allí, fue huésped de honor del proyecto solidario“Mata Escura - Mata Atlántica” en Salvador de Bahía. También forma parte del Foro Mundial para la Naturaleza. Evidentemente, la bondad y las buenas costumbres no pasan por el color de piel.
Aquí el video donde Mario Balotelli se prueba la camiseta del Milan:
lo que dijo el alcalde de verona en cierto punto es verdad, la actitud de balotelli creo yo que es lo que molesta e incita al racismo (no lo justifico, sino que trato de buscarle una explicacion al ensañamiento), tendria que encontrar alguien que le hable, y mourinho tal vez tendria que intentar llegar a el por otro lado, no dejandolo en la platea, porque ademas es un terrible jugador, donde sepan mantenerlo comodo, puede dar muchisimo, un saludo
ResponderEliminarCOmplicado este muchachoo. Crack pero con pocos caramelos en el frasco. Saludos y muy bueno el blog.
ResponderEliminarYo trato de entender a este muchacho, debe ser putamente duro tener que aguantarse las putadas que le hacen.
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