Macri versus Heller, primero en fútbol y ahora en política

Pasadas las 18 horas del domingo, el Pro de Macri – Michetti le saca casi 20 puntos de ventaja al Encuentro Popular para la Victoria de Kirchner – Heller. La batalla electoral en la Capital encuentra involucrados a dos ex dirigentes de Boca (Macri presidente, Heller vice), que se dieron a conocer públicamente administrando el patrimonio xenieze. La primera disputa electoral entre ellos fue en 1995, cuando Mauricio Macri derrotó en las elecciones de Boca a la fórmula oficialista encabezada por el entonces presidente Antonio Alegre, acompañado por el hoy candidato a diputado kirchnerista. Esa pelea electoral no sería la última.

Carlos Heller comenzó a involucrarse en la vida política de Boca de la mano del presidente de la AFA Julio Grondona, quien en 1980 lo convocó para que asesore económicamente al entonces presidente xeneize, Alberto J. Armando. La relación Heller – Grondona se había iniciado a través las empresas de Don Julio, que históricamente se manejaron con el Banco Credicop, entidad que Heller hoy preside y donde trabaja desde hace años.



El joven dirigente aumentó paulatinamente su influencia en los asuntos económicos del club, hasta que en 1985 llegó a la vicepresidencia de la mano de Antonio Alegre. Durante su gestión, el club pasó de la bancarrota a una situación económica estable, que le permitió contratar en 1995 a Maradona y a Caniggia entre muchos otros refuerzos que pasaron bajo su gestión. Pero en 10 años Boca sólo consiguió dos títulos: el Apertura 1992 y la Supercopa 1988. Como en el fútbol todo se mide por resultados, en 1995 Alegre y Haller cayeron ante Macri en las urnas.

En sus años como dirigente futbolístico, Heller fue procesado y luego sobreseido por declarar el pase de Gabriel Batistuta a la Fiorentina en un valor menor al real para evadir impuestos. En 1994 reconoció públicamente entregarle entradas a la barra brava “para parar la violencia”.

El vínculo entre Macri y la dirigencia de Boca data de 1988, cuando compró al goleador Walter Perazzo por 430 mil dólares y se lo cedió al club. Sus siguientes pasos en el mundo futbolístico no estuvieron vinculados al club de sus amores. En 1993 intentó adquirir el club Deportivo Español para llevarlo a jugar a Mar del Plata bajo la dirección técnica de César Luis Menotti. Poco después creyó que era el momento de dejar el holding familiar y dar el gran salto. En 1995 le pidió al presidente Alegre ser candidato a presidente de Boca por una lista única. La respuesta fue negativa, por lo que se tuvo que ganar el cargo a través de los votos. Ya desde ese momento veía a Boca como un trampolín para lanzarse a la política.



Sus primeros años como presidente no fueron fáciles. En 1997 la asamblea de representantes le rechazó el balance anual porque había 5 millones de dólares en gastos varios y 3,5 millones en comisiones a representantes que se consideraron injustificados. Fue el único presidente de la historia que sufrió ése revés.

Su gestión tomó distintas medidas tendientes a estimular la llegada de capitales privados. Creo un fondo de inversión que permitió acercar jugadores al club y coqueteó con la empresa suiza ISL para cederle la explotación de distintos derechos comerciales. También impulsó una ley menemista para crear las sociedades anónimas deportivas.

Pero su pasión por el fútbol no se circunscribió a Boca. Según el libro “Fútbol limpio, negocios turbios”, del periodista Gustavo Veiga, Macri habría formado parte del proceso de gerenciamiento del club español Badajoz (encabezado por Marcelo Tinelli) y habría sido dueño de parte de los pases de Andrés Guglielminpietro (ex Gimnasia y Boca) y de Juan Pablo Ángel (ex River). Fue procesado y sobreseido por contrabando de autos y por administración fraudulenta por la compra de los sistemas de seguridad para los estadios de fútbol. Nunca blanqueó la relación con la barra, pero recientes investigaciones judiciales dan cuenta de talonarios de entradas que se entregan desde el club desde hace tiempo. En 2007 consiguió dar el salto a la política cuando fue elegido Jefe de Gobierno de Buenos Aires.

En el libro de Veiga, queda claro que además de Macri y Heller, Carlos Menem (ex presidente), Luis Barrionuevo (sindicalista), Alejandro Granados (Intendente de Ezeiza), José Luis Manzano (ex Ministro del Interior de Menem), Martín Redrado (Presidente del Banco Central), Armando Gostanian (ex titular de la Casa de la Moneda durante la gestión menemista), Juan José Álvarez (ex intendente de Hurlingham y ex ministro duhaldista) y José Antonio Romero Feris (ex Gobernador de Corrientes) son algunos de los políticos argentinos que directamente o indirectamente estuvieron vinculados al fútbol. Muchos lo hacen con pasión y vocación de servicio al club de sus amores. Otros lo ven como un espacio propicio para hacer negocios a través de la compra - venta de jugadores o el gerenciamiento de clubes. Mientras tanto, los hinchas sufren esperando la victoria de su equipo.

3 comentarios:

  1. Muy buen repaso de los últimos años de la vida política de Boca. Berlusconi en Italia seguramente es el paradigma máximo del fútbol como lanzamiento a la arena política partidaria.
    Pese a muchos errores y también a conductas ética y judicialmente censurables, Algre-Heller habitaron en otra etapa, donde el fútbol no estaba tan podrido como ahora en sus entrañas. Macri representa el triunfo de la imagen sin contenido; o, peor aún que ello, el siniestro maquiavelismo de maquillar sus reales intenciones.
    Un saludo

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  2. Ya digo yo que políica y deporte jamás se llevan de la mano. Ahora el fútbol está reventado desde dentro y la solución en este caso es delicada.

    Un saludo desde El enganche chicos

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  3. Una corrección Javier, la Supercopa que gana Boca es la de 1989, la de 1988 fue ganada por Racing.

    Un par de políticos vinculados al fútbol que se me vienen a la mente en este momento: Eduardo Duhalde, Hugo y Pablo Moyano.

    Un abrazo y seguí así, excelso el blog.

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