Marcelo Bielsa, el entrenador de la selección de Chile, les dedicó la victoria de su equipo por 1-0 ante Omán, como una muestra más de que la suerte de los 33 mineros atrapados a 700 metros de profundidad en la Mina de San José era ayer la causa nacional. "Admiro la fuerza de quienes están abajo y de sus familiares", manifestó técnico. Pocas horas después, 1.000 millones de personas miraban por televisión la cápsula que atravesaba la tierra y veía la luz, casi como un parto, para poner a los mineros en la superficie, libres otra vez.
Manuel González fue el primer rescatista que bajó en la cápsula Fénix 2 para buscar a los 33. Envuelto en su traje antiflama naranja, con antiparras negras y un casco blanco con su nombre, González escuchó las palabras del presidente de Chile, Sebastián Piñera: “Llegó la hora de la verdad, usted esté tranquilo. Mucha suerte, que Dios le acompañe y que traiga a los mineros de vuelta”. Ex futbolista de O´Higgins, González se convirtió en un experto en fortificación minera y perforación vertical y cuenta con 20 años de experiencia en Codelco, la empresa minera estatal, y 12 como rescatista.
Tras una primera prueba fallida, González y la cápsula, de 4 metros de alto y 450 kilos, recorrieron los casi 700 metros a través del conducto de 66 cm. de diámetro para encontrarse con los mineros atrapados desde el 5 de agosto. Entre ellos se encontraba Frankiln Lobos, también ex futbolista y antiguo rival. Luego de 25 años, la vida volvía a ponerlos frente a frente.
El rescatista González fue un futbolista de escasa trascendencia, con apenas 9 partidos oficiales en la primera del club chileno O’Higgins. Su momento de gloria deportiva fue un gol anotado en la Copa Chile en 1984. Pero entre esos 9 partidos que lo tuvieron como protagonista uno fue ante Cobresal, que contaba en su delantera con Franklin Lobos.
Lobos fue un futbolista de extensa trayectoria en el fútbol de Chile, donde jugó en Cobresal, Antofagasta, Iquique, Santiago Wanderers, La Serena, Unión La Calera y Regional Atacama. A lo largo de su carrera, logró un ascenso a Primera División con Cobresal, luego un Copa Chile en 1987 (dejando en el banco de suplentes a un joven Iván Zamorano) y formó parte de un torneo Preolímpico con la selección nacional. Por la potencia con que pateaba los tiros libres, fue llamado “Mortero Mágico”. En todos los clubes donde jugó se relacionó con los mineros de la zona.
Tras su retiro en 1995, como muchos de sus colegas, trabajó en la minería durante cuatro años, pero para cuidar su salud decidió comprar un taxi. Como sus ingresos no le alcanzaban, regresó a la mina como transportista tres meses atrás, para poder pagar los estudios universitarios de su hija mayor. Como sus compañeros, Lobos trabajaba en turnos de siete días, durante 12 horas al día, y descansaba otros siete. En sus días libres, conducía su taxi en Copiapó. El fatídico día del accidente, entró a la mina para ir a buscar a sus compañeros llevarlos a almorzar. En el medio, lo sorprendió el derrumbe.
Al encontrarse a 700 metros bajo tierra ayer, el minero Lobos y el rescatista González recordaron aquel partido de hace 25 años. Eran épocas diferentes para ambos y para una serie de clubes de fútbol del norte de Chile, que vivieron su época de gloria en los años ochenta de la mano de la explotación del cobre. Cobreloa, nacido en 1977 en Calama, fue campeón en cuatro ocasiones en aquéllos años. Cobresal, creado en 1979 en El Salvador, ascendió a Primera en 1982, ganó la Copa Chile en 1987 y fue subcampeón en los torneos de 1984 y 1988. “Temple y fuerza mineros" es su slogan.
O’Higgins, Lota Schwager y Antofagasta también se sostienen en buena parte gracias a la explotación minera y muchos de sus hinchas durante la semana transitan los túneles en busca de cobre y otros minerales. El dictador chileno Augusto Pinochet habría propiciado la creación y el desarrollo de estos clubes del norte durante su gobierno, como una forma de combatir el incipiente movimiento sindical minero que preocupaba al régimen. El fútbol podría mantener atentos a los ciudadanos y se evitaría así el surgimiento de grupos oposición. La minera estatal Codelco aporta aun hoy buenas porciones de dinero a estos equipos. En el caso de Cobreloa, el presidente debe ser aceptado por el gerente de la minera.
Las vueltas de la vida pusieron a Lobos y González frente a frente, este vez lejos de las canchas.Hoy, la gloria pasa simplemente porque uno pueda ayudar al otro simplemente a ser libre. Los 33 podrán volver a la superficie y elegir su destino, pero en el fondo quedará un trabajo en condiciones precarias, donde el derrumbe no parece ser una simple fatalidad.
Buenas, buen articulo, alejado de la política y del deporte pero aunando ambas categorías y con un protagonista de fondo.
ResponderEliminarAhora mismo, sino mañana, pongo tu link en mi blog.
Saludos
Muy bueno, Javier, muy bueno este artículo. La responsabilidad de la empresa y del Estado fueron veladas por el circo mediático que se montó. Mucha bandera, mucho himno. Todo muy patriótico. Pero allá estaban los mineros, los explotados de siempre, convertidos en objetos de consumo por la TV. Mejor quedarse con las historias como la que contás. Y la demostración de lo que puede la conjunción entre la técnica, el esfuerzo y la solidaridad. Saludos.
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