Independiente y el arte del engaño

"Arte del engaño” decía el maestro Dante Panzeri para referirse al fútbol. Engaño como posibilidad de superar al rival con una gambeta imposible, como mostrar la pelota por un camino y hacerla transitar por otro con habilidad y frescura, como la chance de representar en el césped aquello que parece improbable. Pero el fútbol no sólo deja lugar a lo impredecible en cada jugada, sino que se encarga de desmentir continuamente aquello que aparece como más lógico, para dar lugar a imprevistos que desmienten lo planificado.

Tras un trabajo de dos años y medio en la dirección técnica de Colón, Antonio Mohamed quería tomarse un tiempo descanso para luego retomar su exitosa carrera como entrenador. Pero el reciente ofrecimiento para dirigir Independiente hizo que a poco menos de 30 días estuviese trabajando nuevamente.

Con sólo 5 días de en su nuevo club, Mohamed saltó a la cancha en el clásico ante Racing. Su mano se vio en la elección de Hilario Navarro para ocupar el arco (fue decisivo ayer), en la presencia de Tuzzio en el centro de la defensa, de Godoy y Cabrera en el mediocampo y de Parra junto a Silvera en el ataque. Pese a los cambios, resultaba difícil pensar que su equipo, que había ganado un partido sobre nueve, pudiera llevarse un triunfo ante un rival que venía en levantada tras dos interesantes goleadas ante Lanús y Huracán. Pero lo imprevisible del fútbol rondó por Avellaneda y Mohamed pudo festejar.

El juvenil Cristian Báez debutó en Independiente hace menos de tres semanas, en el triunfo frente a Gimnasia (LP). Tras la salida de la dupla interina conformada por Ricardo Pavoni y Francisco Sá, Mohamed decidió mantenerlo en el lateral derecho. Ayer, en los tiros de esquina, el paraguayo tenía asignado el primer palo, pero a los 46 minutos decidió esperar sobre el segundo y eso le permitió convertirse héroe. “Primero pensé en anticipar pero después de que pasó la pelota me quedé en el fondo esperando. Fue medio raro, porque en vez de saltar me tuve que agachar” contó tras el gol que le dio la victoria a su equipo 1 a 0. La pelota entrando limpia abajo, sobre el poste izquierdo, y su festejo emocionante fueron las postales del domingo. Independiente se llevó un clásico donde Racing no impuso su fama de favorito aunque tal vez mereció un poco más ya que tuvo las mejores chances.

"Lo único que no se negocia es la actitud y la entrega" dijo Mohamed cuando llegó Independiente, hace menos de una semana. La victoria de su equipo demuestra que, en un fútbol chato, no hace falta levantar mucho el nivel para llevarse los tres puntos. "Mi trabajo, en realidad, empieza ahora", declaró ayer después del partido. Aunque su equipo mejore su nivel, quizás pronto sufra el engaño propia del fútbol. Aunque ya lo dijo Panzeri hace varias décadas: "De engañar para jugar, se pasó a engañar para durar".

3 comentarios:

  1. Al Racing le faltó acierto para lograr un empate que hubiera sido más justo, porque Independiente no fue superior.

    Saludos.

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  2. Qué bueno el artículo. Interesante el torneo Apertura como siempre...
    Aprovecho para proponerte un intercambio de links. Yo ya te enlacé en mi blog. Si hicieras lo mismo me harías un favor.

    Gracias, saludos

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  3. Independiente no jugó a nada. Y lo de Russo en Rácing deja que desear.

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