Estudiantes, Sabella y Mourinho

En un equipo de galácticos como Real Madrid, hasta el sábado gran parte de los comentarios giraban en torno del entrenador José Mourinho. Tras una temporada sin títulos aunque con 250 millones de euros gastados en jugadores, el presidente Florentino Pérez decidió en el último verano que era hora de invertir en el banco de suplentes. Así, contrató a un entrenador estrella como Mourinho, para dejar atrás el modelo de un técnico de bajo perfil como era Manuel Pellegrini.

En los últimos días, el portugués entró en enfrentamiento abierto con la prensa, a partir de una política de entrenamientos a puertas cerradas y de discusiones abiertas en las conferencias. Este nuevo frente de batalla le permitió que la mayoría de las crónicas y editoriales de los medios hicieran foco en esta cuestión más que en el pobre juego del Real Madrid, que si bien había cosechado resultados interesantes no había plasmado en el césped un juego convincente en lo que iba de la temporada. El triunfo por 6 a 1 ayer ante el Deportivo La Coruña habrá inflado el pecho del entrenador.

En Argentina, el hoy puntero Estudiantes de La Plata optó por un modelo opuesto al madridista. Su galáctico es Juan Sebastián Verón, que viste los colores no justamente por los millones que recibe, sino por el amor que tiene para el club que lo vio nacer como futbolista. En el banco de suplentes, no se ubica un entrenador de alto perfil como Mourinho, aunque Alejandro Sabella comparte con el portugués cierta formación universitaria. El portugués se recibió de profesor de educación física, mientras que el argentino cursó dos años de derecho. Pero a la hora de relacionarse con el gran público, ambos muestran caras muy distintas.

El periodista español Santiago Segurola afirmó hace tiempo que Morinho siempre parecía un entrenador ganador, aunque perdiera. En el otro extremo, Vicente del Bosque aparentaba ser un técnico perdedor, aunque ganara. Sabella entra en el mismo camino del técnico campeón del mundo. Hombre de bajo perfil, prudente en sus gestos y declaraciones, en sus 18 meses al frente de Estudiantes lo convirtió en un equipo de elite del fútbol argentino. En 2009 se llevó la Copa Libertadores y perdió al final del Mundial de Clubes ante Barcelona. Este año tropezó en la Copa en cuartos de final ante el campeón Inter y fue segundo detrás de Argentinos en el Clausura 2010. Hace pocos días perdió la Recopa ante Liga de Quito, la Sudamericana en la primera fase ante Newell´s y cayó ante All Boys por el campeonato.

Pero el Estudiantes que edificó Sabella es capaz de sobreponerse a los nombres importantes que perdió a comienzos de este torneo (Boselli, Cellay, Angeleri, José Sosa, Clemente Rodriguez), y arreglarse con reemplazos de menor jerarquía como Hernán Rodrigo López, Roncaglia, Mercado y Juan Pablo Pereyra sin modificar su condición de equipo de primer orden. Desde su caída en Floresta, el Pincha le ganó a Boca, a Gimnasia (LP) y ayer se cargó a San Lorenzo.

Sin su líder Verón, en el Nuevo Gasómetro Estudiantes fue más que el candidato San Lorenzo en el primer tiempo, donde un gol de Gastón Fernández le dio la victoria definitiva. En la segunda parte aguantó la ventaja sin sobresaltos y hoy la tabla lo muestra como líder con 5 puntos de ventaja sobre sus escoltas Vélez y Arsenal, cuando ni siquiera transcurrió la mitad el campeonato. El técnico del Pincha no es arrogante ni da un perfil ganador, pero si los entrenadores hablan por sus equipos, pocos pueden sentirse por encima del Estudiantes de Sabella.