Romario llegó a votar en las elecciones brasileñas del domingo pasado en su camioneta BMW blindada, que ni siquiera soñaba manejar mientras comenzó a jugar al fútbol de pequeño en la favela Jacarezinho, en los suburbios de Río de Janeiro. Aunque hace un tiempo no transita las canchas, cientos de fanáticos y fotógrafos lo esperaban para emitir su sufragio. Luego pasó por Jacarezinho, como muestra de que no olvida el lugar que lo vio nacer. Finalmente, el campeón del mundo en 1994, candidato a diputado federal por el Partido Socialista, obtuvo 145.332 votos y ocupará una banca en el congreso. Se ubicó sexto entre los 821 candidatos por Rio de Janeiro.
Bebeto, el otro candidato ilustre, también consiguió su banca. Aspirante a diputado regional por el Partido Democrático Laborista, sumó 28.328 votos (el 0,34 por ciento), y se ubicó en el puesto 62 entre los 1.643 aspirantes a la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro, que cuenta con 70 escaños.
El ex delantero Marques, que pasó por el Atlético Mineiro, fue elegido diputado regional en Minas Gerais. El arquero Danrlei, candidato del Partido Laborista Brasileño, consiguió una banca como legislador federal en el estado de Río Grande do Sul, ubicándose en el cuarto lugar. Roberto Dinamite, ex goleador de la selección brasileña y actual presidente del club Vasco da Gama, fue reelegido diputado regional de Río de Janeiro. No son pocos logros para una elección donde el candidato más votado fue el humorista Francisco Oliveira, conocido como el payaso "Tiririca”, con más de un millón de votos.
Otros ex cracks que buscaban una banca y que no sumaron los votos necesarios para llegar al congreso federal son Marcelinho Carioca, ex Corinthians, y Vampeta, campeón mundial en 2002. Otros aspiraban a un cargo regional, como Dinei, ex Corinthians, pero tampoco recibieron los votos suficientes. Otros que se quedaron afuera fueron el portero Harlei, jugador aún activo del Goiás y que solo obtuvo 167 votos para diputado regional, y Tulio Maravilha, cuyos 4.526 votos fueron insuficientes para obtener un escaño en la Asamblea Legislativa.
El 31 de octubre, Dilma Russef y José Serra dirimirán en el ballotage quién será el próximo presidente de Brasil. El 46 % obtenido por la candidata oficialista no alcanzó para llevarse el triunfo en la primera vuelta. Detrás, muchos deportistas, algunos activos y otros lejos de las pistas, volvieron a vivir en carne propia una competencia oficial de alto nivel, aunque esta vez con la vocación de servicio y el bien común como objetivos supremos. Como en toda competencia, hubo ganadores y perdedores. Para los que asumirán pronto, será hora de trabajar por el bienestar de todos.
Aquí un video con los deportistas electos:
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