Aníbal, Meizner y Quilmes

“Si juega Quilmes contra mi vieja, quiero que gane Quilmes” había declarado hace poco tiempo Aníbal Fernández, Jefe de Gabinete de la Nación. Tanta pasión se volvió institucional el pasado domingo: Aníbal fue elegido como vicepresidente del club de sus amores. Su lista, la Azul y Blanca, que llevaba como candidato a presidente a José Luis Meizner, se impuso con 1836 votos (el 67 %) sobre la Blanca, que proponía a Jorge Mañez.

Fernández es fanático de Quilmes y vive a 200 metros de la sede. Con su nuevo cargo, regresa a la vida política de un club que ya lo tuvo como dirigente en otros tiempos. Allí fue vocal, asambleísta, presidente de la Asamblea de Representantes y de la Comisión de Obras. Desde ese lugar y desde su puesto como intendente del partido de Quilmes trabajó activamente para la construcción del nuevo estadio del club, inaugurado en 1995. La asistencia financiera que dio desde la municipalidad fue vital para llevar a cabo la obra. El presidente que inauguró y dio nombre a la cancha fue José Luis Meiszner, quien ya estuvo a cargo de la institución a lo largo de 17 años. La elección que consagró a Fernández y Meizner debía realizarse en octubre, pero la lista ganadora decidió anticipar los comicios tres meses para aprovechar el triunfalismo que se vive en el club tras el reciente ascenso a Primera División, el octavo en su historia. En la lista triunfante también tenía un lugar Facundo Martínez, el hijo de Aníbal.

Además de presidente electo de Quilmes, Meizner es hoy Secretario Ejecutivo de la Asociación del Fútbol Argentino. Desde ese puesto, negoció con Aníbal Fernández hace un año la cesión de los derechos televisivos de los partidos del campeonato argentino al Estado a cambio de 600 millones de pesos. Ese contrato, y esa relación, entre Meizner y Fernández, se mantienen vigentes. A veces negocian el dinero que les corresponde a los clubes desde diferentes lugares del mostrador. Desde ahora, en lagunas ocasiones estarán en el mismo bando, defendiendo los intereses de su club.

Pero la trascendencia de Aníbal Fernández excede largamente el ámbito del fútbol. “Soy un workaholic hecho y derecho” señaló alguna vez para describir sus jornadas laborales en la Jefatura de Gabinete de Ministros, que comienzan a las 6.30 de la mañana y terminan a las 11 de la noche. Además de ocuparse la gestión de gobierno, defiende con uñas y dientes a la presidenta Cristina Fernández de Krichner en cuanto medio de comunicación se lo solicite. “Mi trabajo consiste en poner el cuerpo y pelear” le dijo a la revista Rolling Stone para describir sus funciones en el Gobierno Nacional, donde desde 2002 ya ha ocupado un puñado de ministerios y secretarías. Más allá de la política, el fútbol y el rock son sus otras grandes pasiones. Cuando era intendente de Quilmes, llegó a tocar en vivo con la banda Vox Dei.

Esa pasión futbolística es la que lo llevó nuevamente a poner el cuerpo en el club de sus amores. Prometió ir a las reuniones de Comisión Directiva, siempre que su cargada agenda se lo permita. Junto con su amigo Maizner, en su plataforma prometieron construir un microestadio y una escuela de dirigentes. Según contó el nuevo presidente, a los dos se le ocurrió hace 20 años hacer la nueva cancha de Quilmes. Hoy, desde sus otras funciones, entre ambos dan sustento económico a todo el fútbol argentino a través del contrato televisivo. “Lo que hago yo es ofrecerme como puente de plata en una relación contractual del Fútbol para Todos. Cuando Fernández y yo hablemos de ese programa, él lo hará en el nombre del Estado y yo, en el de la AFA. En otros momentos hablaremos de alguna cuestión en común sobre Quilmes” dijo recientemente Meizner para clarificar cómo serán las cosas en el futuro.

Lo cierto es Quilmes empezará una nueva temporada en primera división a partir del próximo fin de semana. Para el nuevo desafío, contrató a 18 futbolistas. Sólo uno de los que logró el ascenso hace dos meses (el arquero Emanuel Trípodi) sería tenido en cuenta en el once inicial por el nuevo técnico Hugo Tocalli para el primer partido del torneo. Mientras tanto, el abogado Ricardo Monner Sans denunció ante la justicia a Aníbal Fernández por su nuevo cargo por incompatibilidad con su rol de funcionario público y conflicto de intereses, ya que al estar en la administración de Quilmes, recibiría dinero del estado y formando parte de él. Pero ya lo dijo el empresario argentino Alfredo Yabrán: “El poder es impunidad”.

3 comentarios:

  1. Hola Javier, te paso algo del Sr. Meiszner, como para redondear tu excelente nota.

    http://informateonline.blogspot.com/2010/08/meiszner-que-tengo-que-ver-yo-con-la.html

    Un abrazo vanguardista.

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  2. la b nacional de la temporada anterior estuvo aputnando demasiado al presidente de quilmes, se hablo de coimas, compra de partidos y un par de cosas mas, que si las investigas a fondo, sorprenden en serio, esmedioamfioso y la mano derecha de grondona para sucederlo, un saludo

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  3. Hola, buen blog.

    Saludos desde http://caviardefutbol.blogspot.com/

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