River - Boca y el final del verano

“Hoy estoy bien, vamos a ver dentro de quince días” dijo el Coco Basile a comienzos de Enero, a las pocas horas de llegar a Tandil para dirigir la pretemporada de Boca. Profecía o causalidad, 15 días después, tras una derrota ante River en Mar del Plata por 3 a 1, Basile renunciaba a su cargo. Ayer, Boca y River volvieron a enfrentarse, esta vez en Mendoza, en el último partido del fútbol de verano en Argentina. Fue el punto final para una pretemporada donde los millonarios encontraron una cuota de buen fútbol y donde los xeneizes vivieron una serie de tormentas internas, dentro y fuera de la cancha, que se cargaron a su entrenador y que en pocas horas también harán lo propio con el manager Carlos Bianchi. Probablemente sean costos demasiados caros para un período donde se supone que el equipo debe prepararse para afrontar sus compromisos oficiales. Evidentemente, el calvario de Boca había empezado mucho antes.

El encuentro de ayer presentaba alineaciones mixtas de ambos lados, con una combinación de habituales titulares y suplentes. En Boca fueron de la partida jugadores como el colombiano Bonilla (ninguneado por Basile), además de juveniles como Erbes y Colazo. El técnico interino Alves apostó por los jóvenes que conoce de su paso por las inferiores, dando lugar a chicos que en general no cuentan con oportunidades en la primera. En River, el joven Affranchino y Ahumada, hoy suplente, se sumaron a Ortega y al juvenil Funes Mori, a esta altura un delantero importante para los millonarios. En el primer tiempo, el Boca de Alves aguantó los avances de River bien agrupado en la mitad de la cancha y no sufrió los desacoples defensivos que lo llevaron a recibir 11 goles en los 4 partidos que jugó en el verano. A los 31 minutos, un desborde de Mouche bien conectado por Viatri puso a los xeneizes en ventaja. Hasta entonces, River sólo había inquietado con un remate de Ortega tras un centro y un tiro cruzado de Funes Mori.

En la segunda parte, River alcanzó el empate con remate fuerte de Bou, en un resultado que se ajustaba más al trámite del partido. El resto fueron algunos tiros de media distancia de ambos equipos, que sufrieron a la hora de elaborar jugadas colectivas para crear peligro en el arco rival. Tras el empate 1 a 1, llegaron los penales, donde el arquero de River Vega se lució atjando los remates de Rosada y Colazo. Así, los millonarios se llevaron la Copa Revancha.

“Hay que cambiar, eso está claro. Este año fue un desastre en el tema de las lesiones, nunca pasé una mala racha así” afirmó Basile en la conferencia de prensa que dio en Tandil hace poco más de dos semanas, en el primer contacto que tenia con los periodistas en tres meses. Su salida del banco de Boca expuso públicamente los conflictos existentes entre los propios dirigentes, entre éstos y el manager Bianchi y entre el cuerpo técnico y los directivos. A ello se suma un plantel con internas entre sus integrantes (con Palermo y Riquelme a la cabeza) y hasta peleas en la propia hinchada. Demasiado para que algo pueda salir bien. Evidentemente, los problemas internos tenían tanto peso que una derrota en un amistoso (1- 3 ante River el miércoles pasado) sirvió para todo explotara. Sin respuestas de sus jugadores en la cancha, con poco respaldo de los dirigentes, sin los refuerzos pedidos, Basile se fue de su cargo y Bianchi en pocas horas lo seguirá.

Probablemente, tanto River como Boca estén conformes con el final de los torneos de verano. Los millonarios porque, tras un año para el olvido, encontraron un nivel de juego interesante (sobre todo ante Boca en Mar del Plata), y los xeneizes porque finalizan una pretemporada demasiado traumática por tratarse justamente de eso, de una pretemporada. Al fin y al cabo, los que valen son los partidos por los puntos que, por suerte, vuelven en cuatro días.

2 comentarios:

  1. Que se venga el campeonato nomás.
    Quiero borrar de mi cabeza además la pálida imagen de mi equipo en el apertura.
    Basta de veranito...

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