"Hermanos y hermanas: tuvimos que esperar 180 años para refundar Bolivia y garantizar un estado plurinacional donde todos los originarios tenemos los mismos derechos" dijo ayer Evo Morales, el presidente de Bolivia, en las ruinas de Tiwanaku, tras recibir por segunda vez los bastones de mando de los pueblos indígenas. Morales asumirá formalmente hoy su segundo mandato al frente del país, en una ceremonia que se llevará a cabo en el Banco Central. El líder aymara, el primer presidente indígena de Latinoamérica, fue reelecto en diciembre pasado con el 62 % de los votos. Además de poner en primer plano a los pueblos originarios del continente, Morales tomó al fútbol, su gran pasión, como una cuestión de estado. No sólo porque trató cuestiones futbolísticas en las reuniones de gabinete y porque se dejó ver en numerosas ocasiones practicando el deporte, sino también porque durante su primer mandato hasta fue inscripto por un equipo profesional de su país.
En septiembre pasado, la selección boliviana cayó por 3 a 1 ante Ecuador en La Paz y perdió toda chance de alcanzar la clasificación al Mundial de Sudáfrica. Pocos días después, varios jugadores renunciaron al equipo nacional en reclamo de mejores condiciones laborales. En un comunicado, el sindicato de futbolistas reclamaba un seguro médico y la unificación del los organismos que dirigen el fútbol del país entre otras medidas.
Luego de lamentar la derrota, Morales planteó ante la prensa la posibilidad de que el Estado avance sobre la organización del fútbol boliviano. "Lamentamos el desempeño de nuestra selección en las Eliminatorias. Hasta ahora, el fútbol es una entidad privada, autónoma, dirigida por personalidades deportivas, pero no hay resultados", dijo el presidente.
Hace pocos días, Evo recibió en el palacio presidencial a dirigentes de la Liga Profesional del Fútbol Boliviano (LPFB), donde les planteó la necesidad de que los distintos organismos que manejan los destinos del fútbol del país se unifiquen en una única entidad. En Bolivia, la LPFB organiza y administra el torneo profesional, la Asociación Nacional de Fútbol (ANF) se ocupa de los torneos no profesionales regionales y la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) dirige los destinos de las selecciones nacionales. Tras la reunión, Morales señaló a los periodistas que "tenemos el gran sueño de llegar a clasificar a la Copa del Mundo de 2014 y para eso he pedido una profunda reestructuración del fútbol boliviano". Los dirigentes de las tres entidades se reúnen desde octubre pasado con el objetivo de lograr la unificación, aunque todavía no se han producido resultados concretos. "He pedido que en el fútbol no pueden haber autonomías ni hegemonías” concluyó el presidente ante los periodistas.
De pequeño, Evo se convirtió en hincha del Bolívar de La Paz. Ya por esos días, pasaba mucho tiempo en el club Fraternidad de Orinoca, donde trabajaba su padre. Tiempo después, formó su propio club en el Ayllu Sullka, para jugar en los campeonatos de la zona. Cuando comenzó su participación sindical, Morales lo hizo como Secretario de Deportes de los gremios de cocaleros del Chapare boliviano. Ya como primer mandatario de su país, organizó el equipo presidencial, muchas veces reforzado con ex jugadores profesionales. Se equipo además juega un torneo interno de la policía.
Sin embargo, Morales no se limitó a seguir jugando al fútbol, sino que tomó como cuestión de estado la posibilidad de que la Selección Nacional dispute sus partidos oficiales en el estadio Hernando Siles de La Paz, a 3.600 metros sobre el nivel del mar. Cuando en 2007 la FIFA prohibió que se disputen encuentros de selecciones a más de 2.500 metros de altura, Morales convocó a una reunión de gabinete de urgencia para tratar el tema. Allí resolvió enviar una carta en forma urgente a la FIFA para que revea la medida y solicitar a los presidentes de Argentina, Brasil y de otros países latinoamericanos su apoyo para defender la causa. Finalmente, la FIFA dio marcha atrás con la medida.
La defensa del fútbol en la altura sirvió de excusa para Morales dispute una infinidad de partidos en distintos lugares de su país y del exterior. En 2007, el presidente jugó un encuentro sobre la nieve del monte Chacaltaya, al norte de La Paz, a 5.270 metros sobre el nivel del mar. En 2008, disputó un amistoso junto a Diego Maradona y otros ex futbolistas en la capital boliviana para luchar contra el veto de la FIFA. Las distintas cumbres internacionales de presidentes también sirvieron para que Evo demostrara sus habilidades con el balón. Siempre con la 10 en la espalda, jugó al fútbol en La Habana, en Lima, en la isla Margarita y en Nueva York, entre otros lugares del mundo. En la Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile de 2007, Morales no formó parte de una cena oficial realizada en el Palacio de la Moneda ya que en esos momentos estaba disputando un partido ante dirigentes políticos y ex futbolistas chilenos. Su equipo venció por 8 a 1. En la XXXV Cumbre del Mercosur realizada en Tucumán en 2008, se prendió en un picado junto al Burrito Ortega, al Pato Fillol y a Ricardo Bochini. Allí, su equipo se impuso por 2 a 1 con un gol suyo de penal. Sin embargo, el mayor logro deportivo de Evo Morales se produjo cuando fue inscripto como jugador del club Litoral, que disputa la categoría profesional del torneo de La Paz. Allí, llegó a disputar un partido. Poco tiempo después fue nombrado presidente vitalicio de la institución.
Desde hoy, Morales dirigirá por los próximos cuatro años los destinos de un país de poco más de 8 millones de habitantes, donde los indígenas como él alcanzan el 50 % y los pobres suman el 60 % de la población. En medio de tantas responsabildiades, su pasión por el fútbol evidentemente se mantiene intacta. Logrado el objetivo de mantener a La Paz como sede para los partidos de su Selección, ahora la meta es la clasificación a la Copa del Mundo. Bolivia formó parte de un solo Mundial, en 1994, y tiene en sus vitrinas solo un título sudamericano, en 1963, y un subcampeonato continental, en 1997, ambos en La Paz. La nueva tarea no será sencilla, aunque en un país como Bolivia, nada parece fácil.
Excelente tu post. Hoy es un día de gloria para aquellos que valoramos, respetamos y amamos a Evo Morales. Es un estadista que está dejando su huella en la historia política mundial y todo lo que está haciendo por el fútbol boliviano me hace respetarlo aún más.
ResponderEliminar"El fútbol es poesía colectiva", esta frase de Edgard Morin, que mi amigo Julián seleccionó para su Blog, es seguramente aplicable al espíritu de la política futbolística que el presidente boliviano quiere para su país.
Vamos Evo!
Vamos Bolivia!
Muy buena entrada tío.
ResponderEliminarSaludos desde La Escuadra de Mago