Palermo agónico

"Noventa minutos de esfuerzo sirven para empatar.
Un segundo de talento sirve para ganar"
Jorge Valdano


Las lágrimas de Palermo, el festejo bajo lluvia, los brazos abiertos como Cristo, los abrazos interminables de los jugadores, la zambullida del técnico Mardona en la mitad de la cancha, son imágenes tan potentes y brutales que quedarán en la memoría por mucho más tiempo que la actuación flojísima de una Selección Argentina, que necesita de milagros como el de ayer para seguir con chances de llegar a Sudáfrica 2010. A los 93 minutos, el equipo albiceleste empataba de local con Perú, por lejos el peor equipo de la Eliminatoria, y ni siquiera era merecedor de llevarse los tres puntos. Pero la última bola de la noche era la de la suerte y, luego de centros cruzados, rebotes y carambolas, Palermo selló el 2 a 1 y Argentina llega a la última fecha de las Eliminatorias en zona de Mundial.

Sin ser un equipo vistoso ni mucho menos, el equipo de Maradona encontró en el primer tiempo algunas mínimas certezas que le posibilitaron arrimarse en algunas ocasiones al arco peruano. No es poco para un conjunto que presentó 7 modificaciones con respecto a su último partido oficial ante Paraguay. Porque Argentina no sólo no tiene una línea de juego, ni está en la búsqueda de ella. Ni siquiera cuenta con una base de jugadores sobre el cual construir una manera de encarar los partidos. Los 62 futbolistas utilizados por Maradona en su ciclo de poco menos de un año son una muestra de eso. Pero aún así, el equipo tuvo ayer algunos encuentros interesantes entre Aimar y Messi, varios desbordes de Di María y la movilidad de Higuaín como ciertos indicios de que el gol podría llegar rápidamente. Ellos fueron protagonistas de al menos cuatro jugadas concretas de gol que podrían haber cambiado el partido en el primer tiempo.

Pero el tanto llegó recién a los dos minutos de la segunda mitad de la mano de Higuaín, tras un lindo pase servido por Aimar. Uno podría imaginar que a partir de entonces comenzaría otro partido, con un equipo argentino que, ya liberado de las presiones de romper el cero, tendría más espacios para generar situaciones, ante un rival que apenas si había podido cruzar la mitad de la cancha en los primeros 45 minutos. Pero las pocas certezas que había encontrado el equipo argentino se esfumaron a poco de comenzar la segunda parte. Perú comenzó a generar situaciones de peligro (varias de ellas clarísimas) y el arquero argentino Romero se transformó en figura. El equipo de Maradona no sólo no podía acercarse al arco rival sino que era dominado por un equipo peruano que había perdido los 8 partidos de visitante que había disputado en la Eliminatoria, recibiendo 24 goles y marcando apenas 2. Tanto avanzaron los peruanos, que a los 44 minutos del segundo tiempo Rengifo cabeceó a la red y selló el 1 a 1 parcial. En medio de la lluvia y torrencial y el fuerte viento, Argentina buscó la victoria desesperada y fue Palermo quien puso el pié para alcanzar el triunfo milagroso, que evitó que la albiceleste llegara a la última fecha en zona de repechaje.

Muy bajo Messi, desconocido Mascherano (tiró en su área un taco inexplicable antes del empate de Perú), intermitente Aimar, superado Schiavi, las certezas de Argentina hoy son casi totalmente negativas. El equipo de Maradona no encuentra una formación estable, no tiene una línea de juego definida y ni siquiera da indicios de intentar un concepto de fútbol posible. El equipo uruguayo que enfrentará a Argentina el miércoles mostró ayer en la victoria ante Ecuador en Quito el juego y el carácter que no tienen hoy los de Maradona. "El fútbol es, en realidad, un drama y las decisiones equivocadas son la esencia del argumento" dijo el escritor británico Meter Davies . Los errores de Argentina parten desde la conducción técnica y se extienden al campo de juego. Por eso es que todo cuesta tanto y las alegrías llegan con angustia. Si el equipo argentino sigue jugando así, para ganar en Montevideo y sacar el pasaje al Mundial, será necesario otro milagro.

Acá el gol de Palermo con el relato de Víctor Hugo Morales:

2 comentarios:

  1. Buen resumen como siempre en Pelota Afuera, en Montevideo no creo que haya lugar para los milagros. Argentina deberá mejorar sí o sí. Además, para milagros y hazañas, está la garra charrúa, que sabe de este tipo de cosas.

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  2. BUENO A FALTA DE UN POST ACERCA DE LA ULTIMA FECHA DE LAS ELIMINATORIAS...



    Cuando en el patio de una escuela se arma una cascarita, resulta difícil imaginar a los niños de 5º B diciendo “pedimos ser Uruguay”. Pelearán por representar al Real Madrid, a Brasil, a Alemania, al Barcelona, pero nunca a los charrúas. No es que no los quieran. Lo que pasa es que no saben de su existencia. La República Oriental del Uruguay es más lejana a nuestra imaginación que a nuestra geografía. Mucha gente se puede hacer una idea de cómo es Rio de Janeiro, por poner un ejemplo, pero muy pocas personas lograrán lo mismo con Montevideo. Hasta hoy, porque justo en esa hermosa ciudad la selección argentina se jugará su última carta para ir al Mundial. Y como en México casi no nos gusta verlos perder, uno puede adivinar que el miércoles habrá muchos equipos llamados Uruguay jugando en el recreo de varias escuelas. Suerte a los orientales, entre los cuales destaca el autor del artículo de mi blog ("¿Celeste o Albiceleste?"). Y suerte también al equipo de Maradona. Aunque no comparto la idea de "un mundial sin Argentina no es Mundial" , la verdad es que la selección albiceleste se antoja indispensable , para bien y para mal , para los que nos gusta que el futbol del continente Americano le compita al Europeo y tambien para los muchos a quien les encanta ver perderlos.

    http://royal-shrovetide-football.blogspot.com/

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