Las protestas caen sobre el Reino Unido

Será Tottenham - Everton el único partido de la primera jornada de la Premier League que sufra las consecuencias directas de la revuelta callejera londinense. Según el jefe ejecutivo de la Premier, Richard Scudamore, el barrio de Tottenham todavía es una zona conflictiva. La violencia que por estos días vive el Reino Unido había determinado la suspensión del amistoso entre Inglaterra y Holanda y un puñado de partidos de Carling Cup que debían jugarse esta semana. Ya son cuatro los muertos en las protestas y más de mil los detenidos.

Tottenham es una zona baja de Londres, donde conviven grupos étnicos de distintos países. En este barrio popular habitan africanos, inmigrantes del este de Europa, judíos ortodoxos y turcos, además de ingleses. La crisis económica, el aumento de la desocupación y los recortes sociales del Gobierno, hicieron especial impacto en esta zona de población humilde.

“Estamos preocupados por el trastorno de la vida de la gente y el efecto en toda la comunidad”, dijo en un comunicado Daniel Levy, presidente del club de fútbol Tottenham Hotspur, el pasado lunes, luego de que la ola de violencia se cobrara su primera víctima. Fue allí donde murió Mark Duggan, un joven de 29 años, padre de 4 hijos, al ser alcanzado por un disparo mientras viajaba en taxi.

A las pocas horas, en Tottenham, una manifestación en reclamo por el asesinato de Duggan terminó con la quema de autos, colectivos, edificios y casas. Además, los manifestantes saquearon comercios, lanzaron bombas molotov y se enfrentaron con la policía. “La situación también significa que los vándalos han utilizado desafortunadamente los eventos como una oportunidad para saquear y destruir propiedades y negocios” agregó Levy en su comunicado. El martes por la noche, tres jóvenes musulmanes murieron atropellados en Birmingham en medio de los disturbios, que se extendieron a distintos puntos del país.

Las manifestaciones en las calles del Reino Unido recrudecieron la semana pasada, en medio de una crisis económica mundial que ya llevó a David Cameron, el Primer Ministros inglés, a realizar el mayor recorte del gasto público desde la II Guerra Mundial. Por las medidas adoptadas por el gobierno en octubre pasado, casi medio millón de trabajadores del sector público van a perder su empleo, los ejércitos británicos verán recortado su presupuesto, como así también los distintos ministerios, y los hombres y mujeres van a tener que trabajar hasta los 66 años para poder jubilarse. Pero lo más importante, los recortes llegaron hasta las áreas sociales, como el ajuste en la asignación por hijo que ofrece el estado inglés.

Son los jóvenes de los barrios marginales los que hoy están al mando de las protestas. La mayoría de los detenidos tiene menos de 25 años. Los incidentes más violentos ocurrieron en barrios donde los índices de desempleo juvenil son mucho más altos que la media británica. Hackney, en el noreste de Londres, uno de los más afectados por los disturbios, tiene una tasa de desempleo entre los jóvenes del 35 %. En Liverpool, que también registró incidentes, los jóvenes sin trabajo llegan al 27%. En el Reino Unido, son 1,3 millones los jóvenes que no trabajan ni estudian.

Las revueltas calaron entre los protagonistas del deporte. El técnico del Liverpool, Kenny Dalglish, dijo que "la ciudad ha tenido un progreso increíble en los últimos años, y nadie quiere que nuestra nueva reputación se vea manchada por lo que hemos presenciado". Por su parte, David Moyes, técnico de Everton, afirmó que "el fútbol ya ha sufrido mucho y tenemos que asegurarnos de que esto se detenga".

No sólo el fútbol necesita detener la ola de violencia. Los Juego Olímpicos aterrizarán en Londres el próximo verano y es por eso que la ciudad necesita recuperar la tranquilidad para asegurarse la llegada masiva de turistas. La cita olímpica marcó el pulso de las masivas inversiones en la ciudad de los últimos años, pero ni aun así pudo evitarse semejante caudal de protestas.

Aquí un video con los incidentes en el barrio de Tottenham:


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