“La B Nacional tiene que volver a ser una fiesta. Para eso uno tiene que garantizarse que no haya ningún tipo de problema de seguridad y si hay aquellos que generan desmanes, sacarlos definitivamente del estadio y que no vayan más", dijo ayer Aníbal Fernández, el Jefe de Gabinete de la Nación, Presidente de Quilmes y titular del Fútbol para Todos. Fernández recurrió a un histórico relato para avalar el regreso de los visitantes a las canchas de la B. Fernández, como muchos dirigentes y periodistas desde que el futbol argentino existe como tal, supone que el espectáculo deportivo es una fiesta y todo lo que no se ajuste a ese tipo de comportamientos se considera un desvío de lo que se desea. La violencia permanente que se vive en los estadios argentinos, que entre otras cosas obligó a retirar al público visitante de la canchas de la B, al menos invita a discutir esa idea.
La prohibición del público visitante ocurrió en julio de 2007, luego de la muerte de Marcelo Cejas, hincha de Tigre, en la cancha de Nueva Chicago. El Coprosede, el organismo que rige la seguridad deportiva en la Provincia de Buenos Aires, fue el principal impulsor de la medida. Desde que Marcelo Cejas fue asesinado, 31 hinchas de fútbol perdieron la vida en la Argentina. Los barras bravas formaron la ONG “Hinchadas Unidas Argentinas” y viajaron al Mundial de Sudáfrica 2010 con apoyo de dirigentes políticos y deportivos. El actual titular del Coprosede, Rubén Pérez, fue procesado por la justicia por su complicidad con los grupos de hinchas violentos. Un grupo de barrabravas fue recibido por el propio Julio Grondona en la AFA en agosto de 2010. Los hinchas fueron a pedirle entonces que los visitantes vuelvan a las canchas del ascenso argentino.
El próximo fin de semana, finalmente el público visitante volverá a las canchas argentinas. Se lo habían pedido los barras a Grondona, lo pidieron muchos hinchas en diversas marchas convocadas en la puerta de la AFA a lo largo de estos 4 años. La jugada política y económica de Vila lo hizo posible.
Este fin de semana, Marcelo Cejas, el hincha que con su muerte dio nacimiento a esta medida, no podrá ir a alentar a Tigre. El 25 de julio pasado, sus familiares y amigos marcharon por su barrio para reclamar justicia por un crimen que no tiene ni un solo procesado por la justicia.
La familia de Marcelo logró transformar todo su dolor en buenas acciones. Este domingo, volverán a celebrar el Día del Niño, como lo hacía Marcelo en vida.
En el barrio San Rafael, en San Fernando, se recibirán donaciones de golosinas, juguetes, ropa y todo aquello que les alegre el día a los más chicos. Seguirán el camino iniciado por Marcelo, quien trabajaba como sonidista y en el Día del Niño alquilaba peloteros y compraba golosinas para alegrarles el día a los chicos del barrio. Imágenes lejanas a la violencia y la muerte que día a día se viven en las canchas argentinas.
Por la violencia, los hinchas visitantes se fueron de las canchas del ascenso argentino y pese a la violencia volverán. La complicidad y el apoyo a los hinchas violentos seguirá y todo estará como antes. Mientras tanto, como reza el anillo de Julio Grondona, todo pasa.
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