La salida de Batista. El hecho quedará opacado en medio de la sucesión de noticias que tuvieron en el centro a la Asociación del Fútbol Argentino en los últimos días. El fallido nuevo torneo de 38 equipos, las supuestas presiones políticas del Gobierno Nacional, la necesidad de ayuda a River a calmar sus penas por el primer descenso de su historia, son cuestiones que estuvieron por encima de un momento inédito para Julio Gorndona en sus 32 años al frente de la entidad madre del fútbol argentino: el presidente de la AFA despidió a un técnico de la Selección Argentina por primera vez desde 1974.
Sergio Batista fue eyectado de su cargo a poco más de 20 días de haber firmado su contrato. A decir verdad, el Checho dirigió su primer partido en la Selección Mayor el 11 de agosto de 2010 ante Irlanda, donde la Argentina ganó 1 a 0. Pero estuvo casi un año trabajando bajo su antiguo vínculo de director de las selecciones juveniles. Recién unos días después del debut de su equipo en la Copa América 2011, en el pobre empate ante Bolivia por 1 a 1, Grondona le ofreció el nuevo contrato hasta fines de 2013. Poco más de 20 días después lo despidió.
Batista se va de la Selección Argentina tras poco menos de un año en su cargo. Dejó en su haber una buena victoria ante España por 4 a 1 de local, un triunfo agónico ante Brasil en Qatar y un buen primer tiempo en un amistoso ante Estados Unidos que terminó en empate. La derrota en la Copa América en cuartos de final ante Uruguay condenó su destino, además del pobre nivel futbolístico del equipo, que pagó caro su afán permanente de emular al Barcelona de Guardiola.
La llegada de Sabella. Con el técnico recién llegado, la Selección Argentina suma su sexto DT en 7 años. Entre 1974 y 2004, el equipo argentino había sumado sólo 5 entrenadores. Será un síntoma de su escasez de triunfos, que se niegan desde 1993, cuando se llevó la Copa América de Ecuador. La urgencia de triunfos, la derrota que se torna insoportable, la eyección de técnicos como culpables, la falta de análisis profundos y sinceros, son procesos comunes en los clubes argentinos, que en los últimos años se mudaron la Selección Nacional, un territorio que comúnmente se mostraba más tolerante a la planificación y el ensayo.
El combinado argentino sufre hoy su propia autodestrucción. Un equipo acostumbrado a codearse en la elite, ve como los otros se llevan los triunfos sin siquiera entrar en la discusión en los grandes torneos. Lejos quedaron los campeonatos mundiales de 1878 y 1986 e incluso los éxitos de los equipo juveniles que construyó José Pekerman.
Sabella vuelve a la Selección tras acompañar a Daniel Passarella como ayudante entre 1994 y 1998. Llega con el título de la Copa Libertadores de 2009 al mando de Estudiantes como su mejor carta. Y con su gran planificación de la final del Mundial de Clubes 2009, que puso contra las cuerdas al mejor Barcelona, que tuvo que transpirar hasta el tiempo suplementario para llevarse la victoria.
"La selección está por arriba de todo, y está respaldada por un pueblo que vive y respira fútbol", dijo el nuevo técnico en su presentación. Poner al equipo en el sitio que merece por su historia y por la calidad de sus futbolistas actuales será su gran desafío.
Aquí un video con la historia de Alejandro Sabella como director técnico:
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