Francia, Argelia y los escándalos mundiales

"¡Alegría celeste! Sufriendo pero dejando hasta la última gota de sudor en la cancha, la Selección Nacional empató con Costa Rica", tituló el diario uruguayo Ultimas Noticias en su portada, tras la clasificación de la Celeste al Mundial de Sudáfrica el miércoles pasado. En el repechaje final, sin jugar bien, Uruguay igualó 1 a 1, pero hizo valer el triunfo por 1 a 0 en el partido de ida disputado en San José y consiguió el último boleto a la Copa del Mundo. No es poco para un equipo que en los últimos 20 años sólo disputó dos mundiales, en 1990 y en 2002. Tanta tensión y tanto dramatismo quedaron de lado en los festejos finales de los hinchas y de los jugadores, que regaron de alegría el estadio Centenario de Montevideo. Pero los repechajes que otorgaban las últimas plazas para el Mundial 2010 disputados esta semana trajeron escándalos, conflictos y polémicas que excedieron largamente al mundo del fútbol.

Según el investigador político francés Pascal Boniface, el fútbol es un evento que envuelve las esferas políticas, sociales, culturales, económicas y diplomáticas de cada país. Boniface sostiene que “actualmentente fútbol es un componente válido de las relaciones internacionales. No hay ningún aspecto de las relaciones diplomáticas que no puedan ser aplicadas al fútbol también”. Este fenómeno ha tomado una dimensión universal que ni la democracia ni la economía de mercado han logrado alcanzar.

La mano del francés Thierry Henry, que tocó el balón en la jugada previa al gol de Francia ante Irlanda, desató repercusiones a los más altos niveles de ambos países y del mundo futbolístico. El tanto francés, anotado por William Gallas tras pase de Henry, dio a Francia la clasificación a Sudáfrica y mandó a casa a los irlandeses. “La descaradamente incorrecta decisión del árbitro de otorgar el gol ha dañado la integridad del deporte y ahora podemos llamar a la FIFA, como el organismo que rige nuestro deporte, a organizar la repetición de este partido”, decía un comunicado de la federación irlandesa. Dermont Ahern, Ministro de Justicia irlandés, insistió públicamente para que el encuentro se juegue nuevamente: "Ellos (la FIFA) seguramente no lo concederán al ser nosotros unos pececillos en el mundo del fútbol, pero pongámoslos en aprietos" sostuvo. Christine Lagarde, Ministra de Economía de Francia, reconoció el error cometido por el árbitro sueco Martín Hansson: "Sería bueno que se volviera a jugar el partido. Estoy muy contenta de que Francia esté en el Mundial, pero es muy triste haberse clasificado con esta trampa" dijo. Como se ve, el fútbol es algo demasiado importante como para dejarlo en manos de los dirigentes futbolísticos. Finalmente, la FIFA decidió que el partido no se disputará nuevamente y todo quedará como está.

“Tengo que se honesto, fue mano. Pero no soy el árbitro. Hubiera sido mejor lograr la clasificación de otra manera” declaró Henry luego del partido. "Nos robaron" tituló el diario irlandés Irish Star, el Irish Independent sostuvo que se trató de un "Robo a mano armada" y el Irish Examiner calificó la acción como "Robo en plena luz del día". El periódico Irish Mirror fue aún más severo con Henry, calificándolo de tramposo.

“Es tal la importancia del fútbol, que pareciera que la definición del Estado no se limitara ya a los tres elementos tradicionales -un territorio, una población, un gobierno-, sino que hubiera que añadir un cuarto elemento igualmente esencial: una selección nacional de fútbol” también escribió Pascal Boniface. El partido final disputado por egipcios y argelinos el miércoles pasado, para definir quien de ellos dos participaría del Mundial de Sudáfrica, puso a buena parte de los habitantes de cada país detrás de sus equipo nacional. El sábado anterior, Egipto había vencido por 2 a 0 a Argelia en El Cairo, lo que obligó a disputar un desempate, ya que ambos equipos habían quedado igualados en la punta del Grupo C de las Eliminatorias. Antes de aquel encuentro, los jugadores argelinos fueron agredidos con piedras, bengalas, petardos y cuchillos. Tras la victoria de Egipto, muchos fanáticos coparon las calles de Argel, atacando y saqueando empresas egipcias. También hubo incidentes en las calles de París.

En ese clima, tres días después los mismos equipos se enfrentaron en Sudán. Bajo el cuidado de 15 mil policías, Argelia se impuso por 1 a 0 y se convirtió en el único país árabe que estará presente en el Mundial sudafricano. Pero la alegría no evitó las discusiones y los incidentes. Los festejos en Argelia provocaron 18 muertos y 312 heridos. En El Cairo, al menos 35 personas resultaron heridas en una manifestación frente a la embajada argelina en el barrio de Zamalek. Los manifestantes destrozaron 15 autos, cuatro tiendas cercanas y una estación de servicio. El canciller argelino Mourad Medelci convocó al embajador egipcio en Argel para transmitirle "el desconcierto y la preocupación" por los hechos sucedidos. La agencia oficial MENA informó que esa noche regresaron a El Cairo 262 trabajadores egipcios que estaban destinados en Argelia para evitar represalias por los ciudadanos de ese país. Tras la derrota en Sudán, la federación egipcia protestó formalmente ante la FIFA por el comportamiento de los aficionados argelinos, donde tanto hinchas como jugadores egipcios habrían sido amenazados. Además, un portavoz de la federación amenazó con abandonar las competiciones internacionales por dos años en señal de protesta. Pero poco parece importarles esto a los argelinos, que por tercera vez estarán en una Copa del Mundo, tras sus participaciones en España ´82 y México ´86. De vuelta en Argel, los jugadores presenciaron un desfile militar y fueron recibidos por el presidente del Abdelaziz Bouteflika.

Irlanda, Francia, Argelia, Honduras… parece que el fútbol no sólo envuelve las esferas políticas, sociales, culturales, económicas y diplomáticas como escribió Pascal Boniface. A veces las trasciende y las define.

5 comentarios:

  1. Gracias por visitar mi Blog, Javi.
    Te mando un abrazo.
    Respecto a tu entrada, no quedan dudas que la Copa del Mundo es en su gran parte un Torneo político, poco le queda a esta de futbolística.
    Es como si a la reunión del G8 faltaran los presidentes de China, Alemania y Rusia.
    El mundial sin Francia, Argentina, Inglaterra, Brasil y otros tantos no tendría la esencia que los POPES de FIFA necesitan para sobrevivir.
    Saludos.
    MARCELO
    www.efemeridesdeportivas.blogspot.com

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  2. creo que nada mas marcelo y yo comentamos , esta mu y buena la entrada , pero el video de la loca gringa parece tener mas rating por estupido que suene

    que pasa , estan mejores estos temas y nadie dice nada...

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  3. Una verguenza pero el fútbol es cada vez mas un tema de dinero se esta perdiendo la esencia del juego.

    gracias por tu comentario te espero mas a menudo.
    Mi visión del balón

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  4. Muy buen post Javier.
    No culpo a los jugadores, Henry es un grande y un error puede entenderse en el juego. Pero lo que sí es inaceptable es el error como sistema. Son muchas las instancias decisivas en competencias futbolísticas que son resueltas con fallos erróneos. Lo que asombra es la resistencia de la dirigencia del fútbol a incorporar instancias tecnológicas que ayuden a neutralizar las posibles equivocaciones de los árbitros. La justicia arbitral en un deporte debe dar tranquilidad no generar más inconvenientes al desarrollo del juego. Esperemos que en breve la cuestionada FIFA se decida a hacer algo.
    Saludos

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