La caída del Glasgow Rangers, el coloso escocés

No es común que el equipo más importante de un país deje existir. Aquellas frases que asignan a la pasión y los colores su trascendencia a la eternidad muchas veces no reparan en que los clubes están manejados por hombres y deben atenerse a reglas y procedimientos legales para poder seguir su camino. El fanatismo y el amor de los hinchas del Glasgow Rangers de Escocia, uno de los clubes más grandes del Reino Unido, no pudo evitar la desaparición de la institución, hoy reciclada en el Rangers Football Club, que jugará en la Third Division, la cuarta categoría del fútbol escocés.

La HMRC (Agencia Tributaria del Reino Unido) fue quien dio el golpe de suerte de este club con 139 años de historia y 54 Ligas nacionales. El fisco reclamaba 26 millones de euros por impuestos impagos, que se sumaron a los 135 millones adeudados en total, para decretar la quiebra del Glasgow Rangers.

El magnate David Murray es un poderoso empresario escocés que hizo su fortuna con negocios en la minería y la construcción, al punto de haber sido nombrado Caballero del Imperio Británico. En 1988, Murray adquirió las acciones del club a cambio de 6 millones de libras. Un año más tarde se hizo con los servicios del delantero Maurice Johnston, el primer jugador católico en la historia del club, históricamente asociado a los protestantes. La jugada de marketing causó gran revuelo, pero no dio los resultados esperados, ya que el goleador duró tan sólo una temporada con la camiseta azul. "Por cada cinco libras que gaste el Celtic, nosotros gastaremos diez" dijo alguna vez Murray a la prensa, en referencia a la competencia con clásico rival, ligado al catolicismo.

La administración Murray planeó un fideicomiso en un paraíso fiscal, donde futbolistas, entrenadores, directivos y empleados aportaban parte de sus ganancias y recibían salarios en forma de reparto de beneficios. Se calcula que el Rangers movió dineros bajo este mecanismo por 47 millones de libras, sin aportar los impuestos correspondientes al fisco británico. La agencia tributaria inició entonces una demanda contra el club, en reclamo de los pagos atrasados.

En 2011, en medio de balances en rojo y demandas, Murray vendió el 85 % de las acciones a Craig Whyte. El traspaso se realizó a cambio de una libra, que se sumó a la deuda de 18 millones de euros que el club tenía con el Lloyd´s Banking Group por diversos préstamos. Sin embargo, el joven empresario de 40 años no pareció ser el mejor piloto de tormentas.

Un reciente informe de la BBC demostró que pesaba sobre Whyte una resolución judicial que le impedía estar al frente de cualquier empresa en el Reino Unido, luego de la desaparición de 24 emprendimientos propios que incluyeron balances espurios y ventas de acciones con información falsa.

A comienzos de 2012, Whyte se presentó en los tribunales para pedir el concurso de acreedores y un grupo de administradores externos se hizo cargo de la institución. Automáticamente, la federación escocesa le restó 10 puntos al Rangers en la clasificación, lo que lo dejó a 14 unidades del Celtic, que a finalmente se llevaría el título de liga. Mientras tanto, el club se veía obligado a desprenderse de sus mejores futbolistas y la federación le prohibía incorporar otros nuevos. Además, Whyte fue suspendido de por vida para ocupar cargos en el fútbol escocés.

Uno de los goles del Rangers en su debut en la cuarta división
Finalmente, la justicia rechazó el plan propuesto por el club para afrontar las deudas con el fisco y decretó la quiebra de la institución en junio pasado. Entonces, el Rangers ya había cambiado de manos. El empresario británico Charles Green se había quedado con las acciones pocos días antes, a cambio de 7 millones de euros. Inicialmente, su propuesta incluía un cambio de nombre, para que el equipo pudiera seguir participando en la máxima categoría del fútbol de Escocia. Pero el plan tampoco fue aceptado. El 13 julio, 25 de los 30 clubes de laScottish Premier League votaron en contra y obligaron al equipo a jugar en cuarta división.

“Lo que habéis transmitido al Rangers es un testimonio de pasión, lealtad y amor por estos colores", fue el mensaje de Green a los fanáticos en el primer partido como local del equipo en la Third División. Más de 49 mil aficionados llenaron las tribunas del estadio Ibrox para ver la victoria del Rangers Football Club por 5 a 1 ante el East Stirling.

El equipo heredó el estadio, las instalaciones de entrenamiento de Murray Park y la pasión de los miles de fanáticos, que no fue suficiente para evitar la caída. Administradores incapaces, negocios fallidos y negociados dibujan la parábola de la caída del Rangers. Ahora, en la cuarta
división, no le quedará más remedio que subir.

Aquí los goles del Rangers Football Club ante el East Stirling, en el debut del equipo de Glasgow en la Third Division:

 

1 comentario:

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