“¿La televisión? Nadie entendía nada, y mucho no importaba, tampoco” recordó alguna vez al diario La Nación Enrique Susini, médico y pionero de la radio y la TV en la Argentina. Ya pasó mucho tiempo desde aquel acto peronista del 17 de octubre de 1951, que sirvió de marco para la primera transmisión televisiva en nuestro país. A casi 60 años, la TV ha pasado de ser algo marginal a una industria que mueve miles de millones de dólares alrededor del mundo. Bien lo saben los dirigentes del fútbol argentino, que a dos meses de rubricar su acuerdo con el Estado Nacional por la transmisión y comercialización de los partidos de Primera División, continúan discutiendo cómo se van a repartir los 600 millones de pesos que recibirán a lo largo de la temporada.
Tras la primera fecha del torneo donde los avisadores privados pudieron colocar sus publicidades (se recaudaron dos millones de pesos), el Gobierno decidió sostener sus inversiones en el fútbol exclusivamente con la pauta oficial. Así es como el Noti Social nos pone al tanto de los múltiples logros del gobierno de Cristina Kirchner. Se calcula que la publicidad gubernamental ya aportó entre 39 y 42 millones de pesos al Fútbol para Todos. En la séptima fecha, las empresas volvieron a pautar en las transmisiones deportivas y así se vieron tres spots (dos de Coca Cola y uno del Banco Galicia). Las inversiones privadas alcanzaron los 160 mil pesos, que se sumaron a los 6 millones que puso el Estado para esa fecha. Según dejaron trascender algunos avisadores, las costos para colocar publicidades en las transmisiones son muy altos, más del 70 por ciento por encima de la media. Por eso se explica que, pese a que los partidos de fútbol generan alto rating, no vemos allí muchos spots distintos a los del Gobierno. Desde el Poder Ejecutivo habían revelado que, hasta que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual no fuera sancionada, no se abrirían las pantallas para los avisadores privados. La norma ya fue aprobada por el Congreso pero los avisos no aparecen en cantidad.
Sin embargo, a los dirigentes del fútbol mucho no parece preocuparles cómo se financia el Fútbol para Todos. Gracias al reciente acuerdo más generoso en dinero, categorías como la C y la D, que antes no recibían un centavo de la televisión, ahora pudieron acceder a una pequeña porción de la torta (3,5 millones de pesos para la división C y 1,5 millones para la D). La posibilidad de contar con dinero fresco fue una promesa que el titular de la AFA, Julio Grondona, les hizo a los directivos de esas categorías para que le dieran su apoyo para romper el anterior contrato con Televisión Satelital Codificada. Pero cuando los dirigentes de esas categorías fueron a cobrar la primera cuota, se encontraron con que la AFA les había descontado los pagos por los operativos de seguridad. Este servicio era abonado antes por la AFA y se sobreentendía que seguiría siendo así. Grondona no pensó lo mismo.
En el caso de la Primera División, Grondona les prometió a los dirigentes de Boca y River mantenerles los porcentajes que recibían anteriormente como una forma de lograr el apoyo de esos dirigentes para el nuevo contrato. Pero los directivos de los clubes no denominados grandes luchan hoy para cambiar las condiciones del reparto del dinero. Hasta 190 millones de pesos, se respetarían los porcentajes anteriores. Pero de 190 a 415 millones, se repartirían en partes iguales entre los 20 equipos de Primera.
Para intentar solucionar esta lucha de intereses, los representantes de los cinco clubes grandes (Boca, River, Racing, San Lorenzo e Independiente), más Vélez, llegaron el lunes a la AFA y le dejaron a Julio Grondona su proyecto para el nuevo reparto del dinero de la televisión. Estas instituciones pretenden incrementar en 85 millones los ingresos para la Primera División, para llegar de 415 a 500 millones, y quedarse esos 6 clubes con el 50 por ciento del total del dinero recibido. Para aumentar los ingresos, buscarían una quita en lo que recibe el ascenso y pagar menos por los operativos de seguridad. Boca y River sostienen por lo bajo que cuentan con ofertas de cadenas extranjeras que les ofrecen comprarle los derechos de sus partidos por mucho más dinero del que reciben actualemente.
El próximo domingo, el clásico entre River y Boca se verá por televisión abierta en una gran parte del país. Es una suerte para los hinchas de los clubes más grandes, ya que el 80 % de ellos pertenece a los estratos sociales más bajos y probablemente muchos de ellos no podrían pagar por el viejo sistema codificado. Pero parece que sus dirigentes están más preocupados por otras cosas.
Muy buena nota, che. A mí también me llama la atención que sólo haya publicidad oficial. Espero que se abra el juego pero con presencia fuerte del Estado.
ResponderEliminarSalute y te dejo mis blogs:
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