Finalmente fueron más de 30 mil los hinchas que colmaron ayer el Estadio Olímpico de Córdoba para ver la victoria de la Selección Argentina ante Ghana por 2 a 0. Entradas regaladas por los medios locales, puertas abiertas a la hora del partido y llegada en masa de las barras bravas de los equipos cordobeses completaron la capacidad de un escenario que probablemente hubiera estado al 50 % si no fuese por la generosidad de la organización. Pero todo forma parte de lo que es hoy la Selección Argentina de fútbol: en el quinto puesto en las Eliminatorias, con un cuerpo técnico que genera más dudas que certezas, con disputas internas entre sus miembros, enfrentando con jugadores del fútbol local a un rival menor como Ghana, que vino con jugadores suplentes.
En ese contexto, el equipo de Maradona mostró un nivel interesante, con buen manejo del balón y muchas llegadas al arco rival. Palermo marcó dos goles y se mostró en gran nivel, bien acompañado por Bolatti, Enzo Pérez y Hauche. Ghana dejó jugar a los argentinos y casi no generó situaciones de gol. La mirada del arquero africano en el gol de cabeza del delantero de Boca, casi con admiración, y las fotos que los integrantes del plantel africano le pidieron a Maradona en pleno segundo tiempo son muestras de un partido que no tuvo equivalencias entre los equipos. El técnico argentino pudo observar algunos jugadores para los decisivos choques ante Perú y Uruguay y el pueblo cordobés disfrutó de la jerarquía de muchas de las estrellas del fútbol local, cosa que no sucede a menudo ya que la provincia no cuenta con un equipo en Primera División.
El ciclo de Maradona muestra un claro contraste entre partidos amistosos y oficiales. Por los puntos (esto es, eliminatorias), el DT perdió 4 encuentros y ganó 2. Los amistosos muestran otro panorama, con 4 victorias en igual cantidad de partidos. Con tanta competencia que disputan los jugadores en sus equipos y en sus selecciones, el valor de los amistosos se ha vuelto excesivamente relativo. No hay tiempo para practicar (el equipo que jugó ayer sólo realizó dos entrenamientos), no son cedidos muchos futbolistas por tener compromisos en sus clubes (aquí faltaron los de Vélez por ejemplo) y muchas veces el rival ni siquiera presenta su mejor formación. Probablemente, los que están en la cancha probablemente se tomen las cosas en forma amistosa. Sin embargo, a un equipo que todo le cuesta mucho como el argentino, desde defender correctamente hasta marcar goles, no es menor conseguir una victoria como la de ayer con un buen nivel de juego, aunque se trate de un rival menor.
Esta selección de Maradona no puede luchar contra los calendarios apretados ni contra lo clubes poderosos que se llevan a los mejores jugadores argentinos al exterior. Su misión es más humilde pero no menos importante: ganarle a Perú y Uruguay y conseguir su clasificación al Mundial. Algunos jugadores serán los mismos que ayer jugaron ante Ghana. Otros vendrán desde el viejo continente. Todos, junto al cuerpo técnico, deberán estar a la altura de lo que se está jugando y poner a la Argentina en Sudáfrica.
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