Borussia Dortmund, campeón y modelo de gestión

Los futbolistas del Borussia Dortmund festejan el título
El Mundial 2006 fue un gran acontecimiento para Alemania. Nuevos estadios, grandes obras de infraestructura y un país que se encolumnó detrás de un equipo joven, que finalmente quedó en el caminó ante Italia en semifinales. Sin embargo, aquel torneo casi lleva a la ruina al Borussia Dortmund, que remodeló su estadio para el torneo, llamado entonces Westfalenstadion, lo que le provocó una catástrofe financiera. El club estuvo al borde de la quiebra, con una deuda superior a los 60 millones de euros. Seis años después, el Borussia Dortmund se consagró bicampeón de la Bundesliga, con un estadio colmado por más de 80 mil fanáticos. Días atrás, el director general, Herr Watzke, había anunciado que a raíz del aumento de los ingresos en los últimos meses, el equipo, que cotiza en bolsa desde hace 12 años, había decidido repartir los beneficios entre sus accionistas.

El enfrentamiento entre el Dortmund y el Bayern Múnich del 11 de abril pasado fue la virtual final del campeonato alemán. El Borussia consiguió el triunfo en los pies de su goleador Robert Lewandowski y en la manos de su arquero Roman Weidenfeller, que le atajó un penal al holandés Arjen Robben sobre el final y aseguró la victoria del Dortmund, que tiene en sus filas al argentino naturalizado paraguayo Lucas Barrios. La victoria elevó las acciones del equipo un 7,72%, a un valor de 3,015 euros, alcanzando su máximo valor histórico. Desde el año 2000, el Borussia es el único equipo alemán que cotiza en el mercado de valores.

El sábado pasado, dos fechas después del triunfo ante el Bayern, el Dortmund derrotó al Borussia Mönchengladbach por 2 a 0 y se aseguró el título de una liga que promedia un 92% de ocupación en sus estadios, el más alto de Europa, delante de Inglaterra (90 %) y España (74 %). La Bundesliga lleva un promedio de 42.690 aficionados por partido, mientras que Inglaterra alcanza los 35.283, España suma 29.128, y más atrás aparecen Italia y México, con poco más de 20.000 espectadores por partido.

El precio medio de los tickets en la Bundesliga no supera los 15 euros, con equipos que incluso ofrecen boletos a 6 euros. Estadios llenos y sin violencia, con sanciones que resultan sorprendentes por lo rigurosas. A comienzos de abril, el Dortmund prohibió a varios aficionados acceder al estadio durante tres años como sanción por desplegar una pancarta homófoba durante un partido ante el Werder Bremen. Además, el club fue sancionado con una multa de 20.000 euros por la Federación Alemana.

Pero los números no sólo son exitosos en las boleterías. La semana pasada, la Liga Alemana de Fútbol anunció el nuevo contrato por los derechos de televisión de 2013 a 2017 del campeonato de primera división. Los clubes recibirán 628 millones de euros por temporada, un 50 % más que el anterior convenio firmado en 2008, cuando cobraban 412 millones al año.

Las tribunas completas del estadio Signal Iduna Park. 
El reparto del dinero es el más democrático de las ligas más importantes de Europa. Se toma en cuenta los años del equipo en la máxima categoría y las clasificaciones en los últimos cinco años. Incluso se abona un plus de 4 millones por el título y hasta un bonus por jugadores convocados a la selección. Las economías de los clubes no presentan hoy grandes deudas y hasta existe una norma que obliga a mantener el 51 por ciento de la propiedad en manos de los socios, lo que impide el desembarco de magnates extranjeros. Ese es el modelo de organización que consagró al Dortmund.

En 2011, Nuri Sahin, entonces jugador del Dortmund, fue fichado por el Real Madrid por poco más de diez millones de euros. Entonces, la cifra que se consideró escasa teniendo en cuenta su buen rendimiento en la Bundesliga. En España, se afirmó en voz baja que entonces el Dortmund no tuvo muchas opciones de negarse al traspaso, ya que le debía millones a la empresa constructora Hochtief, por la remodelación de su estadio para el Mundial 2006. Hochtief pertenece al grupo constructor ACS, que preside Florentino Pérez, presidente del Real Madrid. Los intereses cruzados le jugaron una mala pasada al equipo alemán.

El estadio del Dortmund lució lleno a tope durante buena parte de la liga, con más de 80 personas en las gradas. Lejos quedaron los tiempos de crisis, cuando el Westfalenstadion fue vendido a un fondo de inversión inmobiliario para saldar deudas. En 2006, un préstamo de de 75 millones de euros permitió recomprar el estadio, que hoy lleva el nombre de Signal Iduna Park a cambio de 4 millones de euros al año.

En su estadio reside una buena metáfora de la historia reciente del Borussia Dortmund, ayer en crisis y hoy modelo de gestión, que por suerte en ciertas ocasiones encuentra su premio deportivo.

1 comentario:

  1. No hay que tener a los mejores jugadores, sino a aquellos que sepan crear un grupo. El Borussia lo tiene.

    Saludos desde La Escuadra de Mago

    Si quieres, puedes ver la tercera y última entrega de las entrevistas por mi tercer aniversario!!

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