Imágenes de la Carrera de Miguel 2012

Miguel Sánchez

No es fácil levantarse un domingo antes de las 8 de la mañana. Pero a veces el esfuerzo vale la pena, más por una causa tan noble. Correr por la memoria no es un ejercicio cotidiano. Pero la Carrera de Miguel se ha convertido en un clásico que mezcla los valores deportivos y el recuerdo de un pasado que se esfuerza por estar en el presente. “Miguel está aquí” decía un cartel exhibido antes del comienzo por uno de los corredores.

La prueba que homenajea al atleta, poeta y militante peronista desaparecido Miguel Sánchez largó desde la calle Miguel Sánchez, nueva denominación del tramo de Crisólogo Larralde desde la Avenida del Libertador hasta Lugones, en Buenos Aires. Las fotos de los desaparecidos colgadas junto a la largada, los murales con las fotos de Miguel y la presencia de los chicos de la agrupación La Garganta Poderosa dieron desde temprano un aire diferente al acontecimiento. Hay un ambiente distinto en la Carrera de Miguel, mezcla de deporte, esfuerzo, memoria, compromiso y militancia.

Al transitar a pie firme las calles de Buenos Aires, la competencia se revela como un grito amateur con los valores más puros del deporte, frente al evento corporativo en que se han convertido muchas de las carreras de calle en la Ciudad de Buenos Aires, donde las marcas desfilan a lo largo del circuito y allí en el medio cruzan los corredores. Donde las megaempresas acuerdan con el patrocinador de turno para facilitar atletas que transiten por las calles con la misma remera sponsoreada y salgan en la foto panorámica.

En los días previos, se oyeron las quejas por el poco interés del Gobierno de la Ciudad en difundir y promocionar la carrera. La edición del domingo, con más de 3.000 corredores, demuestra que si el Jefe de Gobierno Mauricio Macri no le da difusión y contenido y sólo lo hace por obligación, será la sociedad civil la que deba hacer la obra. Los chicos de La Gargante Poderosa, las instituciones de derechos humanos, los corredores y todos aquellos dispuestos a sostener un espacio de deporte y memoria como un ejercicio constante deberán hacer su trabajo. En la entrega de premios, mientras los chicos de La Garganta cantaban contra el Jefe de Gobierno, Martín Sharples, atleta con capacidades diferentes, pidió que le transfieran la carrera con recursos a los luchadores sociales.

Mientras se transitan los 8 kilómetros de la Carrera de Miguel, al ver a los jóvenes volver del boliche o a las familias desayunado en los balcones, uno recuerda que existe una vida más cómoda que levantarse un domingo a las 8 de mañana para un esfuerzo deportivo. Pero no siempre es mejor tener una vida más cómoda. Miguel Sánchez no la tuvo y dejó su legado. Ese legado que estaba en cada corredor de la Carrera de Miguel.

Aquí un informe sobre la Carrera de Miguel 2012: