No importa ya (Di Zeo – Martín y la última parábola de la violencia del fútbol argentino)

La tribuna del estadio de Unión sin la barra
No importa ya si los grupos de Rafael Di Zeo y Mauro Martín se enfrentaron en Santa Fe o en Buenos Aires. No importa ya quien atacó primero a quien. No importa si los heridos son de uno u otro bando. No importa el último discurso que instiga a terminar con este flagelo y a erradicar “a los violentos del fútbol”. No importa el último discurso que se saca el problema de encima y acusa a otro por ser el violento.

Sin muertos en su haber, el enfrentamiento del último sábado entre los grupos de Mauro Martín y Rafael Di Zeo, que luchan por el liderazgo de la hinchada de Boca, es una muestra de las prácticas violentas de los grupos de hinchas organizados modernos en Argentina, ampliamente repetidas: una pelea distante de los estadios, con armas de fuego, hinchas de un mismos equipo enfrentados por un cargo que garantiza un cuantioso botín. Hasta la complicidad de los dirigentes se hizo presente en los hechos, cuando el grupo de Di Zeo dijo a la policía que no tenían entradas para el partido ante Unión pero que las recibirían más tarde de un dirigente del club.

Cualquier circunstancia en relación al hecho puede rastrearse en el pasado. “Una increíble escena de guerrilla” escribió el periódico italiano Il Mattino, para describir otro enfrentamiento en una ruta argentina entre dos hinchadas de fútbol. Sucedió el 20 de abril de 2003, cuando las hinchadas de River y Newell´s se cruzaron en plena Ruta 9. Aquella batalla le costó la vida a Claudio Puchetta y Claudio Ponce, del bando rojinegro.

Los discursos de indignación, de barras bravas como delincuentes y bestias, de eliminación de las lacras, es el discurso dominante desde que las barras existenten. "Hay que proponerse sacar a los responsables de la violencia de los estadios, y se hace entre todos", lo actualizó esta vez el Senador y Presidente de Quilmes Aníbal Fernández. En 1990, el Presidente Carlos Menem dijo que estaba decidido a terminar con las “barras bravas” “sí o sí” y los trató como bestias. Julio Grondona afirmó ese año, tras la muerte del hincha de boca Saturnino Cabrera: “Los dirigentes somos los primeros que tenemos identificados a los integrantes de las ´barras bravas´, junto con la policía y el periodismo, y asumimos nuestra responsabilidad para erradicarlos definitivamente de las canchas”. Los discursos se repiten hace años y los resultados en la práctica son los mismo.

En 1990, el gobierno de Menem implementó el derecho de admisión en el fútbol. Los dirigentes debían pararse en la puerta de los estadios y señalar quienes no podían ingresar por ser barrabravas, pero nada de eso sucedió, porque los directivos no aceptaron el reto. Hoy, el derecho de admisión está digitalizado y un dedo puede dejar a los hinchas fuera del estadio. La presidente Cristina Kirchner llamó ayer a los clubes a entregar las lista de los barras para impedir que ingresen.

Pero la peor parte de esta nueva secuencia es quizás la premisa mayor: suponer que es necesario erradicar a 100 o 200 barras para solucionar el problema de la violencia del fútbol argentino. El reciente documento titulado “Propuestas de acción e intervención para la construcción de una seguridad deportiva” define como pocos la necesidad de dejar de lado el discurso represivo y exterminatorio que reproducen buena parte de los medios masivos y la necesidad de construir entre distintos sectores eventos deportivos seguros en el largo plazo.

Porque la verdadera violencia en el fútbol no es la de Di Zeo y Martín, mercenarios que dirimen sus asuntos fuera de toda ley. La verdadera violencia que se vive en el fútbol argentino responde a múltiples causas: una organización institucional deficiente; una policía mal preparada y mal organizada para prevenir; la cultura del honor como valor supremo, que no da lugar a la derrota; la violencia como capital simbólico y fuente de negocios; la relación de apoyo y connivencia entre barras y dirigentes deportivos, políticos, jugadores, entrenadores y empresarios privados; la organización del acontecimiento deportivo como intrínsecamente peligros, con vallas, caballos y alambrados; los estadios deficientes, descuidados, mal iluminados, con hacinamiento para los concurrentes; la legitimación por parte de los hinchas de las actuaciones de su propia hinchada, muchas veces violentas e ilegales.

El sábado fueron Di Zeo y Martín, barras devenidos persones mediáticos mientras dirimen sus negocios ilegales privados. Mañana serán otros. No importa ya. Importan las planificaciones a largo plazo; la necesidad de correrse del discurso exterminador; la preparación de trabajos interdisciplinarios; la imperiosa necesidad de reconocer a los distintos actores responsables de la violencia, que no son sólo los barras bravas; el análisis de las causas que posibilitan que las prácticas violentas se llevan a cabo en los estadios para intentar cambiarlas. Eso es lo que importa.

Millones que vienen y van (o la Liga Española en tiempos de crisis)

Dani Alves festeja un gol frente a la cámara de televisión
El empate entre el Levante y el Atlético de Madrid por la primera fecha de la Liga Española el pasado domingo encierra varias metáforas detrás de sí. El encuentro se jugó a las 11 de la noche por pedido expreso de los dueños de los derechos de televisión, pese a las protestas de ambos equipos. En la Liga pasada, el Levante fue quinto y el Atlético sexto, pese a que los colchoneros contaron con un presupuesto cinco veces mayor. Hoy, los equipos de la Liga Española deben 752 millones de euros en impuestos y 3.500 millones al total de sus acreedores. Semejantes cifras se hicieron sentir en el deprimido mercado de fichajes. Mientras tanto, por primera vez, una de las ligas más importantes del mundo como la española jugará sus partidos en 10 bandas horarias distintas, para adecuarse a las demandas televisivas.

La Liga Española es un campeonato de fútbol, no una competencia por el mejor presupuesto económico. Pero números equilibrados y compromisos cumplidos en tiempo y formas garantizan un campeonato más justo y un juego más limpio. No fue eso precisamente lo que ocurrió en último año.

En la Temporada 2011/12, el Villarreal y el Sporting de Gijón, dos de los tres equipos que perdieron la categoría, no presentaban deudas impositivas. Sin embargo, el Rayo Vallecano, el Betis y el Zargoza, tres equipos que se mantuvieron en Primera, se encuentran en concurso de acreedores, lo mismo que el Racing, que descendió a Segunda. Mientras luchaba por la permanencia y hacía equilibrio para saldar las deudas, el Zaragoza compró al arquero Roberto en 8 millones de euros, a través de aportes privados. El portero resultaría clave para mantener la categoría.

Falcao levanta el trofeo de la Europa League
Comportamiento similar tuvo el Atlético Madrid, que pese a deber 155 millones de euros sólo en impuestos, gastó a comienzos de temporada 40 millones en el fichaje del colombiano Falcao, decisivo para la conquista de la UEFA Europa Legue. Un reciente plan obliga a los clubes a garantizar el pago de las deudas con el dinero de la televisión.

Mientras tanto, el Real Madrid y el Barcelona jugaron su Liga aparte, donde los merengues se quedaron con el titulo a 20 puntos distancia al tercero, que fue el Valencia. Lo mismo sucederá en esta campaña.

En el mercado de pases, ocho equipos no gastaron ni un euro en fichajes. En el verano de 2009, los 20 equipos de Primera compraron futbolistas por 470 millones; en 2010, por 262; en 2011, por 350; esta vez, los desembolsos apenas pasaron los 80 millones. Jordi Alba y Song, fichados por el Barcelona, se destacan como nombres importantes, pero lejos de las estrellas como Cristiano Ronaldo, Ibrahimovic, Özil y Falcao, que allegaron a España en las últimas temporadas. El Real Madrid sólo compró a Borja García a cambio de 1,5 millones y lo cedió al Castilla.

Lo paradójico del panorama es que la Liga Española comienza a convertirse lentamente en exportadora de futbolistas. Cazorla abandonó el Málaga para marcharse al Arsenal, Borja Balero jugará en la Fiorentina y Álvaro Domínguez se fue del Atlético Madrid al Borussia Mönchengladbach. El caso de Javi Martínez es un fiel reflejo de la situación actual. El mediocampista vasco era pretendido por el Barcelona, pero los catalanes se negaron a pagar los 40 millones de euros pretendidos por el Athletic de Bilbao. El Bayern Múnich sería el próximo destino del jugador.

El Málaga es un reciente coloso quien se ajustó como nadie. El club fue comprado por el jeque qatarí Abdullah bin Nasser Al Thani en 2010. A partir de entonces, multiplicó su presupuesto por seis, de 25 a 150 millones de euros, convirtiéndose en el tercero en gastos detrás del Real Madrid y el Barcelona. Sólo antes de la temporada pasada gastó 60 millones en fichajes.

Abdullah bin Nasser Al Thani, dueño del Málaga
El plan dio resultado, ya que el equipo terminó cuarto y se clasificó para la Champions League. Sin embargo, el jeque anunció antes del comienzo de la liga que no aportaría más dinero y que la institución debería vivir con recursos genuinos. Así es como el club no gastó ni un solo euro en fichajes y vio salir a Cazorla y otras figuras, como símbolo del ajuste de su plantilla. Son los riegos de vivir bajo la voluntad de una persona, que abre el grifo del dinero y lo cierra a su antojo.

Mientras España se ajusta, otras ligas la han pasado mejor este verano. Los equipos de la Premier League inglesa gastaron 313 millones en fichajes. La Serie A de Italia desembolsó 281 millones, mientras que los equipos franceses invirtieron 198 millones, centralizados en los 140 salidos de las arcas del París Saint Germain. El equipo parisino cuenta con un jeque fiel que todavía está dispuesto a gastar millones, que le permitieron comprar recientemente al sueco Zlatan Ibrahimovic.

Las ligas siguen a veces a las economías de sus países. Pero otras veces, los mecenas aportan fondos para convertir a equipos modestos en conjuntos de primer orden. Burbujas que a veces resultan y otras veces explotan. En tiempos de crisis y ajustes, queda el fútbol, con sus múltiples bandas horarias, para disfrutarlo a toda hora.

Salarios, impuestos y la economía del París Saint Germain

Ibrahimovic en su presentación en el París Saint Germain
El empate 2 a 2 ante el Lorient no fue el inicio de liga soñado. Tras gastar 215 millones de euros en fichajes, el jeque qatarí Hamad Al-Thani espera una temporada que asegure títulos para el París Saint Germain. A Zlatan Ibrahimovic, su última adquisición a cambio de 25 millones, marcó dos goles de su equipo, como para empezar a devolver la fortuna que se invirtió en él. El sueco y los millones que cobrará generaron tanta euforia entre los hinchas parisinos como críticas, incluso desde las más altas esferas del poder, en una sociedad inmersa en recesión económica, con desocupación en aumento.

El pasado martes, el presidente François Hollande cumplió 100 días al frente del gobierno francés. El primer mandatario debió afrontar las revueltas ocurridas en Amiens, una ciudad del norte país, donde cientos de jóvenes se enfrentaron con la policía en la noche del lunes, con un resultado de 16 heridos y saqueos en edificios públicos. Pocos días antes, miembros de su gabinete criticaron públicamente la llegada de Ibrahimovic al PSG.

Las cifras son astronómicas, irracionales, y dan una imagen de lo más deplorable del fútbol de hoy, la falta de regulación y los déficits que se acumulan a nivel europeo” dijo públicamente la Ministra de Deportes, Valérie Fourneyron. Jérôme Cahuzac, Ministro de Presupuesto, agregó: "En un momento en que todo el mundo se está apretando el cinturón, estas cifras no son impresionantes, son indecentes".

El sueco es un eslabón más en las inversiones millonarias que ha realizado en el club parisino el consorcio Qatar Investment Authority, que administra los millones de la explotación de los yacimientos petrolíferos y de las reservas de gas natural del gobierno de Doha. Desde que aterrizaron en París en 2011, al adquirir el 70 % de las acciones del equipo, los qataríes ya desembolsaron 215 millones de euros tan sólo en fichajes. En la lista se cuentan Maxwell (4 millones), Alex (5), Motta (11,5), Gameiro (11), Menez y Matuidi (8), Sissoko (7), los argentinos Javier Pastore (42) y Ezequiel Lavezzi (30), Verratti (12), Thiago Motta (10), Thiago Silva (40) e Ibrahimovic, cuya operación se cerró en 25 millones. Mientras tanto, el club recibe 1,5 millones de euros de la alcaldía de París y el gobierno aporta 10 millones para la renovación del estadio Parque de los Príncipes.  
El presidente de Francia,  el socialista François Hollande
Pero además de las cifras astronómicas de los traspasos, realzadas en un contexto europeo de crisis económica, lo que encendió la mecha esta vez fue el salario del delantero sueco, que tendrá garantizados 15 millones de euros al año, el sueldo más alto pagado jamás en la Ligue 1.El fichaje y sus condiciones se producen mientras Hollande estudia la instauración de una tasa del 75% de impuestos a las rentas superiores al millón de euros anueles, medida que podría efectivizarse en los próximos meses.

Poco importa estos a los qataríes, que han invertido millones en suelo francés de la mano del ex presidente Nicolás Sarkozy. Primero se inclinaron por la construcción, adhirieron su nombre a eventos deportivos como el Tour de France, compraron los derechos de televisión de la liga y finalmente desembarcaron directamente en el fútbol, a través del PSG.

Los petrodólares de oriente le permitieron al París Saint Germain convertirse en un coloso. El club fue fundado en 1970 ya que la capital francesa no contaba con ningún equipo en los primeros planos y sólo cuenta con dos Ligas de Primera División y una Recopa de Europa. Hace pocos años, con presupuestos inferiores, peleaba los puestos de descenso.

En 2011, la Cámara de los Comunes del Reino Unido estudió el problema de las deudas de los clubes del país y acusó de “dopaje financiero” a los equipos que paliaban sus déficits con préstamos internos. En el mismo sentido, Micheal Platini, titular de la UEFA, intenta encauzar a los clubes en economías sustentables, para que puedan solventarse con sus propios recursos. El PSG va en otra dirección, con dineros foráneos y un presupuestos sostenidos a golpes de inyección de dinero.

A Mino Raiola, agente de Ibrahimovic, no le importan esas cuestiones, ya que comparó los controles que intenta establecer la UEFA con "la Unión Soviética". Mientras tanto, Nasser Al-Khelaïf, presidente del PSG, cumple con las promesas que hizo al asumir hace poco más de un año: “Este club estará en lo más alto dentro de tres años”.
Aquí los goles y las mejores jugadas de Zlatan Ibrahimovic ante el Lorient, por la primera jornada de la Ligue 1 2012/13:

 

Los legados de los Juegos Olímpicos de Londres 2012

“Los Juegos Olímpicos no son unos simples campeonatos mundiales, sino la auténtica fiesta cuadrienal de la "primavera humana", la fiesta de los esfuerzos apasionados, de las ambiciones múltiples y de todas las formas de actividad juvenil de cada generación cuando aparece en el umbral de la vida”

Barón Pierre de Coubertin, creador de los Juegos Olímpicos 


¿Será Michael Phelps y sus 22 medallas? ¿Usain Bolt y su increíble velocidad? ¿La magia de los basquetbolistas de la NBA? ¿La perfección de los gimnastas chinos? ¿La increíble superioridad de Gran Bretaña en el ciclismo de pista? ¿El oro de Andy Murray en Wimbledon? ¿O la dignidad de Roger Federer en la derrota? ¿La participación de Oscar Pistorius, el primer doble amputado que participa en una prueba de atletismo? ¿O las lágrimas de Félix Sánchez, ganador a los 34 años en 400 metros?

Los Juego Olímpicos de Londres encendieron muchos reflectores en poco tiempo. Sorpresa, emoción, adrenalina, incertidumbre y admiración fueron algunas de las sensaciones que despertó todo el universo del deporte concentrado en poco más de dos semanas. Todo un símbolo de una práctica creada y desarrollada por el hombre capaz de maravillar a la propia especie.

“La cultura se funda en el juego noble” dice el historiador holandés Johan Huizinga, impulsor del juego como fuente y forma de cultura en la sociedad. El juego puesto al alto rendimiento implica nobleza pero también compromisos y obligaciones. Detrás de cada medalla entregada en Londres existen historias de esfuerzo y superación para lograr el objetivo ansiado. 

Michael Phelps, el máximo ganador de la historia de los Juegos.
Michael Phleps alcanzó en Londres el título de máximo ganador de la historia de los Juegos. El norteamericano es ya una leyenda y una atleta de aquellos que trasciende su deporte y lo hace mejor, más competitivo, atrapante y llamativo. Pero además, es un símbolo de esfuerzo y competitividad, del afán de ser mejor cada vez y no conformarse con los logros conseguidos. 

Su contrato con la marca Speedo, rubricado en 2003, le permitió a Phelps convertirse en deportista profesional y concentrarse exclusivamente en la natación. Según contó a la prensa su entrenador Bob Bowman, entre Sidney 2000 y Beijing 2008, Phelps completó 5.000 sesiones de entrenamiento donde nadó más de 30.000 kilómetros, casi la totalidad de la circunferencia de la Tierra. Se despidió del alto rendimiento en Londres 2012, con 18 medallas de oro, dos de plata y dos de bronce, más que nadie en la historia.

“Me rompo el culo entrenando cada día, vomito, tengo migrañas ¿Por qué debería dejar que alguien me gane si trabajo tan duro?" dijo el año pasado Usain Bolt, para desmentir escaso apego a los entrenamientos para las competencias. El jamaicano volvió a asombrar al mundo con sus victorias en 100 y 200 metros y en la posta 400X100. Se consagró como el símbolo del atleta 2.0, alegre, carismático, divertido y veloz como nadie, capaz de dispararse al futuro en cada zancada que da en la pista. Como Phelps, es otro deportista que trasciende su disciplina y hace mejor a los Juegos.

Usain Blot, festeja una de sus tres medallas doradas. 
Phleps y Bolt son los mayores símbolos de estos de estos Juegos Olímpicos modernos, universales, gigantescos, majestuosos, multitudinarios, profesionales. Según los números oficiales, Londres 2012 contó con 4800 millones de telespectadores. Se alcanzaron 100.000 horas de programación, más que las 61.000 de Beijing 2008. Por primera vez en la historia, la audiencia de internet y teléfonos celulares superó a la televisión. Tras algunos problemas con las entradas en los primeros días, con asientos vacíos, luego los estadios lucieron llenos. La organización fue muy buena, a la altura del acontecimiento. Pese a las tensiones previas, no hubo incidentes.

En el libro “El deporte en Occidente”, el historiador español José Luis Salvador escribe: “En los Juegos Olímpicos Modernos, el contenido lúdico del deporte fue copado por la industrialización y la mercantilización, en el marco del libre mercado. El deporte hoy es universal por eso y ése es su mayor rasgo, más que otros valores que proponía Coubertin como la religión, la tregua universal, la nobleza, la selección, el mejoramiento ontogenético y filogenético, la caballerosidad y la belleza espiritual”. Además de Bolt, Phelps, Pisorius, Murray, Federer y Félix Sánchez, Londres 2012 también escondió otras historias lejanas a la nobleza que rescataba Huizinga y soñaba Coubertin.

Dos parejas de Corea del Sur y fueron eliminadas en Bádminton por intentar perder deliberadamente sus partidos para evitar cruces difíciles en la siguiente fase. El ciclista británico Philip Hindes, admitió haberse tirado a propósito para poder repetir la salida tras un inicio fallido. La remera alemana Nadja Dyrgalla renunció a su participación en los Juegos tras una fuerte polémica a raíz de su relación de pareja con Michael Fischer, ex candidato oficial del Partido Nacional Demócrata de Alemania (NPD), que representa a la ultraderecha germana. Voula Papachristou, atleta griega que competiría en salto triple, fue expulsada por su federación luego de escribir en su cuenta de Twitter: "Con tantos africanos, al menos los mosquitos del Nilo Occidental comerán comida casera". Betty Heidler, lanzadora de martillo de Alemania, fue perjudicada por una falla inédita en el software de medición y debió conformarse con la medalla de bronce.

Sin embargo, en la balanza de Londres 2012, brillarán con más fuerza las grandes hazañas deportivas y el espíritu de esfuerzo y superación, reflejado en los 44 récords mundiales que se batieron. “La verdadera cultura exige siempre y en todos los aspectos el Fair Play” escribe Huizinga, para mostrar cómo los diferentes sectores de una sociedad pueden aprender de los juegos. El deporte tampoco debe perder esos valores ni sus raíces profundas, como escribe Huizinga: “Para poder desarrollar su cualidad máxima de estilo y de dignidad, la cultura no puede perder este contenido lúdico”. Londres 2012 nos deja buenos motivos para conectarnos con ese espíritu.

El Torneo Inicial o el éxito por el camino más corto

Las marchas y contramarchas que tuvo la restructuración de los campeonatos de fútbol de la Argentina es una buena síntesis de quienes conducen y de la forma en que lo hacen. Tras un intento fallido de un torneo de 40 equipos, una comisión ad hoc postuló una suerte de "Superliga", que preveía una primera rueda todos contra todos entre los 20 equipos de primera. Los 10 primeros se clasificarían a una segunda ronda por el título y los diez últimos jugarían con los 10 primeros de la B Nacional para mantener la categoría.

Ante la falta de quórum para este modelo, se elevó otra propuesta, que proponía un esquema de 22 equipos, sin promociones, con promedios y tres descensos por año. Finalmente, en mayo pasado se aprobó un torneo con un sistema mixto entre torneos cortos de 19 fechas y uno largo de 38. Se rebautizaron los torneos semestrales como Inicial y Final, con 20 equipos, y se mantuvieron los tres descensos, por promedio y sin promociones. Los ganadores de los dos torneos se enfrentarían en una final para decidir el campeón.

Pero la historia incluía un último capítulo. Finalmente, hace pocos días, a menos de una semana del comienzo del torneo oficial, el Comité Ejecutivo de la Asociación del Fútbol Argentino acordó reconocer como campeones a los ganadores del torneo Inicial y Final de Primera División, más un "Supercampeón" que surgirá del partido entre los dos vencedores.

Los cambios que necesita el futbol argentino decididamente son más profundos que la restructuración de sus campeonatos. Finalmente, los cambios son insignificantes, pero las marchas y contramarchas exponen los procedimientos obsoletos y la falta de planes concretos para elegir la mejor opción. Muchos equipos no querían un torneo largo para tener más posibilidades de salir campeones. Es más fácil celebrar en 19 fechas que en 38. Ese fue el criterio que prevaleció para tomar la decisión final.

Más allá de las discusiones de escritorio, los antecedentes deportivos no son alentadores. Arsenal, el último campeón, se consagró con 38 puntos. Newell´s, ganador en 2004 con 36 unidades, fue el único vencedor de un torneo corto con menos puntos que el consagrado Arsenal. El campeón anotó sólo 30 goles en 19 partidos. Once equipos sobre 20 cambiaron a sus entrenadores en el último campeonato, en tan solo 19 fechas, lo que iguala el récord negativo del Apertura 2007. Las estadísticas actúan como símbolo del pobre espectáculo futbolístico que se ve diariamente en los estadios argentinos.

Pero lo números rojos no se ven sólo sobre el césped. Los clubes argentinos deben más 1300 millones de pesos, entre los se suman 542 millones a la Asociación del Fútbol Argentino y 275 millones a la AFIP, el ente oficial que recauda los impuestos. Mientras tanto, el estado pagará 825 millones de pesos por los derechos televisivos, para que los partidos se vean gratis por todo el país. Recientemente, el Banco Nación, otro organismo del estado argentino, aprobó un préstamo de 230 millones para los clubes, que cobran del estado por una ventanilla y cancelan sus impuestos adeudados con ese dinero. Reciben y pagan en el mismo lugar.

En la última reunión del Comité Ejecutivo de la AFA, el presidente Julio Grondona sugirió controlar el gasto, ante la atenta mirada del senador oficialista y presidente de Quilmes Aníbal Fernández. Pero poco pasará. El descontrol presupuestario no merece castigo y se solapa con préstamos de la Asociación, de los bancos estatales o con concursos de acreedores.

Mientras tanto, las instituciones sólo equilibran su presupuesto con transferencias al exterior, aunque en este libro de pases quedó claro la crisis mundial ha mermado el dinero foráneo. Sólo Patricio Rodríguez (de Independiente a Santos, en 4 millones de dólares) Juan Manuel Martínez (de Vélez a Corinthians, a cambio de 3 millones por el 50 %) Giovanni Moreno (de Racing a China por 10 millones, aunque el club argentina tenía sólo una porción del pase), Juan Insaurralde (de Boca al Spartak de Moscú en 4 millones) fueron traspasados al exterior por dineros considerables.

En estas últimas semanas, los contratos de todos los futbolistas fueron trasladados a pesos argentinos y los vínculos privados entre clubes y jugadores deberán ser presentados en AFA. Muchas veces, la solución para comprar nuevos valores aparece desde el capital privado, pero aprobantes rara vez muestran su verdadera cara. Llegan como mesías para clubes, que sólo desean contar con dinero para adquirir jugadores y hacer buenas campañas.

Sin embargo, las mayores discusiones no pasan por lo temas de fondo, sino por los éxtios deportivos urgentes. Ganar partidos, pelear arriba, evitar el descenso, los insultos, la violencia en las tribunas propias, cualquier medio parece posible para alcanzar tales objetivos. Las marchas y contramarchas en la reorganización de los torneos se inscribe en esa lógica: llegar al éxito con el camino más corto.

Londres 2012 y los modelos del deporte


La nadadora china Ye Shiwen
“Inquietante, sospechoso e increíble”, dijo al periódico The Guardian John Leonard, director ejecutivo de la Asociación de Entrenadores de natación de Estados Unidos. Leonard formuló las críticas luego de las victorias de Ye Shiwen, una joven china de 16 años, que ganó con récord mundial la medalla dorada en los 400m estilos, con un tiempo que en los últimos 100 metros superó al del norteamericano Ryan Lochte en la misma prueba. Leonard descargaba suspicacias sobre los chinos, que consiguieron diversas medallas en un deporte como la natación, tradicionalmente dominado por Estados Unidos.

En los últimos años, gracias a un ambicioso plan de inversión y planificación deportiva, China ha disputado a Estados Unidos el dominio del deporte mundial. A su tradicional buen desempeño en deportes como bádminton, gimnasia, tiro, tenis de mesa y levantamiento de pesas, los orientales han comenzado a destacarse de un tiempo a esta parte en disciplinas como la natación, el boxeo y el remo, tradicionalmente ajenas. Las palabras de Leonard se inscriben en esta lucha de las potencias globales por destacarse también en el deporte.

Mientras impulsan los valores amateurs, de igualdad, compañerismo y competencia deportiva, los Juegos Olímpicos se han convertido también en un espacio donde los países disputan su poderío político y económico. La competencia fuera de la competencia, esto es, la disputa general entre países más allá de los enfrentamientos deportivos, adquirió gran importancia durante los años de la Guerra fría, cuando Estados Unidos y la Unión Soviética encontraron en los Juegos Olímpicos otro espacio donde dirimir el liderazgo mundial. Tras la caída de la URSS, los norteamericanos hicieron un monopolio del primer puesto del medallero desde Atlanta ´96.

El equipo chino de gimnasia, oro en Beijing 2008
Con vistas a Beijing 2008, China emprendió un ambicioso programa deportivo para reflejar en el medallero olímpico su creciente poderío económico. Desde 2001, cuando fue elegida como sede, el presupuesto anual para el Ministerio de Deportes se elevó hasta os 714 millones de dólares. Se construyeron 3.000 colegios deportivos donde se entrenaron cerca de 6 millones de personas. Además, se trabajó sobre 400.000 jóvenes que aspirarían a las medallas olímpicas. En 2008, en China, el 37 por ciento de la población de entre 7 y 70 años practicaba algún deporte y más del 60 por ciento de los habitantes de las ciudades participaban de actividades deportivas en los clubes. El deporte se integró al modelo de de desarrollo económico, con el estado como agente motor.

En 2008, los chinos lideraron el medallero con 51 medallas doradas, 15 más que los norteamericanos, que cedieron el primer lugar del podio tras tres Juegos Olímpicos consecutivos. Los asiáticos multiplicaron por 10 las medallas doradas conseguidas en Seúl ´88. Según el total de dinero invertido en los planes deportivos, cada medalla de China tuvo un costo de 102 millones de dólares.

Sin embargo, la presencia en el medallero no necesariamente indica el lugar que la práctica deportiva ocupa en la sociedad de cada país. En Beijing, Noruega se ubicó en el puesto 21 del medallero, con 3 preseas de oro y 10 en total. Adelante, aparecieron países como Jamaica, Kenia y Bielorrusia.

El país escandinavo no luce excesivamente en las grandes citas, pero el deporte está plenamente integrado en la vida de sus habitantes. En Noruega, el estado le asigna a cada habitante el derecho a la práctica deportiva. La inversión es acorde, con cientos de clubes y espacios deportivos, a los que se accede por valores accesibles, construidos para dar forma y práctica a la letra. Los noruegos son, según la Comisión Europea, los habitantes del Viejo Continente que más tiempo pasan haciendo ejercicios físicos, con 13 minutos diarios. El deporte se integra dentro del modelo escandinavo de bienestar, el modelo elegido por estos países del norte de Europa para financiar y organizar sus sistemas de seguridad social, servicios de salud y educación.

El Barón Pierre de Coubertin
El filósofo e historiador Johan Huizinga, estudioso de los juegos y su influencia en distintos ámbito de la sociedad, designa a Inglaterra como la cuna del deporte moderno. Este modelo deportivo surgió en el siglo XVIII en disciplinas como el boxeo y el cricket, a los que se añadieron en el siglo XIX el fútbol, el tenis y el rugby, que dieron más importancia a la preparación atlética y la competición. Un deporte reglamentado, practicado en instituciones educativas, sirvió como forma de control de la violencia social, a la vez que impulsó prácticas pacíficas, higiénicas y de respeto a las normas.

Cierto espíritu prevalece hoy en Londres 2008 de aquellos colegios de la alta sociedad inglesa que promovieron el deporte moderno e inspiraron al Barón Pierre de Coubertin para celebrar los Juegos Olímpicos de la era moderna. Gobiernos con planes sociales que favorecen la práctica deportiva entre sus habitantes también rinden honor Coubertin y llevan con ellos el espíritu del deporte.

Cumplidos casi la mitad de los Juegos, China y Estados Unidos pelean palmo a palmo el liderazgo del medallero. Si se cumplen las predicciones, los orientales se saldrán victoriosos de Londres. Muchos de los buenos efectos que tiene la práctica deportiva no lucen en el medallero de los Juegos Olímpicos, aunque buenos deportistas, con éxitos en la alta competencia, puede inducir la práctica de actividad física. Pero el deporte no es sólo la alta competencia, los mundiales, ni los Juegos Olímpicos. También es el esfuerzo y el sudor de miles de habitantes de cada países, compitiendo contra sí mismos en los clubes y parques de cada ciudad. Ellos juegan sus Juegos Olímpicos todos los días.