River deja atrás las tensiones y asciende a Primera

Trezeguet festeja el primer gol ante Almirante Brown
Las lagrimas de Matías Almeyda, de Fernando Cavenaghi, el rezo publico del final son símbolos de la tensión y el sufrimiento que acompañaron a River en su paso por la B Nacional. El descenso de la máxima categoría, un acontecimiento inédito en la historia del club, devino casi un calvario deportivo, donde el estado de ánimo, las presiones y las obligaciones de ascenso marcaron el pulso. A casi un año de su despedida de la máxima categoría, River venció 2 a 0 a Almirante Brown, se consagró campeón del torneo y se aseguró una plaza en Primera División.
Desde su llegada a la B Nacional, River se encontró con una categoría competitiva, con equipos de gran nivel y con otros con menos recursos, pero que veían en el conjunto millonario la posibilidad de jugar el partido de sus vidas y aparecer en las tapas de los diarios del día siguiente.

Pero más que las virtudes rivales, River padeció sus propias limitaciones futbolísticas, que le impidieron encontrar un once titular confiable para afrontar con seguridad el campeonato. Almeyda probó diferentes esquemas y cambió jugadores pero pocas veces encontró buenas respuestas a largo plazo. River termina el campeonato con 31 jugadores utilizados. Alexis Ferrero, Agustín Alayes, Mauro Díaz y Facundo Affranchino, hoy casi, en el olvido, son futbolistas que formaron parte de este equipo.

El rendimiento general dejó a un River con pocas posibilidades de generar juego, pelotazos a los delanteros como principal recurso de ataque y una defensa frágil cuando fue exigida, sobre todo en las pelotas paradas. River no fue un gran campeón. Afrontó la dureza de la temporada como pudo. Durante el campeonato, mejoró su equipo con nombres de peso como Trezeguet y Ponzio, pero nunca pudo conformar un verdadero conjunto.

Detrás del equipo, una institución con deudas millonarias, una barra brava dividida, la violencia latente en las tribunas y las calles, el estadio suspendido por incidentes. Y el ascenso como único destino posible para el técnico y los futbolistas. Ese fue el universo que dibujaron dirigentes, periodistas e hinchas. Todo lo demás seria poco y tendría consecuencias impredecibles.

“Estamos solos” dijo Alejandro Domínguez a la prensa, símbolo de un grupo que padeció más de lo que jugó, que tuvo al ascenso como una obligación más que como una consecuencia de su juego. Pocas veces desplegó en la cancha un juego verdaderamente superior a sus rivales.

El último partido ante Almeritnate Brown es una buena muestra de los fue el campeonato del equipo millonario. A la dificultad para crear juego le sumo nervios, pelotazos intrascendentes e imprecisiones al por mayor. Recién creo situaciones claras de gol cuando estaba en ventaja y así pudo asegurar la victoria. Pese a las dificultades, River fue el mejor de la B Nacional y se aseguró volver a Primera División. No es poca cosa para lo que vivió en la temporada.

Aquí los goles de David Trezeguet para River, en la victoria por 2 a 0 ante Almirante Brown, que aseguró el ascenso:


Las violencias del fútbol argentino


La violencia en el fútbol argentino no son sólo las barras bravas. La frase es una buena síntesis de los distintos discursos que se escucharon en la jornada denominada “Fútbol, Ciencias Sociales y Estado: Propuestas para una seguridad deportiva” realizada en la Universidad Nacional de Avellaneda el pasado martes 19 de junio. Allí, académicos, docentes y un miembro del organismo nacional a cargo de la seguridad en los espectáculos deportivos debatieron sobre esta problemática.

Las 8 víctimas fatales relacionadas con el fútbol pusieron nuevamente la cuestión de la violencia en los primeros planos de la prensa argentina. La valiente decisión del presidente de Independiente Javier Cantero de cortar cualquier vínculo con la barra de su club contribuyó a profundizar el debate y la pregunta sobre si es posible dar pelea contra estos grupos.
Peor a la vez, muchos discursos parecen agotar la problemática a estos grupos organizados, con vínculo con dirigentes deportivos y políticos, que han mercantilizado su propia violencia para llevar a cabo sus propios negocios alrededor del espectáculo deportivo.

Tras las palabras del ingeniero Jorge Calzon, rector de la universidad, el antropólogo José Garruga Zucal presentó los fundamentos del documento titulado “Propuestas de acción e intervención para la construcción de una seguridad deportiva”, recientemente presentado por distintos académicos para aportar una mirada diferente sobre el problema de la violencia en el fútbol argentino. “La mirada centra su foco siempre en los barras y olvida a otros. Se oculta cómo todos los actores son responsables de legitimar la violencia. Los barras no son el único actor violento, son el único que da a la violencia un carácter positivo. Su violencia está legitimada, es posible y valida. Jugadores, dirigentes, hinchas, todos contribuyen de diferentes manera para dar lugar a las prácticas violentas” señaló Zucal.

Además, el antropólogo resalto la costumbre de los distintos actores de ligar la violencia a los otros y de vincularla a la ignorancia y la barbarie. “La practica violenta no es barbarie, tienen valores culturales” agregó.

Luego, la antropóloga Maria Verónica Moreira presentó las distintas propuestas que plantea el documento, como la posibilidad de incluir la voz de los hinchas comunes en el debate sobre la seguridad como voz autorizada y la necesidad de pensar en la seguridad del resto de los hinchas, no solo de los barras. Además, el documento plantea la necesidad de correr a la policía de los operativos de seguridad, la posibilidad de reconocer a las barras como actores, con derechos y obligaciones, la fundación de un observatorio de medios, la realización de capacitaciones y jornadas, la redacción de un estatuto del hincha, la necesidad de unificar las leyes de las distintas provincias respecto a la problemática y unificar sanciones a los clubes responsables.

Más tarde, Gustavo Lugones, miembro de Subsecretaría de Seguridad y Prevención de la violencia en Espectáculos Deportivos del Ministerio de Seguridad de la Nación, relató las distintas dificultades que encuentra e organismo a la hora de llevar a cabo las políticas en materia de seguridad deportiva y el trabajo que se realiza para profesionalizar esta área de la seguridad. Lugones no acordó con la presentación del documento respecto a la propuesta de reconocer a los barras como actores con derechos, aunque acordó con la idea de que la violencia no son sólo los barras bravas y que existen prácticas que vuelven posible la violencia en el espectáculo deportivo.

Además, Lugones resaltó la figura de Javier Cantero y su lucha contra los hinchas más violentos de Independiente. “La fiesta la hacemos todos, no solo ellos. El desafío es sacar a los violentos y que ese lugar lo ocupen lideres positivos” agregó Lugones.

El gran salón de la Universidad de Avellaneda mostró la necesidad de vincular la problemática de la violencia con la academia y los estudios culturales, para poder avanzar en políticas públicas que intenten derribar los discursos simplistas, las frases hechas y las soluciones mágicas. La violencia tiene múltiples causas, representaciones, legitimidades y responsables. No hay nada más violento que dejar ese lugar sólo a las barras bravas.

Click para ver completo el documento “Propuestas de acción e intervención para la construcción de una seguridad deportiva

El legado de Verón

Juan Sebastián Verón en su último partido
La camiseta número 11 de Estudiantes de La Plata nunca más volverá presente en un campo de juego. Fue tal la influencia y la impronta que dejó Juan Sebastián Verón en el club platense, que nadie más podrá lucir su dorsal en un partido oficial. Una decisión simbólica pero una clara muestra de la huella imborrable que dejó el crack en el club. No son muchos los equipos argentinos que pueden gozar de verdaderos ídolos en este momento de la historia. Estudiantes fue hasta este fin de semana uno de ellos.

"Yo nací en Estudiantes. Acá crecí y viví todo, los mejores momentos y otros no tanto; en definitiva, lo que hace la carrera de un futbolista", dijo Verón luego del partido. Su despedida es trascendente porque se va un jugador símbolo, apegado a los colores más que a las ansias de dinero, que tras un paso importante por Europa hizo su quinta en Estudiantes y selló para siempre el amor con los hinchas.

"Se retira el jugador. Nace la leyenda", se leía en una de las banderas en el Estadio único de La Plata el pasado sábado, en el partido ante Olimpo. Cuando retornó al equipo en 2006, ya era cierta la posibilidad de ingresar en el olimpo. En ese entonces no figuraba en el plantel que disputaría el Mundial de 2006, pero ya simbolizaba al crack triunfador en Europa que elegía volver a su país con mucho para dar. No se decidió por una jubilación de privilegio en ligas millonarias de medio oriente. Aun podía ser titular en cualquier equipo de primer orden, pero se decidió por el pago chico, por el club que lo había visto nacer.

La idolatría definitiva con los fanáticos se selló cuando de su mano Estudiantes se convirtió en equipo capaz de discutirle los títulos a los grandes del país y del continente. Hizo de un conjunto que en los últimos años estaba poco habituado a ilusionarse con grandes cosas un equipo que celebró la Copa Libertadores en 2009 y los títulos del Apertura 2006 y el de 2010. Estuvo a un minuto de consagrarse campeón del mundo ante el Barcelona. Pero además, siempre participó de la conversación de los títulos domésticos. Verón llevó su estirpe de grandeza a todo el equipo y la declinación del conjunto platense en los últimos tiempos fue la misma caída de su crack, víctima de lesiones recurrentes en los últimos tiempos y con poca continuidad en la cancha.

Sus valores como futbolista quedaron expuestos en el césped. Pegada precisa de media y larga distancia, perfecta comprensión de las necesidades de cada jugada, claridad para recorrer la cancha en cada momento, sutileza para jugar a uno o dos toques, voz de mando para ordenar a su equipo, carácter de líder para llevarlo a la victoria.

Ayer fue polémico por sus salidas nocturnas, por sus excesos, por su ostentación de riqueza, por algún romance mediático. Hoy se despide cargado de prestigio, con la certeza de haber dejado el sudor y su categoría en cada pelota. Con el amor de los hinchas, ansiados de encontrar una figura de su equipo con la cual identificarse a lo largo del tiempo, a la que no tengan que ver por televisión cada fin de semana con la camiseta de otro equipo. Verón eligió Estudiantes, los hinchas de Estudiantes eligieron a Verón. Y el fútbol argentino sumó otra leyenda.

Aquí un video con la canción "El Once tatuado en el alma", de Ivan Sadovsky, en homenaje a Juan Sebastián Verón: 

Ucrania, Polonia y el contexto de la Euro 2012

“Creo que, por primera vez en mucho tiempo, una competición de selecciones nacionales va a ser libre y claramente aceptada como un oasis, una tregua, un paliativo, una evasión de la realidad, un mundo falso y paralelo, un bienvenido opio”
Javier Marías, escritor español

La Euro 2012, el torneo que agrupa a las selecciones europeas que comenzó el pasado viernes, se disputa en medio de la crisis política, económica y social que envuelve al Viejo Continente desde 2008 y que se ha profundizado en los últimos meses. El exterior ha penetrado con fuerza en el césped. Mientras la Unión Europa vive momentos de fuertes disputas internas, las selecciones de fútbol de sus países miembros de encuentran en el césped para medir fuerzas en el fútbol.

El campeonato que se disputa en Polonia y Ucrania carga además con las dificultades propias de un gran acontecimiento trasladado a lugares exóticos para este tipo de competencias. El crack financiero afectó los presupuestos originales y la marcha de las obras, al punto que en abril de 2010 el presidente de la UEFA, Michel Platini, dio un ultimátum de dos meses al gobierno de Ucrania para que ofreciera garantías de que terminaría a tiempo los estadios.

Como si eso fuera poco, hasta hace pocos días, los grandes titulares referentes al torneo daban cuenta de las frecuentes prácticas racistas presentes en ambos países, de los precios exorbitantes de los hoteles, de la escasa demanda de entradas y de un posible boicot político liderado por Alemania ante la falta de libertades políticas existentes en Ucrania. Incluso existieron protestas nudistas para denunciar que el torneo fomentaría el turismo sexual en ambos países.

La corrupción y el gasto
Ocho son los estadios que albergan al torneo, de los cuales seis se construyeron a nuevo y dos fueron remodelados. El costo global sólo para la infraestructura deportiva alcanzó los 3 mil millones de euros, con amplia mayoría de dinero aportado por las arcas estatales. Según cálculos extraoficiales, en total Ucrania invirtió cerca de 14 mil millones de euros para la competencia, mientras que Polonia habría desembolsado cerca de 26 mil millones. Las cifras asustan en un continente con más de 24 millones de desocupados.

En el reparto de las dificultades organizativas, la peor parte correspondió a los ucranianos, que cargaron con múltiples problemas para afrontar la competencia. Pero más que los problemas para conseguir recursos y los atrasos en las obras, los escándalos quedaron registrados en las más de 120 denuncias judiciales relacionadas con irregularidades en las obras de infraestructura, según reconocieron fuentes del propio gobierno.

El Poder Ejecutivo ucraniano otorgó muchas de las obras proyectadas a empresarios amigos, sin licitación previa. El gobierno justificó estas acciones por la escasez del tiempo y la necesidad de ejecutar los proyectos con rapidez. Pero legisladores opositores denunciaron el pago de comisiones para la adjudicación de los contratos. Incluso mencionaron que el presupuesto original de Ucrania para la competencia se multiplicó por 10.

Entre otros ejemplos de gastos exorbitantes, el periodista Marcos Rachkevych reseña que, en la ciudad de Kharkiv, 10 bancos de madera para una estación de metro costaron 80 mil euros. Más de 18 millones de euros se destinaron para construir un helipuerto a 150 kilómetros Kiev. Además, el gobierno inició la construcción de tres pistas de patinaje sobre hielo a un valor de 11,5 millones. Semejante nivel de gasto se da en un país con un 26 % de la población por debajo de la línea pobreza.

El gobierno polaco mantuvo un plan de mayor austeridad, que terminó por afectar a algunas de las empresas contratadas para realizar las obras. Recientemente, PBG, la tercera mayor empresa constructora de Polonia, y una importante contratistas de la Euro 2012, se declaró en bancarrota debido a problemas de liquidez derivados de los contratos de infraestructura vial. La constructora Covec, que ganó la licitación para proyectar dos rutas importantes del país, perdió su acuerdo el año pasado después de no poder pagar a sus subcontratistas. La empresa que se hizo cargo de la obra se declaró en bancarrota a principios de este año.

El boicot
A los problemas económicos propios de la organización del torneo, se agregaron en los últimos meses disputas políticas. Yulia Tymoshenko es una ex primera ministra ucraniana, quien actualmente cumple una condena en prisión por malversación de fondos. Opositora al gobierno actual, encabezado por Viktor Yanukovych, Tymoshenko denunció una persecución política del gobierno nacional y maltratos en la cárcel. Como medida de protesta, inició una huelga de hambre.

La canciller alemana, Angela Merkel, denunció públicamente el caso y amenazó con un boicot al torneo. “La situación de Ucrania no refleja mi visión de la democracia, los derechos humanos, la libertad individual o la de prensa. Cómo trata el régimen a Yulia Timoshenko no tiene nada que ver con mi concepción de la democracia. Es un Estado joven que no cumple los estándares de libertad y derechos humanos”, analizó Philip Lahm, capitán de la selección alemana.

El futuro
Para la Euro 2004, organizada en Portugal, el estado luso gastó cerca de 1000 millones de euros en la construcción y reforma de 10 estadios. La inversión fue de casi el doble de lo estimado en los presupuestos originales. Menos de la mitad de los estadios que recibieron los millones se utilizan hoy frecuencia y rara vez lucen llenos, como un informe reciente de la organización “Play the game”.

Semejante desembolso de dinero pesa hoy en las frágiles cuentas del estado. Portugal, una de los países europeos más golpeados por la crisis, tiene un 15 % de desempleo, 25% de su población está bajo la línea de pobreza y vive una fuerte recesión económica. En los últimos 7 meses ya se produjeron dos huelgas generales.

Polonia y Ucrania invirtieron casi tres veces más que Portugal. A veces por intentar cumplir los requisitos de la UEFA para poder recibir un gran torneo, se invierten miles de millones que después pierden todo sentido. Se van las multitudes, queda el cemento silencioso, el vacío, la pasión ausente. Pero hoy no hay tiempo para eso. Hoy es tiempo de los cánticos fuertes, de los goles, de las ilusiones. Porque, como escribió Javier Marías, “un campeonato como el que va a comenzar no nos engaña, nos alivia tan sólo, y eso ya es mucho en los tiempos oscuros”.

La Selección Argentina, Ecuador y el espejo

En los últimos años, la contradicción entre las individualidades y el funcionamiento colectivo hizo de cada partido de la Selección Argentina una incógnita que sólo se devela en el césped. El combinado albiceleste se volvió un equipo poco confiable, con un abanico de posibilidades que iban del empate olvidable a la exhibición para el deleite. Ayer la moneda cayó del lado de la suerte. Por la quinta fecha de las Eliminatorias para el Mundial de Brasil 2014, Argentina selló un 4 a 0 contundente sobre Ecuador, con un primer tiempo de alto vuelo, donde brillaron sus individualidades.

La clasificación mostraba en la previa la opaca realidad de la Selección Argentina. El equipo dirigido por Alejandro Sabella llegaba con 7 puntos conseguidos en 4 partidos, con resultados frustrantes como la derrota en su visita a Venezuela y el empate en Buenos Aires ante Bolivia. La última victoria ante Colombia en Barranquilla, en noviembre pasado, había calmado las aguas. Sin embargo, el triunfo ante Ecuador aparecía como una necesidad imperiosa para acomodarse en la tabla y ganar tranquilidad.

Los entrenadores que pasaron por la Selección Argentina desde 1998 hasta hoy son una buena muestra de las dudas y contradicciones que envuelven al fútbol criollo en los últimos años. Los magros resultados deportivos, la necesidad de encontrar éxitos urgentes y la escasa planificación de las necesidades dieron lugar en el banco a técnicos disímiles en sus métodos e ideales. Poco se parecen Bielsa y Pekerman, Basile y Maradona, Batista y Sabella.

Pero el ex entrenador de Estudiantes de La Plata es quien hoy está a cargo y quien ayer presentó una formación netamente ofensiva, con el tridente de ataque conformado por Messi, Agüero e Higuaín como mejor carta para encontrar el triunfo. El poder del ataque se correspondió con al actitud en el campo, con un equipo que salió a atacar desde el primer minuto.

Sin embargo, hasta el gol de Sergio Agüero, a los 19 minutos, el dominio del campo y el balón no se había correspondido con situaciones claras de peligro, salvo por un tiro de Messi de volea tras una buena combinación con el delantero del Manchester City. La buena habilitación de Di María y la precisa definición del ex Independiente abrieron el camino.

A partir de entonces, los amplios espacios y la categoría de los futbolistas argentinos de ataque dieron a la Argentina el fútbol de alto vuelo que en los últimos tiempos apareció en escasa ocasiones. Messi e Hiaguín combinaron bien para el segundo y el tercer gol y Di María marcó el cuarto tras una gran apilada del crack del Barcelona.

Todo parece sencillo y placentero cuando los galácticos de arriba se encienden, encuentran buenos espacios y contundencia en la definición. Argentina se vuelve un equipo ofensivo, atractivo y de alto nivel, con motivos suficientes para aspirar a grandes cosas.

Pero como sucede en otros ámbitos de la vida, Argentina encuentra sus problemas cuando el reival le exige trabajo, coordinación y bueno acoples, sobre todo en defensa. Cuando se trata de la inspiración individual o de la combinación entre dos o tres talentosos, la cuestión puede fluir más fácilmente. El talento ofensivo es lo que permite soñar. Falta trabajo o nombres confiables en defensa para alcanzar un buen equipo.

El problema mayor de la Selección Argentina en los últimos años es esa imagen deformada que le devuelve su espejo. Esa contradicción entre las posibilidades que ofrecen sus individualidades, con Messi a la cabeza, y ese rendimiento muchas veces opaco que devuelve el equipo en la cancha. Ayer, ante Ecuador, las posibilidades y las realidades se parecieron bastante. Pero para que el equipo sea confiable aun falta mucho.

Aquí los goles de la victoria  de la Selección Argentina sobre Ecuador por 4 a 0:


Las luchas de los hinchas tras la revolución en Egipto

Tras su activo papel en la caída del presidente Hosni Mubarak y la tragedia futbolística de Port Said de febrero pasado, donde murieron 74 personas, los grupos de hinchas organizados de Egipto se han constituido como actor considerable de la escena nacional, respetado por algunos y denostado por otros. Jóvenes, activos y rebeldes, los candidatos a la segunda vuelta presidencial los seducen o los denostan, pero en ningún caso los ignoran, como una muestra de la importancia que han adquirido en los últimos meses.


El pasado lunes, la Comisión Electoral de Egipto confirmó el resultado de las últimas elecciones presidenciales, celebradas el 23 y 24 de mayo. El 16 y 17 de junio, el candidato de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Mursi, se enfrentará en la segunda vuelta al último primer ministro de Hosni Mubarak, Ahmad Shafiq. En la primera ronda, Mursi obtuvo 24,7% (5.764.952) de los votos mientras que Shafiq 23,6% (5.505.327).

Para el ballotage, Mursi, recibió el apoyo del partido fundamentalista salafista más importante, Al Nur. Por su parte, Shafiq es acusado por sus adversarios de ser el candidato de los militares, que dirigen el país desde que Mubarak dejó el poder en febrero de 2011. Un férreo partidario del islam y un militar participante del régimen derrocado son las opciones que tienen los egipcios para decidir su próximo presidente. Muchos jóvenes que participaron del derrocamiento de Mubarak acusan a los Hermanos Musulmanes de tener un pacto secreto con los militares.

Por su parte, las distintas organizaciones revolucionarias no pudieron unirse en una plataforma común. Para las elecciones presidenciales, muchos confiaban en la candidatura de Mohamed el Baradei, premio Nobel de la Paz, pero se bajó meses antes de los comicios. Sin embargo, aún existen posibilidades de un apoyo del movimiento 6 de abril, el más numerosos conformado luego de la caída del presidente, a los Hermanos Musulmanes, con la idea de formar un gobierno de coalición que respete sus demandas, entre las que se destacan la formación de una Asamblea Constituyente para la redacción de una nueva constitución.

Pese al proceso eleccionario, las manifestaciones continúan en las calles. A comienzos de esta semana, las oficinas donde estaba instalado el equipo de campaña de Shafiq fueron totalmente saqueadas. Días ante de la primera vuelta, distintas manifestaciones terminaron con muertos y heridos.

Los grupos de hinchas de fútbol tuvieron un papel importante en la caída de Mubarak, al punto que el filósofo israelí Avishai Margalit dijo luego de las revueltas: “La revolución egipcia ha nacido en los campos de fútbol del Al Ahly (uno de los más importantes del país)”. Habían combatido durante años en los estadios al régimen de Mubarak. En los alrededor de la plaza Tahrir, mientras miles de personas reclamaban la salida del presidente, los ultras pusieron el cuerpo para luchar contra las fuerzas de Mubarak y se ganaron el respeto de los manifestantes tras la caída del presidente. Pusieron el cuerpo y su destreza aprendida en los estadios para luchar contra la policía y el ejército.
La tragedia de Port Said, ocurrida el 2 de febrero pasado, fue el exponente máximo de la importancia política de estos grupos. Allí, fuerzas paramilitares atacaron a los hinchas en pleno partido y causaron la muerte de 74 personas. La masacre quedó como un testimonio de los conflictos latentes en la sociedad pese al cambio de gobierno y las dificultades de encontrar la paz y la properidad.

Como una muestra de las dificultades de articulación de las distintas fuerzas participantes en la caída de Mubarak, los ultras fueron perdiendo el respaldo ganado tras sus actuaciones en la plaza Tahrir. Fanáticos del Al Ahly y el Zamalek, rivales en la cancha, marcharon solos por El Cairo para exigir justicia por la tragedia de Port Said, mientras se enfrentaron violentamente con las fuerzas de seguridad. Mientras tanto, los medios de comunicación estatales los mostraban como responsables de los conflictos surgidos luego de la revolución y hasta insinuaban sus culpas en el declive económico del país. Mientras tanto, la liga sigue suspendida tras los incidentes de febrero.

A la caza de votos para alcanzar la presidencia, Mursi centró su campaña en la islamización, mientras Shafiq se centra en la seguridad urbana. Ambos buscan los votos revolucionarios. Allí se encuadran los castigados hinchas, deseosos como todos de justicia y bienestar en el futuro.